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miércoles, 26 de febrero de 2014

LA METÓDICA DEL GOLPE POSTMODERNO

Por  Rómulo Pérez Pérez

Un regla básica consiste en desdeñar absolutamente las posibles y las verdaderas razones por las cuales, una determinada población podría protestar; por motivo de que las verdades constituyen motivo para la discusión o para la reflexión, lo cual debilita un discurso mendaz orientado a falsificar la verdad o a justificar una injustificable rebelión social.

Cuando cesen en Venezuela las protestas violentas, concertadas desde el exterior, para derrocar a un gobierno popular, democrático y legítimo, tendremos abundante material para caracterizar los métodos del "Coup dEtat de couleur". Lo que podríamos calificar como la técnica del golpe de Estado de colores. Pero algo más relevante; habrá suficiente material discursivo para revisar las tesis leninistas sobre las condiciones que harían posible el éxito de revoluciones o revueltas sociales.


Hasta hace poco, las lógicas de las técnicas del golpe de Estado nos remitían, y tenían como premisa, la necesidad previa de sustentarse en la posible existencia de condiciones políticas objetivas y subjetivas, que hicieran posible la mera idea de plantearse la instigación de una revuelta. Era necesario valorar el descontento popular, la legitimidad de origen del poder, el apoyo de movimientos populares, el apoyo de sindicatos y gremios, el apoyo político externo y la capacidad de respuesta del gobierno y del propio Estado. 
Las técnicas de las revoluciones primaverales, o de colores, omite la aplicación de tales lógicas y se plantea directamente la existencia de pocas condiciones objetivas, asociadas a las posibilidades del poder mediático existente en algún país de interés político o geopolítico para las potencias imperialistas. Ellas son: 1) La existencia de medios de comunicación con un historial de degradación ética y fácilmente mercenarizables; 2) La existencia población o grupos con diferencias altamente polarizadas, en términos políticos o religiosos; 3) La existencia de lógicas de poder, en esos medios, asociados al control económico y del propio poder del Estado; 4) La suficiencia tecnológica de las TICs, en esos medios de comunicación (alcance mediático y tecnológico); 4) Dependencia informativa y articulación trasnacional; y 5) Garantía de sumisión política de los medios de comunicación; 6) Existencia de suficientes recursos (billetes verdes con el rostro de George) proporcionados desde el exterior para promover la violencia terrorista, la desestabilización y la ingobernabilidad. 

La primera exigencia requiere de medios de comunicación escritos y audiovisuales mercenarios, dispuestos a alterar absolutamente la verdad. Se requiere del comprometido concurso de varios medios mendaces dispuestos  actuar sincronizadamente para de adulterar la realidad y confirmarla. Es importante una coherente trayectoria de degradación ética del diario y de sus periodistas. Un solo periodista honesto podría arruinar el serio trabajo de la construcción de intrigas políticas nacionales e internacionales. Esta es la primera premisa, sin la cual no es posible imaginar, multiplicar y proyectar falsas realidades, al interior o al exterior de cualquier sociedad. 
Se requiere de la existencia de una población altamente polarizada sobre la cual se pueda incidir mediante la manipulación mediática y acciones terroristas, orientadas a convertir al otro en el verdadero enemigo. Para ello, como se observa, es necesario exaltar las diferencias existentes en cualquier comunidad humana y potenciarlas mediáticamente como factores de peligro. Son factores importantes la caracterización y la amplificación mediática de las diferencias políticas, criminalizar a las organizaciones de apoyo popular al gobierno, estigmatizar a los sectores populares o señalar como peligro a determinada religión o una rama o variante de ella (particularmente en el mundo musulmán). Exaltar y apologizar movimientos y símbolos de inspiración nazi. Negar el carácter ostensiblemente violento de protestas subversivas. Defender el derecho a la protesta pacífica con medios violentos. Mostrar rostros ensangrentados y atribuirlo a una supuesta represión de la protesta. Repetir, mil veces, el testimonio de los violentos, señalando que se les han conculcado sus derechos; o que el gobierno los ha infiltrado para quemar un centro de salud o un edificio público; y luego, por supuesto, exigir la libertad de los supuestos infiltrados. Con antelación a las acciones violentas de todo tipo, se debe divulgar, en medios impresos y audiovisuales, los aspectos humanitarios, afectivos, amorosos y desconocidos de la personalidad de Adolfo Hitler; su ternura por su perrita Blonddy, su pasión por Eva Braum (nada de hornos ni campos de concentración). En este aspecto es importante el apoyo externo, "inocente" o concertado, con las cableteras (quien tenga dudas, revise la programación de canales de descubrimiento e historia entre la última semana de enero y la primera de febrero de este año). La historia de un Adolfo Hitler humanizado era, probablemente, para Ucrania, pero como el formato es el mismo, vale para Venezuela. Dale. El postulado básico es miente y desmiente descaradamente, confunde, divide y reinarás sobre la nación que se pretende fracturar y controlar. 
Es fundamental conocer las lógicas de poder de los candidatos a mercenarios, sus apetencias, el ego de los editores, sus marrumuncias financieras en negocios iguales o distintos de la comunicación social, sus debilidades corporativas y hasta personales. Particularmente, es conveniente contratar con medios en los que se verifique la existencia crónica de problemas financieros, para garantizar la sumisión del medio a las dádivas del exterior aportadas en nombre de la defensa de la democracia. 

No puede ser un diario o dos. Se requiere del concurso de un ejército mediático constituido por diarios internos y externos que controlen más de la mitad de la circulación certificada en prensa nacional e internacional. Se requiere que sus fuentes de información transnacional, las llamadas agencias de noticias,  estén claramente articuladas con las pautas informativas del Departamento de Estado y del imperialismo global en materia de libertad de prensa e información; y particularmente, con el discurso imperial sobre los derechos humanos. Es importante que la concertación se produzca con diarios de largo prontuario en malandrerías mediáticas, en cuyo seno se haya comprobado, o se sospeche, la existencia de periodistas tarifados y agentes de la CIA. No basta con que los diarios, pretendidos, hayan cometido pequeñas o deleznables desviaciones éticas. Su degradación periodística tiene que haber sido consistente con el discurso imperial, orientado hacia la justificación de invasiones y guerras neocoloniales en otros países (Afganistán, Irak, Libia Siria) en cuya ocasión los editores hubieren establecido comparaciones grotescas e incomparables entre los gobernantes de esos países y el del país de su nacionalidad o una de sus nacionalidades. De modo que es menester garantizar un prontuario irredento en el ocultamiento o la minimización de información relevante (en primera plana) sobre logros de un gobierno; tergiversación de la noticia, divulgación de información tendenciosa para la satanización gobernantes, supresión contextual de contenidos, falsificación y utilización de fotos de otros conflictos y países. 

Es bien importante elegir diarios en donde escasee el talento intelectual. Un diario compuesto por una planta eficiente de formadores de opinión, creíbles y talentosos, ha creado las condiciones para una adecuada e irreverente lectura crítica del discurso periodístico. Es importante que el diario o los diarios tengan una o varias revistas de farándula, que den cuenta de target reproductor acrítico de cualquier basura periodística; no es imprescindible. Si es imprescindible, que su dueño o su editor háyase formado en alguna universidad norteamericana, o como mínimo en una universidad privada de tipo empresarial; o que su editor sea un renegado de su pasado comunista. Es recomendable que la repetición de mentiras evidencie un inocultable desprecio por la opinión pública, estudiantes de comunicación social y por sus propios periodistas. 

