Miguel Guaglianone: El enigma del EIIL
Un nuevo protagonista ha surgido en el Medio Oriente: el Estado
Islámico de Irak y el Levante (EIIL en español, ISIS en inglés, Dahesh en
árabe). Un protagonista que tiene de cabeza a la mayor parte de los gobiernos
del mundo, sobre todo aquellos que pretenden ser los conductores de la
geopolítica mundial.
Si uno se guía por lo que dicen los medios privados corporativos y
varios de los gobiernos de esas naciones, en Irak y Siria apareció (como
surgido de la chistera de un mago) un nuevo grupo “terrorista” que asola estas
regiones y se comporta con un inusitado nivel de salvajismo, asesinando
personas, abusando de las mujeres e intentando imponer una forma de vida y unas
costumbres (las del Islam tradicional) absolutamente retrógradas y bárbaras.
El deber entonces del mundo civilizado es combatirlos (destruirlos ha
dicho la Casa Blanca). Es sorprendente la unanimidad de opinión que su
presencia y acción despiertan. Naciones enfrentadas como Irán o Rusia y China
con los Estados Unidos y la UE, coinciden absolutamente en que el EIIL y el
Califato Islámico que ha instituido en los territorios que viene ocupando son
un peligro para el mundo. Treinta naciones reunidas en Europa han decidido que
es necesario tomar acciones para detenerlo. Aparentemente nos encontramos
frente a un peligroso virus social que amenaza a la humanidad entera.
Sin embargo, si lo vemos con seriedad, sería necesario saber algo más
de todo el asunto que lo que nos dicen los medios o declaran los gobiernos. Si
el EIIL es realmente un enemigo de la humanidad, es necesario saber a que nos
estamos enfrentando.
Võ Nguyên Giáp, el legendario general vietnamita explicó en una
entrevista que le realizara la TV francesa hace unos 25 años, que los
norteamericanos habían perdido la guerra de Vietnam porque “Nunca habían leído
el Sun Tzu”. El legendario “Arte de la Guerra” chino dice que para pelear es
necesario conocer y entender al enemigo. Giáp expresaba: “Nosotros estudiamos y
conocimos a los estadounidenses, ellos no lo hicieron con nosotros y nunca nos
entendieron.” Sería entonces de sentido común tratar de saber qué es lo que
está sucediendo realmente en el Medio Oriente y sobre todo de que se trata el
proceso social y político que crea la existencia y genera el protagonismo del
EIIL. Quién y qué es realmente el Estado Islámico de Irak y el Levante.
Precisiones y preguntas
En primer término, resulta que el EIIL tiene raíces antiguas. Desde
1991 Estados Unidos viene promoviendo, financiando y ayudando a grupos
integristas islámicos, primero para controlar Afganistán, luego para atacar en
Irak a Saddam Hussein, cuando dejó de ser un aliado para convertirse en un
enemigo. Es allí que nace el EIIL, ayudado por EEUU. O sea que su aparición no
es producto de la generación espontánea actual, sino que tiene toda una
historia detrás.
La otra precisión es su relación con Al-Qaeda. La organización
fundamentalista que fuera alentada y financiada en su momento por los EEUU, y
convertida en un monstruo en medida de su propia agenda, comenzó a enfrentar a
sus creadores (con Osama Bin Laden a la cabeza). Su imagen es usada en todo
Occidente como un paradigma del mal, y por lo tanto la lógica mediática dice
que si el EIIL es su aliado, también es parte del mal. La realidad es que hace
ya mucho tiempo las relaciones que en algún momento tuvieron ambas organizaciones
se disolvieron y hoy el EIIL y Al-Qaeda no tienen ni agendas ni lazos comunes.
El otro asunto delicado es la calificación unánime del EIIL como un
grupo terrorista. La verdad es que sería un grupo terrorista bastante sui
generis. En primer término, los grupos terroristas son organizaciones
clandestinas que como máximo combaten al estilo guerrilla y que se caracterizan
por generar atentados puntuales donde normalmente mueren civiles y cuyo
objetivo es la siembra del temor en la población.
