jueves, 13 de octubre de 2016

Por: Leandro Albani: Kurdistán sirio: ¿Una zona de exclusión aérea contra quién?



Kurdistán sirio: ¿Una zona de exclusión aérea contra quién?

Por: Leandro Albani
Con la presión e intensidad destructora de un martillo neumático, el gobierno turco del presidente Recep Tayyip Erdogan insiste en crear una “zona de exclusión aérea” sobre el norte de Siria, territorio habitado por el pueblo kurdo y que, desde hace más de tres años, es defendido por las milicias YPG/YPJ y las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS), conformadas por fuerzas kurdas y de otras nacionalidades.

Por estos días, el Ejército de Turquía tiene vía libre para avanzar sobre Siria e Irak. En el caso sirio, luego del intento de golpe de Estado contra la administración de Ankara, el plan de conquista de Erdogan recibió una oportunidad única: posicionarse como un “ferviente” defensor de la democracia y obtener el respaldo de Rusia y Estados Unidos para ingresar a Siria, algo que no había podido hacer hasta ahora.

Cuando el 24 de agosto el gobierno de Erdogan anunció la movilización de tropas hacia el norte de Siria, los objetivos fueron claros: por un lado profundizar la desestabilización en ese país; por el otro, doblegar a las fuerzas kurdas que combaten contra los grupos terroristas y, al mismo tiempo, desarrollan nuevas instituciones y políticas sociales, basadas en la democracia de base, el respeto a todas las religiones y etnias, y la participación plena de las mujeres.

Con una zona de exclusión aérea sobre el norte de Siria, el proceso encabezado por los kurdos corre

riesgos reales. En la actualidad, el Ejército turco tomó el control de aldeas que habían sido liberadas del Estado Islámico (ISIS, o Daesh) por parte de las YPG/YPJ. Es más, desde las YPG/YPJ denunciaron de forma reiterada que muchos miembros de ISIS ingresaron a las filas de las tropas turcas que, a su vez, son respaldadas por el Ejército Libre Sirio (ELS), una organización calificada como terrorista por Damasco.

El domingo pasado, el ministro turco de Defensa, Fikri Isik, declaró que para combatir a los terrorista “crearemos una zona de seguridad en el norte de Siria y de esta manera eliminaremos la amenaza a nuestro territorio”. Según el funcionario, la zona tendrá una extensión de 45 kilómetros.

A estas declaraciones se le sumaron las de Ibrahim Kalin, portavoz del mandatario turco, que confirmó que su país continuará las operaciones con aviones cazas y tanques hasta que la zona fronteriza esté “completamente segura”.

Aunque las intenciones de Turquía podrían parecer nobles, la realidad es muy diferente. El gobierno de Erdogan considera “terroristas” a las milicias kurdas y demás grupos que luchan por la liberación del norte de Siria. pese a que desde el Ejecutivo turco argumenten que su combate es contra ISIS, los hechos son muy diferentes. Las denuncian y pruebas que demuestran el respaldo pleno del Estado turco al 
Daesh se multiplican con el correr de los días. La semana pasada, periodistas de la cadena BBC denunciaron que más de trescientas personas se refugian en un campo de Turquía, gestionado por el grupo Jaish Al Tahrir, una facción que integra el ELS. Según los divulgado, el objetivo de Jaish Al Tahrir es “rehabilitar a los ex miembros del Estado Islámico” y “favorecer el retorno de los que proceden de estados occidentales” para seguir operando en sus países.

Una zona de exclusión aérea sobre el norte de Siria no es una propuesta nueva. A finales de septiembre, Erdogan afirmó: “Queremos establecer una zona de exclusión aérea de 95 por 45 kilómetros”. Un día antes de las declaraciones del mandatario, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, demandó “limitar los vuelos” para impedir “que el régimen sirio ataque a los civiles con el pretexto de luchar contra el Frente Al Nusra”.

Desde que el Ejército turco ingresó al norte de Siria, al menos 30 civiles perdieron la vida durante la denominada operación “Escudo de Éufrates”. Sumado a esto, portales de noticias de la región aseguraron que miles de soldados turcos se encuentran acantonados esperando la orden de cruzar hacia territorio kurdo.

Erdogan sabe que tiene respaldo para una operación de este tipo. Aunque existen rispideces con Estados Unidos, desde la Casa Blanca no van a modificar la relación estratégica con Turquía, que representa al segundo Ejército dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Para Washington, el Estado turco es un aliado fundamental para el control de Medio Oriente. Por otra parte, el restablecimiento de relaciones entre Ankara y Moscú le permitió al mandatario turco liberarse de críticas y presiones.

Durante el reciente Congreso Mundial de Energía realizado en Estambul, la alianza ruso-turca quedó sellada luego de la reunión entre Erdogan y el presidente Vladimir Putin. El gobierno de Moscú intenta acercar a su lado a Erdogan y, de esa manera, contener sus planes desestabilizadores contra Siria. En Estambul, ambos mandatario no sólo coincidieron en su lucha contra los grupos terroristas, sino que sellaron el acuerdo sobre el gasoducto Turkish Stream y la instalación de la central de energía nuclear Akkuyu, por un total de 30 mil millones de dólares entre ambas obras.

Una zona de exclusión aérea sobre el norte de Siria remite inevitablemente a la aplicada sobre territorio libio en 2011, bajo el argumento de proteger a la población civil, pero que permitió que en ocho meses la OTAN devastara con bombardeos ese país del norte de África. Al día de hoy, todavía no se conoce con certeza cuántos muertos dejaron los ataques de la alianza atlántica, aunque se contabilizan por miles.



