Leandro Albani: Vía libre para bombardear Siria
Enviado
por Barometro
Internacional el sábado, 13 septiembre, 2014 a las 14:57
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George
W. Bush sibci
Con
la excusa de “detener” al grupo terrorista Estado Islámico,
Obama anunció que podría bombardear Siria. Su presidente, Al Assad,
denunció que eso implicaría “una brutal violación de la ley
internacional”. También lo rechazaron Rusia e Irán.
En
el día del 13º aniversario del atentado a las Torres Gemelas,
Barack Obama anunció que redoblará los bombardeos para enfrentar al
Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL). Pero además aseguró
que su país está preparado y dispuesto a trasladar las acciones
militares a territorio sirio. Las declaraciones del mandatario
ocurren después de que la Organización del Tratado para el
Atlántico Norte (OTAN) acordara la creación de nuevos escuadrones
militares para intervenir en las naciones que considere en conflicto.
Las
palabras de Obama fueron pronunciadas un año después de que la Casa
Blanca descartó una intervención militar en Siria, luego de que el
país liderado por el presidente Bashar Al Assad aceptara la
propuesta rusa de poner bajo control internacional su armamento
químico, proceso que finalizó con éxito y tuvo un fuerte respaldo
internacional. Pero desde hace más de tres años, Washington busca
desesperadamente argumentos y mecanismos para derrocar a Al Assad,
quien cuenta con un masivo respaldo de la población y de las Fuerzas
Armadas, pese a que en la nación árabe ya se contabilizan casi 200
mil muertos desde que comenzaron a operar organizaciones terroristas
financiadas desde el exterior y conformadas por mercenarios de, al
menos, 80 nacionalidades.
Con
la irrupción del EIIL, Estados Unidos encontró un punto de apoyo
para sus planes de injerencia en Medio Oriente. Aunque el Estado
Islámico está señalado de ser una creación de la Casa Blanca y
sus aliados, principalmente de las monarquías del Golfo Pérsico, el
grupo dirigido por Abu Abdullah Al Rashid Al Baghdadi se perfila como
el nuevo enemigo número uno de Estados Unidos. La historia de la
“lucha” estadounidense contra el “terrorismo internacional”
vuelve a repetirse, como lo fue durante la administración de George
W. Bush.
“Firme”
y “sin descanso”; así manifestó Obama que será la campaña
militar contra el EIIL. Campaña que no respetará las fronteras del
Medio Oriente, ya que se profundizará en Irak y podría desembocar
en territorio sirio.
En
su discurso en referencia al (supuesto) atentando a las Torres
Gemelas en septiembre de 2011, el mandatario expresó que
“perseguiremos a los terroristas que amenazan a nuestro país donde
quiera que estén. Eso significa que no dudaré en actuar contra el
EI en Siria, así como en Irak”. De esta manera, Obama confirma uno
de sus objetivos de gestión: derribar del poder a Bashar Al Assad,
aunque el presidente sirio haya triunfado en las últimas elecciones
y potencias mundiales como Rusia y China deploren la caída del líder
árabe.
En
su discurso, Obama retomó una de sus características a la hora de
definir políticas guerreristas, al descartar una intervención
terrestre. En esta ocasión, aseguró que su administración pondrá
en funcionamiento “operaciones contraterroristas para cortar la
financiación y el reclutamiento de combatientes” que ingresan al
EI.
Igualmente,
el mandatario remarcó que los bombardeos que ya hacen blanco en Irak
podrían trasladarse en Siria. A su vez, Obama volvió a confirmar
que su administración financiará, entrenará y equipará a lo que
denomina la “oposición siria moderada”, en referencia a grupos
irregulares armados como el Ejército Libre Sirio (ELS). El ELS es
una de las agrupaciones terroristas que operan en territorio sirio y
que mantienen fuertes lazos con Al Qaeda y el propio EIIL. Es más,
el propio Al Baghdadi es señalado como un ex miliciano del ELS.
