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lunes, 30 de junio de 2014

LAS VENTAJAS DE FORMARSE COMO INGENIERO EN RUSIA

Las ventajas de formarse como ingeniero en Rusia

14:41 30/06/2014
Anna Kúrskaya, RIA Novosti.
Las carreras de ingeniería en Rusia siempre han tenido prestigio internacional gracias a los altos niveles de formación, y sus licenciados son bienvenidos en todos los rincones del planeta.
Los bajos costes de los estudios otorgan a la formación técnica de Rusia un mayor atractivo para los jóvenes de distintos países.
En Rusia hay escuelas de ingeniería que figuran entre las mejores del mundo. Hay centros docentes menos conocidos, que preparan a sus graduados para el manejo y el servicio técnico de equipos y maquinaria. Los títulos de estas universidades suelen ser válidos en los países más desarrollados. En cualquier caso, el joven egresado cuenta con suficientes conocimientos y habilidades para poder pasar en el extranjero un examen y confirmar su nivel profesional.

Una importante ventaja de las universidades son los costes de los estudios, incomparablemente más bajos que en los países europeos y en algunos países de Asia y Pacífico, explicó a Nóvosti la directora del Instituto de Desarrollo de la Enseñanza, Irina Abánkina.
“Si un joven extranjero consigue hacerse una idea acerca de la calidad de los programas de estudios ofrecidos por las universidades rusas, teniendo en cuenta las tradiciones de cada centro docente en concreto, la renovación de sus programas y la estabilidad de su desarrollo, y además elige una universidad en algún centro provincial, la calidad de la educación superará con creces los costes de ésta”, precisó la funcionaria.

Hay qué elegir
En casi en todas las universidades nacionales de investigación existen programas de estudios muy actualizados, apuntan los expertos y aconsejan tomar en consideración no sólo las universidades estrella de la capital: la Universidad de Ingeniería y Física de Moscú (MIFI), la Universidad Estatal Técnica Bauman de Moscú (MGTU Bauman), la Universidad de Física y Técnica (Fistej) y la Universidad Nacional Tecnológica (MISiS). “Una buena formación en ingeniería la ofrece la Universidad de  Óptica de San Petersburgo (ITMO), las universidades de Nizhni Nóvgorod, Tomsk y Novosibirsk y las universidades politécnicas de Vladimir e Ivánovo. En la ciudad de Perm hay dos universidades con programas muy modernos. Estos centros se encuentran en la vanguardia de la ciencia en su ámbito”, aseguró Irina Abánkina.

Donde más potencial hay concentrado es en la esfera de la energía, la nuclear incluida, y el procesamiento de materiales. Existen programas de este tipo en la Universidad de Tomsk, en la Universidad Estatal Técnica Bauman de Moscú y la Universidad de Física y Técnica, así como en otros centros de estudios superiores.

A la hora de elegir profesión y universidad mucho depende del futuro estudiante, de si tiene pensado seguir tras la graduación participando en investigaciones científicas en el marco de las agencias de diseño técnico o buscar colocación en la esfera del uso y el servicio técnico del equipo, aconseja la experta. “Si uno se propone seguir en el campo de la investigación, sería razonable buscar una universidad que le pueda ofrecer esta posibilidad. Y si su objetivo consiste en encontrar empleo en este sector de la economía, debería escoger otros centros. No menos importante, sin embargo es el factor de la renovación de los planes curriculares. La información necesaria uno la puede encontrar en las páginas web de las universidades”, explicó.

Al ritmo del progreso
Las universidades que forman ingenieros han de seguir el ritmo que marca el progreso, pero ello sólo es posible con la constante renovación técnica y el incesante perfeccionamiento por parte de los profesores. En cuanto a la primera condición, en la mayoría de las universidades se cumple con toda seguridad, opina Irina Abánkina.
“Las universidades han renovado desde 2006 considerablemente el equipo técnico y de laboratorio, gracias a la asignación de fondos para su desarrollo”, comentó. También se cuida el nivel del profesorado, se incentivan los estudios científicos y se invita a docentes extranjeros.
“El proceso de formación de cuadros es más o menos el siguiente”, explicó a RIA Novosti el vicerrector de MGTU Bauman para relaciones exteriores, Iván Arjárov, “creamos doce centros modernísimos y perfectamente equipados para poder facilitar a los científicos, investigadores y profesores de todo el mundo una plataforma abierta para los debates”.

Según el experto, estos centros forjan cuadros para la universidad. Actualmente imparten clases en ella científicos procedentes de diez países del mundo, desde la India hasta EEUU, y se lleva a cabo una intensa cooperación internacional. Las innovaciones que surgen de los centros de estudios e investigación se aplican al proceso de estudios.
“Ocurre a veces que viene un catedrático de alguna universidad italiana y ve una perfecta dotación del equipo, pero también hace constar falta del conocimiento de la gestión europea. En este caso introducimos cambios en los planes curriculares, adaptándolos a las necesidades que vayan surgiendo”, señaló.

