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viernes, 11 de marzo de 2016

Por Ricardo Daher ¿A dónde va Europa?


¿A dónde va Europa?


Por Ricardo Daher

Los atentados en Bruselas, sede de la Unión Europea, ha provocado una lógica y comprensible reacción de indignación y repudio en todo el mundo. Aunque nadie se ha atribuido los atentados, todo parece indicar que se trataría de militantes del Estado Islámico, conocido por su sigla en inglés ISI.
El hecho ocurrió en la fecha límite establecido por Rusia para que Estados Unidos decida cómo actuar en Siria para mantener el débil cese de las confrontaciones. Rusia alega que el ISI está atacando poblaciones civiles y que se hace insostenible la situación y reclama el cese de la pasividad norteamericana y europea.

Por cierto, los gérmenes del ISI fueron respaldados, apoyados y entrenados por Estados Unidos y aliados europeos para derrotar a Kadaffi en Libia, y como ya pasó con los muhayedines afganos, también respaldos por los países occidentales, adquirieron autonomía y desataron el extremismo religioso conservador que siempre tuvieron.

Tres días antes de los atentados de Bruselas, Europa acordó con Turquía como frenar la ola de inmigrantes adelantando un fondo de 3.000 millones de euros al gobierno de Ankara. El gobierno del presidente Erdogan, ha sido acusado por Rusia de servir de puente a las exportaciones de petróleo del Estado Islámico, otra extraña relación entre el ISI y Europa.
El llamado viejo continente en tanto sigue mirando para el costado cuando la coalición liderada por Arabia Saudita bombardea poblaciones enteras en Yemén, al tiempo que apoya las propuestas de la oposición siria de dividir el país, como se hizo con Yugoslavia.

El compartible rechazo a las acciones terroristas de ISI, que no se debe limitar solo a sus acciones en Europa, ha contribuido también a exacerbar el sentimiento anti árabe y anti inmigrante en el viejo continente.
Los partidos de extrema derecha han multiplicado el apoyo electoral en los últimos cinco años y han comenzado a extenderse en toda Europa guardias de choques neonazis que patrullan las calles de varias ciudades, atacan inmigrantes sospechosos e incendian locales preparados para recibir refugiados, o directamente lugares de asilos ya habitados.

El grupo denominado “Los soldados de Odin” abarca ya más de 50 ciudades en los países nórdicos. El grupo creado por un neonazi finlandés se ha extendido a los demás países nórdicos y nuclea desde pandillas de motociclistas dedicadas al narcotráfico, extorsión y asaltos a blindados, a grupos que reivindican la ideología nazi fascista.
Este lunes hicieron una demostración de fuerza al patrullar las calles de varias ciudades suecas ante la pasividad policial.

En caso de haber elecciones en Suecia, la coalición de derecha volvería al poder solo por su prédica antiinmigrante. El gobierno socialdemócrata en tanto comienza a adoptar posiciones similares a la de la oposición en el tema.

En Alemania, el pasado 12 de marzo, los grupos antiinmigrantes de extrema derecha lograron un importante avance en las elecciones regionales, y el partido Alternativa para Alemania logró entrar en el parlamento regional por primera vez, obteniendo más del 24% de los votos, siendo la segunda fuerza más votada en Sajonia. El próximo año se llevarán a cabo las elecciones para el parlamento nacional, quien elegirá después al canciller o jefe de gobierno.
Los partidos de la derecha tradicional conservadora tienen cada vez más difícil formar gobierno sin contar con la extrema derecha, y los partidos socialdemócratas no se presentan como alternativa, sino que se corren también hacia el conservadurismo, asumiendo posiciones de la derecha conservadora, haciendo casi imposible que el electorado los diferencie.

Al mismo tiempo que crecen los partidos racistas y xenófobos, los organismos técnicos advierten que Europa necesitará mano de obra inmigrante para sostener la economía y financiar las pensiones de los europeos que se jubilan.

Un informe de la Comisión Europea conocido el año pasado advierte que el continente necesitará sumar 50 millones de trabajadores hasta el 2050 si quiere mantener su sistema social debido al envejecimiento de la población. La única forma de lograrlo es admitir mano de obra extracomunitaria.
La canciller alemana Angela Merkel anunció el pasado año que recibiría a un millón de inmigrantes, es que Alemania es el país con la edad media más alta del mundo.

Europa se debate entre la necesidad de atraer e integrar inmigrantes a su mercado laboral, y la prédica derechista que reclama una “nación pura” libre de inmigrantes de otras culturas.