Publicación Barómetro 27-10-16

miércoles, 12 de octubre de 2016

Trump y el papel del Estado-Nación en el Siglo XXI




Trump y el papel del Estado-Nación en el Siglo XXI

Por Aldo Torres Baeza
Donald Trump es un payaso, qué duda cabe. Pero un payaso que, en algún momento, contó con el apoyo de casi la mitad del circo. Permitámonos un ejercicio. Saquemos los exabruptos, su pasado abusador y, en general, las ridiculeces que fueron restando apoyo en la campaña de Trump. Por el contrario, pensemos en un verdadero político, diestro, muñequero, uno que se limitara a buscar apoyo electoral trasmitiendo y defendiendo las promesas con que se inició su aventura presidencial, es decir: volver el Estado nación, cercar las fronteras, crecer hacia adentro.

¿Cuál sería el destino del mundo si Trump hubiese mantenido su candidatura restringida al mensaje inicial, exenta de sus perturbaciones psicológicas?, ¿Hubiese podido acceder al gobierno con un mensaje anti establishment, absolutamente contrario a la ideología libremercadista propugnada, precisamente, por Estados Unidos después de la segunda guerra mundial? Más allá de lo mediático, y en clave politológica, es el rol del Estado nación el que se disputa en la candidatura norteamericana. Ahí y en el mundo. El Estado mínimo de Clinton versus el nacionalismo de Trump.

Probablemente, el suceso más importante en la política internacional del siglo XXI es el ascenso de China como potencia mundial. Su experimento político es una forma específica de capitalismo, donde el Estado posee una importancia fundamental. Li Xing define el caso chino como Estado-civilización. Los chinos, como Hegel o Rousseau, conciben al Estado como una comunidad ética, ven en el Estado un acuerdo moral y civilizatorio. Por lo tanto, “el estado goza de mayor autoridad natural, legitimidad y respeto, visto por los chinos como guardián, custodio y encarnación de su civilización”.

Ante el evidente asenso de China, también es factible pensar que el discurso de Trump nace como una respuesta desesperada al desmoronamiento de la hegemonía norteamericana, que, tras la segunda guerra mundial, armó un mundo a su medida, con un control militar (OTAN), un control económico financiero (Gatt, FMI, Banco Mundial) y político (Consejo de Seguridad). Como sabemos, un una sociedad internacional anárquica, carente de un poder que pueda ejercer el monopolio de la violencia, el poder del Estado es el único medio por el cual cada Estado puede defender sus interés vitales.

En ese sentido, el misterioso discurso de Trump busca mantener los intereses de Estados Unidos, o sea el estatus quo de la política mundial, apelando a un nuevo rol del Estado. Trump se dirige a hombres blancos empobrecidos, ex trabajadores de empresas que salen de Estados Unidos en búsqueda de bajar los costos laborales y las cargas fiscales. Marc Bassets[1], en una columna de El País, planteaba un dato de la causa: si solo votaran hombres en las elecciones, la candidatura la ganaría Trump. Como señala Julie Connan, Trump despertó al “gigante adormecido de la América blanca”, y, gane o no gane, ese gigante seguirá presionando por políticas nacionalistas que permitan hacer a “América grandiosa nuevamente”. Trump, a diferencia de todos sus antecesores, habla de fortalecer empresas nacionales. Es decir: un discurso antagónico al ADN de la política norteamericana. Y hasta antes de los escándalos, no poca gente le creía. Lo apoyaba.  No solo ahí. En Europa, la ultra derecha es gobierno en Polonia y Hungría y, posiblemente, en Austria. Crece su apoyo en Alemania y Francia. Todos comparten un discurso parecido al de Trump, pero sin un Trump.

¿Seria, entonces, presuntuoso plantear que vivimos hoy un proceso mundial en el que decae la idea neo-liberal del Estado-nación, y que, por tanto, tiende a decaer la subordinación de la política a la economía? SI y no. Como sabemos, la expansión del capitalismo siempre fue de la mano con la expansión territorial. Sin embargo, en el actual reparto del mundo, y considerando la trasmutación del capital, ya no es necesaria la guerra para expandir los mercados y, por lo tanto, se percibe que la clave del crecimiento económico está en el fortalecimiento de las fronteras y un apoyo del Estado a las empresas privadas. Formula asiática. Sin embargo, los paladines del capital, los mismos que hablan de crecimiento y se niegan a pagar impuestos, aún cuentan con las garantías de un sistema que les permite separa el lugar de producción, del lugar de declaración fiscal.

Durante el siglo XX, el Estado gozó de una importancia fundamental. Pensemos en el Estado de bienestar de la Europa Occidental, en la predisposición de los ciudadanos a permitir que las autoridades crearan impuestos públicos; pensemos, además, en la propensión a alistarse en el ejército para luchar y morir por su país por millones en las dos guerras mundiales del siglo pasado. Como plantea Hobsbawm, “durante más de dos siglos, y hasta los años setenta, el crecimiento del Estado moderno fue una constante, y fue ajeno a cuestiones de ideología o de organización política: liberal, socialdemócrata, comunista o fascista”. Luego vino un proceso de incertidumbre. Se habló del fin de la historia.

El Estado se resumía a una administración de cuestiones domésticas. No importaba la política. Hoy, con el ascenso de China y la formula asiática, el discurso de Trump y el fantasma de la ultra derecha en Europa, reaparece el rol del Estado, más bien, vuelve a ingresar lo político al ámbito del Estado. Pero reaparece en su forma más peligrosa. Es decir: en clave nacionalista. Se responde a la globalización económica con renacionalización. Ayuda la inmigración, los ataques terroristas, la crisis de la Unión Europea y la subcontratación. Los políticos dicen lo que la gente quiere escuchar. La gente los apoya. “Volver al Estado nación, la culpa es del otro”, parece ser el mensaje.

Más allá de show, el fenómeno Trump,  despertó la conciencia de esa gente que no se dice racista, sino que se autodenomina “nacionalista blanco”, y eso, tarde o temprano, va a generar una fractura social inmensa, porque el tema ya quedó instalado en la agenda. O sea, los coletazos posteriores a la candidatura de Trump, aunque pierdan, serán de largo aliento.

