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sábado, 1 de noviembre de 2014

Miguel Ángel del Pozo: China en revolución permanente


Miguel Ángel del Pozo:China revolución permanente
Enviado por Barometro Internacional el sábado, 01 noviembre, 2014 a las 22:42
 
William Jefferson Clinton, “Bill” Clinton, presidente estadounidense (1993-2001), instituyó un concepto ideológico-político en las Ciencias Políticas del capitalismo que ha servido de referencia a momentos particulares de la realidad económica estadounidense; nos referimos, concretamente, a: “…es la economía, estúpido…”. Suponemos que se referiría a las tesis económicas propuestas por el partido republicano aplicadas durante el gobierno del presidente George W. Bush como conclusión real de aquellas políticas económicas que se desarrollaran durante los gobiernos del presidente Ronald Reagan y del presidente George H. W. Bush que se conocen hasta el hartazgo como el “neo-liberalismo”.
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Dos realidades: socio-política y de política internacional: el fin de la “Guerra Fría” y la llegada al poder, es decir, a la Casa Blanca, de la generación de los “baby boomer”, aquella generación que se realizó y desarrolló bajo las realidades de la “Guerra de Vietnam”; es decir, siempre han debido estar presentes en el inconsciente de Bill Clinton aquellas experiencias sociales y las muy particulares vividas en alguna fiesta en Londres durante aquellos años de principios de la década de los años 70. Pero poco se habla de aquella política clintoniana agresiva de “reimpulsar el estudio” del “boom de las computadoras”; es decir, en última instancia, era necesario y obligante sustituir la máquina de escribir por una computadora pero para ello era imperativo desarrollar una política sico-social y de aprendizaje en los factores sociales de las clases medias estadounidenses.

Mientras aquella realidad se desarrollaba en los EEUU de América, en China las realidades sociales, económicas, ideológicas e incluso en los sectores de las propias realidades militares chinas se encontraban en perfecta crisis profunda estructural del Estado chino cuando ya se percibían para aquellos años de la década de los años 70 que la “Revolución Cultural” había alcanzado su cenit y comenzaba el proceso de “caos y anarquía profunda” en todos los renglones de la vida social, económica, educativa, ideológica y militar cuales, por lógica inevitable, tendrían que transitar los factores reales del Poder como bases fundamentales de los procesos revolucionarios socialistas de la “Revolución china” hacia su perfectibilidad permanente como revolución nacional.

Cuando nos referimos a la “Revolución China” nos estamos refiriendo a aquel proceso que comenzaría el 21 de julio del año 1921 con los consecuentes antecedentes histórico-ideológicos y alcanzaría su realidad revolucionaria en 1º de octubre del año 1949. Es decir, nos referimos a aquellos militares patriotas que fueran los responsables de devolverle al pueblo chino “su dignidad y sentido de vida” cuando el propio triunfo de la “Revolución china” se sustentaba en anular hasta en sus propias raíces los “Tratados y Acuerdos” firmados desde el “Acuerdo de Nanjing” hasta aquellos que Chiang Kaishek suscribiría con “el padrecito”, Joseph Stalin, de “Defensa mutua”. Es decir, en última instancia, prevalecería “el nacionalismo chino de los Ming”, inevitable e indiscutiblemente porque era un “asunto histórico” propio del proceso revolucionario de independencia nacional y de revolución sico-social y económico-política en el marco de los paradigmas buscados y alcanzados por los antecesores históricos de aquellos chinos que se impondrían durante la dinastía Ming y que prevalecerían durante el desgastante y extranjerizante momento de la dinastía Qing por Manchú. 

Para poder explicar el proceso de la economía china a partir del triunfo de la “Revolución china”, nos vemos, inevitablemente, en la obligación de precisar algunas experiencias personales vividas tanto en China, en Hongkong (Cónsul General venezolano, Abe Ladar, shanghainés y judío sefardita en tercera generación) y Taiwan (Academia Militar Fuxingang).

Cuando asumimos nuestras responsabilidades diplomáticas en Beijing a partir de aquel mes de octubre del año 1981 nos adentramos en un “mundo mágico kafkiano”; para mejor comprensión podríamos calificar aquella realidad social y económica como un “mundo mágico” al mejor estilo de “Cien años de soledad”. Para muestra nos referiremos a una de aquellas experiencias vividas en altas horas nocturnas cuando manejábamos hacia las realidades de la “Gran Muralla” mientras observábamos como una larga fila de asnos de más de 40 en número entraban a Beijing por la Puerta de Jian Guomenwai con la carga de alimentos para cierta población favorecida socialmente con alimentos procedentes de la Comuna de Beijing.

Aquella sociedad china aún tenía en su conciencia colectiva la alienación impresa durante aquellos años de la “Revolución Cultural”. No importaba si la sociedad urbana se vestía, únicamente, de verde y azul como tampoco importaba sí la alimentación diaria en invierno era de “col y arroz” (iron rice bowl) como tampoco era de necesidad resaltar las clases ideológicas obligantes de todos los sábados para todos los cuadros del partido de Beijing cuando se les instruiría sobre “las líneas fundamentales del partido”. Eran tiempos de alienación a esquemas estalinistas heredados aunque necesarios más por razones del “caos heredado” de la “Revolución Cultural” que por propios análisis de las realidades objetivas globales por las cuales transitaba, en aquella década arriba mencionada, toda la sociedad urbana de Beijing. Duras realidades que los más de 70 historiadores expertos en asuntos chinos discutíamos en diferentes escenarios sociales. Conversas de salón pero fundamentales para la comprensión del proceso real en tiempo real de la revolución seudo-socialista china.

Pero ¿Por qué se expresó la Revolución Cultural y porqué en aquellos precisos años comprendidos entre 1966 al 1976? Acá nos permitimos explicar una otra experiencia personal. Una de las permanentes inquietudes que nos asaltaban constantemente en Beijing era la ausencia, profunda, de la  “cultura milenaria china” a pesar de la extraordinaria e impactante exhibición en aquel vetusto edificio en museo de Shanghai y las maravillas que disfrutábamos en los corredores del “Palacio real” (Ciudad Prohibida). Algo le había sucedido a toda la sociedad china aunque, por ejemplo, en amena conversa con la intelectual china traductora de “El Quijote” percibíamos aquel “inconsciente cultural impreso” que habíamos disfrutado en diferentes lecturas personales. La cultura se sentía en el pueblo pero subsumida bajo una capa protectora que inhibía su expresión externa que, mas tarde comprendidos, era producto de las políticas desarrolladas durante la trágica  “Revolución Cultural”.

Serían en aquellos momentos temporales vividos y disfrutados por algunos meses en la isla china de Taiwan cuando pudimos penetrar, intelectualmente, en aquella tan buscada respuesta conceptual para la completa comprensión de la cultura milenaria china; no solo por la extensa exhibición en el museo de Taibei (como aquel scroll dibujado en tinta china por aquel italiano sinizado) sino porque saltaba socialmente del consciente colectivo de la sociedad urbana de Taibei con toda naturalidad la tan buscada “alma china”, aquella que se expresaba en profunda diferencia frente al “imaginario judeo-cristiano”. Una simple pregunta fue necesaria para podernos encaminar a la inquietante necesidad de buscar respuestas del porqué en el continente que conforma la nacionalidad china no se percibía la misma cultura que en la isla de Taiwan. La respuesta sería simple y claramente objetiva en el marco de los paradigmas antropológicos: la intelectualidad china había huido durante los procesos contradictorios de políticas sociales y económicas equivocadas. En China se expresarían “marielitos” previos a la implementación de políticas rígidas y alienantes de un conceptual “socialismo real” contradictorio con las realidades socio-históricas de la sociedad china como un todo sociológico.

