jueves, 28 de agosto de 2014

La mano negra de EE.UU. en Ucrania


Debate

La mano negra de EE.UU. en Ucrania

Tema de actualidad: Arreglo de la crisis en Ucrania

Vicky Peláez
© Vicky Peláez
11:47 28/08/2014
Vicky Peláez
Nuestro objetivo es prevenir la reaparición de un rival sea en el territorio de la ex Unión Soviética o en cualquier otro lugar del mundo (The US Defense Planning Guidance, 7 de marzo 1992)
 
El golpe de Estado que tuvo lugar en la capital de Ucrania el pasado 22 de febrero, no fue el resultado de una acción espontánea que reflejaba la voluntad del pueblo sino un acto concebido, programado y dirigido por los estrategas de Washington obsesionados con su autoproclamado rol divino de ser el Gran Patrón del mundo entero.
 
Desde la fundación de los Estados Unidos su consigna ha sido, como lo remarcó irónicamente el escritor norteamericano Johnson Chalmers: “lo que es bueno para América es bueno para todo el mundo”. Por supuesto, la opinión del resto del planeta jamás ha existido para los iluminados globalizadores norteamericanos, como lo demostraron devastando Vietnam, Cambodia, Grenada, Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia, Siria y seguramente lo tratarán de hacer con muchos otros países que están en su lista de espera.
 
Todo depende de los recursos naturales que tengan estas naciones o de su valor estratégico para los planes norteamericanos orientados principalmente, según el estudioso norteamericano Noam Chomsky, al control de los recursos energéticos del mundo utilizándolo como “instrumento de la dominación del planeta”.
 
En el documento del Pentágono: “La Dominación del Espectro Completo” (Full Spectrum Dominance,) que significa establecer el completo dominio de los EE.UU. en el aire, tierra, mar y el ámbito informativo, la mayor atención está concentrada en neutralizar la capacidad estratégica de una Rusia resurgente y una China en crecimiento, percibidos por los estrategas del departamento de Defensa como adversarios potenciales.
 
Dejando aparte China, el principal objetivo de Washington desde la desintegración de la Unión Soviética ha sido rodear Rusia militarmente utilizando ex miembros del campo socialista. Actualmente ya tiene 12 de estos países a disposición de la OTAN. Para probar la capacidad bélica de Rusia, Estados Unidos y sus aliados promovieron una mini guerra entre Georgia y Rusia en el 2008.  
 
Ahora le tocó el turno a Ucrania para convertirse en otro satélite de los Estados Unidos y de sus incondicionales aliados de la Unión Europea. Las consecuencias del golpe de Estado de tendencia neo nazi en este país no se toman en cuenta. Lo que interesa a Norteamérica es estrechar el anillo militar de la OTAN alrededor de Rusia y arrinconarla para iniciar después la segunda fase del proyecto de la “Dominación” elaborado por uno de los más belicosos “think-tanks” norteamericanos The Rand Corporation. En esta fase se planificaba promover la desintegración de Rusia en varios estados para facilitar el acceso a sus abundantes y únicas en el mundo riquezas naturales.
 
Lo que no esperaron los “iluminados” de Washington en Ucrania era primero, la decisión del 98 por ciento de la población de Crimea de reintegrarse a Rusia y segundo, la determinación de la población del sureste de Ucrania, que es el motor industrial y minero del país mayormente poblado por ruso hablantes, de separarse del país y formar su propio estado independiente. Así empezó el conflicto ucraniano en el este del país que abarca la región de Donetsk con una población de un millón de personas y Lugansk de 440 mil habitantes. Ahora muchos de sus pueblos se han convertido en cementerios.
 
Según las cifras de las Naciones Unidas, desde 8 de junio de este año hasta hoy día se han registrado en esta región más de 2.000 muertos civiles. También se calcula que hay unos 4.000 heridos entre niños, mujeres y hombres civiles. En general a diario mueren o resultan heridos en el este de Ucrania aproximadamente 70 personas debido a los ataques indiscriminados de las unidades regulares del ejército de Ucrania y de la recién formada guardia nacional de ideología neo nazi. En total hay más de 500.000 ucranianos del este refugiados en Rusia y otros 100.000 desplazados dentro de Ucrania.
 
Hasta ahora las fuerzas armadas de Ucrania no han sido capaces de doblegar a los llamados separatistas a pesar de la numerosa presencia de los asesores militares y los de la CIA de los Estados Unidos. Los separatistas mantienen en jaque a los militares del actual régimen ucraniano encabezado por el presidente oligarca Petró Poroshenko conocido popularmente en Ucrania como el “Rey de Chocolate” quien es un simple títere de Washington.
 
Poroshenko siguiendo instrucciones de sus curadores del Norte está a cargo de una histérica campaña contra Rusia como instigadora y promotora de todas las desgracias que actualmente vive su país. Por supuesto, en este contexto los medios de comunicación globalizados están presentando a Norteamérica y la Unión Europea como los salvadores de Ucrania y sus guardianes contra el “agresor” ruso.
 
Inclusive el Congreso norteamericano introdujo “La Ley de la Prevención de la Agresión Rusa” (RAPA – Russian Prevention Aggression Act of 2014) que autoriza al presidente incrementar el apoyo de EEUU y de la OTAN a las fuerzas armadas de Polonia, Estonia, Lituania y Letonia, además de crear permanentes bases militares de la OTAN en estos países.
 
Todo esto supuestamente está orientado para “proteger la independencia, soberanía e integridad territorial y económica de Ucrania y otras naciones soberanas en Europa y Eurasia contra la agresión rusa”. A la vez esta ley dio origen a las sanciones económicas y financieras contra Rusia aplicadas por Washington. Lo que sorprendió a todo el mundo es la adhesión silenciosa de la Unión Europea (UE) a la iniciativa norteamericana sabiendo de antemano sobre la repercusión negativa de estas medidas sobre sus propias economías.
 
Fue una incógnita el hecho de que la canciller de Alemania, Angela Merkel, aceptara sumisamente estas sanciones contra la voluntad de sus corporaciones con vastos intereses en Rusia que los obligaría a despedir unos 300.000 empleados en el primer año de aplicación de estas medidas. Recién la lectura del libro del ex jefe del Servicio de Contrainteligencia Militar de Alemania (MAD – Militarischer Abschirmdienst), el general en retiro Gerd-Helmut Komossa, “Die Deutsche Karte” publicado en 2007 ayudó a aclarar la sumisión de Alemania a los EEUU.
 
En su libro, Komossa describe como en 1949 Washington y Bonn habían firmado un acuerdo “top secret” vigente hasta el año 2099, según el cual Estados Unidos tendría un control sobre los medios de comunicación alemanes; el canciller de turno debe firmar una Ley De Canciller; y el oro alemán (unos 670 toneladas) se mantendrá en Norteamérica.
 
Seguro los mismos acuerdos existen con España, Portugal, Italia y Japón, solamente no hay acceso a aquellos tratados. Lo que sí está claro es que la vieja Europa perdió su soberanía y se convirtió en otro títere de Estados Unidos. Repite lo que dice, miente o desinforma el Gran Patrón incapaz de proteger sus propios intereses.
 
La hábil jugada del presidente ruso Vladimir Putin de contestar a las medidas restrictivas de los EE.UU. y de la UE con las contra sanciones hará perder a Europa 50 mil millones de dólares en el primer año de su aplicación. Y lo curioso de todas estas jugadas es que la UE se pone de rodillas ante un país cuyo sistema, de acuerdo al filósofo político norteamericano, Cornel West, “es disfuncional. Nuestros líderes son cada vez más comprados con soborno legalizado y corrupción normalizada… la secuela de Obama será un estado en depresión pos-traumática”. Los 50 millones de pobres norteamericanos pueden confirmar esta conclusión.
 
A pesar de todo esto EE.UU. sigue en su ambición, definida en los años 1600 por el poeta inglés, Ben Jonson, “como un torrente que no mira nunca hacia atrás”. En otras palabras no toma en cuenta la historia de muchos imperios destruidos por sus propias ambiciones. Mientras tanto otros países, como Rusia siguen su propio camino hacia adelante analizando cada vez más su herencia histórica y aprendiendo de sus errores. También están tomando precauciones contra las sanciones del Gran Patrón y sus títeres europeos, sus constantes provocaciones y su lucha desenfrenada por la hegemonía mundial.
 
