VENEZUELA: ALGUNAS CLAVES PARA ENTENDER AL SOBERANO
1.
Conseguir el hilo Ariadna, para salir del laberinto de la crisis
nacional, requiere de la interpretación correcta del voto popular
emitido contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro. El
voto por la oposición no fue un cheque en blanco, otorgado por una
mayoría que desde al año 1999 voto contra ella. El voto no fue de
apoyo incondicional a la oposición, sino por la percepción de
incompetencia del gobierno actual, para corregir entuertos
económicos-financieros ajenos, y errores propios; y contra el
discurso o la coartada de una guerra económica y un enemigo ubicuo.
2.
En atención a su gravedad, hay tres temas sustantivos que pueden
contribuir a explicar las motivaciones circunstanciales del soberano:
la crisis económica, la inseguridad colectiva a la que se ven
sometidos los venezolanos, todos los días. El país ha estado
clamando por una economía real, por la seguridad colectiva contra el
hampa y contra la intolerancia.
3.
Cualquier intento por remediar los daños espirituales y económicos
causados durante estos años de enfrentamiento y de conflicto, pasan
por reconstruir, políticamente, los escenarios naturales para la
discusión política. La Asamblea nacional, en primer lugar, debe
recuperar su condición privilegiada para el debate nacional, la
concertación imprescindible y la reconciliación necesaria, como
medio para acordar, cómo saldremos de la crisis, para reorientar la
existencia del país y de una nación que no tiene un solo dueño.
Les debemos recordar a quienes se van y a quienes llegan que las
mayorías son siempre circunstanciales.
4.
Los militares salidos de sus cuarteles para gobernar con una mochila
de ignorancia política e intolerancia, tendrán que reiniciar su
formación desde los valores de la democracia radical y la civilidad.
La Fuerza Armada Nacional debe ser el medio para la defensa nacional
y puede ser un recurso para el desarrollo del país, pero nunca una
la muleta de cualquier partido en el ejercicio democrático del
poder.
5.
En cuanto a los medios públicos de comunicación, se debe acordar y
reconocer que ellos deben estar abiertos a todas las corrientes
pensamiento. No pueden seguir siendo plataformas comunicacionales
para el usufructo de un partido en el poder; y tampoco un medio para
el soliloquio revolucionario o para "la conversa" de
quienes piensan igual; y menos, para la exclusión del pensamiento de
quienes piensan de modo distinto. ¡Ah!, y hasta tanto no exista una
sociedad ideal, debe existir un Estado para la protección
existencial de la nación y un gobierno que gobierne para todos los
connacionales. Deben existir poderes públicos, contralores y de
justicia, creíbles. No basta con que la mujer del Cesar sea honesta,
debe también, parecerlo.
6.
Cualquier intento de rectificación política debería comenzar por
la revisión de los errores propios de cada parcialidad política.
Deberíamos comenzar por rechazar la intolerancia y las vías
violentas como medios para el ejercicio habitual de la política.
Rechazar para siempre la vía del golpe, la guarimba, el saboteo, la
descalificación del adversario, el mote, la burla, el remoquete y la
indecencia. No podemos seguir considerando que quien piensa distinto
de nosotros es un tal “Señor Basura.”
7.
Un capítulo aparte de la discusión, que deberíamos promover con
los usufructuarios de esta lid, debe partir del reconocimiento y de
la admisión de que durante estos años hubo importantes logros
nacionales e internacionales, en materia de reconocimiento a grupos
sociales excluidos, educación, ciencia y tecnología, justicia
social e integración regional y sub-regional. Debemos partir de
estos reconocimientos para preservar concertadamente todo lo que
debamos preservar.
8.
No basta con asociar y reducir el descontento popular, sólo a los
problemas económicos del país. Esta elección ha sido una muestra
de polarización, pero también de las triquiñuelas y de los
retrocesos que deberíamos evitar. ¿Cómo explicar que ni tan sólo
uno de los partidos pequeños esté representado en la nueva
asamblea? La representación popular de las minorías es una
conquista democrática que debemos preservar y defender, para
restablecer, hoy más que nunca, el equilibrio de poderes.
9.
Deberemos replantearnos la lucha contra la corrupción. Contra todas
las formas de corrupción. Contra la tradicional corrupción
sustentada en la apropiación o el derroche de los dineros públicos
y contra las formas de perversión sustentadas en la dádiva, el
privilegio al compañerito y el regalo a cambio de nada. El pueblo
humilde, sabe o intuye, que las cosas regaladas con los dineros
públicos son formas de corrupción que debilitan los valores del
esfuerzo y el trabajo. A las personas les disgusta que se les compre
su apoyo y su conciencia.
10.
La actual coyuntura política, evidencia la necesidad de concertar
para gobernar, a través de la formación de amplio gobierno de
coalición. Se requiere de un frente nacional en donde esté
representada la oposición, el gobierno y los diversos partidos y
sectores sociales, comunales, académicos y laborales. La actual
correlación de fuerzas, evidencia que el gobierno no podrá gobernar
sin el apoyo del parlamento y que este deberá colaborar con el
gobierno para ayudarnos a reconstruir la economía familiar y
nacional, cual es uno de los anhelos fácilmente reconocibles en el
voto castigo del 6 de diciembre.
07
de diciembre de 2015