Curiosamente, el 1º de octubre, Mao Zedong desde el balcón de la “Ciudad Prohibida” que mira sobre la plaza de Tian Anmen proclamaría la fundación e inauguración de la fundación de la nueva República Popular China pero Mao y el liderazgo fundamental de los militares revolucionarios decidieron no permanecer, por razones de seguridad, en Beijing como nos lo trasladaría el responsable de la seguridad personal del mariscal Lin Biao sino que se trasladarían, de nuevo, hacia los cuarteles militares de la revolución ubicado en “Las Colinas Perfumadas”, en las afuera de Beijing, a objetivar cómo planificarían las políticas revolucionarias de carácter socialista cuales, obligante y necesariamente, tendría que implementar el nuevo Gobierno de carácter socialista supuestamente sustentado en los obreros y campesinos chinos.

Es demostrable que la intelectualidad china con los conocimientos requeridos para el diseño de un gobierno revolucionario-nacionalista había decidido no permanecer en China por la falta real de las garantías correspondientes ofrecidas por lo que el liderazgo del Partido Comunista Chino se vio en la obligante necesidad de “ponerse en las manos” de los planificadores soviéticos bajo las órdenes directas del “padrecito” Joseph Stalin.

Se ha especulado entre los sinólogos sobre las intenciones reales geopolíticas de Joseph Stalin sobre su ansiada búsqueda del control del recién triunfante gobierno chino, búsqueda de aquella influencia estalinista que ya había fracasado durante aquella década de los años 20 (Mihail Borodin), influencia que influiría en aquella realidad político-militar que tendría su máxima expresión fáctica en aquellas situaciones en contradicciones de “refriega” en la frontera sino-soviética sobre el río Amur. Diferentes escuelas dedicadas al estudio de las relaciones sino-soviéticas consideran que para Joseph Stalin era de necesaria obligación recrear aquellos escenarios de 1917 de confrontación con las potencias imperialistas del sistema capitalista mundial; era una necesidad para su propia supervivencia como poder real en aquellos comienzos de la “Guerra Fría”. Aquella necesidad geopolítica en su expresión geoestratégica se convertiría en aquel eslogan: “solidaridad socialista”. Para poder alcanzar esa influencia Joseph Stalin necesitaba de “un patriota chino” que diera la cara para evitar las desconfianzas naturales de Mao Zedong siendo esa persona el planificador educado en la URSS en la persona de Chen Yun.

Pero la realidad objetiva de la economía china requería de algo más que la manipulación de Joseph Stalin y las buenas voluntades inducidas (¿conductismo?) de Chen Yun. La realidad de la economía china era su “quiebre real y total”; lo obsoleto de las tecnologías industriales aún en aquella década de los años 50. Por ejemplo, en la siderúrgica de Beijing sus bienes de capital alcanzaban la vetusta edad de más de 70 años. Era la falta de profesionales que asumieran las responsabilidades gerenciales. Por ejemplo, en la misma siderúrgica en mención, la comuna de dicho conglomerado tenía la responsabilidad de fabricar pan, diariamente, para sus obreros y obreras. La realidad en la economía agrícola destrozada no solo por aquellos años en revolución como por los impactos objetivos de la 2da. Guerra Mundial en el escenario territorial chino y, por último,  las alienaciones sico-social y económicas significativas de las políticas impuestas por la planificación impuesta por Chen Yun considerando que la agricultura había sido el factor fundamental de la acumulación del Estado histórico chino.

Pero Mao se caracterizaba por su educada e inducida realidad histórica social continental, por su desconfianza hacia las verdaderas intenciones de Joseph Stalin, por su concepto sobre el desarrollo del proceso revolucionario socialista pero también nacionalista chino sin dejar en el camino la solidaridad internacional. En ese marco objetivo era necesario dar un “Gran Salto adelante” (1958-1961) que permitiera colocar en “la palestra mundial” a China como actor fundamental. Se sustentó en el cómo se realizarían, en otras decisiones históricas importantes, aquellas políticas sobre la acumulación agrícola (¿se podría comparar con la NEP?). “Las mil usinas” se enfrentarían a sus propias y objetivas realidades: el fracaso total y el correspondiente impacto en crisis de hambre y muerte en la sociedad china. Aquel fracaso obligaría a Mao Zedong a reflexionar sobre su propia realidad como líder del pueblo chino porque Mao Zedong era el “presidente histórico del pueblo campesino”, era, en última instancia, “el Presidente-pueblo” de los obreros y los campesinos pero, fundamentalmente, de toda la sociedad histórica china. Era inevitable la reflexión político-ideológico-histórica en el marco objetivo de paradigmas socialistas sobre las bases objetivo-históricas de la Historia de China.

Aquella realidad en unidad objetiva lo llevaría a ceder ante las propias realidades socio-económicas, ante las expresiones permanentes de protestas del campesinado, ante las objetivaciones que los líderes revolucionarios militares del Ejército Popular de Liberación encabezados por los comisarios políticos en las personas de Zhou Enlai y Deng Xiaoping le sugerían, era la real incomodidad de todo el sector militar revolucionario-nacionalista-histórico: era su permanencia en el poder y/o era ser invitado a trasladarse sin poder alguno a algún lugar del centro de China. Hombre sagaz y astuto, no dejándose manipular por los personales objetivos de Jiang Qing, su esposa, Mao decidió por la reflexión temporal pero manteniendo su real obediencia a lo inducido sicológicamente en una comprensión desglosada en sus “tesis filosóficas” y asumirse como líder fundamental. (Previo al “Gran Salto Adelante”, Mao lanzó la campaña de las “100 Flores” [1957-1958], también como consecuencia de las presiones que le impondría el PCCh).

Pero Mao Zedong, el líder que sustentaría sus tesis sobre las realidades históricas de los movimientos sociales chinos, hunanés por nacimiento, es decir, naturalmente tozudo, concluyó que estaban impresos en el inconsciente colectivo de la sociedad china paradigmas históricos que tenían que ser erradicados de raíz, sin contemplaciones, promoviendo, esta vez sí junto a su esposa, Jiang Qing, la “Gran Revolución Cultural” que tenía como objetivo político-ideológico fundamental erradicar estructuras conscientes e inconscientes confucianas y burguesas dirigiendo sus ataques hacia toda la intelectualidad china in situ al considerar que la permanencia de ellas, esas mentalidades, obstruirían sus objetivos revolucionarios socialista personales del “salto al comunismo chino”. Es decir, en última instancia, Mao Zedong en su impaciencia intelectual-alienante-estalinista (curiosamente) buscaba “adelantar los tiempos en plena imitación a su mentor Stalin” que producirían, objetivamente, el estruendoso fracaso total con condicionantes sico-sociales sobre los cuales ya nos hemos referido más arriba.

¿Cómo alcanzó el PCCh su propia necesidad de imponerse sobre su obligante existencia en diseño de políticas socialistas adaptadas a las realidades chinas cuales permitieran la transformación profunda de aquella realidad estatal en “crisis y caos” consecuencial a decisiones políticas encerradas en paradigmas superados en sus propias bases conceptuales buscando alcanzar el objetivo de desarrollar la estructura económica en el marco de las tesis marxistas como necesidad de profundizar transformaciones en la super-estructura estatal china? Respuesta muy sencilla: la “política de reforma y apertura” cual le ha permitido a China un permanente crecimiento económico con fundamental impacto en las estructuras sociales tanto a nivel del agro como en los sectores urbanos y la refundación conceptual y tecnológica de todo el sector militar del EPL.