Las sanciones no tendrían gran duración debido a las más simples leyes de la economía, también se resolvería el conflicto en Donetsk y Lugansk de acuerdo a la voluntad de sus habitantes. La única perdedora será Ucrania a cuya valiosa “canasta de granos” ya echó el ojo la terrible Monsanto.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

jueves, 21 de agosto de 2014

Argentina en las garras de los fondos buitres


Argentina en las garras de los fondos buitres

Vicky Peláez
© Vicky Peláez
12:06 21/08/2014
Vicky Peláez
La bebida apaga la sed, la comida satisface el hambre; pero el oro no apaga jamás la avaricia (Plutarco 45 d.C – 120 d.C)
En la naturaleza los buitres son aves rapaces que se alimentan de animales muertos pero también cazan presas vivas.
Resulta que en este mundo globalizado con la única superpotencia a cargo de este proceso se crearon condiciones para que aparezcan instituciones financieras imitando en su rapacidad a los buitres. Estas usan fondos de capital de riesgo que invierten en una deuda soberana y empresas al borde de default (el incumplimiento de la obligación de pagar estipulada en el acuerdo o contrato de préstamo).
Al divisar esta situación deciden comprar la deuda soberana o privada a precio de ganga: al 20 o 30 por ciento de su valor nominal y luego entablar sofisticados litigios para obtener el pago del 100 por ciento de este valor.
Actualmente en su mira voraz hay unos 11 países en el riesgo de default, según la publicación The International Forecaster, siendo Argentina su presa real. No es fácil imaginar cómo un país que en una época había sido la séptima nación más rica del mundo, que inclusive otorgaba préstamos al Reino Unido, ha sido arrojado por un sistema financiero depredador hacia una crisis que podría afectar seriamente su soberanía.
Argentina como el resto del Tercer Mundo tuvo que asimilar en los años 1970 la nueva consigna del Sistema Económico Mundial (WES) de que el mercado y las tasas de cambio flexibles eran la solución para todos los problemas económicos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (WB) lanzaron la idea de modernización invitando a los países en desarrollo solicitar préstamos para iniciar este proceso que se otorgaban en dos o tres días con el consentimiento del  FMI y el WB. De acuerdo a los datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) la deuda externa argentina entre 1975 y 1988 se incrementó de 5,7 a 118,2 mil millones de dólares y en los años 1980 el país sufrió una hiperinflación que alcanzó en 1990 el 197 por ciento abriendo el camino a una severa depresión económica.
Para el final de los años 1980 Argentina, como la mayoría de los países de América Latina, ya no tenía capacidad de pagar su deuda externa lo que ponía en una crítica situación todo el WES. El supuesto proceso de modernización resultó un total fracaso mientras que Argentina como el resto de los países del Tercer Mundo tuvieron que ponerse de rodillas ante el modelo de desarrollo llamado el mercado libre. Para prevenir una crisis financiera internacional y el colapso de los países como Argentina, el ex secretario de Tesoro norteamericano, Nicholas Brady lanzó El Plan Brady que instó a los prestamistas a condonar de manera voluntaria parte de la deuda no atendida por los países en crisis, reestructurar el saldo de la deuda que quedaba pendiente de pago y otorgar préstamos adicionales a esos países.
En el 2001 debido al colapso económico general, como resultado de la sumisión del presidente Carlos Menem (1989-1999) a Estados Unidos con la aplicación del Consenso de Washington y las “relaciones carnales” con aquel país, el gobierno de Argentina se declaró en default respecto a 81 mil millones de dólares de la deuda soberana.
Recién en 2005 logró reestructurar el 75 por ciento de aquella parte de la deuda y en 2010, la otra parte. En ambos canjes con los acreedores se reducían los montos y se diferían los pagos, lo que fue aceptado por el 93 por ciento de los tenedores de los bonos soberanos.
Sin embargo, un 17 por ciento de los acreedores pertenecientes a los fondos buitres no aceptaron desde el comienzo estas condiciones y entablaron una lucha sin cuartel contra el gobierno argentino imponiendo 28 embargos, logrando recuperar el país todos los bienes por la vía legal.
Uno de estos fondos buitres, Elliott Associates de Paul Singer demandó al gobierno de Cristina Fernández ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York en 2011, fallando el juez Thomas Griesa favor de los fondos NML Capital, Aurelius Capital y algunos otros.
La Corte de Apelaciones del Segundo Circuito confirmó  el fallo de Griesa a favor de los fondos litigantes que reclaman al país el pago de 1,3 mil millones de dólares entre capital e intereses los bonos en mora desde 2001 que los querellantes obtuvieron en 2008. A la vez el juez declaró el bloqueo en Nueva York de 539 millones de dólares de bonos canjeados en 2005 y 2010 remitidos por Argentina en calidad de pago.
Así comenzó lo que la economista Noemí Brenta bautizó como un “Griesagate” cuyos autores son fondos buitres avalados por el Tesoro de EE.UU. A la vez, a pesar de que la titular del FMI, Christine Lagarte, que es muy crítica con estos fondos por la inseguridad que generan para las reestructuraciones de deuda, no hace nada para controlarlos.
La única entidad que puede influir sobre estos fondos es el Tesoro norteamericano, que por supuesto no presentaría un escrito a favor de Argentina. También el presidente Barack Obama tiene la facultad de intervenir, como lo hizo con el mismo fondo Elliott  Associates, el presidente George Bush en favor de Congo. Lo único que tiene que hacer el presidente es decirle al juez Thomas Griesa que está interfiriendo en relaciones con otro país, utilizando la cláusula de la Constitución de separación de poderes.
Pero ni el Tesoro ni el presidente Barack Obama están dispuestos a dar la mano al país que lucha por su soberanía, ignorando las prescripciones del FMI y las presiones norteamericanas de alejarse de los países del ALBA. Tampoco le perdonan a la presidenta Cristina Fernández sus excelentes relaciones con Rusia. Vladimir Putin dijo hace poco, que “Argentina es uno de nuestros socios claves en América Latina”.
Los cabilderos de los fondos buitres están aprovechando la actual coyuntura anti rusa y tratan de recibir el apoyo del Congreso donde ya un representante demócrata del estado de Nueva York, Eric Massa presentó una moción para castigar a Argentina, cerrándole el acceso al mercado de capitales norteamericanos.
A la vez, las agencias de calificación de valores (rating agencies) empezaron a sembrar pánico respecto al futuro de Argentina. La agencia Stndart & Poor’s colocó la nota soberana de Argentina en “default parcial” y la Fitch Ratings en “default selectivo”.
También los cabilderos del Grupo de Tareas Estadounidense para Argentina (ATFA) están tratando de manipular  a la opinión pública estadounidense y asustar a los argentinos anunciando el próximo colapso económico de su país.
Los buitres de la deudocracia  atacan y agudizan lo que el estudioso norteamericano, J.K. Galbraith llamó la “Era de Incertidumbre” que vive la humanidad. Mientras Argentina presentó ante la Corte de Justicia Internacional de la Haya una demanda contra Estados Unidos, acusándolo de  violaciones a su soberanía. Ahora todo depende si esta Corte acepte o no la demanda para parar a los buitres financieros en su afán de poner de rodillas su soberanía.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

viernes, 15 de agosto de 2014

LA GUERRA DE EEUU CONTRA IRAK:LA DESTRUCCIÓN DE UNA CIVILIZACIÓN.


La guerra de EEUU contra Irak: La destrucción de una civilización

por James Petras


La guerra de EEUU contra Irak: La destrucción de una civilización

por James Petras
La ciudad de Bagdad fue considerada como el París del mundo árabe en términos de cultura, arte, ciencia y educación. La destrucción de todas estas infraestructuras sociales y económicas de Irak por la invasión estadounidense así como el asesinato sistemático de académicos y el desmantelamiento de las instituciones del Estado han tenido por objetivo despejar cualquier resistencia a la penetración imperial económica y un control absoluto de las multinacionales y otras corporaciones Occidentales. Este malvado plan es analizado por el profesor James Petras, quien nos explica las fuerzas, estrategias y otros intereses que han participado deliberadamente el desmembramiento de la sociedad iraquí.
Red Voltaire | Nueva York (EE.UU.) | 17 de septiembre de 2009

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Los siete años de guerra y ocupación estadounidenses en Iraq han estado manejados por varias fuerzas políticas importantes e impregnados de toda una variedad de intereses imperiales. Sin embargo, esos intereses no explican por sí mismos la profundidad ni el alcance de la sostenida, masiva y continuada destrucción de toda una sociedad ni su reducción a un permanente estado de guerra. El ámbito de fuerzas políticas que contribuyeron a orquestar la guerra y la subsiguiente ocupación de EEUU incluye las siguientes (por orden de importancia):

La fuerza política más importante fue también de la que menos abiertamente se habló: La Configuración del Poder Sionista (ZPC, por sus siglas en inglés), que incluye el importante papel de los partidarios, persistentes e incondicionales de línea dura, del Estado de Israel que lograron puestos importantes en el Pentágono de Bush (Douglas Feith y Paul Wolfowitz), operativos clave en la oficina del Vicepresidente (Irving –Scooter- Libby), en el Departamento del Tesoro (Stuart Levy), en el Consejo de Seguridad Nacional (Elliot Abrams) y toda una falange de asesores, escritores de los discursos presidenciales (David Frum), funcionarios secundarios y asesores políticos en el Departamento de Estado. Esos comprometidos “insiders” sionistas estaban apoyados por miles de funcionarios con dedicación exclusiva de “Ante Todo, Israel” de las 51 organizaciones judías más importantes, agrupadas bajo su Presidente (PMAJO, por sus siglas en inglés).