Un regla básica consiste en desdeñar absolutamente las posibles y las verdaderas razones por las cuales, una determinada población podría protestar; por motivo de que las verdades constituyen ocasión para la discusión o para la reflexión, lo cual debilita un discurso mendaz orientado a falsificar la verdad o a justificar una injustificable rebelión social. No se puede permitir o argumentar la existencia de razones. Todo el discurso, escrito o audiovisual, debe estar orientado hacia la irracionalidad, la promoción del odio, la desargumentación y el fanatismo. En este sentido se debe promover la creación de espacios de opinión breve, articulados con las redes sociales, en los cuales se permita la multiplicación antivalores idiomáticos, escatológicos, antirracistas, anticomunistas, xenófobos, homófonos y todos aquellos elementos que puedan contribuir a instituir la banalidad, la nadería, la intolerancia, el desarraigo nacional y la fragmentación de una sociedad con fuertes valores identitarios nacionales de tipo histórico o religioso. Conviene recordar que cualquier mercediario contratable, deberá cumplir con la máxima conforme a la cual una noticia-mentira o mentira-noticia, repetida y coreada mil veces, es susceptible de convertirse en verdad.  

En la Venezuela de estos días, un conjunto de diarios cumple, a pie juntillas, la cartilla del golpe postmoderno, o del "golpe suave", para promover la anarquía, la ingobernabilidad, justificar acciones fascistas y el derrocamiento de un gobierno, hasta ahora democrático, el cual desean sustituir por un gobierno de derecha; lo cual es impensable en una nación en donde todos somos libertarios. Se volvieron a equivocar quienes, desde el exterior, mueven los hilos de sus  desprestigiadas marionetas de la derecha y de la extrema derecha, en esta tierra de gracia. 


Correo: contextouniversitario@gmail.com



lunes, 1 de marzo de 2010

Análisis Crítico del Discurso

DESCRIPCIÓN DE LA PERSPECTIVA DEL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO DE TEUN A. VAN DIJK

Henry Tovar


El presente trabajo describe los aspectos teóricos y metodológicos propuestos por Van Dijk, expresados en un trabajo titulado: La multidisciplinariedad del análisis crítico del discurso: un alegato a favor de la diversidad,” publicado en el libro titulado, Métodos de Análisis Crítico del Discurso, de Ruth Wodak y Michael Mayer (2003), (autores y compiladores de la obra). Obra publicada por la Editorial Gedisa. España Se ha seleccionado a este autor por cuanto su propuesta constituye uno de los enfoques de mayor claridad conceptual, dentro de las propuestas contenidas en el libro citado, y por porque su perspectiva invita a, y parece permitir, la conjunción de diversos enfoques y aportes multidisciplinares, dentro del campo de las ciencias sociales. Una perspectiva, crítica y multidisciplinar (Van Dijk), Van Dijk niega que el ACD constituya una orientación investigadora como la gramática TG o como la lingüística sistémica, ni una subdisciplina del análisis discursivo de la psicología o el análisis conversacional. “Tampoco un método, ni una teoría que simplemente pueda aplicarse al estudio de las ciencias sociales. El ACD puede realizarse en, o combinarse con cualquier enfoque y subdisciplina de las humanidades y las ciencias sociales” (2003:144). En consecuencia, la define como “una perspectiva, crítica, sobre la realización del saber: es por así decirlo, un análisis del discurso en la producción y en la reproducción del abuso de poder o de la dominación.” (Ídem; 2003). Van Dijk proclama que el ACD debe realizarse desde una “actitud,” que interpretamos como crítica, pero comprometida con quienes resultan oprimidos en una relación discusiva y legitimadora de un orden y contra quienes abusan de los textos para legitimar su abuso de poder. En ese sentido reivindica la asunción de una postura sociopolítica. No obstante, a pesar de que la define como una perspectiva, como quien dijera, “nuestra perspectiva,” señala que el ACD ha de ser un saber riguroso, fundado en teorías multidisciplinares que expliquen “las complejidades de las relaciones entre las estructuras del discurso y las estructuras sociales.” (2003:145). Luego señala que, “Sin un método explicito y sistemático, no es posible generar ninguna observación socialmente útil o cognitivamente fiables” (Ídem; 2003).

Prolegómenos de su Propuesta Teórica
Antes de señalar el meollo de su propuesta, es preciso indicar que Van Dijk, reivindicando su orientación multidisciplinar, propone el análisis discursivo , sin limitarse a él. Éste, está constituido por la relación entre el discurso, la cognición y la sociedad, los cuales asume como una categoría triangular (discurso-cognición–sociedad) y metateorética, en tanto que constituye una reelaboración u operacionalización de conceptos con los cuales pretende configurar y expresar su particular interpretación de los contenidos de una perspectiva del ACD. No obstante, señala que los problemas abordados por el ACD, “También requieren de un enfoque histórico, cultural, socioeconómico, filosófico, lógico o neurológico, en función de lo que se quiere saber” (2003:146). 

Para Van Dijk, la naturaleza fundamentalmente verbal del discurso, requerirá de una sólida base lingüística en términos amplios (estructural y funcional). En consecuencia, sea cual sea el resto de las dimensiones del discurso que aborde el ACD, éste (…) siempre necesita explicar al menos, como es obvio, algunas de las detalladas estructuras, estrategias y funciones del texto y la conversación, lo que incluye las formas –gramaticales, pragmáticas, de interacción, estilísticas, retóricas, semióticas, narrativas y similares de la organización verbal y paraverbal de los acontecimientos comunicativos. (Ídem; 2003). También es necesario señalar que Van Dijk, delimita en un caso y generaliza en otro, el significado que confiere a los términos discurso y cognición. En primer término delimita el significado del término “discurso”. “Se utiliza en el amplio sentido lo que incluye la interacción conversacional, los textos escritos y también los gestos asociados, el diseño de la portada, la disposición tipográfica, las imágenes y cualquier otra dimensión semiótica). Esta definición establece alguna diferencia con otras concepciones (Foucault, Jäger). Con relación al significado de cognición señala que, “aquí cognición implica tanto la cognición personal como la cognición social, las creencias y los objetivos así como las valoraciones y las emociones junto con cualquier estructura, representación o proceso mental. El término sociedad abarca tanto las microestructuras locales de relaciones personales, sociales, organizacionales, tanto como las estructuras globales abarcadoras de las relaciones políticas, culturales y societales. (Ídem; 2003). La voz se entiende de modo que incluya las micro estructuras locales (…) como las estructuras mas globales, societales, políticas que se definen en términos de grupo” (Idem;2003). Reconoce la importancia que tiene la relación entre el texto y el contexto, pero la transmuta en la relación existente entre lo cognitivo y lo social. “Un simple análisis de textos y conversaciones unido a algún estudio cognitivo o social no sirve (…) la integración de estas dos explicaciones puede lograr una adecuación descriptiva, explicativa y, sobre todo, crítica en el estudio de los problemas sociales (2003:147). Conforme a su criterio, los métodos de investigación concretos dependen de múltiples variables contextuales, los cuales incluyen objetivos, participantes, instalaciones, usuarios, “lo cual incluye también sus creencias e intereses” (Ídem; 2003) Un aspecto sustantivo de sus observaciones preliminares, dentro del marco general de la nomenclatura del ACD, lo constituye su afirmación sobre la necesidad de “optar y seleccionar aquellas estructuras que sean relevantes para el estudio de una cuestión social” (2003:148). Arguye que, décadas de especialización han , (subrayado suyo), centenares o miles de unidades, niveles, dimensiones y estrategias, entre otras mencionadas, susceptibles de ser analizadas. De éste modo, si queremos estudiar –como sería característico del ACD- las formas en que algunos hablantes o escritores ejercen el poder en su discurso o por medio de él, lo único sensato es estudiar aquellas propiedades que puedan variar en función del poder social. Así, el énfasis, la entonación, el orden de las palabras, el estilo, el léxico, las iniciativas semánticas locales (como las rectificaciones), la elección de temas, los actos del habla, la organización esquemática, las figuras retóricas, y la mayoría de las formas de interacción, son en principio susceptibles de ser controladas por el hablante, y por consiguiente resultan irrelevantes para un estudio del poder social. (2003:148). No obstante, declara la legitimidad de uso cuando el análisis aborda estudios de la conversación informal o institucional entre los hombres y mujeres. Tales recursos serían importantes para determinar el valor que desempeñan en el predominio de la interacción. En ese sentido, Van Dijk, propone niveles y dimensiones que define como relevantes, en tanto que le han resultado útiles para él y para la investigación de otros autores. 

