Por Marcos A. Gandàsegui h: La Cumbre de las Américas anuncia una crisis de Sistema
Enviado por Barometro
Internacional el miércoles, 01 abril, 2015 a las 11:39
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VII
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bi
La
La
política exterior de un país es el reflejo de su política
interna. En el caso de la VII Cumbre de las Américas, que se
efectuará en la ciudad de Panamá, en apenas dos semanas, existe
una tradición que se remonta dos siglos en que los países del
hemisferio buscan crear un sistema político – sin mucho éxito -
mediante acuerdos y alianzas internacionales. El Congreso
Anfictiónico convocado por Bolívar en 1826 – precisamente en la
capital panameña - tuvo como objetivo sellar la independencia de
las nuevas repúblicas y bloquear el retorno de las potencias
europeas.
La
Cumbre de 2015 plantea la intención de los gobiernos
latinoamericanos de consolidar un sistema que respete su soberanía
y la autodeterminación de sus pueblos. La decisión de Cuba de
participar en la Cumbre organizada por la Organización de Estados
Americanos (OEA) le dio un impulso especial al encuentro. Todo
indicaba que las relaciones entre la isla caribeña y EEUU entraban
en una nueva fase. Por primera vez en 55 años los presidentes de
los dos países se sentarían juntos en una mesa.
Sin
embargo, EEUU decidió sacar una carta de la manga que puso en
peligro el sistema que construyen los países de la región.
Faltando poco para el cónclave, el presidente Barack Obama declaró
que Venezuela representaba un peligro para su “seguridad interna y
política exterior”. La agresividad de Obama contrastaba con su
discurso pronunciado junto con el presidente cubano, Raúl Castro,
subrayando que las diferencias entre los dos países no podían
resolverse mediante la fuerza ni el engaño.
La
‘declaración de guerra’ de Washington contra el gobierno que
preside Nicolás Maduro en Caracas, fue calificada como una
intromisión burda por gobiernos y sectores sociales de toda la
región. El anuncio de Obama se dio a conocer sólo unos días
después del frustrado golpe contra la revolución bolivariana
montada en Colombia con apoyo de EEUU.
En
la Casa Blanca se puso en marcha, hace más de 15 años, cuando aún
vivía el presidente Hugo Chávez, una estrategia que buscaba un
“cambio de régimen” mediante mecanismos no democráticos. A
pesar de todos los esfuerzos, Washington no ha tenido éxito. A
mediados de 2015, Venezuela celebrará elecciones donde las fuerzas
polarizadas pondrán a prueba su apoyo popular.
La
táctica utilizada por Washington contra Venezuela se parece mucho a
la acción de desgaste que ese país aplicó contra Panamá hace 25
años antes de invadir militarmente al istmo. La actual ofensiva
norteamericana incluye sabotaje económico, movilización de
extremistas que utilizan tácticas terroristas y la división de las
fuerzas armadas de la revolución bolivariana.
EEUU
también llega a la Cumbre promoviendo una política divisionista.
Mientras que los países más progresistas promueven ALBA, EEUU
abanica la llamada Alianza del Pacífico. Washington también ha
extendido su presencia militar en la región. Ha ocupado
militarmente países como México y Colombia. Sus tropas se mueven
con plena libertad en Honduras y Haití. Tiene bases militares en
Chile, Perú y Paraguay. En el caso de Panamá, ha construido 12
bases aéreo-navales en las dos costas del país.
Hace
pocos meses el discurso de Obama en torno a la nueva política hacia
Cuba era considerada prometedora en la región. La Cumbre de Panamá
no aceptará la impunidad norteamericana que caracterizó el siglo
XX. En términos políticos y económicos ha perdido su hegemonía
de antaño.
EEUU
parece convencida que su única opción en América latina en el
siglo XXI es imponer su fuerza militar. Para corregir ese rumbo
equivocado, Obama tendría que llegar a la Cumbre con un discurso
que promueva la convivencia, acompañada de acciones que apoyen su
retórica. La vieja Alianza del Progreso es algo del pasado. En la
actualidad, tendría que plantear una nueva política de intercambio
comercial, de paz y de búsqueda de soluciones para los migrantes de
la región que buscan empleo en EEUU.
En
materia comercial, EEUU tiene que abandonar sus pretensiones de
arrancar las riquezas a los países de la región, especialmente
Venezuela. En materia de paz Washington debe declarar el hemisferio
libre de militarismo. Tendría que desocupar las bases de
Guantánamo, de Haití, Honduras y Colombia. Así mismo, retirar sus
llamados ‘asesores’ militares de Panamá, Costa Rica, Chile y
Perú. La Cumbre de Panamá anuncia una crisis de sistema que se
reflejará en los cambios de la política exterior de EEUU hacia la
región en un futuro no lejano.
Cortesía
SurAmericaPress