Todos declararon abiertamente que su más alta prioridad era avanzar en la agenda de Israel, concretada, en este caso, en una guerra de EEUU contra Iraq para derrocar a Saddam Hussein, ocupar el país, dividir físicamente Iraq, destruir su ejército y su capacidad industrial e imponer un régimen-titere pro-Israel/pro-EEUU. Si Iraq era étnicamente limpiado y dividido, como defendía el ultraderechista Primer Ministro de Israel Benjamin Netanyahu y el Presidente Emérito “Liberal” del Consejo de Relaciones Exteriores y sionista-militarista Leslie Gelb, habría entonces varios “regímenes clientelistas”.

Los altos políticos pro-Israel que promovieron la guerra no tenían directamente al principio la política de destruir sistemáticamente lo que, en efecto, constituía toda la civilización iraquí. Pero su apoyo y diseño de una política de ocupación incluía el desmembramiento total del aparato del estado iraquí y el reclutamiento de asesores israelíes que proporcionaran su “pericia” en técnicas de interrogatorio, represión de la resistencia civil y contrainsurgencia. Ciertamente, los expertos israelíes jugaron un papel importante al fomentar el enfrentamiento étnico y religioso entre los iraquíes, que Israel tanto ha puesto en práctica en Palestina. El “modelo” israelí de guerra colonial y ocupación –la invasión del Líbano de 1982- y la práctica de la “destrucción total” utilizando la división sectaria y étnico-religiosa fue ya evidente en las infamantes masacres de los campos de refugiados de Sabra y Chatila en Beirut, que tuvieron lugar bajo supervisión del ejército israelí.
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La segunda fuerza poderosa en pos de la Guerra de Iraq estaba constituida por los militaristas civiles (como Donald Rumsfeld y el Vicepresidente Cheney) que buscaban extender el alcance imperial de EEUU por el Golfo Pérsico y fortalecer su posición geo-política eliminando a un nacionalista fuerte, laico y partidario de la resistencia anti-imperialista árabe en el Oriente Medio. Esos militaristas civiles buscaban ampliar las bases militares estadounidenses para envolver a Rusia y asegurarse el control de las reservas petrolíferas como elemento de presión contra China.
 
Los militaristas civiles estaban menos movidos por los pasados lazos del Vicepresidente Cheney con la industria del petróleo y más interesados en su papel como Director Ejecutivo de la gigantesca filial de Halliburton, la contratista de bases militares Kellog-Brown and Root, que ha ido consolidando el Imperio Estadounidense a través de la expansión de bases militares por todo el mundo. Las compañías petrolíferas estadounidenses más importantes, que temían salir perdiendo frente a sus competidoras europeas y asiáticas, estaban deseando negociar con Saddam Hussein, y algunos de los partidarios de Bush dentro de la industria petrolífera estaban ya embarcados en operaciones de comercio ilegal con el embargado régimen de Iraq. La industria del petróleo no se sentía muy inclinada a promover la inestabilidad regional mediante una guerra.

La estrategia belicista de conquista y ocupación se diseñó para establecer una presencia militar colonial a largo plazo bajo la forma de bases militares estratégicas dotadas de un importante y sostenido contingente de asesores militares coloniales y unidades de combate. La brutal ocupación colonial de un estado laico independiente con fuerte historia nacionalista y avanzada infraestructura que disponía de un aparato policial y militar sofisticado, extendidos servicios públicos y mínimas tasas de analfabetismo impulsó el crecimiento de una amplia colección de movimientos militantes y armados contra la ocupación. En respuesta, los oficiales coloniales estadounidenses, la CIA y las Agencias de la Inteligencia de Defensa idearon una estrategia de “divide y vencerás” (la denominada solución “El Salvador”, asociada al ex Embajador en zonas calientes y ex Director de la Inteligencia Nacional estadounidense John Negroponte) para fomentar los conflictos armados de base sectaria y promover los asesinatos interreligiosos para así debilitar cualquier esfuerzo por lograr un movimiento unido nacional anti-imperialista.

El desmantelamiento de la burocracia civil laica y del ejército fue diseñado por los sionistas de la administración Bush para incrementar el poder de Israel en la región y fomentar el surgimiento de grupos militantes islámicos, que habían sido reprimidos por el depuesto régimen baazista de Saddam Hussein. Israel había perfeccionado esta estrategia antes: Patrocinó y financió en sus orígenes a grupos militantes islámicos sectarios, como Hamas, como alternativa a la laica Organización para la Liberación de Palestina, creando un marco que favorecía las luchas sectarias entre los palestinos.

La consecuencia de las políticas coloniales estadounidenses financiando y multiplicando una amplia variedad de conflictos internos fue la proliferación de los mullah, los líderes tribales, los gángsteres políticos, los señores de la guerra, los expatriados y los escuadrones de la muerte. La “guerra de todos contra todos” servía a los intereses de las fuerzas ocupantes estadounidenses. Iraq se convirtió en un lodazal de jóvenes armados, sin empleo, entre los que era fácil reclutar un nuevo ejército de mercenarios. La “guerra civil” y el “conflicto étnico” proporcionaron un pretexto para que EEUU y sus títeres iraquíes despidieran a cientos de miles de soldados, policías y funcionarios del régimen anterior (especialmente si eran de familias sunníes, mixtas o laicas), socavando la base del empleo civil.

Bajo la cobertura de una generalizada “guerra contra el terror”, las Fuerzas Especiales estadounidenses y los escuadrones de la muerte dirigidos por la CIA implantaron el terror dentro de la sociedad civil iraquí, persiguiendo a cualquier sospechoso de criticar al gobierno-títere, especialmente entre las clases educadas y profesionales, precisamente los iraquíes más capaces de reconstruir una república laica independiente.
La guerra de Iraq estuvo dirigida por un influyente grupo de ideólogos neoconservadores y neoliberales con fuertes vínculos con Israel. Valoraron el éxito de la guerra de Iraq (por éxito ellos entendían el desmembramiento total del país) como la primera ficha de “dominó” de una serie de guerras para “recolonizar” el Oriente Medio (en sus palabras: “volver a trazar el mapa”). Disfrazaron su imperial ideología con un fino barniz de retórica sobre “promover las democracias” en Oriente Medio (excluyendo, por supuesto, las antidemocráticas políticas de su “patria” Israel sobre los subyugados palestinos).

Al confluir las ambiciones hegemónicas regionales de Israel con los intereses imperiales de EEUU, los neoconservadores y sus compañeros de viaje neoliberales del Partido Demócrata apoyaron en primer lugar al Presidente Bush y después al Presidente Obama en su escalada de las guerras contra Afganistán y Pakistán. Secundaron unánimemente la feroz campaña de bombardeos de Israel contra el Líbano, el ataque por tierra, mar y aire y la masacre de miles de civiles atrapados en Gaza, el bombardeo de instalaciones sirias y el gran impulso (de Israel) hacia un ataque preventivo militar y a gran escala contra Irán.

Los defensores estadounidenses de múltiples guerras secuenciales y simultáneas en Oriente Medio y en el Sur de Asia creían que no podrían desplegar todo el potencial destructivo masivo que poseen hasta no haberse asegurado el control total de su primera víctima: Iraq. Confiaban en que la resistencia iraquí se vendría rápidamente abajo tras trece años de brutales y exterminadoras sanciones impuestas contra la república por EEUU y las Naciones Unidas. Para consolidar el control imperial, los políticos estadounidenses decidieron silenciar permanentemente a todos los disidentes civiles independientes iraquíes. Se dedicaron a financiar a clérigos chiíes y asesinos tribales sunníes y a contratar decenas de miles de mercenarios privados entre los señores de la guerra pesmergas kurdos para que perpetraran los asesinatos selectivos de los dirigentes de los movimientos de la sociedad civil.

EEUU creó y entrenó un ejército-títere colonial iraquí de 200.000 miembros, compuesto casi enteramente de pistoleros chiíes, excluyendo a los experimentados militares iraquíes con antecedentes laicos, sunníes o cristianos. Un resultado poco conocido de todos esos escuadrones de la muerte financiados y entrenados por EEUU y de su ejército-títere iraquí fue la destrucción virtual de la antigua población cristiana iraquí, que fue desplazada, sus iglesias bombardeadas y sus dirigentes, obispos e intelectuales, académicos y científicos asesinados o forzados al exilio.