La Propuesta Teórica TEMAS: MACROESTRUCTURAS SEMÁNTICAS está constituida por un conjunto de categorías que el autor define como categorías estructurales. Estas se hallarían relacionadas con las estructuras sociales, dentro de un marco teorético. “En otras palabras, la elección de las categorías del discurso en el ACD recibe su orientación de la teoría, aunque también de los principales objetivos del ACD, esto es, el estudio crítico de la reproducción discursiva de la dominación en la sociedad.” (2003:151). Conforme a Van Dijk, “los temas” (subrayado nuestro) constituyen un elemento esencial para estructurar los significados de un discurso. Implica que un discurso (para el caso, un texto o varios textos) está constituido por un conjunto de temas. Estos permitirían la conformación de diversos significados, inferimos que en distintos niveles: discusivo, cognitivo y social. En consecuencia, los temas son definidos, como macroestructuras semánticas. Cada macroestructura representaría una estructura significante, (referida a unos determinados principios, valores o significaciones) expresada en proposiciones, que el autor define como macroproposiciones, “derivadas de las (micro) estructuras de significado, los temas representan el asunto el discurso, ya que en términos generales incluyen la información más importante de un discurso y explican la coherencia general de los textos y las conversaciones” (Ídem; 2003). Los usuarios de una lengua no son capaces de memorizar y manejar los detalles del significado de los discursos y por lo tanto organizan mentalmente estos significados o temas globales. De allí la importancia que tienen los temas en el discurso, en la interacción y en la estructura social, ya que definen el elemento hacia el que se orientan los hablantes, las organizaciones y los grupos, el elemento que mayor impacto tiene sobre ulteriores discursos y acciones. (Ídem; 2003). Las macroproposiciones, conforme interpretamos de algunos ejemplos propuestos por el autor, corresponden a determinados valores fundamentales, doctrinas, principios provenientes de determinadas culturas, o convenciones aceptadas por determinados grupos sociales, en los cuales adquieren sentido. La libertad, la Ley, los derechos, la religión, la empresa, la comunidad, las minorías constituyen ejemplos de temas que pueden hallarse en un texto. 

LOS SIGNIFICADOS LOCALES Los significados locales están asociados al uso que determinados vocablos (léxico) resultantes de una elección contextual del autor. “Los significados locales son el resultado de la selección que realizan los hablantes o los escritores en función de los modelos mentales que tengan de los acontecimientos o de las creencias de carácter más general que compartan socialmente”. (2003:154). Inferimos que, el valor que pueda tener la carga semántica y su unánime aceptación peden influir para fijar determinados nódulos mentales. La libertad, por ejemplo, constituye un valor fundamental que puede ser compartido de modo unánime, pero el mismo término puede ser invocado dentro de los valores o del contexto del liberalismo para defender intereses específicos o para defender un valor personal contrario a los intereses de la sociedad. En este mismo aparte son abordados los significados de los contenidos implícitos o indirectos. Estos, conforme al autor, resultan de las implicaciones de un enunciado: presupuestos, alusiones, sugerencias, ambigüedades. “Llamamos implícita una información que puede ser inferida de un texto (esto es de su significado) sin que el texto lo haya expresado explícitamente.” (2003:155). Estos, se afirma, estarían relacionados con las creencias subyacentes. 

LA RELEVANCIA DE LAS ESTRUCTURAS <> O SUTILES Las estructura formales, conforme a Van Dijk, se refieren, entre otros recursos, al uso y abuso de las voces pasivas, (,) o afirmaciones imprecisas o vagas, (); la validación de principios ideológicos, como argumentos de carácter general, para ocultar a los agentes del mensaje; la utilización de falacias, como el “uso autorizado” de valores socialmente compartidos como la libertad para justificar intereses o desviaciones de carácter personal. Estos contenidos, conforme a Van Dijk, constituyen estructuras de texto o reconversación que pueden estar menos sujetas al control consciente de los hablantes. 

MODELOS CONTEXTUALES Los modelos contextuales se corresponden a la estructura de valores (locales), personales (cognitiva) y con los medios que permiten la interpretación contextual (singular) de una situación. Los modelos contextuales se construyen a partir del tipo de habla, el tema, estructura argumentativa, etc. “Son las representaciones mentales que controlan muchas de las propiedades de la producción y la comprensión de los discursos, como las variedades discursivas, la elección de temas, los significados locales y la coherencia, por un lado y también los actos del habla, el estilo y la retórica por otro” (2003:162). Los modelos contextuales constituyen los modos particulares como se construye el habla desde determinadas estructuras sociales, locales, institucionales o personales. (2003:155). 

MODELOS DE ACONTECIMIENTOS Conforme a Van Dijk, los usuarios del lenguaje no sólo construyen modelos mentales valga decir, semánticos, de las situaciones en las que interactúan, sino también modelos de acontecimientos, verbigracia, de la forma en que son presentados determinados hechos. La forma, la intencionalidad, como son presentados los acontecimientos influye en el modo como las personas los recuerdan. “Grosso modo podemos decir que los modelos contextuales controlan la parte pragmática del semántica del discurso y los modelos de acontecimiento la parte semántica. Habitualmente lo recordamos de un discurso no es su significado como el modelo mental que construimos durante la comprensión.” (2003:166).

 MODELOS DE ACONTECIMIENTOS Las estructuras o modelos de acontecimiento se estructuran a partir de la definición del propósito o los diversos los objetivos que se pretenden con el discurso. En los contenidos es dable percibir estructuras elaboradas apelando a determinados valores, intereses, estructuras mentales y modos de percibir de los estratos sociales, instituciones, individualidades sobre los que se pretenda influir. 