Ante
los posibles bombardeos contra Siria bajo la excusa de destruir al
EIIL, Obama dejó de lado las opiniones o decisiones que tome el
Ejecutivo de Al Assad. “En la lucha contra el EI –afirmó -no
podemos confiar en Al Assad, no podemos confiar en un régimen que
aterroriza a su pueblo, un régimen que nunca recuperará la
legitimidad que ha perdido”. Obama agregó que por eso mismo
“tenemos que fortalecer a la oposición como el mejor contrapeso a
los extremistas como el EI, mientras buscamos la solución política
necesaria para resolver la crisis siria de una vez por todas”.
Nuevamente,
el presidente estadounidense pasó por alto la reforma constitucional
que fue votada en referendo por la población siria, como también la
creación de nuevos partidos políticos en ese país o los pasados
comicios en los cuales Al Assad triunfó por amplia mayoría. Obama
también obvió las decenas de pruebas presentadas por el gobierno
sirio en Naciones Unidas, confirmando que en el país actúan
agrupaciones terroristas financiadas desde el exterior y conformadas
por mercenarios de diversas nacionalidades.
A
finales de agosto, el portavoz de la Casa Blanca, John Earnest, había
declarado que “de lo que hablamos ahora es de enfrentar a un grupo
terrorista que ha buscado un refugio seguro en Siria. Este es un
grupo que supone una amenaza a los estadounidenses en la región y
que podría potencialmente plantear una amenaza más amplia a los
intereses estadounidenses y de nuestros aliados en el mundo”.
Al
igual que su antecesor George W. Bush, Obama parece dispuesto a
combatir al terrorismo hasta en los rincones más oscuros del mundo.
Al tomar una decisión de este tipo, las consecuencias que provocará
ya son por demás de conocidas.
La
respuesta siria
Conocidas
las declaraciones de Obama, el presidente Al Assad, a través de un
comunicado oficial, consideró que Washington “no es serio en la
lucha antiterrorista”. El mandatario fue tajante al expresar que
“la oposición ‘moderada’, como Obama la describe, no son más
que criminales como los terroristas de EI”. Al Assad agregó que
mientras Estados Unidos “declara la guerra a una parte de ella, por
otro insta a armar a la otra parte”. El gobierno sirio además
denunció que Washington es quien patrocina el terrorismo en Medio
Oriente y ordena a sus servicios de inteligencia envíar dinero y
armas a los “terroristas internacionales que se infiltran desde
Turquía, Jordania y Líbano para combatir y expandir el caos en
Siria”.
Por
su parte, el canciller sirio, Walid Al Moalem, consideró que
cualquier ataque de Estados Unidos contra la nación árabe y
que no cuente con la autorización de Damasco será una “violación
flagrante a la integridad territorial”.
Quienes
también se pronunciaron ante los anuncios de Obama, fueron los
gobiernos de Rusia e Irán. El portavoz de la cancillería de Moscú,
Alexander Lukashevich, alertó que “el presidente de Estados Unidos
ha hablado directamente sobre la posibilidad de que las fuerzas
armadas estadounidenses lancen ataques contra posiciones de EI en
Siria, sin el consentimiento de un gobierno legítimo”. El
funcionario ruso remarcó que los bombardeos contra Siria, “en
ausencia de una decisión del Consejo de Seguridad de Naciones
Unidas, sería un acto de agresión (y) una brutal violación de la
ley internacional”.
El
gobierno iraní del presidente Hasan Rohani manifestó, a través de
su cancillería, que existen “serias ambigüedades” en las
intenciones de Obama y la alianza que formó para combatir al EIIL.
“Hay dudas sobre la seriedad y honestidad de la coalición que se
ha formado tras la cumbre de la OTAN para la lucha contra los
terroristas”, señaló la portavoz del Ministerio de Asuntos
Exteriores iraní, Marzie Afjam. Al igual que el gobierno sirio, Irán
denunció que “algunos miembros” de la nueva coalición brindan
apoyo financiero y de seguridad a grupos terroristas en Irak y Siria.
leandroalbani@gmail.com
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