Con respecto al desarrollo obligante de desglosar la respuesta correspondiente, por su extensión, nos estamos permitiendo, por ahora, dejarla en el tintero.
delpozo14@gmail.com 

sábado, 25 de octubre de 2014

Miguel Ángel del Pozo: Algunas enseñanzas del Mayo Francés del 68 y la guerra de Vietnam


Miguel Ángel del Pozo: Algunas enseñanzas del Mayo Francés del 68 y la guerra de Vietnam

Enviado por Barometro Internacional el sábado, 25 octubre, 2014 a las 21:51


¿Qué significó el movimiento anti-imperialista que se desarrollaría después del Festival de Woodstock, del Festival de Bath y el de la Isla de Wight en aquellos años al final de la década de los años 60 y principios de la década de los años 70 del siglo próximo pasado en las juventudes nacionales de una globalización de la conciencia revolucionaria y contestataria? ¿Por qué aquella juventud se rebeló? ¿Cuáles fueron las motivaciones que despertaron las conciencias de aquella juventud de acá y acuyá en las sociedades occidentales? ¿Cómo influiría el “socialismo real”, el estalinismo, el “pensamiento Mao”, la “Guerra de Vietnam” y la “Revolución Cultural”? ¿La “Revolución cubana” también impactaría a aquella juventud de aquellos países colonialistas e imperialistas? ¿Qué pasaba en Venezuela en aquellos años finales de los años 60 y los primeros años de la década de los 70? Numerosos escenarios, muchas inquietudes ¿Cuáles se podrían trasladar a las actuales circunstancias de la globalización en crisis permanente?
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Comencemos por Venezuela y la “Revolución cubana”. Los escenarios previos al “Mayo francés” serían el proceso independentista en Vietnam entre el pueblo vietnamita y Francia, la realidad que se desarrollaría en Argelia, el triunfo de la “Revolución cubana”, Playa Girón y las decididas consecuencias post-Crisis de los Misiles en el marco del desarrollo de la “Guerra Fría”, el proceso del desarrollo de las “Guerrillas venezolanas” tanto en las montañas como en las ciudades, el “allanamiento de la Universidad Central de Venezuela” y la política calderista de la “pacificación” y los “extrañamientos”. Pero precisamos nos, no estamos olvidando dos factores fundamentales que serían los catalizadores del “Mayo francés del 68”. En primer lugar, la contradicción que se asentó en la sociedad estadounidense cuando los veteranos de la “Guerra de Corea” se confrontarían con el “american way of life” que concluiría en aquel movimiento de los beatniks. En segundo lugar, a partir de aquel asesinato del presidente católico vietnamita durante el gobierno de John F. Kennedy, se comenzarían a sembrar las bases para lo que se conoce históricamente como la “Guerra de Vietnam”. Pero para comprender qué buscaban los EEUU de América en la Región de Asia y el Pacífico en aquellas décadas de los años 50 y 60 del siglo XX, debemos poner sobre la mesa una serie de realidades geopolíticas que se irían desarrollando en aquella región global a partir del triunfo de la “Revolución china”, oficialmente, declarada el 1º de octubre (1949) que conllevó el traslado del Gobierno Nacionalista chino presidido por Chiang Kaishek a la isla china de Taiwan convirtiéndose en un portaviones “unsinkable”; además la declaración de las NNUU del triunfo de un presidente títere en Corea del Sur situación política que provocaría la “Guerra de Corea”, el desplazamiento del gobierno socialista en Japón a favor de los industrialistas pro-expansionistas-y-pro-guerra-mundial-en-el-Pacífico (1897-1945), la consolidación del control estadounidense de Las Filipinas y la consolidación de los “socios y aliados” estadounidenses en la Región de toda el Asia y la Región del Pacífico (Australia, Nueva Zelandia, Fiji, las Marshall, etc.). Grosso modo sería el escenario asiático que estaba en la arena internacional post-Plan-Marshall, la expulsión de Cuba de la OEA y los comienzos y desarrollo de la “Guerra Fría” “Bretton-Woods”, FMI, Banco Mundial.

Surgen, obligadamente, un conjunto de inquietudes como consecuencia de lo antes expuesto como escenarios reales que se irían desarrollando, inmediatamente, posteriores a la derrota tanto del nazi-fascismo alemán e italiano y del Imperio japonés pero, al tiempo, del avance de la consolidación de la URSS como “potencia mundial”, el triunfo de Mao Zedong y el proceso de luchas anti-colonialistas.

Expongamos las contradicciones. En primer lugar, es demostrable que el “socialismo real” avanzó en su geopolítica en el marco de su geo-estrategia con una importante, sólida y objetiva influencia en las tesis del “Frente Unido Nacional” y la ideología comprendida en la igualdad social, es decir, la democracia socialista según las tesis del “padrecito”, Joseph Stalin. En segundo lugar, se confrontan dos ideologías convertidas en gobierno-potencia-mundiales tanto en los pasillos de la Casa Blanca como en los pasillos del Kremlin. En tercer lugar, se confrontarían, inevitablemente, dos estructuras económicas y dos super-estructuras en las realidades del sistema capitalista y del sistema soviético e, inclusive, el concepto de Estado. En cuarto lugar, el sistema capitalista no podría seguir manteniendo “sus colonias” por razones de costos reales, el necesario control de las variables económicas y las necesidades de transformar el “colonialismo” en las tesis de la Dependencia.

¿Por qué se expresarían las juventudes mundiales desde, es obligante exponerlo, la “Revolución cubana”? ¿Tuvo la “Revolución cubana” alguna influencia en el movimiento de jóvenes estadounidenses por las razones consecuenciales de la “Guerra de Vietnam” y/o aquel movimiento de protesta y rechazo de juventudes a la participación estadounidense en la “Guerra de Vietnam” sería un movimiento social autóctono estadounidense teniendo como causa y consecuencia las realidades expresadas en la Universidad de Berkeley, en los festivales de Monterrey y Woodstock, en  el “movimiento beatnik”, los denominados como “Hells Angels” (particular movimiento social estadounidense de protesta delincuencial post-Guerra de Corea) y el “movimiento hippie”? ¿Qué significó la “crisis del american way of life” para la economía, la cultura y la ideología estadounidense? Y, por último, preguntarnos: ¿Por qué se expresó el Mayo francés del 68?

En el marco de todas las preguntas anteriores, nos consideramos que la “crisis del capitalismo” comenzaría, en su siguiente etapa de perfectibilidad, es decir, posterior a la “Open door policy”, con el “Plan Marshall” cuando Washington necesitaba consolidarse como Imperio con aquella política imperialista obligante antes referida. Pero aquel escenario se confrontaba, ideológicamente, con las tesis diseñadas por la Internacional Comunista durante aquellos años de la década de los años 20 del siglo XX. Es decir, en última instancia, era la confrontación, básicamente, en el modelo de la estructura económica y sus desarrollos sociales “aguas abajo” conjuntamente con el modelo de Estado obligante para cada sistema en referencia.

Es demostrable el triunfo del capitalismo en la 2da. Guerra Mundial al tiempo que se daba comienzo a la crisis del “socialismo real” estalinista aún y cuando se quieran justificar desarrollos muy positivos tanto a niveles de la educación, la cultura y la salud conjuntamente con los desarrollos en la Ciencia y la Técnica pero “la flexibilidad” del capitalismo confrontaba la “rigidez estalinista” de la gobernanza, es decir, lo fundamental en la “distribución” conjuntamente con lo que sería el concepto de “Democracia” cuales se convertirían en las bases fundamentales de aquel movimiento de “estudiantes, intelectuales y obreros” franceses durante aquella “pequeña revolución temporal” que significó el “Mayo del 68”.