Los asesores israelíes y estadounidenses eran bien conscientes de que los cristianos iraquíes habían jugado un papel clave en el desarrollo histórico de los movimientos laicos, nacionalistas antibritánicos y antimonárquicos y su eliminación como fuerza influyente en los primeros años de la ocupación estadounidense no fue algo accidental. El resultado de las políticas estadounidenses llevó a eliminar a los movimientos y a los dirigentes antiimperialistas más democráticos y laicos y a presentar a una red asesina de colaboradores “étnico-religiosos” como “socios” incontestables para sostener la presencia colonial estadounidense a largo plazo en Iraq. Con sus títeres en el poder, Iraq serviría como plataforma de lanzamiento para su búsqueda estratégica de otros “dominios” (Siria, Irán, las Repúblicas Centroasiáticas…).

La continuada purga sangrienta de Iraq bajo la ocupación estadounidense ha conseguido acabar con la vida de 1,3 millones de civiles iraquíes durante los primeros siete años de la invasión de Bush de 2003. Hasta mediados de 2009, la invasión y ocupación de Iraq le ha costado al tesoro estadounidense más de 666.000 millones de dólares. Este enorme gasto da fe de su carácter central en la más amplia estrategia imperial de EEUU en relación a todo el Oriente Medio y a la región del Sur y Centro de Asia.

La política de Washington de politizar y militarizar las diferencias étnico-religiosas, armando y fomentando la rivalidad de los líderes étnicos, religiosos y tribales para que estén siempre enzarzados en mutuas sangrías sirvió para destruir la resistencia y la unidad nacional. Las tácticas de “divide y vencerás” y la confianza en organizaciones religiosas y sociales retrógradas es la práctica más común y mejor conocida cuando se trata de conquistar y subyugar a un estado nacionalista avanzado y unificado. Romper un estado nacional, destruir la conciencia nacionalista y promover las primitivas lealtades regionales, feudales y étnico-religiosas requería de la sistemática destrucción de los principales proveedores de la conciencia nacionalista, de la memoria histórica y del pensamiento científico y laico. Al provocar los odios étnico-religiosos se destruyeron los matrimonios, las comunidades y las instituciones mixtas con sus perdurables lazos profesionales y amistades personales de orígenes diversos.

La eliminación física de académicos, escritores, profesores, intelectuales, científicos y profesionales, especialmente físicos, ingenieros, abogados, juristas y periodistas fue decisiva para imponer un gobierno étnico-religioso bajo una ocupación colonial. Para establecer el dominio a largo plazo y sostener a unos gobernantes clientelistas étnico-religiosos, todo el edificio cultural preexistente fue destruido físicamente por EEUU y sus marionetas iraquíes.

Esto supuso la destrucción de las bibliotecas, las oficinas del censo y los depósitos de todas las propiedades y archivos judiciales, los departamentos sanitarios, laboratorios, colegios, centros culturales, instalaciones médicas y, por encima de todo y al completo, las clases profesionales, los científicos sociales, los humanistas, los literatos... Cientos de miles de profesionales iraquíes junto con sus familias, fueron empujados mediante el terror al exilio interno y externo. Se cortó cualquier tipo de financiación destinada a las instituciones nacionales, seculares, científicas y educativas. Los escuadrones de la muerte se emplearon a fondo en el sistemático asesinato de miles de académicos y profesionales sospechosos de la menor disidencia, del menor sentimiento nacionalista; se eliminó a todo aquel que tuviera la mínima capacidad para colaborar en la reconstrucción de la república.
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La destrucción de una moderna civilización árabe

El Iraq laico e independiente tenía el más avanzado orden científico-cultural del mundo árabe, a pesar de la naturaleza represiva del estado policial de Saddam Hussein. Había un sistema nacional de atención sanitaria, educación gratuita universal y generosos servicios sociales, combinado todo ello con niveles de igualdad de género sin precedentes. Esto marcó la avanzada naturaleza de la civilización iraquí de finales del siglo XX.

La separación entre iglesia y estado y la protección estricta de las minorías religiosas (cristianos, asirios y otros) contrasta agudamente con lo que ha resultado de la ocupación estadounidense y su destrucción de las estructuras gubernamentales y civiles iraquíes. El duro gobierno dictatorial de Saddam Hussein presidía una muy desarrollada moderna civilización en la que el avanzado trabajo científico iba de la mano de una fuerte identidad nacionalista y anti-imperialista. Esto se notó especialmente en el pueblo iraquí y en las expresiones de solidaridad del régimen con la causa del pueblo palestino bajo el dominio y ocupación israelí.

Un mero “cambio de régimen” no podía extirpar esta profundamente incrustada y avanzada cultura laica republicana en Iraq. Los planificadores estadounidenses de la guerra y sus asesores israelíes eran bien conscientes de que la ocupación colonial aumentaría la conciencia nacionalista iraquí a menos que la secular nación fuera destruida y de ahí el imperativo imperial para arrancar y destruir a los portadores de la conciencia nacionalista, eliminando físicamente a los talentosos, a los científicos, a los elementos más laicos de la sociedad iraquí. El énfasis en todo lo retrogrado se convirtió en el principal instrumento para que EEUU impusiera en el poder a sus títeres coloniales, con sus primitivas y “pre-nacionales” lealtades, en un Bagdad culturalmente purgado y desnudado de sus estratos sociales más sofisticados y nacionalistas.

Según el Centro de Estudios Al Ahram de El Cairo, durante los primeros dieciocho meses de la ocupación estadounidense, 310 científicos iraquíes fueron asesinados, una cifra que el ministerio de educación iraquí no discute.

Otro informe recogía un listado con más de 340 intelectuales y científicos asesinados entre 2005 y 2007. Las bombas colocadas en los institutos de educación superior habían hecho bajar la tasa de matrículas un 30% respecto a las cifras anteriores a la invasión. En una bomba colocada en enero de 2007 en la Universidad Mustansiriya de Bagdad, 70 estudiantes fueron asesinados y cientos de ellos resultaron heridos. Esas cifras obligaron a la UNESCO advertir que el sistema universitario iraquí estaba al borde del colapso. Las cifras de importantes profesionales y científicos iraquíes que habían escapado del país rondaban los 20.000. Los Angeles Times informó que en octubre de 2008, de los 6.700 profesionales universitarios iraquíes que tuvieron que huir a partir de 2003, sólo 150 habían regresado. A pesar de las proclamas de EEUU de que ha mejorado la seguridad, la situación en 2008 contempló numerosos asesinatos, incluyendo el del único neurocirujano que quedaba en la segunda mayor ciudad iraquí, Basora, cuyo cuerpo fue arrojado a las calles de la ciudad.

Los datos no procesados de los académicos, científicos y profesionales iraquíes asesinados por EEUU y las fuerzas ocupantes alidadas y las milicias, así como de las fuerzas en la sombra controladas por ellas, se reflejaron en una lista publicada por el Pakistan Daily News (www.daily.pk) el 26 de noviembre de 2008. Esta lista levanta ampollas acerca de la realidad de la sistemática eliminación de intelectuales en Iraq bajo la trituradora de la ocupación estadounidense.

 

Asesinatos

La eliminación física de un individuo mediante el asesinato es una forma extrema de terrorismo, que tiene un efecto dominó de largo alcance a través de la comunidad de la que procede la persona, en este caso el mundo de los líderes intelectuales, académicos, profesionales y creativos de las artes y las ciencias. Por cada intelectual iraquí asesinado, miles de educados iraquíes escapaban del país o abandonaban su trabajo en búsqueda de una actividad más segura, menos vulnerable.

Bagdad era considerada el “París” del mundo árabe en términos culturales y artísticos, científicos y educativos. En la década de los setenta y los ochenta, sus universidades eran la envidia del mundo árabe. La campaña de “conmoción y pavor” de EEUU que arrasó Bagdad, evocó emociones similares a las del bombardeo aéreo del Louvre, la Sorbona y las bibliotecas más importantes de Europa. La Universidad de Bagdad era una de las universidades más prestigiosas y productivas del mundo árabe. Incluso bajo el letal colapso producido por las sanciones económicas impuestas por EEUU y Naciones Unidas, que aniquilaron a Iraq durante los trece años anteriores a la invasión de 2003, miles de estudiantes licenciados y de jóvenes profesionales llegaban a Iraq buscando formación especializada.