Los profesores de estas universidades también se suelen dedicar a la investigación y publican los resultados de sus estudios en ediciones rusas y extranjeras. Muchos centros cuentan con revistas especializadas propias.
Revistas de todas las universidades federales han entrado últimamente en las bases de datos internacionales de ciencias naturales y humanidades. Esto implica que científicos extranjeros citan las publicaciones que allí aparecen en ruso e inglés. En este sentido han dado un evidente paso adelante las universidades de Krasnoyarsk y Lejano Oriente, apuntó Irina Abánkina.

La publicación de artículos de científicos rusos en revistas extranjeras ayuda a los centros docentes del país a superar la desigualdad informativa en el ámbito de la ciencia mundial y muestran a los jóvenes extranjeros el resultado de las actividades profesionales de un determinado profesor, para poder tomar una decisión más acertada sobre el centro docente.
Por desgracia estos soplos de aire fresco no han llegado todavía a las residencias estudiantiles y las condiciones de vida están muy por debajo de las expectativas de los estudiantes extranjeros.
“Nuestras residencias a menudo se quedan atrás en comparación con el extranjero desde el punto de vista de las comodidades, acceso a Internet, bibliotecas o salas de informática. Y en los últimos años se ha registrado una actitud poco favorable hacia los extranjeros en algunos ámbitos. De modo que las ventajas de los costes bajos y un nivel bastante alto de la educación se ven contrarrestados en gran medida por condiciones de vida que distan de ser perfectas, una comunicación limitada y un desarrollo cultural insuficiente”, explicó Irina Abánkina.

Se estudia en ruso
En la mayoría de los casos la formación de ingenieros en Rusia se lleva a cabo en lengua rusa. En muchos centros se presta apoyo a los jóvenes extranjeros para superar la barrera del idioma. Así, en MGTU Bauman se enseña ruso a todos los estudiantes que se muestren interesados en ello. En la facultad preparatoria cursan estudios 72 personas, contó Iván Arjárov.
“A lo largo de 10 meses se les va impartiendo un curso intensivo de ruso y de las principales asignaturas de su futura formación: informática, matemáticas y física”. Cuenta con una potente cátedra de enseñanza de ruso la Universidad de la Amistad de los Pueblos (RUDN), donde jóvenes de 146 países cursan distintos estudios, ingeniería entre ellos. “Algunas universidades están implantando cursos en inglés en el marco de sus programas de estudios. Pero también tiene sentido cursar estudios en ruso, dado que es una lengua muy extendida en el mundo y su conocimiento puede ser muy demandado a largo plazo en el extranjero”, cuenta el director de proyectos para jóvenes profesionales de la Agencia de Iniciativas Estratégicas, Iván Deméntiev.

lunes, 8 de julio de 2013

Intelectuales reflexionaron sobre la autonomía universitaria



Tomado de Prensa Mppeu – Opsu (04-07-13).-

 Intelectuales progresistas de la talla de Judith Valencia, Omar Hurtado Rayugsen, Luis Bigott, Vladimir Acosta, Earle Herrera y Prudencio Chacón reflexionaron sobre la autonomía universitaria y otros aspectos de interés de las académicas venezolanas durante el foro denominado “Autonomía universitaria: conquista del pueblo en revolución”.

La actividad, que estuvo moderada por el profesor Luis Bonilla, se realizó este jueves en el salón Carlos Cruz Diez de la Universidad Bolivariana de Venezuela, institución que organizó este encuentro junto con el Centro Internacional Miranda (CIM), ente adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (Mppeu).

Los conferencistas se pasearon por diferentes apuntes conceptuales de esta conquista universitaria de la izquierda e hicieron un recorrido sobre la historia de esta lucha y sus desafíos en la actualidad.

Judith Valero, quien ahondó en detalles sobre el proceso de lucha por la autonomía universitaria en Venezuela, inició su reflexión dejando dos inquietudes sobre lo que ella considera en el manejo del discurso que ha tenido la Revolución. En ese particular, aclaró que no se puede llamar autónomas sólo a las cuatro o cinco universidades tradicionales. “Todas son autónomas como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999) y la Ley  Orgánica de Educación”.

En segunda instancia alertó que no se puede hablar de una universidad socialista. “Lo que tiene que haber es una Universidad Patria”, donde todas las corrientes del pensamiento se midan en base al fundamento de patria. En un tercer punto aclaró que no se puede hablar de estudiantes burgueses. “Los burgueses no estudian, los burgueses heredan”. Considera que lo que se tienen son universidades reproductoras de diplomas en la que algunos estudiantes van a adquirir un título para proyectarse como profesionales al servicio del mercado, sin formarse para los intereses y la defensa de la patria.

