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Brexit: ¿lágrimas de la oligarquía colonial en negocio fracasado?
Por
Carlos Santa María
Los dirigentes de la Unión Europea (UE) exigiendo que el Reino Unido empiece el proceso para salir del bloque europeo lo más pronto posible.
La
reacción destemplada de los dirigentes de la UE ante el éxito del
Brexit y su imposibilidad de negarlo, se ha manifestado en su
declaración realizada el viernes 24 de junio (día de la aprobación
del referéndum) exigiendo que el Reino Unido empiece el proceso para
salir de la UE lo más pronto posible.
El
comunicado difundido por los presidentes del Consejo Europeo, la
Comisión Europea (CE), el Parlamento de Europa (PE) y el primer
ministro de los Países Bajos, Donald Tusk, Jean-Claude
Juncker, Martin Schulz y Mark Rutte, respectivamente, dice lo
siguiente: “Esta es una situación sin precedentes, pero estamos
unidos en nuestra respuesta a ella…El Reino Unido debe salir de la
Unión lo más pronto posible, sin importar lo doloroso que será el
proceso”. Schulz, Presidente del Parlamento Europeo, ha sido
aún más enfático en la representación de esta propuesta al
anunciar que el liderazgo de la UE mantendrá reuniones para diseñar
estrategias destinadas a impedir las posibles reacciones en cadena
que podría provocar el Brexit,
y ha asegurado que el Reino Unido (y por tanto la ciudadanía),
lamentará su decisión.
Lo
fundamental de este proceso, además del resultado imprevisible dada
la manipulación de la información y especialmente al concluir la
votación al darle extraoficialmente el éxito al Remain
(permanencia) por un 52% lo que no fue cierto, es que se ha
descubierto tres tramas que hacía la Corporatocracia para impedir el
triunfo del Brexit.
En
primer lugar, toda la información que recibía el mundo desde los
más importantes medios al servicio de los intereses oligárquicos
fue una completa mentira indicando cifras falseadas al planeta.
Prácticamente nadie en Europa ni en América, por ejemplo, daba por
seguro el triunfo del Sí al alejamiento, lo que se constituyó en
una revelación pues demostró el poder ciudadano y la capacidad de
sostener sus propias convicciones pese a la presión mediática
extrema. Es muy posible que haya influido en esta decisión un
rechazo a la campaña del ocultamiento de la verdad y el sentir
del pueblo británico, hastiado también de ser manipulado por su
gobierno.
En
segundo lugar, se realizó una campaña del terror de tal suerte que
“salir” era un sinónimo de naufragio, atentado a la soberanía,
desprecio a la clase trabajadora, hundimiento del país, lo que no
sirvió finalmente. La estrategia fue desmontada y no les valió
decir que Rusia haría una fiesta en el Kremlin si ganaba el Brexit,
como lo sostuvo la candidata Clinton y la dirigencia rusófoba.
En
tercer lugar, la campaña táctica “Unidos Venceremos” de la
Corporatocracia, no fue suficiente pese a que se confabuló toda la
clase dominante del planeta representado en instituciones que son el
núcleo de los megos millonarios del orbe, ya que la imbricación de
todo el poder capitalista de los regímenes autoritarios de las
potencias se reflejó en la política. Con claridad se vio el abrazo
solidario entre Wall Street, la cuestionada Christine Lagarde como
presidenta del FMI y la OTAN.
Ahora
bien, el efecto que puede provocar este éxito independentista tendrá
que verse en el tiempo aunque dirigentes reconocidos de Italia,
Francia y Holanda, entre otros, plantean la necesidad de iniciar el
“Exit” europeo. No sin razón, el presidente de la Generalitat en
Cataluña (España), reconocía la importancia para las naciones sin
Estado. En América del Norte, en el propio seno de Estados Unidos,
ya los ciudadanos de Texas comienzan a promover su secesión del
país.
Las
amenazas no se han hecho esperar aunque Angela Merkel ha señalado el
camino: por un lado, analizar, por otro, controlar, y finalmente
golpear a Gran Bretaña.
Lo
anterior significa reconocer que la derrota procede de la
insuficiencia de las amenazas mediáticas y de la conciencia
británica que empieza a darse cuenta que son carne de cañón en una
posible guerra de confrontación con Rusia o China ya que ha sido
declarado un Estado vasallo. Impedir que otro país salga a toda
costa será un objetivo imprescindible y para ello se utilizará
todas las herramientas posibles…todas.
Obviamente
las expresiones de tristeza (“es un día triste para Europa”),
esbozadas por numerosos líderes, no son ciertas ya que han sugerido
grandes castigos a los insubordinados todo lo cual demuestra angustia
e impotencia. Más bien, es una derrota de las grandes empresas
multinacionales que conformaron la Unión Europea como un bloque
económico, de globalización comercial y mercados abiertos, con el
objeto de vender productos e importar con mano de obra barata,
Lo
que sucederá ahora es incierto pues se verá una gran actividad
mediática para “controlar los daños colaterales”.
Finalmente,
las declaraciones de Donald Trump sobre el ‘Brexit’, en tanto
candidato republicano a la presidencia de EE.UU, considerando
este triunfo como algo grandioso y fantástico, confirma la
oposición de Wall Street a su propuesta y el boicot de los Medios al
proyecto presentado pues contradice en este aspecto a las élites
coloniales en cuanto estrategia económica mundial. Su frase:
“Recuperaron su país, al igual que vamos a hacer nosotros con
EE.UU”, es la declaración de que las armas, la inmigración y el
trabajo, serán sus banderas.
Cabe
al mundo democrático esperar nuevos sucesos, especialmente en España
donde Unidos Podemos puede dar una sorpresa propositiva, aunque son
partidarios de una UE más sólida con políticas sociales en contra
del austericidio implementado en la organización. Estos días
mostrarán eventos de indudable importancia.
Publicación Barómetro 18-07-16