Algunos observadores encuentran ciertas similitudes entre el clima político que se está gestando en Europa, y el que existía en la previa al ascenso al poder de Adolf Hitler en Alemania en 1932. Habrá que ver si los líderes europeos encuentran el rumbo o se mantienen como dirigentes de una Unión que no se atreve a jugar un papel en un mundo multipolar, aceptando su rol de segundón de Estados Unidos.

lunes, 29 de febrero de 2016

Por Ricardo Daher: Un crimen que cambió la evolución de Suecia


Europa NOTICIAS

Un crimen que cambió la evolución de Suecia

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30 años del asesinato de Olof Palme
Por Ricardo Daher
El 28 de febrero de 1986, era asesinado de un disparo el primer ministro de Suecia, Olof Palme. A 30 años del crimen que cambió la evolución de Suecia no existe ninguna certeza de quien o quienes fueron sus autores materiales o intelectuales. Un equipo especial de investigación de la Policía prosigue repasando datos y buscando nuevas pistas. En un documental para la televisión, uno de sus investigadores sostuvo que manejan actualmente unas cinco pistas.

Todos coinciden que la actuación policial en los primeros momentos tras el asesinato y en los días sucesivos, fue escandalosamente mala, lo que incentivó una de las hipótesis que involucraba a un grupo interno de la policía de Estocolmo en el crimen.

En las primeras etapas de investigación surgieron diversas  hipótesis, desde una potencia extranjera, servicios secretos sudafricanos, chilenos, guerrilleros kurdos, un loco, un fanático de extrema derecha local, iraníes, mercenarios contratados por una empresa de armamentos, entre las más mencionadas.
El jueves, en una entrevista para canal 4, incluida en un documental sobre las últimas horas de Palme, el entonces ministro de Economía, Kjell Olof Feldt, confesó que en ese momento pensó en un “golpe de Estado”.

Palme era objeto de un odio exacerbado por parte de la derecha y tenía enemigos internos en las fuerzas armadas. Ese mismo año había ordenado un brutal recorte del presupuesto militar.

Tampoco era muy querido por su papel internacional a favor de la paz. Siendo un joven ministro encabezó en 1968 una marcha contra la guerra en Vietnam, visitó oficialmente Cuba y la Nicaragua sandinista, además de encabezar el boicot contra la Sudáfrica del apartheid. Abrió las puertas a decenas de miles de refugiados latinoamericanos, y fue de los pocos líderes de Estado que llamó al general Augusto Pinochet “asesino” públicamente.

Antes del asesinato de Olof Palme, el Partido Socialdemócrata que encabezaba, no bajaba del 40% de los votos y era lejos la principal fuerza política del país. Hoy a 30 años del suceso es el tercer partido con menos del 20% de los votos, superados por los dos partidos de derecha, Conservador (Moderata) y Demócratas de Suecia(extrema derecha neonazi) que es hoy el mayor partido con más del 25% de los votos.

Consultado sobre la diferencia entre aquella Suecia y esta, el escritor Jan Guillot resumió claramente: “aquella generación de socialdemócratas estaba muy a la izquierda de la actual”.
Tras la muerte de Palme se fue haciendo más difícil diferenciar la Socialdemocracia de los partidos del llamado “Bloque Burgués” constituido por los partidos de derecha, al tiempo que el minúsculo partido neonazi abandonaba las botas y las camperas por el traje y corbata y pasar de una votación que nunca superaba el 3% a ser el mayor partido sueco.

Después de 1986 las autoridades suecas comenzaron a desmontar parte del llamado “sistema de bienestar” que construyó la Socialdemocracia durante décadas. Llegaron las privatizaciones, el ingreso a la Unión Europea con sus compromisos neoliberales, una colaboración más estrecha con la OTAN y el abandono de la política activa internacional sobre derechos humanos y ayuda a los países subdesarrollados, aunque ha mantenido una política abierta de recepción de refugiados.

El asesinato de Palme terminó también con un ciclo de una socialdemocracia europea que se plantaba como una alternativa al polo dominador de Estados Unidos en la escena mundial yal bloque soviético, para ser hoy un aliado de segundo nivel de Estados Unidos.

Tras la muerte de Palme se dio también la renuncia de Bruno Kreisky canciller socialdemócrata austríaco, y ya había ocurrido la renuncia de Willy Brandt en Alemania (curiosamente dos ex refugiados en Suecia durante la Segunda Guerra Mundial) que marcaban el paso de la socialdemocracia internacional.

Las figuras que siguieron en la llamada Segunda Internacional en Europa provocaron decepción entre sus ciudadanos, como el fracaso de la “tercera opción” de Tony Blair, o el socialismo de Felipe González, que terminaron abrazados al aparato militar norteamericano.

Publicamos artículos de de autores creibles, pero leghalmente Contexto_universitario no es responsable de sus opiniones