¿Por qué la temporalidad del movimiento social del “Mayo francés y alemán del 68”? ¿Dónde se encontró aquel movimiento francés y alemán con sus propias y reales contradicciones socio-políticas e ideológicas? Ello nos llevaría a inquirirnos sobre sí sería posible un “mayo revolucionario” en las actuales circunstancias mundiales cuando nadie protesta por las muertes, por cualquier vía y razón, que se vienen desarrollando desde la decisión de Washington de desarrollar el “caos y la anarquía” desde aquel fatídico “11 de Septiembre”.

En un pequeño recorrido desde antes del “11 de Septiembre” y sus fechas sucesivas conocemos las políticas invasivas de ambos Bush y Barack Obama conjuntamente con “Downing Street” y los kow-tow de Paría, Berlín, Madrid, Roma, Oslo, croatas, colombianos y paremos de referir. En esos desarrollos conocemos desde la denominada como “revolución de colores” hasta la más reciente “revolución de los paraguas” pasando por la crisis de Ucrania y las “guarimbas” en Venezuela. No todas son iguales pero si son un rosario continúo de sucesos políticos de socavamiento de status quo de los “estado-naciones” en la búsqueda de un “gobierno central mundial” con un centro financiero y una moneda mundial a pesar de la actual crisis del dólar.

En la línea de desarrollo quizás actualmente no tengamos la oportunidad de poder disfrutar de aquel a veces anárquico movimiento francés y alemán pero nos tropezamos sin evitarlo con la Revolución Bolivariana con esa realidad intelectual-ideológica que significa las interpretaciones en aporte que realizara Hugo Rafael Chávez Frías que hemos denominado como “pensamiento Chávez Frías” como pre-concepto político. Es demostrable las profundas diferencias en praxis entre el “Mayo  francés y alemán del 68” y la “Revolución Bolivariana y chavista” que  no necesitan de mayores explicaciones, claro, por ahora. Pero se presentan en la “Revolución Bolivariana y chavista” ciertas permisibles comparaciones.

Por ejemplo, citando a Evelyne Sullerot en Kristin Ross (“Mayo del 68 y sus vidas posteriores. Ensayo contra la despolitización de la memoria”. Acuarela & A. Machado. Madrid, 2002, pp. 437) cuando se expresa en sus experiencias vividas durante aquellas realidades: “…El 6 de mayo estaba en St. Germain-des-Prés. Mucha gente iba con transistor. Era maravilloso. Era información instantánea…el individuo pensaba. La gente se agrupaba en torno a los transistores. Después se apartaban…hacia su propia idea de lo que había escuchado…había un espíritu colectivo…al escuchar el transistor me daba la impresión de que participaba en el juego…” (Idem, pág. 200). Ante la descripción de está participante en aquella realidad francesa, en las actuales realidades venezolanas, “el transistor” es sustituido por el celular y así podríamos desglosar un ejemplo tras otro. Por ejemplo, podríamos permitir referirnos a aquellos prolijos comités de “intelectuales, estudiante y obreros” que serían modelo político a posteriori transformándose en, por ejemplo, “los colectivos”.

Es evidente que cuando nos trasladamos a la Historia y caminamos por los diferentes e importantes “hechos históricos” abstraemos lecciones importantes. Por ejemplo, nos podríamos preguntar: ¿son comparables las realidades sociales que se desarrollaron cuando la “Comuna de París” con el “Mayo francés del 68”? ¿Cómo debemos analizar aquellos movimientos políticos que se desarrollarían durante el Gobierno del Presidente Salvador Allende? ¿Cómo influye, realmente, la relación de costos-consumos-alienación con las conciencias revolucionarias? ¿A cuál ideología nos estamos suscribiendo porque machacar slogans y clichés no son bases para sostener una revolución?
delpozo14@gmail.com 

domingo, 5 de octubre de 2014

Miguel Ángel del Pozo: De las ?Revoluciones de Colores? a la ?Revolución del Paraguas?


  Miguel Ángel del Pozo: De las ?Revoluciones de Colores? a la ?Revolución del Paraguas?