[1] http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/16/estados_unidos/1476635823_558095.html
 aldotorresbaeza@gmail.com

Publicación Barómetro 27-10-16

martes, 11 de octubre de 2016

Por Norma Estela Ferreyra:Brasil y Argentina gobernadas por la corrupción y el poder del mercado




Brasil y Argentina gobernadas por la corrupción y el poder del mercado

Por Norma Estela Ferreyra

Así como el gobierno de Mauricio Macri es ubicado en el cargo de Presidente, cuando se introduce con una masa electoral de sólo el 22,9%, provocando arreglos financieros con la oposición y parte del oficialismo, para torcer a su favor el balotage resultante, que a mi modo de ver, es una aberración para la democracia, porque da lugar a estos manejos mafiosos, cuando la mayoría electoral podría resolverse de una manera diferente y más civilizada.

Pero volvamos al tema y veremos cómo Temer, hoy es el presidente de Brasil, por un golpe parlamentario estratégico de las mafias, con un gabinete de los más conservadores, elitistas y derechistas desde la dictadura. El vice de Brasil fue declarado «enemigo público número uno del medio ambiente» por Greenpeace. Y hay una larga lista de mafiosos en todos los ministerios, en los  gobiernos de ambos países. Sin dudas, un operador extranjero, garantiza el éxito de estas operaciones que comienzan con un ataque permanente de los medios de comunicación hegemónicos y que inventan mentiras que se van insertando psicológicamente, en la población, por la repetición incesante de las mismas, como ocurre actualmente,  en casi todo el mundo.

En  una semana, el nuevo gobierno de Temer, dejó en claro a qué viene. Las medidas  anunciadas por su gabinete explicitaron un proyecto de restauración conservadora. Y es ahí donde la palabra «golpe» adquiere  sentido. No hubo tanques en la calle, ni militares, pero todos los hombres de la dictadura festejan. Mientras tanto una presidenta electa por el pueblo y que no cometió ningún delito, fue derrocada por una conspiración de adversarios, iglesias evangélicas y exiliados junto a al vicepresidente,  ofrecieron cargos en el gobierno para conseguir los votos en el Senado Así fue destituida, sin causas constitucionales, ni de ninguna clase, pero luego de un proceso lleno de irregularidades y escándalos conducido por un delincuente que está a punto de ir preso. Los que perdieron las elecciones pasan a gobernar y los que las ganaron van a la oposición sin que el pueblo haya intervenido. A esto que pasa, podemos llamarle golpe, conspiración, o lo que quieran, pero democracia no.

Algo parecido ocurrió en Argentina con Macri, valiéndose de una campaña basada en constantes mentiras y promesas, que a la semana desmiente descaradamente con las medidas que van tomando sus ministros, los ceos que ejercen verdaderamente el poder haciendo caso omiso a las causas que deben afrontar, con los paraísos fiscales que se van descubriendo como perteneciendo a todos ellos y al propio presidente, sin que nadie se sonroje por ello, ni por los despidos masivos o el incremento de la pobreza en apenas unos meses, con un brutal endeudamiento externo y destrucción de programas sociales, de la industria, de la economía de la Pymes, tarifazos jamás vistos, prisión domiciliaria a los criminales de la dictadura, entre muchísimas medidas impensadas por la clase obrera, cuyos dirigentes, en su mayoría, son cooptados, por el gobierno.

Muchas páginas se han escrito sobre las irregularidades jurídicas que se cometieron para sacar a la presidenta Dilma de su cargo, sobre los motivos espurios de Cunha, sobre las negociaciones obscenas de Temer con la oposición, sobre la falta de motivos legales para el juicio político y sobre la farsa que fue la votación en el Congreso, con votos dedicados a familiares, a Dios y hasta a un torturador de la dictadura Pero hay algo de lo que poco se ha hablado y que le da sentido a la palabra golpe, y es que no fue  la sustitución de una presidenta por su vice, sino un cambio de gobierno y de programa, con el giro a la derecha más violento desde 1964. ¿Puede un «interino» hacer un giro de 180 grados en todas las políticas de gobierno? ¿Puede cambiar radicalmente el programa con el que fue electo como vice de Dilma, reemplazándolo por otro absolutamente diferente? Y si Macri lo hizo, cambiando a contramano, sus propias promesas ¿Puede Temer formar un gabinete de ministros con los partidos que perdieron las últimas elecciones y ocupar la oposición varios ministerios y secretarías. La oposición convertirse en  oficialismo y el oficialismo en oposición, sin que el pueblo lo haya decidido?.

Él hace una reforma previsional neoliberal, recorte de programas sociales, fin de la cobertura universal de salud, más impuestos, recorte de los fondos para la educación, eliminación de los ministerios de Cultura y Derechos Humanos. Hubo una radicalización del discurso conservador contra los derechos de las mujeres, negros  y otras minorías. Temer llegó a convocar a la «bancada evangélica» para rezar con él y se reunió con el pastor Malafaia, líder del Ku Klux Klan antigay y llegó a anunciar que ahora sí, el poder es todo de ellos.

Dilma fracasó, entre otros motivos, porque creyó, que podía negociar con la mafia evangélica y esperar que cumplan los acuerdos y de allí, surge una conspiración donde un presidente interino llega al poder y quiere gobernar con los partidos que perdieron las elecciones y los políticos corruptos que junto a él, traicionaron a Dilma, ejecutando un programa con el que jamás podrían ganar. Las encuestas le daban un apoyo cercano al 2%, pero los mercados están felices, al igual que los ultraconservadores y enemigos de los derechos humanos que ayudaron a formar mayoría en el Congreso. Las elecciones de 2014 fueron anuladas de hecho, no solo porque fue anulada la elección de una presidenta, vencedora con 54 millones de votos, sino también porque fue anulado el programa de gobierno votado por la mayoría y se impone ahora una política sin la menor legitimidad democrática. Algo así se dibujó en Argentina, donde resultó ganador un empresario con más de 200 causas judiciales que tenía el 25% de los votos y de la noche a la mañana, conspiración o fraude mediante, gana el balotage. Algo muy insólito, pero a la luz de lo que está ocurriendo con los gobiernos progresistas de Latino América, es entendible por la existencia de la Mafia Internacional y la Mafia Interna, inserta en los Poderes de Gobierno y en los medios hegemónicos de comunicación falsificada.

lunes, 10 de octubre de 2016

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein:El Premio Nobel de una paz que no se pudo ganar en elecciones.