Jóvenes médicos de todo el mundo árabe recibían formación médica avanzada en sus instituciones. Muchos de sus académicos presentaban documentación científica en las conferencias internacionales más importantes y publicaban en revistas de prestigio. Y lo que es más importante, la Universidad de Bagdad formaba y mantenía una cultura laica científica altamente respetada y libre de discriminación sectaria, con académicos de todos los orígenes religiosos y étnicos.

Ese mundo fue para siempre destrozado: Bajo la ocupación estadounidense, hasta noviembre de 2008, han sido asesinados 83 académicos e investigadores que enseñaban en la Universidad de Bagdad, haciendo que varios miles de colegas suyos, sus familias y estudiantes se vieran obligados a huir.

La selección de académicos asesinados por disciplinas

El artículo publicado en noviembre por el Pakistan Daily News ofrecía un listado de un total de 154 importantes académicos de Bagdad, famosos en su especialidad, que habían sido asesinados. Además, un total de 281 bien conocidos intelectuales que enseñaban en las mejores universidades de Iraq cayeron víctimas de los “escuadrones de la muerte” bajo la ocupación estadounidense.
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Antes de la ocupación estadounidense, la Universidad de Bagdad poseía la facultad de medicina de enseñanza e investigación más importante de todo el Oriente Medio, que atraía a cientos de jóvenes doctores en búsqueda de formación avanzada. Ese programa ha sido devastado durante el surgimiento del régimen de los escuadrones de la muerte estadounidenses, con pocas perspectivas de recuperación. De los asesinados, el 25% (21) eran los catedráticos y profesores más importantes de la facultad de medicina de la Universidad de Bagdad, la que tiene el más alto porcentaje de asesinados entre las facultades. El segundo más alto porcentaje de las facultades masacradas fueron los profesores e investigadores de la renombrada facultad de ingeniería de la Universidad de Bagdad (12), seguidos de primerísimos académicos en humanidades (10), ciencias sociales y físicas (8 catedráticos en cada una), educación (5). Los restantes altos académicos asesinados en la Universidad de Bagdad pertenecían a las facultades de ingeniería agrícola, economicas, educación física, comunicaciones y estudios religiosos.

En las otras tres universidades de Bagdad fueron asesinados 53 importantes académicos, entre ellos, 10 que pertenecían al campo de las ciencias sociales, 7 a la facultad de derecho, 6 a medicina, 6 a humanidades, 9 a ciencias físicas y 5 a las ingenierías. El 20 de agosto de 2002, el Secretario de Defensa Donald Rumsfeld bromeaba antes de la invasión: “… Uno tiene que asumir que ellos (los científicos) no han estado jugando a las canicas” (justificando la sangrienta purga de científicos en ciencias físicas y químicas). Una ominosa señal de la sangría de académicos que iba a seguir a la invasión.

En todas las universidades situadas en el resto de las provincias se perpetraron purgas sangrientas similares de académicos: 127 catedráticos y científicos fueron asesinados en las diversas y bien consideradas universidades de Mosul, Kirkuk, Basora y otros lugares. Las universidades ubicadas en otras provincias con la cifra más alta de profesores y catedráticos asesinados estaban en las ciudades en que los ejércitos británico y estadounidense y sus aliados y mercenarios kurdos fueron más activos: Basora (35), Mosul (35), Diyala (15) y Al-Anbar (11).
El ejército iraquí y sus aliados de los escuadrones de la muerte perpetraron la mayoría de los asesinatos de académicos en las ciudades que estaban bajo control estadounidense o “aliado”. El asesinato sistemático de académicos se llevó a cabo por toda la nación, en todas las disciplinas a fin de destruir los cimientos educativos y culturales de una civilización árabe moderna. Los escuadrones de la muerte que cometieron la mayoría de los asesinatos eran grupos étnico-religiosos primitivos, premodernos “actuando por sí mismos” o instrumentalizados por los estrategas del ejército estadounidense para eliminar a cualquier intelectual consciente políticamente o a cualquier científico nacionalista que pudiera empeñarse en una agenda de reconstrucción de una sociedad laica moderna y una república unificada e independiente.

En su pánico para impedir la invasión estadounidense, el Directorado Nacional de Control Iraquí presentó el 7 de diciembre de 2002 ante las Naciones Unidas, una lista que identificaba a 500 científicos importantes iraquíes. No hay prácticamente duda alguna de que esa lista se convirtió para el ejército estadounidense en un elemento central a la hora de confeccionar la lista de personas a eliminar entre la elite científica iraquí. En su infame discurso anterior a la invasión ante las Naciones Unidas, el Secretario de Estado Colin Powell citó una lista de 3.500 científicos y técnicos iraquíes a quienes habría que “contener” para impedir que su sabiduría fuera utilizada por otros países.

EEUU había incluso creado un “presupuesto” de cientos de millones de dólares, sacado del dinero iraquí del programa “Petróleo por Alimentos” de Naciones Unidas a fin de establecer programas de “reeducación civil” para volver a entrenar a los ingenieros y científicos iraquíes. Estos tan aireados programas nunca se llevaron a cabo. Formas más baratas de contener lo que un experto en política estadounidense denominó como el “exceso de científicos, ingenieros y técnicos” de Iraq aparecen claramente en un documento del Carnegie Endowment (actualización de la política RANSAC, abril de 2004). EEUU había decidido adoptar y ampliar, a escala industrial, la operación secreta del Mossad israelí para asesinar a los científicos iraquíes más importantes.

 

Las campañas estadounidenses de “Incremento” y “Asesinatos Máximos” (2006-2007)

El momento terrorista más algido contra los académicos coincide con la renovación de la ofensiva del ejército estadounidense en Bagdad y en las provincias. De la cifra total de académicos asesinados en Bagdad hay recogidas unas fechas (110 intelectuales famosos asesinados), casi el 80% (87) se produjeron en 2006 y 2007. Una pauta similar se siguió en las provincias, perpetrándose en esa época el 77% de un total de 84 académicos asesinados fuera de la capital durante el mismo período. La pauta está clara: la proporción de asesinatos de académicos crece cuando las fuerzas ocupantes estadounidenses organizan un ejército iraquí de mercenarios y fuerza policial, y proporcionan dinero para el entrenamiento y reclutamiento de miembros de tribus y milicias rivales chiíes y sunníes como medio de reducir las bajas estadounidenses y de purgar a los potenciales críticos disidentes de la ocupación.

La campaña de terror contra los académicos se intensificó a mediados de 2005 y alcanzó su pico en 2006-2007, provocando la fuga masiva de decenas de miles de profesionales, científicos, académicos iraquíes y de sus familias al extranjero. Facultades universitarias enteras se han convertido en refugiados de Siria y otros países. Aquellos que no pudieron permitirse abandonar a sus ancianos padres o parientes y permanecieron en Iraq, tuvieron que adoptar medidas extraordinarias para ocultar su identidad. Algunos eligieron colaborar con las fuerzas ocupantes o con el régimen-títere esperando que les protegieran o permitieran inmigrar con sus familias a EEUU o Europa, aunque los europeos, especialmente los británicos, no se sienten muy inclinados a aceptar a académicos iraquíes.

Después de 2008, se produjo un agudo descenso en el asesinato de académicos, con sólo 4 asesinados ese año. Esto refleja la huida masiva de intelectuales iraquíes hacia el extranjero o que tuvieron que esconderse antes que confiar en ningún cambio de política por parte de EEUU y sus títeres mercenarios. Como consecuencia, las instalaciones dedicadas a la investigación en Iraq se han visto diezmadas. Las vidas de los integrantes de los equipos de apoyo que aún permanecen, incluidos técnicos, bibliotecarios y estudiantes se han visto devastadas, con muy escasas perspectivas de poder conseguir un empleo en el futuro.

La guerra y ocupación de Iraq por EEUU, como los Presidentes Bush y Obama han declarado, es un “éxito”: una nación independiente de 23 millones de ciudadanos ha sido ocupada por la fuerza, colocándose en ella un régimen-títere, con tropas mercenarias coloniales que prestan obediencia a los oficiales estadounidenses y campos petrolíferos puestos en venta. Todas las leyes nacionalistas de Iraq que protegían su patrimonio, sus tesoros culturales y sus recursos naturales han sido anuladas. Los ocupantes han impuesto una “constitución” que favorece al Imperio estadounidense. Israel y sus lacayos sionistas en las administraciones tanto de Bush como de Obama celebran la desaparición de un adversario moderno… y la conversión de Iraq en un desierto político-cultural.

En línea con un supuesto contrato efectuado entre el Departamento de Estado de EEUU y los oficiales del Pentágono con coleccionistas influyentes del Consejo Americano para la Política Cultural en 2003, los saqueados tesoros de la antigua Mesopotamia han “encontrado” un camino en las colecciones de las elites de Londres, Nueva York y muchos más lugares. Los coleccionistas pueden ahora también anticiparse al pillaje en Irán.