Dada la amplitud de sus conceptos desarrollados por el autor y las pretensiones de nuestro ejercicio, limitaremos la explicación de sus conceptos a lo que el autor define como niveles (las categorías explicadas hasta aquí), en el entendido de que resultan suficientes para comprender su teoría y pasar a la explicación de los elementos que constituirían su metodología. Aproximación a un Método Implícito Van Dijk, manifiesta no tener un método. De hecho, no propone un esquema sistemático, pero, el mismo es posible reconstruirlo, parcialmente, a través de su propuesta de análisis de un texto titulado: UNA PROPUESTA CONTRA LA PERSECUCIÓN DE MICROSOFT, utilizada como modelo para sus ejemplos. Los principales elementos de su propuesta podrían esquematizarse en el orden siguiente. Síntesis del Método 1) Comenzar con la selección de temas o macroestructuras.2) Determinar el tipo de discurso, el tipo de texto y su contexto.3) Construir o seleccionar el corpus.4) Jerarquizar y numerar los textos.5) Segmentar cada texto.6) Seleccionar las macroestructuras de las que trata el discurso.7) Reconocer los significados locales y las estructuras de las proposiciones mediante palabras que polarizan el discurso y el reconocimiento significados implícitos e indirectos.8) Localizar estructuras formales o sutiles de carácter sesgado 9) Definir las estructuras o modelos contextuales.10) Definir las estructuras o modelos de acontecimientos.11) Desarrollar una interpretación mediante los recursos utilizados y dar respuesta a las preguntas que se han formulado. En primer término, habría que considerar los elementos teóricos que lo sustentan. Van Dijk, ha señalado que su perspectiva “se centra en los problemas sociales y se orienta y en especial en el papel del discurso en la producción y en la reproducción del abuso de poder o de dominación” (2003:144). En consecuencia, su metodología podría comenzar con 1) la selección de temas que producen y reproducen el abuso de poder. (Racismo, sexismo, discursos institucionales). Señalamos al principio, su criterio de que en el ACD pueden combinarse enfoques. 2) Si no está determinado el tipo de discurso, el tipo de texto y su contexto, ese podría ser el paso siguiente. Pareciera que, sea cual fuere el tipo de discurso, éste siempre será expresado y analizado en alguna forma de texto. Si no está determinado el tipo de discurso y de texto, determinarlo, implica definir los objetivos pretendidos. De ellos se desprenderá el contexto. 

El investigador decide o elige el espacio y el tiempo en el que ocurre, ha ocurrido u ocurrirá el acontecimiento discursivo que analizará. El contexto, conforme a Van Dijk, se puede esquematizar en término de lo global y lo local, pero desde una perspectiva sociocognitiva, valga decir, considerando la unidad de lo cognitivo y lo societal, en el cual, lo cognitivo está referido a los modos, los modelos, como se perciben y estructuran los conocimientos de los diversos estratos de la sociedad y el individuo. Y, desde una posición que considere el contexto de la relación discusiva (la bidireccionalidad), junto los elementos del propio contexto del investigador (intereses académicos, objetivos, expectativas etc.). Esto conduce a que el investigador se pregunte y describa, tanto el contexto ha estudiar, como su propia circunstancia, su “actitud” (su lógica, su postura, su compromiso, sus objetivos y sus intereses. 3) El paso siguiente debería ser construir o seleccionar el corpus. 4) Luego se deberían jerarquizar y numerar los textos. Esto supone que se ha delimitado la extensión y la profundidad o podría constituir el criterio para hacerlo. Esas cualidades podrían estar condicionadas por la complejidad del marco teórico. Deberíamos preguntarnos sí nuestro análisis será multidisciplinar, como lo sugiere Van Dijk, o definir cuales perspectivas es posible conjugar. La perspectiva de Van Dijk, plantea trabajar con niveles y dimensiones. Los primeros están representados por las siguientes categorías estructurales: 1) Temas-macroestructuras semánticas. 2) Significados locales. 3) La relevancia de las estructuras <> sutiles. 4) Modelos contextuales. 5) modelos de acontecimiento. 5) El paso siguiente será segmentar cada texto para hallar (seleccionar) los temas o macroestructuras del discurso. Van Dijk, no explica como segmentar, ni con cuáles criterios lingüísticos. La muestra de su ejemplo, elaborado con el texto, UNA PROPUESTA CONTRA LA PERSECUCIÓN DE MICROSOFT, son los resultados de una segmentación. En donde M1, M2, M3…corresponden a enunciados con sentido completo, obtenidos indistintamente de un párrafo o de varios párrafos. Ejemplo de las macroproposiciones, por el autor seleccionadas 

M1. Las leyes contra la concentración de compañías amenazan la libertad de empresa (*) M2. Los hombres de negocio de éxito son representados como tiranos. (*)M3. El pleito contra Microsoft es un ejemplo de esta tendencia.M4. El gobierno no debe limitar la libertad de Mercado. (*) (*) subrayado nuestro Ejemplo parcial del cuadro elaborado por Van Dijk (2003:153). Se observa que algunas de estas macroproposiciones corresponden a citas textuales, mientras que otras son inferencias de las estructuras semánticas del texto. Se observa que lo que determina la selección es el contenido, lo que se dice, en atención a su relevancia. Pareciera que al autor no está interesado en todo lo que se dice, sino la relevancia conceptual o temática de los contenidos. A continuación de su ejemplo, el autor dice: “Vemos que estos distintos temas y macroproposiciones representan en realidad unos principios de muy elevado nivel, incluso abstractos.” (2003:153). Atendiendo a su modelo y a nuestra interpretación, un ejemplo de los distintos temas es para nosotros, el contenido que hemos subrayado en su cuadro de su ejemplo. En atención a sus omisiones, proponemos nuestro propio ejemplo. Hemos tomado un texto publicado por el diario El Nacional en sus páginas de opinión (A7), el 16 de marzo de 2005. El artículo se titula, ¿Tiranicidio? ¿Magnicidio? Su autor es Hermann Escarrá, abogado Constitucionalista y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello. El artículo resulta interesante por cuanto se publica en el contexto de la denuncia del propio Presidente de la República, en cuanto a que habría grupos externos trabajando para asesinarle. El artículo plantea interrogantes vinculadas con sus significados y sus posibles finalidades. El texto consta de diez párrafos tradicionales. A efectos de segmentar, esta estructura puede, perfectamente, constituir una unidad de análisis. Hemos segmentado los once párrafos. Veamos el ejemplo. Artículo de Opinión ¿Tiranicidio? ¿Magnicidio? Autor: Hermann Escarrá