El Premio Nobel de una paz que no se pudo ganar en elecciones.


Por Sergio Rodríguez Gelfenstein

La semana pasada comentamos el acto del lunes 26 de septiembre en el que se ratificó ante Colombia y el mundo el Acuerdo de Paz entre las Farc y el gobierno de ese país. Por razones editoriales debo entregar mi artículo los días viernes en la noche, de manera que ese análisis no incluía lo que habría de suceder en el plebiscito del pasado 2 de octubre y los hechos posteriores al mismo.

En el momento que entregué mi artículo para su publicación (viernes 30 de septiembre) no podría saber el resultado del plebiscito, pero a diferencia de la mayoría de los entendidos y de las benditas (malditas) encuestas, no aseguré que el Si iba a ganar por una mayoría abrumadora como se afirmaba en todos los ámbitos de la información. Como se sabe, eso no ocurrió, peor aún, ganó la opción que rechaza los Acuerdos y que en un primer momento apostó por la continuación de la guerra, pero que presionados por las masivas movilizaciones auto convocadas de la mayoría de los colombianos que quieren la paz, y también por la aplastante generalidad de la opinión pública internacional, obligó a los ahora envalentonados guerreristas a morigerar su discurso para aprovechar su triunfo en pos de lograr objetivos de política coyuntural que nada tienen que ver con la guerra y si con la próxima elección presidencial: la protección de la propiedad privada como si la misma se hubiera puesto en duda, la impunidad para los militares acusados por violación de derechos humanos y finalmente, la salvaguarda del ego de los ex presidentes Pastrana y Uribe. Para esto, fueron capaces incluso de paralizar los acuerdos que trabajosa y pacientemente se habían construido durante cuatro años.

Mi artículo de hace siete días finalizaba con la frase de una canción de Silvio Rodríguez “¿Cuánto de pesadilla quedará todavía”? Ello valió para que algunos lectores me acusarán de pesimista, sin embargo, la “cochina realidad” de la que hablaba el profesor Carlos Guerón en la Escuela de Estudios Internacionales pudo más que el optimismo desenfrenado sin asidero en el entorno de los hechos de la política. Lo cierto es que lo ocurrido a partir del domingo 2 ha sido una pesadilla para Colombia y su pueblo.

Ríos de tinta se han vertido en el análisis de los hechos que buscaban explicación de las causas del fracaso de Santos, porque ésta es una derrota de él y de nadie más que de él, por más que a priori los noruegos le hayan regalado su Premio Nobel, como también lo anuncié hace una semana, intentando explicar el discurso del Presidente, el 26 de septiembre pasado.

En su euforia triunfalista, Santos pensó que podría utilizar el deseo de paz del pueblo colombiano, sometiendo a plebiscito, es decir a los vaivenes de la coyuntura y a las “falsedades democráticas” de la democracia liberal, (valga la redundancia en este caso) un acuerdo de trascendencia estratégica y de alcance indeterminado para Colombia, América Latina y el Caribe y el mundo. Así, se logró el objetivo de minimizar el contenido del Acuerdo, que expone demandas significativas de la sociedad en materia de propiedad y distribución de la tierra, justicia, incorporación de los excluidos y protección de los derechos humanos como nunca antes se había planteado en la historia de Colombia.  Por el contrario, asistimos a una exacerbación del fundamentalismo religioso de protestantes y católicos, que llevó a que muchos curas desoyeran al propio Papa Francisco y su clamor por la paz, demostrando que cuando están en juego los intereses de clase, la supuesta fidelidad al Papa, que es el “representante de Dios en la Tierra” es solo retórica, incluso en un país frenéticamente católico.

Entonces, el debate pasó a ser que Uribe le había ganado a Santos, que el uribismo había quedado en inmejorables condiciones para ganar las próximas elecciones presidenciales y además comenzaron los tradicionales discursos maniqueos respecto a que “habló la mayoría” como si el 18% de los colombianos son la mayoría. Porque, no es lo mismo el 51% de los que votaron, que el 51% de los colombianos. Entonces emergió una nueva y manida frase: “Así es el juego democrático”. O dicho en palabras del respetado analista político colombiano Ariel Ávila “… así es la democracia; se gana con un voto y punto”, lo cual debe ser cierto en Colombia, porque en las últimas elecciones venezolanas, el chavismo ganó por bastante más que un voto y no hubo punto, sino 43 muertos ocasionados por la violencia fascista de la oposición.

Las razones del triunfo de los antagonistas al Acuerdo en el plebiscito, no tiene que ver con un pueblo esquizofrénico que le gusta la guerra, tampoco se le puede achacar al mal tiempo que azotó buena parte del territorio nacional el día de los comicios, (esto me llevó a recordar que la Constitución de Venezuela fue aprobada el mismo día que ocurrió el mayor desastre natural de la historia de este país). Tiene que ver con la brutal campaña de desinformación, falsedades y descrédito, que montó el uribismo y la oligarquía rural atrasada que él encabeza no contra Santos, ni contra las Farc, sino contra la paz, preocupados por las repercusiones que pueda tener para su voracidad expoliadora, los acuerdos en materia de tierras.