Advirtiendo a Irán

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La invasión, ocupación y destrucción por EEUU de una civilización científico-cultural moderna, como la que existía en Iraq, es un preludio de lo que el pueblo de Irán puede esperar si llega a producirse un ataque militar por parte de EEUU/Israel. La amenaza imperial a los cimientos científico-culturales de la nación iraní ha estado totalmente ausente de la narrativa de los manifestantes y estudiantes iraníes y sus ONG financiadas por EEUU durante sus protestas post-electorales de la “Revolución Pintalabios”. No deberían olvidar que en 2004, los educados y sofisticados iraquíes de Bagdad se consolaban con un fatalmente equivocado optimismo de “al menos, no estamos como en Afganistán”.

Esa misma elite se encuentra ahora en miserables campos de refugiados en Siria y en Jordania y su país se parece más a Afganistán que ningún otro lugar del Oriente Medio. Se ha cumplido la escalofriante promesa de Bush de abril de 2003 de transformar Iraq en la imagen de “nuestro recién liberado Afganistán”. Y los informes de que los asesores de la administración estadounidense habrían revisado la política del Mossad israelí de asesinatos selectivos de científicos iraníes, debería hacer que los intelectuales liberales pro-Occidente de Teherán ponderen seriamente la lección de la campaña asesina que sobre todo en 2006-2007 eliminó prácticamente a todos los científicos y académicos iraquíes.

Conclusión

¿Qué es lo que ganan EEUU (y Gran Bretaña e Israel) al establecer un régimen clientelista retrogrado en Iraq basado en estructuras socio-políticas étnico-religiosas medievales? Primero y principal, Iraq se ha convertido en un puesto de avanzada para el imperio. En segundo lugar, es un régimen débil y atrasado incapaz de desafiar el dominio militar y económico israelí en la región e incapaz de cuestionar la continuada limpieza étnica de los nativos palestinos árabes de Jerusalén, Cisjordania y Gaza. En tercer lugar, la destrucción de los cimientos legales, culturales, científicos y académicos de un estado independiente supone incrementar su dependencia de las corporaciones multinacionales occidentales (y chinas) y su infraestructura técnica, facilitando así la penetración y explotación económica imperial.

A mediados del siglo XIX, tras la revolución de 1848, el conservador sociólogo francés Emil Durkheim reconoció que la burguesía europea se veía enfrentada por un creciente conflicto de clases y una clase trabajadora cada vez más anticapitalista. Durkheim señalaba que, cualquiera que fueran sus recelos filosóficos sobre religión y clericalismo, la burguesía tendría que usar los mitos de la religión tradicional para “crear” cohesión social y rebajar la polarización de clases. Hizo un llamamiento a la educada y sofisticada clase capitalista parisina para que superara su rechaza del obscurantista dogma religioso a favor de instrumentalizar la religión como herramienta para poder mantener su dominio político.

De la misma forma, los estrategas estadounidenses, incluidos los sionistas en el Pentágono, han instrumentalizado a las fuerzas étnico-religiosas, tribales y mullahs para destruir el liderazgo político nacional laico y la avanzada cultura de Iraq para consolidar su dominio imperial, aunque esa estrategia exigiera la matanza de las clases científicas y profesionales. El dominio imperial contemporáneo estadounidense se basa en apoyar a los sectores más atrasados social y políticamente de una sociedad y aplicar la tecnología bélica más avanzada.

 Los asesores israelíes han jugado un papel importante a la hora de instruir a las fuerzas ocupantes en Iraq en las prácticas de la contrainsurgencia urbana y represión de civiles, basándose en sus sesenta años de experiencia. La infame masacre en 1948 de cientos de familias palestinas en Deir Yasin fue emblemática de la eliminación sionista de cientos de pueblos agrícolas productivos, que habían sido poblados durante siglos por un pueblo nativo con su civilización endógena y vínculos culturales con el suelo, a fin de imponer un nuevo orden colonial. La política de aniquilación total de los palestinos es un elemento base en el asesoramiento de Israel a los políticos en Iraq. Su mensaje ha sido traslado por sus acólitos sionistas presentes en las administraciones Bush y Obama, ordenando el desmembramiento de toda la burocracia estatal y civil moderna iraquí y utilizando los premodernos escuadrones de la muerte tribales compuestos de extremistas chiíes y kurdos para purgar las modernas universidades e instituciones de investigación de esa masacrada nación.

La conquista imperial estadounidense de Iraq se construye a partir de la destrucción de una república laica moderna. El desierto cultural que queda (un “páramo” empapado de la sangre de los preciados sabios iraquíes) es controlado por mega-estafadores, chorizos y mercenarios que se hacen pasar por “autoridades iraquíes”, analfabetos culturales étnicos y tribales y personajes religiosos medievales que actúan bajo la guía y dirección de los graduados de West Point que llevan los “planos del imperio” formulados por los licenciados de Princeton, Harvard, Johns Hopkins, Yale y Chicago, ansiosos de servir a los intereses de las corporaciones multinacionales europeas y estadounidenses.

Eso se denomina “desarrollo desigual y combinado”: El matrimonio de los mullahs fundamentalistas con los sionistas de la Ivy League [1] al servicio de los Estados Unidos.

James Petras
James PetrasProfesor emérito de Sociología en la Universidad Binghamton de Nueva York. Último libro publicado: The Arab Revolt and the Imperialist Counter Attack (La revuelta árabe y el contra ataque imperialista), ediciones Clarity Press, 2011.