Enviado por Barometro Internacional el domingo, 05 octubre, 2014 a las 18:33

Hong Kong
Corrían tiempos en aquellos primeros años de la década de los años 80 del siglo próximo pasado por las laderas que circundan a la “Ciudad Prohibida” en la populosa ciudad de Beijjing (R.P.China) cuando los más de 70 historiadores expertos en la Historia del Partido Comunista Chino (PCCh) asignados a sus respectivas Embajadas cuando aún existía aquella realidad de la URSS y China comenzaba a dar sus primeros pinitos en sus políticas de “reforma y apertura”, aquella política que impusiera e impulsara Deng Xiaoping, se presentaba una realidad histórica supremamente interesante cuando Beijing recurría la realidad jurídica de un “Tratado desigual” pero en el marco de las realidades suscritas en aquel texto jurídico que permitió al imperio británico en el marco de su proceso imperialista imponerle a China una extensión de aquel tratado que le beneficiaba en la extensión de las realidades geográficas coloniales de la “Isla de Hongkong” hacia las interioridades continentales en aquello que se denomina aún en las actualidades geopolíticas como Kowloong pero con las particularidades de estar sustentada, esa extensión, por un lapso temporal jurídico de, exactamente, 99 años al mejor estilo británico de los “lease”. (Convention between Great Britain and China signed at Peking on the 9th of June 1898).
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En el marco de aquella muy interesante realidad en proceso inevitable de diálogo entre Beijing y Londres era para los diplomáticos expertos, es decir, los sinólogos, el referente del proceso de negociaciones entre ambas Cancillerías según los novísimos parámetros de negociación entre dos culturas disímiles y antagónicas: la china tradicional y marxista y la muy inglesa victoriana; por cierto para nada presente en aquellas realidades la presencia escocesa que había manejado las realidades del tráfico del opio y las finanzas y el comercio desde la isla de Hongkong desde el Tratado de Nanjing (1856).
Aquellas realidades de negociación impuesta durante la segunda mitad del siglo XIX hasta, prácticamente, 1949, fecha del triunfo del Partido Comunista Chino sobre el partido nacionalista-derechista del Guomindang del General Chiang Kaishek, gracias y por derechos imperialistas que le otorgaba el lógico desarrollo del sistema capitalista a los gobiernos imperiales tanto de Europa como los EEUU de América y Japón, se habían desarrollado en el marco de unas  “negociaciones en una sola dirección”, es decir, “negociaciones impuestas sin discusión posible” por la contraparte china como dicta la norma de la juridicidad del imperialismo capitalista como, por ejemplo, en las actuales circunstancias en pleno desarrollo, Washington y sus “aliados y socios” de la OTAN vienen conviniendo “all over the world just right now” en el marco de la imposición de la democracia capitalista, aka, liberalismo pleno y total.
¿Estaba consciente y preparada “10, Downing Street” para confrontar aquellas difíciles negociaciones que pusiera sobre la mesa de conversaciones el líder chino, Deng Xiaoping, referidas al retorno de “Hongkong” a la “madre patria”?; mas aún, ¿se esperaba el Parlamento británico que China exigiría comenzar las negociaciones del retorno de “Hongkong” sobre la realidad contenida en aquella Convención firmada el 9 de junio de 1898? Pero, ¿Cómo se desarrollaría el proceso de negociar no solo sobre la base del complimiento temporal en referencia a aquello suscrito que contemplaba un “lease” de 99 años sobre aquella extensión territorial continental china denominada Kowloong y cómo se iría a desarrollar la devolución de la propia isla de Hongkong?.
En el marco de aquella realidad, los diplomáticos nos preguntábamos: ¿cuántos diplomáticos británicos podrían expresarse en idioma chino para poder desarrollar unos niveles de negociación enmarcados no solamente en la política y lo jurídico sino en lo económico y social y cuántos eran expertos tanto en el “tema Hongkong” cómo en las realidades que se desarrollaban en China con la nueva política de “apertura y reforma”? ¿Era Chris Patton el diplomático, el político o el negociador para dirigir aquellas tortuosas negociaciones de la aspirada transición y en cuáles términos se firmaría el “final draft” del acuerdo obligado a alcanzar? ¿Cómo serían las nuevas realidades en los planos de la institucionalidad gubernamental, las realidades empresariales, las realidades financieras incluida la moneda en circulación, las realidades socio-económicas de una sociedad compleja y adicta al “dólar” y al consumo, las realidades religiosas, las realidades de las mafias hongkonesas; es decir, cómo serían las realidades de las futuras relaciones entre Beijing y los habitantes de Hongkong y Kowloong?
En las conversas entre diplomáticos se ponían sobre la mesa todas las opciones posibles sobre los desarrollos de las negociaciones novedosas porque, sobre aquellas realidades, todos los expertos podrían abstraer cómo se negociaría con la oficialidad china en cualquier tipo de negociación bilateral que se discutiera desde los típicos temas que saltan en las relaciones bilaterales diplomáticas y consulares como en realidades que irían a imponerse en un mundo globalizado. Pero no solo eran los temas precedentes sino aquellos temas relacionados con dos realidades en objetividad: el rol del Ejército Popular de Liberación y las realidades correspondientes con la seguridad marítima no solo de las líneas marítimas sino del propio uso del interesante y estratégico puerto de Hongkong. Todos temas complejos pero que irían a imponer nuevas realidades globales obligantes para la comunidad internacional. Aquellos inevitables escenarios movieron Cancillerías y el propio GRULAC se motivaría en sus reuniones semanales.
Los acuerdos se acordaron y se firmaron y Beijing, en el marco del respeto de la Convención firmada, aplicó la muy interesante política para Hongkong y Kowloong de “un país, dos sistemas” que significaba que el sistema de vida socio-económica global que imperaba en esta región especial de China se enmarcaría en un desarrollo en etapas acordadas por ambas partes. Pero como nadie es adivino, la globalización está marcando sus propias crisis socio-económicas en el marco de las realidades del sistema capitalista ha obligado a Washington y “sus aliados y socios”, en sus actitudes de kow-tow hacia el imperio, a actuar sobre realidades globales en función de rediseñar todos los escenarios internacionales.
En ese marco referente, además de las obligadas y necesarias decisiones económico-financieras post-Wall-Street, se han venido imponiendo “el caos y la anarquía”, globalmente, en función de alcanzar equilibrios con lo fabril-militar en lo que nos, nos permitimos calificar como la “renovación del colonialismo”. Para ello ha sido y es necesario sustentar desarrollos de desequilibrios sociales sobre las realidades sociales que se expresan en el diálogo “juventud-consumo-desempleo-alienación liberal” como lo hemos observado recientemente en Ucrania, Venezuela, Brasil y, en estos momentos, Hongkong con la “Revolución del Paraguas”.
En alguna ocasión un sacerdote habitante de Hongkong nos comentaba sobre la “alienación de la juventud hongkonesa hacia el dólar” y, curiosamente, en contraparte, el surgimiento de un movimiento juvenil interesado por “sus problemas espirituales ante la maquinaria consumista” de la sociedad ex-colonial británica. Aquella dualidad en permanente contradicción tenía que alcanzar su propio “cul-de-sac” buscando expresar sus propias angustias socio-sicológicas cuando se confrontarían con aquella propuesta política de “un país, dos sistemas”. ¿Qué busca alcanzar la juventud hongkonesa con sus solicitudes políticas?
Es fácilmente demostrable que en el marco ideológico en curso están presentes dos realidades: la alienación ideológica de la juventud hongkonesa a esa matriz de opinión que impuso la Corona británica durante sus estancias coloniales en territorio hongkonés; y, al tiempo, las políticas geoestratégicas que viene desarrollando, particularmente, Washington y Londres sobre sus propias angustias imperiales cuando se confrontan con varias realidades globales: China, Rusia y lo real-significativo de la CELAC. “Sorry that we didn´t include the European Community in its permanent crisis”.
Pero ¿cuál es realmente el futuro de la “Revolución del Paraguas”?. 
delpozo14@gmail.com 

domingo, 28 de septiembre de 2014

Miguel Ángel del Pozo: Rusia, China, EEUU: ¿Enfrentados en Asía-Pacífico?