Para ello, recurrieron a todo, incluso a la mentira y al engaño como lo ha hecho público en entrevista al periódico “La República” el Gerente del Comando de Campaña del No, Juan Carlos Vélez quien reconoció que su mensaje estuvo basado, no en informar sobre el contenido de los Acuerdos, sino en la búsqueda de “indignación”. Sin mayores conflictos éticos, explicó que un concejal le había dado una imagen de un mensaje de Santos y Timochenko que explicaba “por qué se le iba a dar dinero a los guerrilleros si el país estaba en la olla. Yo publiqué en mi facebook y al sábado pasado tenía 130.000 compartidos con un alcance de seis millones de personas”. O sea, una mentira y un engaño preconcebido, sobre una base falsa. Cosas de la democracia representativa,  “se gana con un voto y punto”.

Todo ello oculta el verdadero problema de fondo cual es tratar de responder a la pregunta de por qué el 63% de los colombianos que sí son la mayoría, estuvo ajeno a tan trascendental decisión. Es sabido que en la “democracia colombiana”, los niveles de abstención rondan siempre el 60 %, lo cual da cuenta de un sistema político agotado en el cual los ciudadanos ya no creen, como tampoco creyeron que esta “solución” que Santos se sacó de la manga, pensado que aplastaría a Uribe, a fin de permitirle colocar un delfín en la casa de Nariño en 2018, aplacaría decenios de violencia, marginación, pobreza y carencias ilimitadas.

A pesar que tanto el gobierno como las Farc dieron pruebas de madurez política a fin de dar continuidad al proceso, ahora reina la incertidumbre, de cara al futuro. Noruega ha hecho un aporte regalándole el Nobel a Santos, lo cual no es novedad después que se lo entregara a Obama,  Kissinger, Menachem Begin, Frederik de Klerk, Isaac Rabin y Shimon Perez, entre otros,  todos connotados guerreristas  y asesinos. Santos viene a ser uno más de esta lista. Estados Unidos, el país que más guerra ha desatado y que ha llevado a efecto la mayor cantidad de invasiones e intervenciones militares en todo el mundo, es el que más veces lo ha recibido con 20, así mismo de 98 ganadores, 71 han sido de Estados Unidos o países de la Unión Europea y la OTAN, quienes han sido los mayores generadores de guerras y conflictos en la historia del último siglo, de manera que su prestigio es bastante dudoso, siendo un mecanismo mediante el cual, el sistema capitalista reconoce a quienes logran hacer acciones para su sostenimiento en momentos de peligro. Pareciera que en el resto del mundo conformado por casi el 90% de la humanidad no hubiera suficientes personas merecedoras de este premio. Hay que recordar además, que Noruega es miembro de la OTAN, la mayor alianza agresiva de la historia.

El regreso a la mesa de negociaciones está plagado de dilemas. El gobierno y las Farc han acordado escuchar  “en un proceso rápido y eficaz, a los diferentes sectores de la sociedad…”, así mismo, reiteraron el compromiso de cese al fuego bajo monitoreo y verificación de la ONU y continuar avanzando en tomar medidas de construcción de confianza, lo cual pareciera dar alguna certeza de que el proceso de paz tendrá continuidad, a pesar de las maquinaciones, mentiras, trucos fraudulentos y manipulaciones de Uribe, el ex procurador Ordoñez y las cúpulas eclesiásticas católica y protestante, cuyo afán destructivo se ha puesto de manifiesto, creando el caos y el desconcierto, sin hacer propuestas concretas que destraben el impase. Saben que su triunfo es el de una minoría de la sociedad y no tienen capacidad para hacerlo valer en las calles. Como dice Ariel Ávila, “… lo que les queda es dilatar y ganar tiempo, manteniendo el caos político hasta el 2018, año en que ellos aspiran a ganar las elecciones de nuevo”. Ese fue el verdadero objetivo de los promotores del No, el fin de la guerra y la paz para los colombianos no es algo que les inquiete demasiado.



Publicación Barómetro 10-10-16

domingo, 9 de octubre de 2016

Por Aníbal Ortizpozo:LOS DUEÑOS DE LO QUE COMEMOS



LOS DUEÑOS DE LO QUE COMEMOS

Acaparamiento / Desabastecimiento Inducido / Especulación.
Por Aníbal Ortizpozo
Soberanía alimentaria, un derecho de nuestros pueblos.

En los mercados internacionales se está jugando con los alimentos como el maíz, la soya, el trigo, y el café, disfrazando de escasez, –por alta demanda o baja producción– su acaparamiento para subir los precios. Goldman Sachs entre otros, aparece como el principal responsable. Hace algunos años, los precios mundiales de los alimentos se dispararon. El número de personas viviendo en la extrema pobreza alcanzó los 150 millones. La ONU encargó una investigación sobre las causas de esta crisis alimentaria. La conclusión del informe es estremecedora: potentes especuladores internacionales provocaron una enorme burbuja en el mercado mundial de alimentos que derivó en una crisis alimentaria.

Al parecer, siempre ha sido lo usual, que cuando desaparece un producto en los anaqueles de los supermercados, el pueblo de a pie ya sabe, que aparecerá después con un precio mucho más alto. En las llamadas crisis financieras, han entrado en escena nuevos actores, “los especuladores” con máscaras de inversionistas, ofrecen estabilizar el mercado y sus riesgos de pérdidas. Bajo el concepto, en términos propios de la ciencia económica, de “derivados financieros” (en palabras simples, “derivado financiero” es un instrumento cuyo valor depende del precio de un bien subyacente, en este caso los alimentos o materias primas para su elaboración) y como la humanidad y la animalidad cautiva (mascotas) siempre necesitaran comida, ¡¡¡mejor inversión imposible!!!  La escena económica de los negociados en las Bolsas de Comercio, como Wall Street, se llena de aplausos… además porque los especuladores proporcionaran liquidez al mercado. Y como las crisis financieras se han hecho permanentes, nuestros alimentos cotidianos, tienen el  valor seguro de un “cheque de gerencia”.