martes, 12 de agosto de 2014

BRUNO LIMA ROCHA: TERRORISMO FINANCIERO Y LEGITIMACIÓN DE LOS FONDOS BUITRES


 BRUNO LIMA ROCHA: TERRORISMO FINANCIERO Y LEGITIMACIÓN DE LOS FONDOS BUITRES

Enviado por Barometro Internacional el martes, 12 agosto, 2014 a las 23:28


El caso de la renegociación de valores de los títulos de la República Argentina necesita un análisis en profundidad para entender y hacer la crítica a los operadores financieros que chantajean a un país entero. Pero en este breve artículo la meta se queda en la estructura de legitimación que circunda al capital ficticio –observada a partir de este caso específico– apropiadamente denominada “El Terror Financiero” por los críticos más contundentes.
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Se sabe que el Sistema Internacional opera a partir de una lógica esquizofrénica, caótica y al mismo tiempo gira en torno a la búsqueda de consensos. Uno de estos consensos, impuestos y refrendados por un sistema de legitimación, es el del imperativo técnico y econométrico sobre la extracción, producción, distribución y colocación de recursos colectivos. Desde el punto de vista lógico y material, la financierización sin lastre es una alucinación peligrosa y absurda. Esta lógica alucinada de comprometer la condición de bienestar material de toda una sociedad en beneficio de unos pocos conglomerados operando como intermediarios del dinero y las obligaciones estatales, necesita un aparato jurídico-político y mediático a su alrededor para beneficiarse, blindando a la opinión pública mundial ante los elementos más rudimentarios de su crítica.
La red de hierro alrededor de los fondos controlados por ejecutivos (alta gerencia) que siempre están beneficiados por los bonos de productividad, aún cuando las instituciones financieras que ellos controlan se declaren en quiebra, pasa a través del peso desproporcionado dentro de la superpotencia (los Estados Unidos) del poderoso lobby de la “industria financiera”. Cualquier estudio serio observa el crecimiento de los márgenes de lucro de los fondos de inversión de riesgo (hedge founds) , de los bancos de inversión y de su ala más inclinada hacia las prácticas agiotistas, los llamados fondos buitres. La estrategia de usar la fuerza de protección está presente al utilizar una corte local de los EEUU como tribunal apropiado para el ensayo de una maniobra jurídica para enfrentar el acuerdo de compra de títulos argentinos con valores depreciados. Luego que la compra –mal intencionada– pasase al recurso judicial de pedir la totalidad del valor nominal, materializando la condición de fondos buitres que devoran la carroña. En este caso la carroña es la riqueza del pueblo argentino, abriendo además un duro precedente para las otras naciones endeudadas.
El problema no reside sólo en el juicio –en una corte secundaria de Nueva York–  de la riqueza y el compromiso de un país, por más que sean justas las críticas al kitchnerismo y sus pésimas elecciones de doble discurso (nacionalismo discursivo y alianza con las transnacionales en la práctica económica). El problema de fondo está en tolerar la existencia de este tipo de práctica, y de forma casi resignada aceptar sus condiciones como válidas. Una corte de un país no puede juzgar la riqueza de una nación y no aceptar una apelación al contrato de compra, cuyo valor depreciado era algo del saber común entre los vendedores (el Estado argentino) y los compradores (Fondos buitres).
En este caso específico los operadores son piratas como el republicano Paul Elliot Singer (no confundir en nada con un economista brasilero de nombre semejante), su socio Kenneth Dart, la firma por ellos controlada (la Elliot Management, controladora de NML Capital) y todo un enmarañado de personas jurídicas de capitales cruzados y con sede en lugares conocidos como paraísos fiscales (como la NML, que tiene sede en las Islas Caimán). La banda tiene también como componente al fondo Aurelius n (controlado por un ex empleado de Singer, la Blue Angel, Capital Ventures, Capital Markets, Caronte, dentro de otras menores).
El juez estadounidense Thomas Griesa, que está juzgando la acción, apuesta al cansancio y la incomodidad. De jurisdicción municipal y bajo la constante presión de la American Task Force Argentina (ATFA), actúa apoyado por el bombardeo de un lobby que actúa como frente común, teniendo a la cabeza a Robert Shapiro, ex Subsecretario de Comercio para Asuntos Económicos del gobierno de Bill Clinton. De hecho, Griesa actúa como un operador jurídico local –a favor de los fondos buitres– y apostando a la validez de una ley local mundializada. Es como tener un juez amigo y ver su sentencia aplicada a todo el planeta. Ya el “mediador” designado, Daniel Pollack actúa como un prestamista, extorsionando a Argentina y forzando el pago del valor nominal y corregido a los especuladores.
La justicia del caso y la mediación actúan a favor de los fondos buitres
Completa el cuadro de terror el hecho de que la clasificación predeterminada de “default”, de acuerdo con el periodismo económico brasilero y mundial, venga de parte de una comisión compuesta justamente por los bancos de inversión, los fondos de riesgo (hedge founds) y los fondos buitres. Basta consultar la lista de esta composición y del Comité de Determinación de Créditos Derivativos en la dirección web dc.isda.org . Inclusive Elliot Management es parte de ese Comité, uno de los buitres que intenta devorar a Argentina como carroña.
Apenas con citar estos elementos y las instancias decisorias bastaría para deslegitimar la reclamación de los buitres. Para combatirlos el primer paso, además de no adherirse al gobierno kitchner, es desenmascarar el aparato y deslegitimarlo. No podemos imaginar que sea natural que países enteros sean coaccionados y chantajeados por empresas financieras, que nada producen, mediante compromisos e interpenetraciones del aparato del Estado en organismos internacionales, poniendo de rodillas a buena parte de la humanidad. El Terror Financiero necesita ser combatido.
La cúpula del terror financiero global
El Comité de Determinaciones de la Asociación Internacional de Swaps y Derivativos (ISDA, ver el sitio dc.isda.org) equivale a una instancia de clasificación de “riesgos” que determina si un país está en “default” o no. Este organismo fue creado en 2009 para intentar imponer una legitimidad a partir de los propios defraudadores del sistema financiero mundial. El periódico O Globo, en su edición del 1º de agosto de 2014 (pág.24) presenta la información de quienes componen este Comité, sin hacer el contrapunto del pasado reciente de estos conglomerados de la ruleta del capital ficticio. Bastaría consultar en el dominio de esta Comisión, la composición de sus miembros de las Américas y cruzarla con las informaciones difundidas por los grandes medios, para darse cuenta que literalmente, quienes están arbitrando el conflicto son la parte generadora de las quiebras de 2008.
En el hiperlink http://dc.isda.org/about-dc-committees/current-dc-members /#Americas tiene la lista de los miembros con voto en ese Comité. Esta clasificación muestra quien estaría pagando o no sus títulos y compromisos. Veamos quien tiene el don de determinar el “default”. Comencemos con los bancos de inversión Bank ofAmerica N.A.; Barclays Bank plc; BNP Paribas; Citibank, N.A.; CreditSuisseInternational; Deutsche Bank AG; Goldman Sachs International; JPMorgan Chase Bank, N.A.; Morgan Stanley &Co. Internationalplc; Nomura Internationalplc.  Conglomerados semejantes, pero apenas con voto consultivo son: MizuhoSecuritiesCo.,Ltd.; SociétéGénérale.  Ya los votantes que no son bancos de inversión, operando como hedge founds (fondos de riesgo), incluidos los llamados fondos buitres son: BlueMountain Capital Management, LLC; D.E. Shaw &Co.,L.P.; Eaton Vance Management; Elliott Management Corporation; Pacific Investment Management Co., LLC. Un miembro del fondo que no es votante es Citadel, y completa el cuadro de los votos el Ice Clear Credit.
Esto puede ser una sopa de letras para quien no está acostumbrado a leer tales denominaciones, pero para los iniciados esta composición es puro terrorismo financiero. Un bello ejercicio didáctico sería hacer una simple búsqueda con los nombres de estos conglomerados financieros, apenas a través de los medios corporativos. Con facilidad veremos que apenas por el hecho de que los mayores apostadores de la ruleta rusa financiera sean los juzgadores de sus víctimas, el tal Comité ya es escandaloso por su mera existencia. Tal clasificación –si hay o no hay default  o el no cumplimiento de una deuda muchas veces decidida por la justicia–  es una especie de taxonomía contractual. Quien sea clasificado como no pagador, sufre una serie de ataques tales como la venta en masa de títulos (como en el caso de Grecia) y la consecuente fuga de capitales y alza del dólar.
Ya es absurdo suponer que los verdugos puedan juzgar el comportamiento de sus víctimas, y mucho menos tomar esto en serio. Cualquier investigación de delincuencia financiera debe mirar a esta composición como un conjunto de de empresas sospechosas a escala global.
www.estrategiaeanalise.com.br / blimarocha@gmail.


lunes, 11 de agosto de 2014

¿POR QUÉ ISRAEL ATACA A LA POBLACIÓN DE LA FRANJA DE GAZA?


Por Jaime Abedrapo

Resulta difícil comprender las causas del conflicto, si no consideramos que Palestina representa un territorio cuya descolonización aún está pendiente. Es el único caso del sistema internacional que se ha mantenido en esa condición, ya que el proceso de descolonización de países africanos y asiáticos vino a concluir en la década de los setenta del siglo veinte. ¿Por qué Palestina ha sido marginada del derecho consagrado de autodeterminación de los pueblos respecto de las potencias colonizadoras? La respuesta, en términos generales, tiene que ver con la decisión del Reino Unido, encargado de su administración después de la I Guerra Mundial, de modificar el statu quo de la población nativa u originaria, es decir los palestinos.


Resulta difícil comprender las causas del conflicto, si no consideramos que Palestina representa un territorio cuya descolonización aún está pendiente. Es el único caso del sistema internacional que se ha mantenido en esa condición, ya que el proceso de descolonización de países africanos y asiáticos vino a concluir en la década de los setenta del siglo veinte.
¿Por qué Palestina ha sido marginada del derecho consagrado de autodeterminación de los pueblos respecto de las potencias colonizadoras? La respuesta, en términos generales, tiene que ver con la decisión del Reino Unido, encargado de su administración después de la I Guerra Mundial, de modificar el statu quo de la población nativa u originaria, es decir los palestinos.
Esta es la base central para comprender los 60 años de conflicto, es decir desde la creación oficial del Estado de Israel (15 de mayo de 1948). Desde entonces se ha dado curso a la limpieza étnica de los territorios palestinos, ya que el objetivo político de Israel es tener un Estado judío, por tanto era absolutamente necesario erradicar (a como diera lugar) a la población árabe nativa.

Por ello, las masacres, desplazamientos forzados, apartheid, etc. Todos los crímenes de lesa humanidad que comete Israel, se dan en el contexto de la creación de su Estado, el cual aún no alcanza las dimensiones que sus conductores pretenden, es decir, ocupar todo el territorio que antes había pertenecido a los palestinos, con especial atención ahora en Cisjordania.

El rasgo de estar frente a un Estado confesional, con claras raíces racistas, tras una ideología excluyente como el sionismo, ha significado que las negociaciones sean inviables, ya que mientras Israel tenga superioridad militar y dicha ideología se mantenga vigente en relación a la mayoría de los habitantes, ese Estado no estará dispuesto a compartir su territorio con árabes o con personas de otras religiones, por la amenaza demográfica que esto significaría para la superioridad numérica judía. Es decir, ello es lo que hace inviable, hasta hoy, la creación de un Estado binacional. Por otro lado, como los sionistas consideran que su proyecto estatal está inconcluso y siguen edificando asentamientos (política de estado en Israel) y desplazando a los palestinos o arrebatándoles su tierra, no hay forma de negociar fronteras, ya que están en pleno proceso de expansión y no se observa un poder real que pueda coaccionarlos para que respeten la legislación internacional, es decir, las resoluciones de Naciones Unidas.