Miguel Ángel del Pozo: Rusia, China, EEUU: ¿Enfrentados en Asía-Pacífico?
Enviado por Barometro Internacional el domingo, 28 septiembre, 2014 a las 11:44
Barack Obama: “vamos a la guerra, vamos a matar”. Este sería un interesante eslogan de la Casa Blanca para prepararnos, cara el futuro, a “la guerrita del abuelo”; claro, nos estamos dudando que en la actual legislatura estadounidense le darían la oportunidad a Barack Obama, a pesar de sus esfuerzos, de confrontar en escenarios, actualmente hipotéticos, de guerra en la región de Asia y el Pacífico por la sencilla razón que “los blanquitos” no van a aceptar que un afro-americano quien ni siquiera nació en suelo continental norteamericano se lleve todas las glorias imperiales de confrontar al “imperialismo expansionista sino-ruso”, según todos los “think-tank” estadounidenses y las oficinas ubicadas en Washington denominadas como ¿asesores? (lobbies) quienes le sugieren actitudes y comportamientos de políticas “del buen vecino” a quienes pagan una bola de billetes verdes para poder ¿conocer? cómo piensa el Poder. ¡Estúpidos!
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Lo que sí es verdad verdadera es que, en nuestros malos pensamientos, están induciendo a Barack Obama a proceder a “dar la cara” cuando “vaya usted a saber” alguien en Washington decide que hay que “darle con todo incluso con el tobo del agua” a cualquiera que se atraviese en el camino a tratar de “ponerle palos a las ruedas” para que la reingeniería global-capitalista pueda seguir sus avatares para poder “dar el salto adelante” necesario que, en las actuales circunstancias, está requiriendo no solo el imperio estadounidense sino la consecuencia de cuasi-natural-histórica de cualquier imperio que es “el imperialismo” (Vladimir Ilich Lenín dixit) en el marco del agotamiento del proceso de desarrollo del capitalismo post-2da-Guerra-Mundial; es decir, nos referimos al capitalismo estadounidense cuando se confronta con los agotamientos del “Plan Marshall”, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Bretton-Woods, Guerra de Corea, Guerra de Vietnam, descolonización, “Tigres Asiáticos”, todas las crisis monetarias desde el “bath-tailandés” hasta la profunda crisis inducida de Wall Street con sus impactos en la muy católica Irlanda cual ha llevado a la más profunda crisis en la Comunidad Europea extensible a toda la Europa oriental, a los escenarios presentes en la necesaria y obligante crisis global del Medio Oriente con sus consecuencias sobre la península Arábiga, es decir, la “Guerra del desierto”, “11 de septiembre”, invasión occidental-OTAN de Iraq, Afganistán, Siria, amenazas sobre Irán conjuntamente con los esfuerzos de tratar de socavar las realidades políticas de la Región del Caspio y los estados nacionales correspondientes circundantes (ver el mapa).
Lo expresado es una somera realidad de los posibles escenarios que el capitalismo post-2da-Guerra-Mundial, fundamentalmente, estadounidense, ha impuesto sobre la comunidad internacional como “finale” del proceso de crecimiento imperial de los EEUU de América a partir de imponer la “Open Door policy” por aquellos años de principio del siglo XX. En las actuales realidades globales, el imperio estadounidense comienza a verse en su propio ombligo y actuar cara su propia sociedad con las correspondientes represiones sociales en respuestas a las motivaciones y movimientos sociales de protesta ante realidades de crisis consecuenciales producidas por las contradicciones del “american way of life”.
Cuando reflexionamos sobre los desarrollos históricos que se han sucedido desde el “11 de septiembre” hasta las actuales circunstancias de bombardear a la “cruzada islámica”, accionares militares en pleno desarrollo (hay en el mundo un millardo de habitantes que comulgan con el Islam), tenemos que aceptar, obligatoriamente, que el capitalismo-imperialista-estadounidense ha venido desarrollando escenarios de “crisis y caos” globalmente que, necesariamente, han conducido a accionares bélicos sean de baja y media intensidad (gracias a Dios que no hemos alcanzado escenarios bélicos de alta intensidad, es decir, guerra mundial, por ahora).
Cabe la pregunta: ¿Por qué estamos sumergidos, todos, toiticos, “tirios y troyanos” en esta locura socio-bélica del imperialismo? Fácil de responder cuando, por lógica del desarrollo histórico del sistema capitalista, exponemos que es el capitalismo estadounidense “causa y consecuencia” de las realidades actuales anti-natura; pero ¿solo el capitalismo estadounidense y/o actualmente se vienen incorporando todos los gobiernos que comulgan con la “libre empresa”, es decir, con políticas neoliberales aunque algunos reclaman la vuelta al liberalismo siglo XXI pero en el marco de las directrices en lecturas obligantes de los significados que implican esa relación “Poder/imperialismo”? El tema es complejo.
¿Cómo se está desarrollando aquello que José Vicente Rangel Vale ha propuesto para su análisis y desarrollo como la “nueva política Obama”? es verdad que más arriba hemos precisado, en última instancia, que Barack Obama es un “catalizador de las actuales circunstancias” de la reingeniería del sistema capitalista estadounidense con sus condimentos imperialistas. Es decir, no hay contradicción con la propuesta de JVR sino, en nuestro criterio, ese accionar de la relación “Poder-imperialismo” ha requerido de la figura presencial en la Casa Blanca de un presidente atípico como es el afro-americano y hawaiano, Barack Obama. No queremos expresar que Obama no tenga sus propias ideas pero cuando analizamos desde su primera legislatura “su entorno gubernamental” podemos observar y deducir que, en política exterior, poco y/o nada se ha inmiscuido cuando consideramos los personeros en la Secretaria de Estado, Secretaria de Defensa, Pentágono e, inclusive, la presencia del Vicepresidente estadounidense en el escenario internacional durante la primera legislatura. En las actuales circunstancias, Biden ha trasladado esas responsabilidades a Kerry, por cierto, ambos católicos.
En el marco de lo antepuesto caminemos por ciertas realidades obligantes que están presentes en el escenario internacional. Cuando nos adentramos a la “Crisis de Ucrania” lo primero que salta del tintero es el demostrable “golpe de estado” con el presidente depuesto, independientemente, de opiniones personales y colectivas. Aquello obligó, por razones de geopolítica a Putin actuar sobre las bases del tratado internacional firmado por Rusia y Ucrania sobre Crimea. Pero lo interesante, además de la realidad conexa con el Derecho Internacional Público, es el “derecho de auto-determinación” de los pueblos, argumento reiterado por Gran Bretaña sobre Gibraltar y las islas de Las Malvinas. Además de ello, es decir, el negar “con la cara bien limpia” el derecho de la sociedad rusa en aquellos lares, tenemos sobre el tapete la realidad de la aplicación de las políticas humanitarias cuales, actualmente, es la “columna vertebral” estadounidense para “hacerse presente” en cualquier país del escenario internacional sobre las bases de cualquier circunstancias como es “un aguacero” como se está observando en toda la zona del Pacífico y algunos países, muy ellos, del continente asiático. Pero el “tema Ucrania” ha servido y ha sido utilizado para desarrollar políticas expansivas sobre las fronteras de Rusia con sus vecinos bajo tesis impuestas en el último akelarre de la OTAN.