Mientras en el mundo empresas como Walmart se ha convertido en gigante de los comestibles, sus “compinches”, las poderosas empresas monopólicas de fabricación de alimentos como Monsanto, Cargill o Tyson Food, controlan la industria del embalaje de la carne de vacuno y cerdo, el procesamiento de la soya y de los pollos de engorde, entre otros productos. A las cadenas de negocios y almacenes distribuidores de las empresas que monopolizan la industria de los alimentos, se han sumado los productores y finalmente estos inversionistas, que no producen ni distribuyen, se apropian de la producción alimentaria, transformándose en los dueños de nuestra comida, especulan en las bolsas de comercio, creando burbujas y rumores para obtener la máxima ganancia con las materias primas y alimentos procesados.

Visible y comprobable: Los productos de Nestlé, Kraft y PepsiCo y otros, se exhiben en las estanterías de los supermercados en gran variedad de categorías de alimentos, repartidos en  una decena de marcas diferentes, para un mismo producto, “es la falsa competencia“. Ésta estratagema, propia del realismo mágico, es solo para engañar al consumidor, haciéndole creer, mediante el uso de esta “marramucia” de mercadeo, que tiene múltiples opciones para adquirir el producto que necesita.

En las campañas y protestas mundiales por nuestra soberanía alimentaria, también se señala a Monsanto y sus compañías asociadas, con la recomendación “EVITAR COMPRAR” por la dañina presencia en la producción agrícola de especies transgénicas, sinónimo de contaminación, enfermedades y muerte a toda la vida del ecosistema planetario.

He aquí algunas de las más poderosas empresas de alimentos, señaladas:

Aunt Jemima, Aurora Foods, Banquet, Best Foods, Betty Crocker, Bisquick, Cadbury, Campbell’s, Capri Sun, Carnation, Chef Boyardee, Coca-Cola, ConAgra Foods, Delicious Brands cookies, D uncan Hines, Famous Amos, Flowers Industries, Frito Lay, General Mills, Green Giant, Healthy Choice, Heinz, Hellmann’s, Hershey, Holsum, Hormel, Hungry Jack, Hunt’s, Interstate Bakeries, Jiffy, KC, Masterpiece, Keebler, Kellogg’s, Kid Cuisine, Knorr, Kool-Aid, Kraft, Lean Cuisine, Lipton, Loma Linda Foods, Marie Callender’s,  Minute Maid, MorningStar Farms, Mrs. Butterworth’s, Nabisco, Nature Valley, Nestlé, Ocean Spray, Ore-Ida, Orville Redenbacher’s, Pepperidge Farm, Pepsi, Philip Morris, Pillsbury, Pop Secret, Post cereals, PowerBar brand, Prego, Pringles, Procter & Gamble, Quaker, Ragú, Rice-A-Roni & Pasta Roni, Schweppes, Weight Watchers Smart Ones, Stouffer’s, Tombstone frozen pizza, Totino’s, Uncle Ben’s, Unilever, V8,etc.

En Venezuela, se destacan Empresas Polar, PepsiCo Alimentos S.C.A., Cargill de Venezuela, Procter & Gamble y Coca Cola. Otras productoras de alimentos están agrupadas en CAVIDEA Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos: Alfonzo Rivas & Cía, Alimentos Heinz, C.A., Bimbo de Venezuela, C.A.,Del Monte Andina, C.A.Industria Láctea Venezolana, C.A. (Indulac), Nestlé Venezuela, C.A., Ovomar, C.A., Pastas Capri, C.A., Pepsicola Venezuela, S.A., Plumrose Latinoamericana, C.A.,etc ,la mayoría de ellas, no todas, justifican su ninguna o baja producción por la falta de divisas para importar las materias primas, no obstante cuando las han obtenido, les han dedo otro uso.

Luego están las empresas, dueñas indiscutibles de la comida llamada “chatarra” y sus franquicias repartidas por el mundo: McDonald’s, Wendy’s, KFC-Kentucky Fried Chicken, Tony Roma’s Venezuela, Subway, Pizza Hut, Papa John’s Pizza, Starbucks Corporation, Friday’s, Dunkin’ Donuts, Domino’s Pizza, Burger King.etc.

Por su parte el gobierno venezolano tiene cerca de 300 empresas de producción, almacenamiento y distribución de alimentos e insumos, naturalmente insuficientes para frenar la escasez inducida de alimentos, que ha resultado ser el arma política más efectiva, en las llamadas guerras económicas, de cuarta o “enésima generación”, iniciadas por poder económico de monopolios y empresas transnacionales de alimentos, que apoyan la restauración conservadora capitalista actual en Latinoamérica, haciendo posible con ello, la injerencia de las grandes potencias en nuestros pueblos, que a su vez, han decidido independizarse.

En aras de garantizar la seguridad y soberanía alimentaria del país, el gobierno, ha creado la Corporación Venezolana de Alimentos y la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas que dirigirán 14 conglomerados en los que serán ubicadas empresas estatales y privadas, entre la que destacan Agro patria, Café Madrid, Lácteos Los Andes, Aceites Diana y muchas otras que se están sumando lentamente a la producción de alimentos.

Corporación Venezolana de Alimentos, manejará 110 empresas entre públicas y privadas, agrupadas en 6 conglomerados: Arroz, Aceites y Grasas, Cárnico, Avícola, Pesca y Alimentos Balanceados para Animales.

Por su parte, la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas conducirá 183 compañías entre públicas y privadas, agrupadas en 8 conglomerados: Lácteos, Frutícola, Transporte, Silos, Acopio y frío, Empaquetadoras, Harina de maíz y Redes de Distribución la cual agrupa a: Pdval, Mercal, Bicentenario, Bases de Misiones, Comercializadora y Distribuidora Red Venezuela CA (CDR Venezuela, CA), Fundaproal y el Instituto Nacional de Nutrición.