Macroestructura semántica
Microestructura
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Coinciden los estudiosos del Derecho Constitucional y la Ciencia Política en que una de las formas extremas del derecho de resistencia a la opresión es el tiranicidio (Sánchez Viamonte). Esto es el asesinato del tirano, del déspota, justificado dicho acto por filósofos de la antigüedad, verbigracia: Mencio, justificó el asesinato del emperador Cheu; Aristogiton, fue tiranicida de Pisistrato de Atenas y fue venerado como salvador, Bruto fue asesino de Julio Cesar. Polivio y Cicerón entendían al tiranicidio como una obligación moral del ciudadano justo. Juan de Salisbury fortaleció la tesis del tiranicidio en el siglo XII, tesis trabajada por Santo Tomás de Aquino y Wiclef entre otros.
M1- El tiranicidio es una forma del derecho de resistencia a la opresión.M2- El tiranicidio ha sido justificado por conspicuos pensadores de la antigüedad.M3- Pensadores de la antigüedad lo entendían el tiranicidio como una obligación moral.
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El concilio de Constanza rechazó la tesis del tiranicidio defendida por los jesuitas Francisco Suárez y Mariana. El Padre Mariana en su libro De rege et regis institutione, hace una apología del asesinato de Enrique III de Francia, sosteniendo la licitud de matar al usurpador. En el siglo XIX esta tesis fue retomada por los anarquistas rojos, entre otros Bakunin, y Kropotkin, pero más orientada a elementos esencialmente ideológicos y políticos. Es un tema complejo porque la legitimidad de la acción (o ilegitimidad esto es, su carácter delictual) surge en la calificación al tirano, como condición para justificar su muerte. Autoritarismo, despotismo, dictadura, usurpación, en el derecho constitucional no son inexorablemente sinónimos de tiranía. La tiranía es la opresión extrema que impide al ciudadano todo espacio de libertad o de vida. Cuando son sustituidas en el pensamiento político comparado las monarquías de derecho divino o las monarquías absolutas, y la titularidad de la soberanía pasa al pueblo, el derecho a la insurrección desplaza al tiranicidio como forma extrema del derecho de resistencia a la opresión, claro está que para algunos (Ekmekdjian) el problema ético se mantiene cuando se trata de resistir al gobierno de facto que ejerce el poder por la fuerza.
M4-El concilio de Constanza verbi gracia la iglesia católica rechazó el tiranicidio.M5- Figuras notables, como el Padre Mariana han sostenido la licitud de matar al usurpador, o bien, la legitimidad moral del tiranicidio.M6- El tiranicidio ha sido justificado también por motivos políticos e ideológicos.M7- La legitimidad del tiranicidio es un tema complejo porque aquella depende de la autentica condición del tirano.M8- La tiranía es la opresión extrema que impide al ciudadano todo espacio de libertad o de vida.M9-Autoritarismo, despotismo, dictadura, usurpación, en el derecho constitucional no son inexorablemente sinónimos de tiraníaM10- La superación de las monarquías ha desplazado al tiranicidio como forma extrema del derecho de resistencia.M11- Un gobierno de facto sería igual que una monarquía, por lo cual es legítimo el tiranicidio porque persiste el mismo problema ético que suscita un tirano.
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El magnicidio, a diferencia del tiranicidio, supone a la víctima, prima facie, como un benefactor público, ciudadano o ciudadana de bien, cuya desaparición causa un dolor colectivo o social. El asesinato de Lincoln o el atentado criminal contra Sarmiento, son ejemplos típicos donde el ciudadano cae por la mano asesina que va desde los sicarios, pagados por adversarios vencidos hasta la mano asesina no tarifada pero inspirada en sentimientos políticos distintos (Goltstein, Diccionario de derecho penal).
M12- El magnicidio supone el asesinato de un benefactor público.M13- El magnicidio se produce por la acción de sicarios o por sentimientos políticos.
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Hay quien califica el hecho como un mecanismo de intimidación pública, timor multus, suscitando un temor grave y común peligro para deponer ilegítimamente a un régimen o incluso, al orden constitucional. Carrara advertía, sobre la discordia civil generada por tal hecho delictuoso, lo que podría constituirse en el revulsivo para que una parte de los ciudadanos entre en lucha violenta contra la otra parte.
M14- El magnicidio es calificado como un acto de intimidación pública, un acto de terror.M15- Carrara señalaba el peligro de de que un magnicidio se constituyere en motivo de una guerra civil
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Algunos teóricos del derecho constitucional y penal, estudian el magnicidio en su ámbito político, esto es, para cambiar la Constitución violentamente o para deponer a los titulares legítimos del poder, por lo que suele desplazarse su apreciación hacia los llamados delitos políticos, creados por el Estado porque afectan la seguridad del mismo y su organización política.
M16- Algunos teóricos del derecho constitucional estudian el magnicidio como delito político
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Además ase trata de la salvaguarda de las condiciones existenciales de las instituciones de las instituciones jurídicas legítimamente establecidas. Algunos estudiosos lo caracterizan refiriéndose fundamentalmente al motivo político de la traducción colectiva, existe pues siempre la caracterización específica de la tendencia esencial de tal acción delictiva a la inexorable trascendencia social.
M17- Algunos estudiosos lo caracterizan en atención a las motivo político colectivo que lo inspira, de los cual derivaría su carácter delictivo o su trascendencia social
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En las revoluciones, los líderes suelen colocar su propia muerte en el centro de sus intervenciones públicas, quizás el ejemplo más comúnmente conocido sea el de Robespierre, quien a la muerte de Marat, anunciaba: “Los hombres del puñal también me están reservados...”, y en la famosa dedicatoria a Rousseau, escribe: “Una muerte prematura es el precio que debe pagar el hombre virtuoso”.
Los historiadores atribuyen estas expresiones necrofílicas de lo político, a la apreciación según la cual esos hombres encarnan el espíritu de la revolución y que su muerte constituiría, la muerte de la misma.
M18 las revoluciones, los líderes suelen colocar su propia muerte en el centro de sus intervenciones públicas,M19 Conforme a los historiadores estas expresiones necrofílicas de lo político, a la apreciación según la cual esos hombres encarnan el espíritu de la revolución y que su muerte constituiría, la muerte de la misma.
P8
En Venezuela, hemos visto como el jefe del Estado en reiteradas oportunidades habla de magnicidio, tal y como lo expresó en grado sumo, en su última gira geopolítica, incluso señalando posibles responsables. Para un sector se trata de una estrategia de disuasión, para otros de un mecanismo propio de la doctrina de seguridad que es la de colocar en situaciones límite al supuesto antagonista interno o externo y obligar a una unificación sobre la base de los hechos y del peligro inminente. Cualquiera fuera la razón, se trata de una situación delicada y de la más alta responsabilidad pues, en nuestro país los sectores opositores y disidentes a pesar de la intimidación, la persecución, la confiscación de los poderes, el carácter apócrifo del régimen, los delitos, el contubernio vulgar con el enseñoramiento de la corrupción en toda la República, aún a pesar de ello, las banderas son pacíficas y no violentas. Los caminos en los que se persiste son constitucionales y democráticos aun cuando se trate del derecho de resistencia a la opresión previsto en la carta constitucional de 1999.
M20- El presumible atentado podría ser una estrategia de disuasión o un mecanismo para lograr la unificación y el apoyo de los opositoresM21- En el país existe intimidación y persecución a los opositores. M22- En nuestro país el gobierno ha confiscado los poderes.M24- En nuestro país el gobierno es ilegalM23- A pesar de que el gobierno intimida, persigue, es corrupto e ilegal, la oposición actúa de modo pacífico y constitucional, aún cuando la Constitución consagra el Derecho de Resistencia
P9
Es verdad que esta es una hora de requisitoria del régimen, pero lo es con fundamento en la legitimidad democrática y sobre la base de los valores supremos como la vida, la justicia, la libertad, la solidaridad, el pluralismo social y político, el respeto a la disidencia y el ejercicio máximo de las virtudes cívicas, tales como la tolerancia y la coexistencia pacífica en la reciprocidad de deberes y derechos. Por lo tanto, resulta insólito, el manejo de la tesis del magnicidio como estrategia política, pues debilita los niveles de certidumbre necesarios para mantener la genuina paz de la República.
M24- A pesar de que se debe requerir al gobierno, esto se debe hacer con base en la legitimidad y en el marco de la democracia y los valores supremos como la vida, la justicia, la libertad, la solidaridad, el pluralismo social y político y el ejercicio máximo de las virtudes cívicas, tales como la tolerancia y la coexistencia pacífica en reciprocidad de deberes y derechosM25- El gobierno miente cuando denuncia la tesis del magnicidioM26- Resulta insólito, extraño y fuera de lugar que el presidente denuncie un presunto magnicidio. M27 No existen factores externos o internos que estén trabajando para asesinar al presidente.M28-La denuncia altera la paz de la República

