“La Ley de Ciencia se convirtió en un instrumento para financiar ignorancia”, Entrevista a Rafael Palacios
El
científico venezolano Rafael Palacios señala que en el país los
recursos que se asignan a la ciencia no llegan a su destino |
Cortesía Rafael Palacios
Rafael
Palacios, consultor en Ciencia y profesor de la Universidad de
Tübingen en Alemania, indicó que Venezuela es uno de los 10 países
del mundo con más inversión en el área. Sin embargo, carece de
políticas públicas para aplicar lo que investiga. Considera que hay
analfabetismo científico
Por: LISSETTE
CARDONA (El Nacional)
Las
contradicciones abundan en el ámbito de la ciencia y la tecnología
nacional. Aunque Venezuela es una de las 10 naciones del mundo y la
primera de América Latina que más invierte en el área, la
producción y los beneficios de ese gasto no son palpables.
Rafael
Palacios Bustamante, investigador venezolano del posdoctorado en
Ciencia, Tecnología e Innovación en América Latina de la
Universidad de Tübingen en Alemania, precisa que el país destina
2,69% del PIB al área. La cifra equivale a casi 2.000 millones de
dólares. Sin embargo, ese dinero no llegó a su destino, lo que
produjo un creciente deterioro de la actividad científica y
tecnológica sumiéndola en el rezago y el atraso.
A
su juicio, el retroceso se debe a la incapacidad del Estado para
vincular la producción científica y tecnológica como base para el
desarrollo del país.
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¿Cómo se demuestra que existe un rezago científico y tecnológico
en el país?
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Por el deterioro de la calidad de vida de los venezolanos: no se
respira mejor, no aumenta la esperanza de vida, no hay una mejor
nutrición, la gente no se enferma menos, los problemas educativos
aumentaron, no hay mejores universidades, hay menos actividad de
investigación básica y de desarrollo tecnológico, menos movilidad
internacional de científicos, continúa la mortalidad infantil y las
enfermedades tropicales, como el mal de Chagas y la leishmaniasis.
También
se puede notar por el deterioro de la industria petrolera y la
disminución de la actividad de exploración y producción. Por el
rezago tecnológico y las pérdidas millonarias de las industrias
básicas de Guayana, sin producción para exportación o para
satisfacer el consumo nacional y por la exponencial actividad de
importación de productos agrícolas.
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¿Cuáles son los problemas de la política de Estado en ciencia y
tecnología?
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Hay una incapacidad institucional para pensar la política en
ciencia, investigación, tecnología e innovación como fundamento de
la política económica y social del país. Hay analfabetismo
científico y tecnológico para operar la política económica, lo
que limita a pensar que no hay que apoyar a la ciencia, más bien hay
que apoyarse en ella. Aquí no hay una separación de la política
para la ciencia y la política para la investigación. Lo mismo
ocurre en las universidades e institutos de investigación del país,
no se han fortalecido ni creado programas de desarrollo basados en
los logros alcanzados décadas atrás en el campo de la biomedicina,
la inmunología, la física, el tratamiento enfermedades infecciosas,
entre otras.
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¿Qué detonó la crisis de la ciencia y la investigación? ¿Por qué
no hay avances en el país?
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La investigación básica ha sido golpeada y descuidada. Se pensó
que solo era necesaria la aplicada, pero todo tiene que ser integral
y el Estado no lo vio así. Hasta 2011 el gobierno tenía 35
convenios internacionales a través del Ministerio de Ciencia y
Tecnología, pero ¿para qué los tiene si los institutos de
investigación carecen de políticas internacionales para el
intercambio de conocimiento y no hay infraestructura para atenderlos?
Otro problema es el del financiamiento. La Ley Orgánica de Ciencia
Tecnología e Innovación se convirtió en un dispositivo político y
electoral en lugar de ser un instrumento de política pública para
articular el desarrollo científico y tecnológico con lo económico
y social. Es un instrumento que se desvirtuó y se ha convertido en
un instrumento para financiar ignorancia.
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¿El retroceso y el rezago se pueden revertir?
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Yo no soy optimista con la recuperación del tiempo perdido, porque
quienes generaron estas condiciones son los que están tomando las
decisiones. Es necesario expropiar las políticas de ciencia y
tecnología de grupos que no desean ceder para hacer nuevas reformas.
Es urgente plantear una reforma de la Locti. Comparto el pensamiento
de Joel Mokyr, economista holandés, cuando dice que “es preferible
legar un país con educación, ciencia e investigación, que legar un
país sin deuda”.
Inversión
sin resultados
El
investigador Rafael Palacios señala que Venezuela encabeza la
lista de países latinoamericanos que más invierte en ciencia y
tecnología.
Indicó
que de 1999 a 2007 la inversión en el área subió de 0,7% a
1,74% del Producto Interno Bruto. Dos años más tarde, en 2009 esa
inversión se incrementó a 2,69% del PIB.
“Solo
el presupuesto nacional del año 2012 para ciencia y tecnología
ya establecía la cantidad de 2,5 millardos de bolívares. A eso
deben sumarse los recursos vía Locti que están muy por encima de
los 8 millardos de bolívares, que en dólares representan
aproximadamente 2.000 millones de dólares. Un poco más del
10% de lo que invierte toda América Latina en ciencia y tecnología”,
aseguró.
Palacios
agregó que esos montos ubican a Venezuela entre una de las 10
naciones que más invierte en ciencia y tecnología en el mundo,
detrás de los países escandinavos.
“Brasil
invierte 1,47% menos del PIB que Venezuela, pero diseñan
aviones. Costa Rica invierte 6 veces menos, 0,46% de su PIB y tiene
una red de tecnología e información, la más importante del
mundo, Cuba invierte 0,49% del PIB y lograron estar a la
vanguardia en las vacunas”, agregó.