En ese mismo orden de ideas, Luis Bigott apuntó que no debería hablarse de universidades autónomas sino de la “Universidad Popular”, la que se desprende de esa idea de isla amparada en la autonomía, para seguir las coordenadas de una universidad que forma parte de un proyecto nacional. “el compromiso de la universidad es con la transformación social”.

Por su parte, Earle Herrera, agregó que no debe haber una distinción entre las universidades agrupadas entre la Asociación Venezolana de Rectores (Averu) y las que conforman la Asociación de Rectores Bolivarianos (ARBOL). “Todas esas universidades son nuestras, todas las paga el Estado venezolano y por lo tanto tienen que estar al servicio del pueblo venezolano”.

Cuestionó el manejo de la autonomía por parte de las autoridades universitarias como una forma de preservar sus privilegios, sus parcelas, su cuota de poder político.

Vladimir Acosta manejó el concepto de la “autonomía relativa” y de cómo la universidad, en manos de la derecha,  generalmente trata de flexibilizar los límites de esa autonomía, para separarse aún más de los lineamientos del Gobierno y de sus políticas públicas para mantener una relación de enfrentamiento rotundo, “manipula para enfrentar “.

 Para Prudencio Chacón, rector de la UBV, la autonomía universitaria ha sido una lucha permanente de los sectores progresistas en el mundo, “pero ahora la derecha está usando la autonomía como una bandera de lucha, cosa que ellos han pisoteado todas las veces que les ha dado la gana”. Considera que la universidad que dirige, la Bolivariana de Venezuela (UBV), forma parte de una autonomía real , dedicada al servicio de la nación, una autonomía académica, para el servicio político , para el pensamiento social, plural, que permita abrirse al mundo del conocimiento, de los pensamientos. “La UBV es un paradigma de lo que es la autonomía universitaria”. (Fin/ Texto Martín Emiro González – Foto: Cristofer Vargas).
Tomada de Prensa Mppeu – Opsu (04-07-13:

lunes, 16 de marzo de 2009

EL PEDAGOGICO DE FRENTE HACIA EL PORVENIR

Mario Torrealba Lossi
I
“Entre los muros de la casa vieja” fue el primer título mediante el cual hubimos de escribir un sólido ensayo, impreso en los talleres gráficos del congreso de la república – de casi 200 páginas de texto –, dedicado al centenario de un libro capital en donde hubimos de referimos al centenario del Instituto Pedagógico de Caracas, el cual dentro de sus pocos años llegara a los cien, que son ya bastantes.
Además del prefacio de la obra hablamos de los años de búsqueda; de la batalla que sostuvo el en pro de la civilización; de la abertura hacia una nueva sociedad; a la que llamábamos la torrentera de la historia.
¿En cuanto a lo que vendría después del año 2000; al abrir ventanas y caminos; así como las ilustraciones que hubo de conjugar dicho libro con muchos otros que nos llenaron de regocijo, dadas las direcciones que tomaría como ensayo a mediados de septiembre de 1986, cuando nuestro trabajo se lo dedicamos a los amigos de esa época, tan vinculados como lo estuvieron con un grupo de jóvenes que se propusieron a la realización de una obra, cuyo sentido bibliográfico fue complejo, pero con dimensiones entrañables en sí misma.
El Instituto Pedagógico hubo de ser una obra verdaderamente quijotesca; y desde su fundación, hoy día, cuando ya se acerca el fecundo siglo de vida, comprendemos como el salto que ya se acerca a los 100, constituye, más que suerte, un ejemplo de creación maravillosa, cuyas proporciones reflejan algo inaudito, si lo observamos o medimos en toda su forma. Fue un centro de formación docente dedicado a profesores de segunda enseñanza; así como el tiempo transcurre, su devenir crecerá inexorablemente. ¡Seguro que sí!
II
Ya nos lo repetía nuestro Picón Salas, tan inteligente y lleno de vivencias. En la Introducción de la obra don Mariano luego de que escribiéramos el prefacio, afirmaba con su característico estilo: “el pasado puede ser - escribía – no solo un culto mortuorio sino revisión y rectificación de la exigencia colectiva; germen capaz de reverdecer en nuevas creaciones. Sentida como voluntad y consecuencia, la historia trata de fortalecer y recobrar sus valores positivos. Y aun hubo pueblos, perdidos y aletargados en el retroceso y la decadencia, volvieron a encontrarse por el camino vivificante de su tradición. A la voz de los grandes muertos se agrega entonces – en eslabón y continuidad histórica – la de los grandes vivientes; de los que quieren imprimir el signo de su ideal, su esfuerzo, sus anhelos, sus sueños, su voluntad realizadora, el patrimonio moral colectivo…
Además de cuanto dejamos expresado, tanto a Picón Salas como a don Rafael Escobar Lara, se les podría señalar como a los creadores de un instituto, como lo fuera el pedagógico, que había de entregarse plenamente a un camino que no tuvo mayores tropiezos sino los del hacer constante, contra los vientos, las mareas y los rubicones que arrancaron desde el año 36, cuando, a la muerte del General Gomez la educación hubo de emprender su verdadera trayectoria.
Desde entonces, aquellos muros de la llamada casa vieja, nos llenarían de suerte y esperanza, a quienes vinimos desde el interior del país, a formarnos dentro de una escuela nueva, que se expandía por todos los confines del aprendizaje.
Aunque las universidades del nuevo siglo comenzaron a expandirse – puesto que pretendía situarse en toda y en las delanteras, el Instituto Pedagógico - resuelto ya sus problemas iníciales – se convertiría en uno de los pioneros del proceso enseñanza – aprendizaje. En cuanto a la contextura de la Universidades las cuales nunca pasaron de las carreras profesionales conocidas, el Pedagógico habría de convertirse, en algo realmente novedoso, especialmente en el campo de la literatura y de otras manifestaciones de diversa índole. Bastaría con referirnos a las páginas intituladas Entre los Muros de la Casa Vieja, de donde surgieron las estructuras de un nuevo edificio, cuya modernidad todavía se mantiene y perdura tanto en su curriculum como en otras formas que no tienen nada por envidiarles a la existente en el país.
Lo que antes andaban buscando otras instituciones, ya el instituto lo tenía, desde tiempo atrás. La misma Universidad Central y el resto de cuantas vinieron luego le debían al Pedagógico la mayoría de sus reformas, hasta el punto de que el aprendizaje de lo viejo se hizo nuevo gracias a lo que antes hubo de ser algo inexistente y hasta secundario.
Hubo un momento tan excepcional para nuestro instituto, que el creaba todo, en tanto que las universidades seguían a nuestra institución, con el único propósito de adelantarse en su huellas. Hoy día, sin embargo e incluyendo los pedagógicos restantes, ninguna Universidad – ninguna, en sí – forma tanto como este núcleo tan singular como ningún otro lo hubo.
Según se desprende del corpus del presente libro, en el mismo coexisten tanto la pequeña como la gran historia. En este trabajo, muchos de los lectores conocerán los altibajos que fueron produciéndose desde el año 36, según lo hemos repetido varia veces, año cuando – tal lo repetíamos, repitiendo – a Picón Salas empieza, en realidad el siglo XX en Venezuela.
Pero hemos de aclarar como aquí no nos limitamos a trazar un registro aproximado de lo que fuera nuestra casa de estudios dentro del ovillo cronológico del tiempo. Tal como lo planteaba don Alfonso Reyes, en una de sus obras, tanto las grandes, como las pequeñas cosas que hay que observarlas en todas sus dimensiones, viéndole sus virtudes y también sus defectos.
Bastaría con observar como lo que fuera al comienzo una institución indecisa y tambaleante para sus creadores, el tiempo habría de encargarse que creciera, tal les ocurre a las plantas. Las torceduras que sufrió nuestro instituto poco a poco se fueron corrigiendo con el paso de los días. Según lo que afirmara Rafael Escobar Lara, en 1939, fue una necesidad que el pedagógico aprendiera a alargarse sus pantalones y ello solamente podría lograrse gracias a que se creara una verdadera conciencia entre lo que debió ser una institución realmente de valor Universitario o una simple escuela normal, como lo pretendieron quienes se pasearon por la alta significación que quisieron lo lograron – al alcanzar los ideólogos de entonces - .
Como añadía el maestro Escobar Lara, todo centro de enseñanza superior – Universitaria, digamos – debía vencer los malos tiempos, tal ocurrió, a fin de poder deslastrarse de sus dificultades y adquirir el pleno derecho a proyectarse sin ningún género de inconvenientes.
Si antes – lo advertimos en nuestro ensayo –
Entre los Muros de la Casa Vieja, no solamente el Pedagógico fue el comienzo de otras instituciones de idéntica naturaleza, como la de Barquisimeto, Maturín y otras más, sino de que su vientre surgieron las tutelares bases que, hoy por hoy, le siguen dando lustre a la educación venezolana.
Si para 1986 - transcurrido ya su cincuentenario – el presente ensayo fue solo la expresión inequívoca de lo que el pedagógico seria después, hoy por hoy, ya podríamos imaginárnoslo – medio siglo más tarde – como un portentoso ejemplo de cuanto nos habrá de reservar el porvenir.