Esto, de alguna manera, refuerza las causas primeras del conflicto, ya que Israel siempre ha tenido argumentos para no negociar y ha trabajado o se ha aliado siempre con la potencia de turno (primero Reino Unido y Francia; luego Estados Unidos), por lo cual desde el realismo político, ha sido imposible condicionar su política de Estado, a pesar de que no respeta el derecho internacional, ni el derecho internacional humanitario, ni tampoco los derechos humanos. Israel todo lo fundamenta en razón de su seguridad nacional o espacio vital, “Razón de Estado”.

Recordemos que en 1967, tras la guerra de los seis días, Israel se anexó la totalidad del territorio de Palestina, incluida Jerusalén Oriental, que desde la década del ochenta (1981) considera unilateralmente como su capital única e indivisible, sin acatar el derecho internacional vigente, que tras las resoluciones 242 de 1967 y 338 de 1973 han reclamado la evacuación de los territorios ocupados. En ese contexto, Israel propició los asentamientos judíos en Cisjordania y GAZA, los que a su vez también le valieron condenas de parte de Naciones Unidas. El único argumento esgrimido por Israel para desarrollar esta expansión y colonización a costa de de territorio palestino, han sido títulos basados en textos del Antiguo Testamento de la Biblia, que el Derecho Internacional no reconoce.

En definitiva, estamos frente a la imposibilidad que afecta al pueblo palestino, de ejercer el derecho de vivir en forma libre y soberana en su propia tierra, siendo tratado como una raza inferior al interior del Estado de Israel (se ha institucionalizado un apartheid), en donde se establecen normas discriminatorias para los no judíos, mientras los palestinos en Cisjordania viven bajo ocupación, en verdaderos bantustanes, desde los acuerdos de Oslo (1993). Y el resto vive en el virtual campo de concentración de Gaza, luego de que Ariel Sharon erradicara a la fuerza a los colonos ortodoxos – fundamentalistas que tenían asentamientos allí. Podría afirmarse con propiedad, que en Gaza se ha creado la prisión de mayor extensión en el mundo.

En efecto, aproximadamente el 90% de la población residente en la Franja de Gaza está constituida por refugiados, es decir un millón y medio de personas están prisioneros en 300 kilómetros cuadrados por el solo hecho de ser palestinos. Decimos encerrados, porque Israel controla los accesos terrestres, el espacio aéreo y marítimo.

Frente a este sombrío y desesperanzador panorama, cabe preguntarse acerca de qué alternativas tienen disponibles los palestinos para lograr su liberación nacional, puesto que además, por el lado de las negociaciones que se desarrollan, con interrupciones, desde hace más de18 años, Israel jamás ha negociado de buena fe. Prueba de esto es que, en conocimiento de que el total del territorio de la Cisjordania es una meta intransable para los palestinos, desde el comienzo de las negociaciones y hasta hoy, ha mantenido invariablemente su política de ampliación de los asentamientos judíos en dicho territorio. Y aún más, ha construido el muro del apartheid, que expropia más territorio palestino y le hace la vida imposible a ese pueblo.

En ese contexto, no puede extrañar que surjan movimientos reivindicativos como los de Hamas. Recordemos que éste es un movimiento islámico que no reconoce a Israel, mantiene la resistencia mediante el empleo de la fuerza, pero en un contexto asimétrico, por tanto sólo tiene capacidad para ataques calificados como terroristas, ya que su estrategia es infligir miedo entre la población de Israel. Su capacidad operativa es muy baja, sobre todo en el contexto de aislamiento internacional en que se encuentra y por las pésimas condiciones socioeconómicas derivadas del bloqueo israelí.

Tras lo dicho, podemos afirmar que la causa del conflicto no es Hamas, ya que este es un partido político con una fuerte presencia en la sociedad de la Franja de Gaza; tanto es así, que consiguió en los comicios del 2006, el 65% de la adhesión. Mantiene trabajos en el campo de la salud, educación, etc y se ha hecho relevante, primeramente tras la acción de Israel que lo apoyó logísticamente en la década de los setenta, con el objetivo de deslegitimar y presentar una cuña en la OLP; pero en una segunda etapa, este movimiento encuentra un importante apoyo ciudadano, como señal de rebelión contra la ocupación y contra los tratos infrahumanos que recibe la población de parte del ocupante.

La posición política de Hamas y los cohetes (artesanales) que dirige hacia territorio israelí, han sido presentados como la causa de la actual agresión de Israel. Para ello se ha pretendido crear algunos mitos, como por ejemplo que ha sido Gaza el que rompió la tregua o pacto de no agresión con Tel Aviv. Sin embargo, a poco de asumir Hamas tras el triunfo en las urnas, los países llamados del Cuarteto (Estados Unidos, Unión Europea, Rusia y la ONU) comenzaron a aislar a este actor político, seguido de un bloqueo y boicot cada vez más implacable por parte de Israel, los que significaron la escasez de alimentos, medicinas, combustibles, etc.

Cabe aquí un comentario, acerca de la actitud adoptada en este caso por quienes se proclaman como democracias modelo, EEUU, Europa e Israel, especialmente esta última, siempre alabada como “la única democracia del Medio Oriente”. Su mensaje a los palestinos fue muy claro: o eligen a quienes nosotros deseamos que resulten elegidos o les haremos la vida imposible. No parece que esta sea la mejor forma de promover la democracia en el mundo.

Otras Variables
Debemos también considerar que la agresión del Estado de Israel, es decir, un sujeto internacional con responsabilidad y cuya situación es de ocupante en el territorio palestino, se dio en un contexto de elecciones internas en ese país, en el cual el laborismo gobernante estaba debilitado, por lo que era esperable una derrota en las urnas. De hecho, los partidos de derecha se veían como los próximos gobernantes de Israel, por tanto la acción militar tiene mucho que ver con ello.

Desde otra perspectiva, Israel habría querido condicionar al futuro Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien asume el 20 de enero, en su política de lealtad hacia Israel, y así no arriesgar un giro respecto de lo que ha sido la administración Bush como soporte de la política israelí, la que en definitiva le ha permitido una violación sistemática de los derechos humanos y le ha otorgado apoyo político frente a los crímenes de guerra cometidos por Israel en sus distintas ofensivas militares y sin pagar costo alguno.

Recordemos que en 2006 Israel lanzó una guerra de agresión en contra de El Líbano, donde se enfrentó con Hezbollá, acción en la cual también el uso desproporcionado de la fuerza fue una tónica, por la cual no tuvo ninguna sanción, gracias al veto de los Estados Unidos en el Consejo de Seguridad.

Todos estos elementos nos muestran a grandes rasgos el porqué Israel está actuando, y podemos decirlo en propiedad, masacrando a la población que habita la Franja de Gaza. Los más de 650 muertos no vienen a ser más que el corolario de unas negociaciones fracasadas, entre la Autoridad Nacional Palestina, que controla Cisjordania, e Israel, en Anápolis. Recordemos que no se logró avanzar en ninguna materia y que mientras se desarrollaban las negociaciones, Israel no dejó de derribar casas de palestinos en Jerusalén, crear nuevos asentamientos, tomar prisioneros, construir el muro, etc.

Ello viene a explicar porqué las visiones islamistas van fortaleciéndose entre la población palestina, ya que ha comprobado que en 60 años de conflicto las negociaciones sólo arrojan fracasos y que su situación es cada vez más precaria, mientras Israel, por medio de la política de los hechos consumados, se expande por territorio palestino y a Gaza lo deja como una prisión en la cual relegar a la resistencia, en especial la islámica.

Sin embargo, Israel sostendrá de cara a la opinión pública internacional, que es responsabilidad de Hamas el que Palestina no tenga Estado, y que por ahora se abocarán a la extirpación del “cáncer fundamentalista”, con lo que intentarán validar que sus bombas contengan fósforo blanco o uranio envejecido y que más de un tercio de los muertos sean niños. Insistirá que, en definitiva, la legítima defensa de Israel está en juego y que el mundo árabe y occidente les debieran agradecer por mantener la ocupación, hasta que eliminen a todos y a cada uno de los miembros de Hamas. Pero dado el brutal accionar de Israel, pareciera que Hamas está representado en cada palestino que se opone a vivir bajo ocupación, inserto en un sistema de apartheid en Israel y Cisjordania, y de campo de prisioneros en Gaza.

Esto sólo podrá cambiar si es que se consigue deslegitimar al sionismo en su expresión racista, totalizante y excluyente, en el sentir de la misma población israelí, la cual, como primer paso, debiera exigir el logro de la paz a su propio gobierno, para que posteriormente la sociedad mencionada entre en un proceso de revalorización y sentido de sociedad.

Jaime Abedrapo, Federación Palestina de Chile