El Chile de los setenta y la Venezuela contemporánea, dos ejemplos, donde la historia se repite: acaparamiento para crear desabastecimiento y especulación con los alimentos, medicinas, insumos del aseo personal y otros. En ambos países, la oposición política ha recurrido al apoyo económico irrestricto de las empresas transnacionales todas, no sólo productoras de alimentos, sus franquicias y la empresa privada criolla afiliada a Fedecámaras, cuyo presidente, Carmona Estanga participó en el golpe militar del 2002 ,siendo designado como el sucesor del presidente legítimo Hugo Chávez.

En el acaparamiento y especulación, tienen una gran responsabilidad las asociaciones de productores, y especialmente las cadenas de distribución y venta. En Venezuela el resultado del desabastecimiento inducido, no se hizo esperar, descontento, malestar en la población por las interminables amanecidas colas y el impresionante surgimiento de una economía informal especulativa. Ciudadanos, que lograron romper todas las normas legales, al apropiarse de los alimentos y medicinas subsidiados por el gobierno, para venderlos clandestinamente a precios exorbitantes, directamente, online o por teléfono con entrega a domicilio. Estas acciones ilegales el Gobierno Bolivariano las ha combatido, con la ley en mano, juicios y encarcelamiento, sin lograr aún el término de estas prácticas delictivas.

En  el Chile de Allende se crearon las JAP (Junta de  abastecimiento y precios, integrada por pobladores), en Venezuela hace algunos meses el gobierno creó los CLAP, (Comités Locales de Abastecimiento y Producción) para que el pueblo, sin distinción de su pensamiento político, ni ingresos, previa organización, censo y registro, pueda adquirir una bolsa con alimentos de la Cesta Básica, como : harinas de trigo y maíz, arroz, leche, aceite, frijoles, azúcar, fideos, mantequilla, un pollo y en ocasiones carne de vacuno, vendida a domicilio a precios subsidiados. Dicha organización está recién en pleno desarrollo y cuyo futuro no es predecible.

Lamentablemente las JAP en Chile, si bien aliviaron al consumidor, no resolvieron el problema de fondo, que basándose en lo económico como estrategia, el plan era definitivamente político, la llamada “conspiración del imperialismo del dólar”. Las empresas transnacionales asentadas en el país encabezadas por los tres tiburones más voraces: el Consorcio Anaconda, Kennecott, la International Telephone Telegraph (ITT) y el Departamento de Estado de gobierno de EEUU, (según se rebeló en los documentos de la CIA, hoy desclasificados) financiaron todo, desde la voz de diputados y senadores conservadores y demócrata cristianos, la anexión de los militares traidores, el malestar y la desestabilización, preparando así ,el camino al golpe cívico-militar ,que terminó con la vida del presidente Salvador Allende y miles de chilenos en septiembre de mil novecientos setenta y tres.

Por ello, los ciudadanos deberíamos volvernos más conscientes, saber de dónde vienen nuestros alimentos, quiénes son sus dueños, su costo, por qué las ofertas o remates, cuándo el desabastecimiento no es real, sino un arma más de la lucha política sucia. Procurar una información veraz y actualizada accediendo a los más recientes documentales televisivos sobre investigaciones, demandas, difundidas a través de internet y las llamadas redes sociales. Sumarse a campañas y protestas masivas por nuestra soberanía alimentaria. No más impunidad a los especuladores en general, no solo de nuestra comida, también nuestra salud, vivienda y educación. Solo así los trogloditas de la industria de los alimentos, las cadenas de distribución y venta, los productores e intermediarios, estarán acosados, por sus prácticas indeseables de convertir las materias primas y alimentos procesados en un instrumento político, exclusivo del lucro capitalista salvaje.

Publicación Barómetro 10-10-16

jueves, 6 de octubre de 2016

Por Antonio Guillermo García Danglades:Acuerdo OPEP es la advertencia de Arabia Saudita a EEUU