Macroestructura semántica
Microestructura
P10
Nadie desea un hecho delictuoso, de tal consideración como el magnicidio ocurra. El pueblo venezolano, generoso y luchador como lo es, lo caracteriza su respeto a la vida y cuando tuvo que empuñar las armas contra otros seres humanos, fue para dejar su sangre en todo el continente como semilla de independencia, libertad y esperanza, como defensa de las causas más sagradas de la humanidad. Ojalá quienes sostienen estas tesis del magnicidio no terminen como Robespierre, que cuando señaló que él y sólo él, era la vida de la revolución, le contestaron: “Allí va ese pequeño dios, solo en una nada magnífica”.
M29- El pueblo venezolano es generoso y luchadorM30- El pueblo venezolano lo caracteriza su respeto a la vidaM31- Cuando el pueblo venezolano ha empuñado las armas lo ha hecho para liberar y por las causas más sagradas de la humanidadM32- Ojalá que el Presidente no termine como Robespierre ¿Asesinado? La segmentación inicial puede dar origen a un número mayor de enunciados que los seleccionados finalmente। El proceso de segmentación puede ser la ocasión para subrayar recursos retóricos que pueden ser utilizados posteriormente, tal como lo hemos hecho en nuestro ejemplo। Estas macroproposiciones, señala Van Dijk, pueden reflejar principios fundamentales socialmente compartidos, tanto como dogmas correspondientes a determinadas ideologías, los cuales pueden ser luego aplicados a casos particulares o personales. Luego de seleccionadas las macroestructuras de las que trata el discurso, el paso siguiente será 6) el estudio de los significados locales y las estructuras de las proposiciones. Esto permitirá en consecuencia el estudio de la coherencia. Esas micro estructuras son las que más influyen en la fijación de los temas. (Van Dijk). Pese a que existen muchas formas de estudiar el significado, el autor propone buscar 7) palabras que polarizan el discurso en términos de presentar negativamente al otro y positivamente a uno mismo. También propone el estudio del significado a través de significados implícitos e indirectos. En consecuencia, el procedimiento consistirá en seleccionar esas palabras y expresiones que sugieran algún significado implícito y explicar cómo se ha van estructurando los significados. SELECCIÓN LÉXICA
Párrafo
Macroestructura
Selección léxica
M1
Derecho de resistencia