Pero como estamos inmersos en la “reingeniería global del sistema capitalista” es de obligación imponer las “tesis económicas” que fueran utilizadas e impuestas por los imperios europeos, por ejemplo, a China por razones militares y sobre esa base enmarcada en los acuerdos internacionales, es decir, con las bendiciones del “Derecho Internacional Público” y los acuerdos alcanzados en el akelarre referido más arriba, zas!!!, sanciones económicas sobre la economía rusa. Putin, ni pendejo, sencillamente, previendo por donde venía la mano desde hace algunos años se ha ido preparando para estas circunstancias “mirando al Este”. Pero ¿qué significa “mirar al Este” para Rusia?
En primer lugar, alcanzar acuerdos petroleros con China. En segundo lugar, trasladar sus fábricas detrás de los Urales. En tercer lugar, reactivar el puerto militar sobre el estrecho de Bering-Alaska. En cuarto lugar, conocer por donde viene caminando el Primer Ministro japonés, Shinto Abe, cuando le propone a Vladimir Putin conversar sobre “las islas”. Estas serían algunas realidades a considerar como respuesta, temporal rusa a la expansión de la OTAN sobre los países limítrofes con Rusia.
Pero “la piedrita en el zapato” no son las decisiones que tome el Kremlin referidas a su política geoestratégica sino el “combo sino-ruso”, de por sí ello significan palabras mayores. Por cierto, nos preguntamos: ¿cuál serán las decisiones de Vietnam en estos escenarios cuando durante la “Guerra de Vietnam” el mayor proveedor de armas fuera la URSS vía China? ¿Accederá Vietnam a entregarle, bajo cualquier régimen acordado a los EEUU de América, la base militar naval de Cam-Rah, de nuevo?
Pero la “nueva política Obama” tiene sus objetivos geoestratégicos bien definidos referidos a la Región de Asia y el Pacífico. Conocemos que el Pentágono ha trasladado militares estadounidenses asentados en Alemania al norte de Australia. Conocemos que la Secretaria de Defensa estadounidense ha re-suscrito acuerdos de defensa mutua con países del Asia oriental. Conocemos que Filipinas ha cedido aquella base naval tan polémica durante la “Guerra de Vietnam”, de nuevo, al Pentágono, claro, bajo la modalidad de “visitas humanitarias”. Conocemos que el Comandante de la 4ta. Flota se la pasa paseando y disfrutando de la culinaria peruana tan importante para toda América Latina. Conocemos de las buenas casi excelentes relaciones de Chile con las Malvinas. Conocemos de la importancia estratégica de Paraguay para las derechas internacionales en temas que no son para exponer en este texto. Conocemos de las bases estadounidenses en la “hermana”. Conocemos de las políticas agresivas de las derechas españolas sobre la América Hispana con sus inversiones y relaciones hasta futboleras sobre, entre otras, la “marca España”. Conocemos de las sugerencias estadounidenses para que países latinoamericanos y otros se incorporen a las políticas implícitas en la “Región Asia-Pacífico”. Es decir, para el Poder en Asia y el Pacífico hay “aliados y socios”; es decir, “los panas y los amigos”.
Pero el capitalismo estadounidense como ductor y conductor de la reingeniería global tiene un grave problema: China. ¿Por qué China es un problema y cuán tan grave problema no solo para el status quo estadounidense (léase: Casa Blanca; Secretaría de Estado; Secretaría de Defensa; Pentágono; Congreso y empresas militares y de información) sino, fundamentalmente, para “el Poder” en aquellos conceptos siempre expuestos por el General Alberto Müller Rojas? Es decir, mientras no captemos la dualidad expuesta inmediatamente anterior no podremos comprender las obvias contradicciones que se estarían desarrollando en el escenario internacional; es decir, es tangible e incluso hasta medible los niveles de contradicciones entre ambas orillas del Atlántico cual comprendemos cuando, con la sutileza requerida, percibimos las diferencias entre la Casa Blanca y los huéspedes en París, Berlín, Roma, fundamentalmente, porque Londres, Lisboa y Madrid “arriman el hombro” en las actuales actuaciones bilaterales en la sociedad estadounidense-comunidad-europea (mantengamos siempre presente las calidades de las relaciones entre Londres y el continente).
Regresemos a China. Las relaciones de los EEUU de América y China se retornan a aquellas realidades de Henry Kissinger y Richard Nixon después que la “muralla de bambú” fuera “entre-abierta” por Deng Xiaoping. El Poder comprendió, cuasi inmediatamente, las ventajas que representaban “la torta en la puerta del liceo”. Deng Xiaoping conocía de las “debilidades y fortalezas” de las realidades y oportunismos de la “estructura económica” en el marco de aquel  Estado chino. Las realidades consecuenciales del intercambio comercial sino-estadounidense nos deja sobre la mesa una realidad inobjetable a favor de China que les ha permitido, en consonancia con las mismas realidades de las relaciones nipo-estadounidenses, comprar “deuda/bonos” estadounidenses pero con las correcciones del “caso nipón”. Pero las relaciones significativas de la “inversión-consumo-acumulación”, en el marco de una economía capitalista globalizada, no podría representar “mayores dolores de cabeza” para el Poder y Wall Street. Ese proceso de crecimiento de la economía china tenía y tiene que estar acompañada por decisiones políticas en el marco de la “seguridad y defensa” de China y es en el desarrollo de esas políticas cuando se presentaron y están en “pleno desarrollo” las contradicciones entre Beijing y Washington. Es una ecuación de población/materias primas y mercado/consumo, finanzas/políticas monetarias.
¿Cómo se resuelven las contradicciones que se desarrollan en una economía globalizada capitalista como la actual y en reingeniería profunda? ¿Cómo se desarrollaron y se solucionaron, temporalmente, las contradicciones que produjeron las expansiones de los imperios europeos en el Asia oriental, concretamente, en China y, temporalmente, en Japón con el Comodoro? Conocemos que el imperio británico entró en China a “sangre, fuego y religión”. Aquel impulso imperialista británico sería imitado por otras potencia europeas que los obligaría aún en contradicciones bélicas en otras latitudes geográficas incluso en el propio continente europeo a alcanzar acuerdos que se plasmarían en un “Derecho Internacional” intra-naciones que permitiría “equilibrios imperialistas y beneficios mutuos”. Pero las realidades globales actuales son profundamente diferentes gracias, irónicamente, a la “Ciencia y las Tecnologías” cuales permiten no solo “las imitaciones” sino en sus desarrollos “profundas mejoras” tanto en el uso de las “materias primas” (nanotecnologías) como de las calidades de los productos de consumo masivo.
Las realidades de aquellos años de expansión imperialistas en las realidades chinas del siglo XIX no están, actualmente, presentes en los escenarios que se vienen desarrollando en la Región de Asia y el Pacífico en el marco de la “nueva política Obama”. Ello obliga obligadamente a objetivar realidades a los gobiernos que por alguna razón pudieran verse en escenarios innecesarios pero obligantes en función de evitar crisis internas en sus sociedades más cuando algunos gobiernos están profundamente sumidos en “cambios profundos”.
delpozo14@gmail.com 