Pero resulta que este grupo se comporta como un ejército tradicional,
que ataca y conquista militarmente objetivos específicos, consolidando el territorio ocupado, en una
clásica maniobra de expansión geográfica. No se ha destacado (con toda
intención) a nivel mediático que el propio Pentágono y el Departamento de
Estado han reconocido ya que se trata de algo más que un grupo terrorista, que
son en realidad un verdadero ejército regular (que hace un uso “muy creativo”
de los blindados, han afirmado ambas fuentes).
Sus éxitos militares en corto tiempo han sido poco menos que notables,
en una especie de blitzkrieg han sido capaces de infligir derrotas al ejército
sirio que durante tres años ha sido victorioso ante todos los intentos de
Occidente de tumbar el gobierno de Damasco con la acción de mercenarios, y ha
derrotado también a las milicias kurdas iraquíes, que fueron capaces de
contener a Saddam Hussein en el apogeo de su poder.
Todo esto no se explica simplemente diciendo que son un grupo
terrorista.
Hay otro aspecto y es el de la demonización. Los medios corporativos se
han cuidado mucho de difundir (con muy escaso material de respaldo) que las
acciones del EIIL son bárbaras, que asesinan gente, que raptan mujeres, y sobre
todo que imponen la ley islámica a las poblaciones que conquistan. Siendo
sinceros, si bien todo esto puede ser muestra de terror y barbarie, no se trata
de actos mucho peores que las acciones de los “civilizados” israelíes en Gaza,
o los “civilizados” ataques con drones ordenados sistemáticamente por
presidente de los EEUU sobre Pakistán, en el cual dejan un trágico saldo de
civiles muertos (niños, mujeres y ancianos sin distinción) calificados luego como
meros “daños colaterales” inevitables
para “mantener la civilización”.
En definitiva, todo el Medio Oriente es una zona donde no existen por
ninguna parte los famosos Derechos Humanos (tampoco existen demasiado en el
resto del mundo) y adjudicar la barbarie exclusivamente a una facción es como
mínimo una manipulación intencionada.
Y tampoco se explica con esta imagen que muestran los medios como un
grupo como éste (según la propia CIA) ha logrado en tres o cuatro meses
multiplicar sus efectivos de combate por lo menos en un 300%, llegando a tener
un contingente que oscila entre los 30.000 y 50.000 soldados. Que desde todas
partes (y sobre todo desde los países centrales) continúen llegando
contingentes de jóvenes “civilizados” que se unen el EIIL. ¿Cuál es el factor
social, cultural o político que explica este violento crecimiento? Nadie habla
de ello, más aún, nadie parece interesado en analizar estas cuestiones.
Finalmente, nadie parece tampoco muy interesado en estudiar las
comunicaciones que genera el EIIL. Las tres “decapitaciones” de periodistas que
han difundido son por lo menos unos claros videos montados, en los que se ha
utilizado una escenografía diseñada (las dunas y el cielo del fondo), unos
personajes definidos (el condenado vestido de naranja y el verdugo de acento
británico encapuchado y de negro), dónde se ha desarrollado un guión (es
notable la recurrencia de los diálogos) y donde se han utilizado los más
sofisticados recursos de post producción. No se trata de meras miradas
descriptivas e informativas de los hechos, estos videos son verdaderas
“representaciones” teatralizadas. Su intención parece ser rescatar una vieja
forma de la guerra psicológica (que Occidente tiene medio abandonada desde los
horrores de la Primera Guerra Mundial) para provocar terror en el enemigo.
Recuérdese por ejemplo las ejecuciones de los españoles en la América
colonial con desmembramientos y cabezas fritas en aceite y atravesadas en
picas, o al ejército otomano (en pleno siglo XX) con los empalamientos o las
pirámides de calaveras. Estos videos no aparentan ser así un mero síntoma
de barbarie, sino que traslucen una intención detallada y programada. Las
propias agencias de inteligencia occidentales han expresado sus dudas sobre la
realidad de estos videos, considerando las razones que hemos expuesto.