M2
Tiranicidio

M3
Obligación moral

M21
Intimidación y persecución

M22
Confiscación

M23
Intimidación, persecución y corrupción

M24
Legitimidad, democracia, justicia, libertad, solidaridad

M24
Tolerancia, coexistencia pacífica, deberes y derechos

M25
Certidumbre, mentira

M28
Mantener Genuina paz

M29
El pueblo es generoso

M30
El pueblo venezolano no es criminal

M31
Empuñar armas para liberar Presupuestos, Implicaciones, Alusiones Y Ambigüedades Para determinar la coherencia del texto con relación a estas categorías, sugerimos que el mismo se organice con preguntas y consideraciones o supuestos. La primera pregunta que nos hacemos con relación a este texto es: 1. ¿Tiene acaso el autor la convicción de que no se trataría de un magnicidio, sino de un tiranicidio? 2. ¿Cuánto contenido consagra el autor a la disertación sobre el tiranicidio y cuánta sobre el magnicidio?3. ¿Sugiere el autor que el presidente es un tirano?4. ¿Qué dice el autor sobre el tiranicidio?5. ¿Define el autor al tiranicidio?6. ¿Asocia el autor el significado con otros términos o contenidos?7. ¿Qué valor se podría atribuir al término como significado socialmente compartido?8. ¿Existe tradición de tiranicidas en Venezuela?9. ¿Justifica el autor el tiranicidio?10. ¿Qué elementos le sirven para enlazar los contenidos de cada párrafo?11. ¿Cuál es la posición del articulista frente presidente?12. ¿Propicia un discurso polarizante?13. ¿Cómo se define al sector al cual representa o por quien reclama?14. ¿Cuáles implicaciones se derivan de las calificaciones que hace al presidente o en su defecto a su forma de gobierno? 15. ¿Existe párrafos con construcción ambigua o con significados indirectos? 8) El siguiente paso consistirá en localizar estructuras formales o sutiles de carácter sesgado: voces pasivas, nominaciones, afirmaciones imprecisas, falacias argumentativas. 9) Definir las estructuras o modelos contextuales, como las variedades discursivas, la elección de temas, los significados locales y la coherencia, por un lado y también los actos del habla, el estilo y la retórica por otro, los cuales están siempre vinculados a los modos sociales y personales de percibir. 1. ¿Cuál es la motivación del autor y cual el contexto local en el cual lo escribe?2. ¿Quién es el autor, cuánto sabe, qué temas aborda, cómo lo dice, a quienes?3. ¿Quienes son sus referentes teóricos, ideológicos, o de autoridad?4. ¿Cuál es para el autor el aspecto más relevante de su discurso?5. ¿Cuáles son los recursos (estilo, retórica, orden de las palabras, léxico) a los que apela para organizar su discurso? 10) Definir las estructuras o modelos de acontecimiento expresadas mediante determinados recursos que buscan persuadir, apelando al conocimiento de los significados y valores de los estratos sociales, instituciones, individualidades sobre los que se pretenda influir. APROXIMACIÓN AL ANÁLISIS CRÍTICO DEL TEXTO ¿TIRANICIDIO? ¿MAGNICIDIO? El 16 de marzo de 2005, el diario EL NACIONAL, publica en sus páginas de opinión, un artículo titulado, ¿Tiranicidio? ¿Magnicidio? Su autor, Hermann Escarrá, es abogado Constitucionalista y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello. ¿En cuál contexto ha planteado Escarrá el tema del tiranicidio? El artículo se publica en el contexto de la denuncia del Presidente de la República, Hugo Chávez, en cuanto a que habría grupos externos trabajando para asesinarle, con lo cual, se plantea la posibilidad de que se produzca un magnicidio. Parece obvio, que la motivación para su opinión, ha sido la denuncia del presidente, en el sentido de que existirían planes para asesinarle, es decir habría una conspiración para ejecutar un magnicidio. En el contexto de esta denuncia, Hermann Escarrá, produce una disertación documentada, acerca de los términos tiranicidio y magnicidio, en el la cual enfatiza, mediante un conjunto de argumentaciones, sobre el valor político del tiranicidio y su aparente y difusa legitimidad. La construcción argumentativa sugiere, implícitamente, una interpretación distinta de la denuncia del Presidente. ¿Acaso sugiere Escarrá que de consumarse el hecho estaríamos en presencia de un tiranicidio? El autor comienza señalando que estudiosos del Derecho Constitucional y de la Ciencia Política coinciden en considerar al tiranicidio como una de las formas extremas del derecho de resistencia, en consecuencia la primera consideración que se hace sobre el tema, no es sobre su carácter delictual y criminal, sino sobre el valor de tal acto, como expresión del ejercicio de un derecho. Acto seguido cita, entre paréntesis, a Sánchez Viamonte. Parece claro, que el jurista argentino, Sánchez Viamonte, es quien afirma que estudiosos del derecho constitucional, tienen tal coincidencia. No se señala la fecha de tal afirmación. El tiranicidio, conforme su a disertación, es el asesinato del tirano, del déspota, “justificado dicho acto por filósofos de la antigüedad”. Nombra a Mencio, a Juan de Salistrato, a Santo Tomás de Aquino, Wiclef, todos pensadores del medioevo. Aristogiton, -dice- “fue tiranicida de Pisistrato de Atenas y fue venerado como salvador, Bruto fue asesino de Julio Cesar. Polivio y Cicerón entendían el tiranicidio como una obligación moral del ciudadano justo.” No se pregunta, el constitucionalista, sí, ¿Es verdaderamente justo quien promueve el asesinato, el crimen político? ¿Qué significado tiene la apelación a las figuras de autoridad para la justificación de un crimen político? No informa el autor sobre apologistas contemporáneos del tiranicidio. Tampoco remite el autor a escuelas de pensamiento, ni a pensadores autóctonos que lo hubieren justificado. ¿Qué representan o qué valor discursivo tiene estos referidos temas: el tiranicidio, su licitud, su legitimidad moral? ¿Sugiere el autor que el presidente es un tirano? ¿Aporta el autor, evidencia lingüística para sugerir tal calificativo? ¿Qué cosas dice Escarrá del Presidente o de su gobierno? El autor señala que en el país existe intimidación y persecución a los opositores; que en nuestro país el gobierno ha confiscado los poderes; que el gobierno es apócrifo, valga decir, ilegal. Pareciera que asustar, amenazar, desafiar, tanto como hostigar no constituyen delitos políticos, no así la confiscación de los poderes. Quién confisca los poderes no está sujeto a ellos. ¿Cuáles implicaciones se derivan de las calificaciones que hace al presidente, y a su gobierno? El tiranicidio, conforme señala Escarrá, es el asesinato tirano, el déspota, palabra que, según el Pequeño Larousse (1999), significa 1- soberano que gobierna sin sujeción a leyes. 2-Príncipe que goza en su territorio de gran independencia respecto del poder central. 3- Persona que abusa de su poder o autoridad sin ninguna consideración de los demás. En este punto habría que señalar que el concepto de tiranicidio surge y se discute el contexto de épocas en las cuales los mecanismos de un poder constitucional eran inexistentes. El tiranicidio es una categoría aplicable a quienes ejercen el poder por actos de fuerza y sin el consentimiento de los gobernados. Caso contrario de quien en sucesivas contiendas políticas ha legitimado su mandato. La percepción colectiva parece indicar la existencia de lógicas contrarias. ¿Qué valor polarizante ejercen los términos, con los cuales describe al gobierno, en la conformación de la propia imagen del autor? A pesar de que, conforme declara el autor, el gobierno intimida, persigue, es corrupto e ilegal, “las banderas son pacíficas y no violentas.” La oposición, conforme a su percepción, actúa de modo pacífico y constitucional, “aún cuando la Constitución consagra el Derecho de Resistencia.” (Al principio ha argumentado que los historiadores coinciden en que el tiranicidio es una forma del derecho de resistencia a la opresión). A pesar de que se debe requerir al gobierno, -dice- esto se debe hacer con base en la legitimidad y en el marco de la democracia y los valores supremos como la vida, la justicia, la libertad, la solidaridad, el pluralismo social y político y el ejercicio máximo de las virtudes cívicas, tales como la tolerancia y la coexistencia pacífica en reciprocidad de deberes y derechos. De este modo, Escarrá, polariza su discurso. El autor alude una supuesta complejidad del tema en atención a que “la legitimidad de la acción (o ilegitimidad esto es su carácter delictual) surge de la calificación en la calificación al tirano como condición par justificar su muerte.” Conforme al señalamiento de este autor, habría asesinatos legítimos y por consecuencia justificables. El autor no hace ninguna acotación que permita suponer que él no comparte tal premisa. A pesar de que las reiteraciones argumentativas del autor, como veremos, se orientan a legitimar al tiranicidio, es evidente que la primera cualidad que caracteriza al acto es su carácter delictivo y vindicativo. Se puede suponer que siendo el tiranicidio una acción vindicativa, mal pueda ser considerada materia de derecho constitucional. Todo acto vindicativo es dable suponer como contrario a la justicia. ¿Qué valor posee el concepto de tiranicidio como representación socialmente compartida? Con relación a la legitimidad de crímenes políticos, la Constitución Bolivariana de Venezuela no alude directa, ni indirectamente, a la legitimidad de esa posibilidad. Tampoco se establece en ella la pena de muerte. Caso contrario, el Artículo 43, consagra que, “el derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte, ni autoridad alguna aplicarla.” Y el Artículo 7, establece que, “La Constitución es la norma suprema y el fundamento del ordenamiento jurídico. Todas las personas y los órganos que ejercen el poder público están sujetos a esta Constitución.” Pareciera entonces que el tema es inciertamente complejo, dado que por sobre ella no puede existir disquisición alguna que justifique cosas contrarias a las establecidas en ella. Huelga señalar que el tiranicidio tampoco es norma del derecho internacional y que la bibliografía existente en torno al tema, es anterior al orden jurídico internacional vigente. ¿Cómo contribuyen estos términos a la organización de los significados locales? El propio Escarrá señala que la superación de las monarquías ha desplazado al tiranicidio como forma extrema del derecho de resistencia. “El derecho a la resistencia, consagrado en la Constitución en el artículo 350, señala textualmente: “El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz, la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos.” ¿Qué valor supone la contextualización del significado global del tema? El autor señala que el Concilio de Constanza, valga decir la Iglesia Católica, rechazó la tesis del tiranicidio defendida por los jesuitas Suárez y Mariana. Del padre Mariana, afirma que, fue apologista del asesinato de Enrique III de Francia,”sosteniendo la licitud de matar al usurpador,” es decir, de quien se apodera por medios injustos, de la autoridad soberana (Larousse 1999). En el siglo XIX, refiere el autor, “esta tesis fue retomada por los anarquistas rojos Bakunin y Kropotkín.” En nuestra revisión bibliográfica se les señala únicamente como anarquistas. El anarquismo, conforme al diccionario de la política de Antonio Alférez es una “Doctrina política que postula la abolición de toda autoridad. El anarquismo estima que cualquier forma de gobierno– sea democracia o una tiranía- es rechazable.” (1975). Conforme a Rosental y Ludin, Bakunin vivió entre 1814 y 1876. Se enfrenta a los Marxistas en la I internacional, de la cual es expulsado en 1872. ¿Qué alusiones subyacen en la expresión anarquistas rojos, adjetivo calificativo no aplicable a los anarquistas? ¿A quienes va dirigido el contenido del artículo? ¿El autor palabrea, a determinados lectores, para plantear, ¿convenir? en primer término sobre el significado y la importancia del tiranicidio? El autor afirma que el pueblo venezolano es generoso y luchador; que lo caracteriza su respeto a la vida. Cuando el pueblo venezolano ha empuñado las armas- dice- lo ha hecho para liberar y por las causas más sagradas de la humanidad. A pesar de que el término tiranicidio es mencionado siete veces y el término magnicidio seis, el énfasis y la densidad argumentativa se recarga sobre el primer vocablo. Los contenidos en torno al magnicidio son tratados como generalidades. ¿Pero, que dice Escarrá en torno al magnicidio? El magnicidio, dice, a diferencia del tiranicidio supone a la victima un benefactor público, un ciudadano de bien. “Hay quien califica al hecho como un mecanismo de intimidación pública.” “Algunos teóricos del derecho constitucional estudian el magnicidio como un su ámbito político.” “En las revoluciones, los líderes suelen colocar su propia vida en el centro de sus intervenciones públicas. “Los historiadores atribuyen estas expresiones necrófilas de lo político, a la apreciación según la cual esos hombres encarnan el espíritu de la revolución.” “Nadie desea un hecho un hecho delictuoso de tal consideración como el magnicidio.” De la cita documentada sobre el magnicidio y apelando a figuras de autoridad de tiempos pretéritos, pasa a la nominación pasiva, inespecífica e intemporal de sus afirmaciones. La segunda proposición semántica del párrafo seis parece intencionalmente ambigua. El enunciado textual dice, “Algunos estudiosos lo caracterizan refiriéndose fundamentalmente al motivo político de la traducción colectiva. (Se refiere al magnicidio, acotación nuestra); existe pues siempre la caracterización específica de la tendencia esencial de la acción delictiva a la inexorable trascendencia social.” ¿Sugiere acaso, al autor, que independientemente de su carácter delictivo, la tendencia esencial de su significación social podría permitirle trascender su carga ominosa? Esto parece incierto, sí de lo, que hablamos es del magnicidio. Antes el autor ha señalado que la desaparición de un benefactor público causa un dolor colectivo o social. Tal afirmación, parece una confusión, condicionada por sus modelos mentales, probablemente el autor recordaba a Aristogiton, de quien dijo, “fue el tiranicida de Atenas y venerado como salvador.” Este ejercicio ha sido una mínima aproximación a un análisis crítico, con una parte también reducida de una perspectiva o enfoque. Bastante contenido del texto analizado y otros recursos de análisis quedan por desarrollar. “Discurso y conocimiento: aspectos teóricos y metodológicos de la crítica del discurso y del análisis de dispositivos.”Siegfried Jäger