jueves, 7 de agosto de 2014

Miguel Ángel del Pozo: Estado de Israel, holocausto, judíos e israelitas

Miguel Ángel del Pozo: Estado de Israel, holocausto, judíos e israelitas


 
El movimiento social y político mundial que protesta contra el genocidio que se está desarrollando, día a día, en la zona de la “Franja de Gaza” como espacio geográfico nacional bajo la jurisdicción del sector palestino socio-político cercano, en su gran mayoría y en líneas generales, a las tesis propuestas de Hamas, viene haciendo llamados a las Naciones Unidas, a los Países No-Alineados, a organismos regionales como Mercosur y Alba, a la Comunidad Europea, a países africanos y árabes, a los EEUU de América y Canadá, a México y países de Centroamérica y El Caribe, a China, Rusia, Suráfrica, Brasil e India, los denominados BRICS, al Vaticano y otras religiones universales, en fin, a toda la comunidad internacional que expresen su repudio y rechazo por ese mantenido genocidio que ni el propio pueblo judío e israelita podría estar de acuerdo aún y cuando los más radicales ortodoxos judíos lo respalden porque es como mirarse al espejo del Holocausto.
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Lo anterior descrito es un escenario que podríamos compararlo con aquella realidad político-religiosa que la Historia ha denominado como la “Santa Inquisición” cuando todo aquel que se pudiera oponer a aquella matanza sistemática promovida por la Iglesia Católica y llevada a su ejecución por ciertos grupos eclesiales que denominamos como “congregaciones” no tenían eco. Durante aquellos patéticos escenarios que de forma suave describió Umberto Eco en su novela “El nombre de la rosa”, lo que hoy denominamos “alegremente” como “terroristas” eran, en líneas generales, las mujeres acusadas de brujas, judíos acusados de perseguir, juzgar, acusar, condenar a muerte de cruz a Jesús de Nazareth, y vaya usted a saber a quienes otros “cristianos” fueron señalados de cualquier situación incómoda.
Esta descripción inmediata anterior nos lleva a preguntarnos: ¿Por qué la realidad del Holocausto? Adolf Hitler, austriaco, judío, según algunas voces, pintor, asiduo visitante de aquel café vienés que a tantos intelectuales reuniría en sus cotidianas charlas, quienes, posteriormente, han influido en los pensares filosóficos y escritos históricos descriptivos y novelados, judíos en su gran mayoría, siendo protegido por un comerciante judío cuando se encontraba desempleado, pintor de postales para turistas, todo ello justo antes de la 1ra. Guerra Mundial, desarrolló una teoría cuasi-maltusiana-genética cuyas bases teóricas, probablemente, bebió durante aquellas charlas vienesas. Su personalidad está interesantemente descrita por Emil Ludwig en su texto: “Tres dictadores: Hitler, Mussolini y Stalin. Y un cuarto: Prusia”. (Acantilado. Barcelona, 2011, pp. 168), la descripción biográfica previa a la 2da. Guerra Mundial. El historiador y periodista, Timothy W. Ryback en su “research” le permitió redactar: “Los libros del Gran Dictador”. (Destino. Barcelona, 2010, pp. 380) referido a aquel material encontrado cuando finalizó la 2da. Guerra Mundial.
A Adolf Hitler no le asesinaron a ningún hermano, era prusiano-vienés que decidió “amar a Alemania” como la esperanza de la teluridad junguiana, estratega quien, a pesar de conocer hacia donde se dirigía, cometió el grave error de convertir su militante anti-comunismo en un militante anti-poderes-europeos-imperialistas quizá por aquella humillación que se desarrolló durante el Tratado de Versalles.
Aquel líder alemán, porque Hitler fue “el líder alemán y de lo alemán-germano-prusiano”, aquel líder germano-prusiano-vienés sus primeros visitantes a campos de concentración fueron todos los cuadros del partido comunista alemán, aquel glorioso partido comunista que se enfrentaría ideológicamente al “padrecito” Joseph Stalín, aquel vienés que rescató, capturó y secuestró la siquis del ciudadano germano sustentándose en “viejas glorias históricas” como pueblo designado por la diosa germano-bárbara. Adolf Hitler fue, sencillamente, el reflejo de una historia no acabada desde aquel Imperio Carolingio.
El concepto “pueblo elegido” le permitió a Adolf Hitler diseñar e imponer políticas que se concentraron en un conjunto social compuesto por las tesis maltusiano-genéticas, las fronteras-no-fronteras, una arquitectura sólida conceptualmente indestructible y un “destino manifiesto” que en el inconsciente colectivo social germano-prusiano buscaba “parir” sus propias aspiraciones históricas.
Los historiadores, los políticos y otras ramas de las Ciencias Sociales, han sustentado sus argumentaciones en la denominada “Crisis del 29”, algo así como la actual “Crisis de Wall Street”, que produciría realidades en experiencia socio-económica que se han colocado por encima de realidades incómodas de gravedad socio-histórica como la conceptualización del desarrollo de la relación “Imperio-imperialismo” cual se venía expresando desde la expansión obligante de la Revolución Industrial y los desarrollos de las ciencia y tecnologías gracias, debemos aceptarlo, a la modernidad. Es decir, cuando nos acercamos a analizar a Chamberlain, al Pacto ruso-germano, al Pacto germano-nipón anti-comunista nos encontramos ante realidades complejas y muy difíciles de comprender, cuando menos, para no exponer, no aceptar las posibles consecuencias geopolíticas.
Pero Adolf Hitler, en aquel escenario tan complejo, precisó que los males de los males de la Alemania en su renacer eran, sencillamente, la base real del sistema capitalista: “el Capital”. En el marco de aquella objetiva realidad ¿quiénes eran los controladores del Capital? Lógica formal y estúpida pero profundamente peligrosa que le permitió, en ese marco kantiano, convencer al pueblo alemán no solo lo conceptual referido a esa relación capital-dinero-bienestar sino poner sobre la mesa aquella y misma tesis argumentada durante la “Santa Inquisición”: la pureza del pueblo elegido que durante aquellas hogueras pueblerinas eran los cristianos (aún no eran católicos).
Es demostrable que el pueblo judío ha sufrido persecución con consecuencias variadas pero, al tiempo, graves que van desde las conversiones compulsivas (marranos), hogueras, pérdidas de vida, campos de concentración urbanos, expulsiones territoriales compulsivas, por mención, de quienes provenían del norte de África (sefarditas) pero hay otro grupo de judíos provenientes del Asia Central quienes fueron migrando hacia Rusia y Europa Central (ashkenazis). Es decir, quizás, con mente amplia, podríamos conceptualizar a estas persecuciones como un permanente holocausto impreso en la psiquis judía.
En el marco de esta propuesta, nos vamos a referir a la tesis histórica de un judío, Tony Judt en la entrevista que le realizara Timothy Snyder meses antes del proceso hacia su traslado al más allá. Nos comunica Tony Judt que “…ya desde Ben-Gurión, la política israelí ha insistido bastante explícitamente en la afirmación de que Israel…sigue siendo vulnerable a una reedición del Holocausto…lo que se está haciendo es utilizar políticamente la culpa y explotar la ignorancia. Como Estado, Israel…explota los temores de sus propios ciudadanos…explota los temores, recuerdos y responsabilidades de otros Estados…el temor a que Israel pueda ser “destruido”…[ello] no constituye un temor real. Es una estrategia retórica políticamente calculada…es por ello que tiene muy poco que ver con las realidades del Oriente Próximo actual y sí mucho con el Holocausto…” (Idem, pág. 128). Terrible opinión porque permite justificar lo injustificable en el actual escenario de masacre colectiva que lleva a cabo el Gobierno de Israel en la “Franja de Gaza”. Pero Judt no se anda por las ramas cuando de poner los puntos sobre las íes cuando precisa que “…la asociación con el Holocausto se hace más cómoda cuando se [la] identifica no solo con la victimización sino con los derechos humanos y con la intervención militar en nombre de esos derechos [humanos]…” (Ibidem, pág. 135).
Ahora bien, en el marco de nuestro discurso, nos preguntamos: ¿hay diferencias entre los judíos sean ellos sefarditas, azhkenazis e israelitas? Aparentemente, no debería haber tal diferencia pero son demostrables sus diferencias; por ejemplo, hay una muy seria diferencia entre el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, nacido en TelAviv de origen ashkenazi, y el Canciller, Avigdor Lieberman, nacido en Kishinev, RSS de Moldavia, Unión Soviética de origen ashkenazi. El primero es israelita mientras que el segundo tal como Shimon Pérez proviene de la Europa oriental que fuerte incidencia rusa. Es decir, ¿habrán políticos israelitas de origen sefardita que tengan decisiones ante tamaña realidad actual en Gaza en considerando sus históricas persecuciones desde aquellos tiempos descritos en la novela “La judía de Toledo”?
Regresamos a Tony Judt quien considera que es importante apreciar objetivamente las realidades que se expresan en la comunidad judía estadounidense con relación a las realidades geopolíticas en el Medio Oriente; es decir, desde nuestra modesta percepción estamos ante un muy interesante escenario porque en el marco de la objetividad analítica deberíamos diferenciar y separar las intenciones de la comunidad judía estadounidense mayoritariamente ashkenazi quienes asumen la realidad del Holocausto como una realidad que se encuentra “a la vuelta de la esquina” con la conjunción ideológica en praxis de los objetivos imperialistas de los EEUU de América en el Medio Oriente de mantener un control geoestratégico sobre los países circundantes a las fronteras del Estado de Israel.
En el marco de esa realidad en “pleno desarrollo”, frase con sello de propiedad intelectual del comentarista y corresponsal de guerra bien apreciado por Fidel Castro y Roy Chaderton Matos, don Walter Martínez, el Canciller Lieberman ha considerado que la situación en la “Franja de Gaza” ha alcanzado realidades que significan que Israel a nivel mundial “…ha perdido cara…” (Son palabras nuestras).
El matutino israelita “Haaretz” publicó en su página web bajo el título: “Lieberman suggest UN take control of Gaza Strip”. (04 agosto 2014, 13:11): “…Israel and the Palestinian Authority should consider transferring control of Gaza to the UN…the British Mandate over Palestine and the UN mandates in East Timor and Kosovo as examples…we saw it Works quite well there…it requires an agreement between us and the Palestinian Authority. It doesn´t require consent from the UN, just from the parties involved –Israel and the PA-…”
En la presente realidad de Timor Oriental, ex-colonia portuguesa, mitad de una isla, Timor, situada justo al norte de Australia conformando un estrecho de “aguas profundas” que permite el paso seguro de submarinos nucleares occidentales vista las peligrosidades del estrecho de Malacca, espacio geográfico que hace frente a la nueva base militar estadounidense en territorio australiano donde se ubicarán los 30 mil soldados estadounidenses que serán trasladados desde sus bases en Alemania, se ha convertido en una “nueva-semi-colonia” del imperialismo internacional.
Entonces ¿Qué significa la propuesta de Lieberman de transformar la “Faja de Gaza” en una “semi-colonia del imperialismo internacional”?. Sencillo, respetados lectores y lectoras, vean el mapa para conocer que la “Franja de Gaza” está bañada por las aguas del Mediterráneo cercanas al Líbano, Israel, Egipto. Definitivamente, la geopolítica en el Medio Oriente así como el cerco a Rusia y China “van por buen camino” aunque desconocemos como todo ello lo irá a finalizar el Presidente de los EEUU de América sea el actual, Barack Obama, y/o la próxima Presidenta estadounidense proveniente del “Tea Party” democrático y/o republicano cristiano-católico.
delpozo14@gmail.com