Acuerdo OPEP es la advertencia de Arabia Saudita a EEUU

Por Antonio Guillermo García Danglades

Los países miembros de la OPEP acordaron el pasado miércoles 28 de septiembre en Argelia la congelación de su producción petrolera. Es la primera vez desde hace dos años, cuando comenzó la abrupta caída de los precios del crudo, que se produce un acuerdo en este sentido. A pesar de los esfuerzos de países como Venezuela, Ecuador y Argelia para que la OPEP recortara su producción, Arabia Saudita siempre se opuso, hasta ahora, a cualquier iniciativa relativa a la producción, argumentando que el propio mercado ajustaría eventualmente los precios. Siendo el país con la mayor producción petrolera del mundo, que abarca cerca de 11.5 millones de barriles diarios, ningún acuerdo en la OPEP era posible sin su concurso, y en un cambio de dirección en su complaciente relación con EEUU, esta vez accedió a tomar acciones, no necesariamente a favor de los intereses de la OPEP, sino como una advertencia a su aliado occidental.
No fue ninguna casualidad que el mismo día 28, el congreso estadounidense anulara el veto del presidente Barack Obama a una ley que permitiría a las familias de las víctimas del 11-S demandar al Reino de Arabia Saudita y sus dirigentes por el apoyo que este país habría brindado a Osama bin Laden. Doce de los diecinueve terroristas que llevaron a cabo el ataque del 11-S contra las torres gemelas de Nueva York, provenían de Arabia Saudita. Dos de ellos fueron reportados como hijos de un ex-secretario de la embajada saudita en Washington. Inmediatamente después del ataque, numerosas personalidades adineradas sauditas, incluyendo a unos doce miembros de la propia familia bin Laden, fueron trasladados urgentemente fuera del país en aeronaves privadas que salieron de Los Ángeles, Washington, Boston y Houston con expresa autorización de la Casa Blanca y sin ser requisadas por las autoridades gubernamentales, justo cuando el espacio aéreo estadounidense permanecía clausurado.
 Los débiles argumentos de Obama contra la ley por las supuestas demandas que generaría contra su país desde el exterior, no evitaron que los partidos demócratas y republicanos, incluso con el apoyo de la candidata presidencial Hilary Clinton, respaldaran la primera anulación de un veto en los casi ocho años de mandato de Obama, con una abrumadora votación de 348 contra 77 en la cámara de representantes y de 97 contra apenas uno en el senado.
La respuesta de Arabia Saudita no se hizo esperar. El acuerdo de la OPEP era una clara advertencia de lo que estaba dispuesto a hacer si EEUU decidía olvidar las décadas de alianza política y económica que ambos países habían consolidado. Arabia Saudita ha sido siempre un aliado estratégico de EEUU, y su mayor proveedor de petróleo barato. De Arabia Saudita dependía ahora que EEUU mantuviera su estrategia de controlar el precio bajo del crudo, provocar el colapso de las economías de Rusia, Irán y Venezuela, y hacerse con el dominio de sus recursos petroleros, particularmente con las reservas probadas de 298 mil millones de barriles que tiene en su “patio trasero” y que la oposición venezolana está dispuesta a estregarle en bandeja de plata.  EEUU sabe que el llamado “pico petrolero” no pareciera estar muy distante. Los geo científicos aseguran que la rata máxima de extracción de petróleo no tardaría mucho en llegar, y a partir de entonces, la tasa de producción entraría en una fase de declive terminal que, según los investigadores Richard Miller y Steven Sorrell (2014), podría producirse antes de 2030.
Ante esta demoledora certeza, la advertencia de Arabia Saudita ha surtido efecto. En un cambio radical sin precedentes en la historia de EEUU, el congreso de este país pudiera dar marcha atrás a su votación y permitir que el veto de Obama se mantenga. En menos de 24 horas de su anulación, el partido republicano anunció la posibilidad de votar de nuevo.
Una nota de prensa del New York Times destaca que las razones en el cambio de opinión de los republicanos no eran claras, ya que la administración Obama había argumentado ampliamente contra la ley. Pero el diario estadounidense no puede ser más inocente. Resulta obvio que EEUU entendió la advertencia de Arabia Saudita y actuará en consecuencia para que este país retome el carril y así asegurar que los precios del crudo se mantengan bajos, al menos hasta que le ponga las manos al petróleo venezolano.

Publicación Barómetro 10-10-16

miércoles, 5 de octubre de 2016

Por Carolina Vásquez Araya:Las lecciones de las elecciones


 


Las lecciones de las elecciones


Por Carolina Vásquez Araya
Hay mucho que aprender del proceso electoral de Estados Unidos.

Estados Unidos es, sin duda, la mayor potencia mundial. En su historia política los intereses de las cúpulas económicas han marcado el tono de sus incursiones bélicas, sus tratados comerciales, las prioridades de su política exterior y la manera como es percibido desde los países pertenecientes a su círculo de influencia. Las elecciones presidenciales son, por lo tanto, observadas con atención desde todos los rincones de la Tierra.
Con una ciudadanía decantada hacia las dos fuerzas políticas más importantes, los partidos Republicano y Demócrata, los procesos electorales oscilan entre ambas tendencias dejando muy poco espacio a otras fuerzas ideológicas, monopolizando así el máximo poder. Visto desde la distancia, especialmente desde un país cuyas estructuras partidistas duran un suspiro y se reproducen como las amebas, de un proceso al siguiente sin echar raíces, el fenómeno del país del Norte resulta interesante y ejemplificador.
Uno de los aspectos más relevantes de las elecciones actuales en Estados Unidos ha sido el apoyo masivo brindado por los jóvenes a un candidato, Bernie Sanders, capaz de romper con estereotipos y hablar claramente sobre los grandes vicios del sistema capitalista y la influencia de los grandes consorcios en una decisión tan importante como es la elección de sus máximas autoridades.  Aun cuando resulta obvia la infiltración de los intereses corporativos en todo el entramado político de Estados Unidos, no son muchos los candidatos capaces de oponerse públicamente a sus posibles financistas de campaña.
Sanders no logró la nominación, pero el germen de su mensaje permaneció vigente en una gran parte de la población, los llamados millenials, quienes traen una visión más afinada sobre el futuro, pero sobre todo una mayor voluntad de participación que la manifestada por los jóvenes de generaciones anteriores.
Para quienes no conocen el término, se denomina millenials o
generación Y” a la nacida en las últimas décadas del siglo pasado. Son jóvenes inmersos desde su nacimiento en el mundo tecnológico y por consiguiente, mucho más informados y activos que sus antecesores. Esa es una de las lecciones más interesantes del proceso en mención, porque nuestros países también traen una ola de nuevos ciudadanos cuya experiencia de vida les ha forzado a incorporarse de manera más decidida en el destino de sus naciones, lo cual finalmente es su propio destino.
Otra de las lecciones de las elecciones a celebrarse en noviembre es un fenómeno cada vez más sorprendente, expresado en el apoyo masivo a un candidato cuyas principales características son la improvisación, el total desconocimiento de la política internacional incluyendo la agenda de su propio país el desprecio por el sector femenino de la ciudadanía, la xenofobia y la carencia de un plan de gobierno.
Para algunos países de nuestra región eso no sería novedad, porque se han visto casos parecidos, pero para una potencia tan importante es una ruta peligrosa, tomando en cuenta que los inicios de la campaña ofrecían opciones mucho más adecuadas y razonables de elección. Esto ha generado divisiones en su propio partido, por ser el candidato menos apropiado en la historia política de ese país.
Merecedor de análisis es cómo su estrategia de infundir temor entre sus seguidores y sus reiteradas promesas de encerrar a su país entre muros para contener a la inmigración, hayan podido prender en un sector tan importante de votantes. Eso indica que la xenofobia y el racismo siguen prendidos como lapas en la idiosincracia de muchos estadounidenses. Una obvia contradicción para el país más diverso del planeta.


elquintopatio@gmail.com



Publicación Barómetro 10-10-16