La propuesta de Siegfried Jäger se vincula con el problema del conocimiento; sobre como se producen las prácticas discursivas y no discursivas, sobre la base del conocimiento y sus materializaciones. En ese sentido ésta se sustenta en las premisas de la Teoría del Discurso de Michel Foucault, la cual intenta explicar las relaciones entre las materializaciones de la realidad y el discurso; así como, sí el conocimiento influye sobre el discurso o este sobre aquel. Foucault, considera necesario que el ACD considere en que consiste el conocimiento, cómo evoluciona el conocimiento válido, cómo se trasmite, que función cumple para la configuración de los sujetos y la sociedad y que impacto tiene sobre ella. .”(Citado por Jäger, En: Wodak Jäger; 2001: 61)

Aquí por conocimiento deben entenderse todos los tipos de contenidos que dan forma a la conciencia o todos los tipos de significado utilizados por diferentes personas históricas, con el fin de interpretar y moldear la realidad circundante. Las personas obtienen ese conocimiento a partir de los respectivos contextos discursivos en los que ha nacido y en los que su entera existencia se halla implicada” (Idem; 2001:61)


NOCIONES DEL DISCURSO

Jäger, comulga con el concepto de Jurgen Link, para quién el discurso es “un concepto del habla institucionalmente consolidado en la medida en que determine y consolide la acción y de este modo sirva para ejercer el poder.” (Citado por Jäger, En: Wodak 2001:63). En ese sentido, Jäger, expresa su interés por el valor de los discursos corrientes con relación a su poder, y en la elucidación de los medios. (De valor lingüístico e iconográfico)


DISCURSO E IDEOLOGÍA

Dentro de su propuesta teórica, Jäger, introduce de modo superficial el problema de lo ideológico, sin definir sus valoraciones en torno al concepto, para abordar aspectos básicos de lo que podría llamarse, “los sesgos ideológicos dentro de un ACD. En ese sentido señala que:

· El investigador no se coloca al margen del discurso que esta analizando.
· Todo análisis no se basa en la verdad, representa una postura.
· El investigador puede basar su análisis en valores y normas, en leyes y en derechos
· El análisis se realiza a través de la revelación de contradicciones y elementos no expresados.
· Los discursos no sólo reflejan la realidad, sino que poseen una vida propia.
· Los discursos son realidades materiales.
· Para conocer el conocimiento de una sociedad es preciso reconstruir la historia de su evolución. (Citado por Jäger, En: Wodak 2001:65-71)

Otros contenidos teóricos asumidos por Jäger Aborda el estudio del o de los TOPOI: símbolos colectivos o estereotipos culturales.
LAS CATACRESIS o (fracturas de imagen) las posibles relaciones entre las afirmaciones y las áreas de experiencia.
EL DISPOSITIVO (Citado por Jäger, En: Wodak 2001:65)


DEL DISCURSO AL DISPOSITIVO

Conforme a Jäger, dado que el conocimiento es la base de la acción y de la acción formativa que configura la realidad, surge la oportunidad no sólo de analizar las prácticas discursivas y las denominadas manifestaciones y materializaciones así como las relaciones existentes entre esos elementos. Al igual que Foucault, llamó dispositivo a la interacción entre esos elementos.

Lo que estoy propugnando por establecer (a saber, el dispositivo) es en primer lugar un conjunto decisivamente heterogéneo que abarca los discursos, instituciones, instituciones arquitectónicas, decisiones regladas, leyes, medidas administrativas, afirmaciones científicas, enseñanzas filosóficas, morales, filantrópicas, en resumen lo que se dice y no se dice( Foucault, citado por Jäger 2001:71)

Conforme a Foucault, el dispositivo el conjunto heterogéneo de elementos que abarca los discursos, instituciones, leyes reglamentos, afirmaciones científicas etc. Su Propuesta Teórica

TEORÍA DEL ANÁLISIS DEL DISCURSO

Estructura del discurso


Hilos discursivos
Fragmentos discursivos
Enmarañamiento de hilos
Planos discursivos
Postura discursiva


CAJA DE HERRAMIENTAS MÉTODO

Introducción y justificación del tema.
Caracterización del sector del plano discursivo.
Determinar y procesar el material de base.
Realizar el análisis de la estructura con relación al discursivo.
Realizar análisis fino de unos o varios textos.
Análisis global al sector estudiado.


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