Y su última producción que es por lo menos desconcertante, un video de
un minuto y veinticuatro segundos de duración, que se titula –en inglés–
“Flames of War” (Llamas de la Guerra) donde aparecen secuencias de imágenes de
alta calidad, de Obama, de la Casa Blanca y de acciones de guerra en el
desierto, con una edición de primera línea, con el uso de disolvencias y cámara
lenta al mejor estilo Hollywood, y en el que se incluye la frase (también en
inglés) “Fighting has just begun” (La lucha acaba de comenzar) y que culmina
–al mejor estilo de un tráiler de película– con la frase “Coming Soon” (muy
pronto) también en árabe. ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Será que el EIIL sí ha
estudiado bien al enemigo?
Algunas apreciaciones
Esto hechos nos muestran primero, que nos encontramos ante un proceso
social y político producto de condiciones culturales e históricas diferentes a
las de Occidente, caracterizadas por un
crecimiento viral. No hay dudas de que puede convertirse en un problema grave
para nuestro globalizado planeta, al constituir un nuevo factor político que no
responde a las lógicas geopolíticas establecidas y por lo tanto se vuelve no
solo impredecible sino también un peligro potencial. Quizás esto explique la
unanimidad de su condena.
También muestra que su propuesta (sea esta la que sea realmente)
produce un efecto de “encantamiento” que moviliza grupos humanos hacia él.
Quizás se trate de una propuesta trascendente (aunque sea errada) aparecida en
un mundo en el cual hace mucho tiempo que no las tiene y que promete llenar el
vacío producido por el pragmatismo universal reinante. Si esto es así, habrá
que ajustarse los cinturones para poder ofrecer (sobre todo a los jóvenes
hastiados del capitalismo de consumo) una alternativa diferente a la propuesta
integrista islámica.
Cada vez que intentamos mostrar estos escenarios aparece una reacción
que nos califica como “defensores” del EIIL. No es ésta en absoluto la
intención, pero parece claro que para tener no solo una posición sino también
una respuesta realista frente a él, es necesario entender realmente a quiénes
nos estamos enfrentando y no nos conformemos con la imagen de matrices
propagandísticas mediáticas.
Recuérdese además que hasta ahora (y es posible que en adelante a pesar
de las últimas declaraciones de Obama) los bombardeos realizados al EIIL por
los Estados Unidos han sido puntuales, y “casualmente” se han concentrado en la
defensa de las instalaciones petroleras que el avance del EIIL pone en peligro
y que están (después de habérselas arrebatado a Saddam Hussein) en manos de la
Chevron y la Exxon. Hasta la famosa presa de Mosul, “Con cuyo control el EIIL
tiene la posibilidad de inundar un 80% del territorio de Irak” según los
medios, en realidad sólo tiene importancia estratégica para EEUU porque a su
costado está una de las más grandes instalaciones de petróleo que manejan esas
corporaciones. Y si bien 30 naciones declararon la importancia de tomar medidas
contra el EIIL, fueron claras de que ninguna intervendría militarmente en Irak,
dejándole el trabajo sucio sobre todo a las milicias kurdas, a las cuales
varios países europeos (entre ellos Alemania e Italia) ya están entregándoles
armas.
En definitiva, es hora de que aclaremos el enigma del EIIL, que
desentrañemos su existencia y sus acciones a la luz de un análisis real, y que
no nos guiemos únicamente por unas torpes matrices mediáticas cuya única
intención es despertar el rechazo y el odio hacia lo que sucede en Irak en las
poblaciones de las clases medias de los países centrales y en las oligarquías
de los dependientes. Sólo así podremos tener una visión clara de los complejos
sucesos del Medio Oriente que pueden ser determinantes para el futuro de todos.
miguelguaglianone@gmail.com