2015 · 11 · 25 • Fuente: Jamal Halawa* para Palestinalibre.org
¿Ha comenzado ya la cuenta atrás para desmantelar la base militar sionista?
Occidente ha intervenido groseramente en todos los países del Medio Oriente, colonizando, instalando dictaduras serviles, creando grupos armados terroristas, e incluso llegando a las intervenciones militares. Para ello, Israel ha sido fundamental para llevar a cabo sus acciones militares y seguir robando las riquezas Petróleo- de esta estratégica región. Hoy esto podría cambiar con la entrada en acción directa de un nuevo actor como lo es Rusia.
La
aceleración de los acontecimientos en Oriente Medio después de la
intervención militar rusa, al lado del Ejercito Árabe Sirio, indica
que la zona y el mundo están en el umbral, y desde la ancha puerta
del “Sham” (Siria), de abrir un escenario multifacético y de
continuo drenaje como no la ha visto esta zona desde la primera
guerra mundial. Y es que, la intervención rusa, comprendiendo sus
dimensiones, indica que el eje global resistente a la hegemonía
occidental del mundo, ha tomado su decisión definitiva de participar
en las batallas decisivas para contener dicha hegemonía y defender
directamente sus intereses estratégicos en una zona ultra sensible,
dentro de los equilibrios geopolíticos internacionales, con lo que
ello conlleva sobre la influencia económica y política a nivel
global.
Rusia,
no habría tomado su decisión si no hubiese coordinado previamente
con China, con el grupo del BRICS, con América del Sur y con los
países del Caribe, sopesando las repercusiones de tal decisión y
las probabilidades de su evolución dentro del equilibrio
internacional, y después de afianzar la certeza del liderazgo ruso,
de que no estará solo en esta batalla de intereses entrelazados y
complejos componentes.
Todos
los observadores objetivos ya tienen la seguridad de que los grupos
armados, con sus distintas siglas, no son más que apéndices del
campo imperial-sionista vinculados directamente con los países
reaccionarios árabes del petrodólar. Y que la llamada “primavera
árabe”, que fue utilizada para contener el campo de la resistencia
a Israel y al bloque occidental, no es más que una tortuosa
elaboración de sus servicios de inteligencia para segregar un
Oriente Medio carente de ejércitos nacionales árabes y subordinado
a la voluntad política de occidente que pretende coronar a Israel
como la única potencia regional a nivel económico y militar.
Por
consiguiente, la decisión rusa de intervenir significa en frenazo a
dicho proyecto, y significa que es una clara decisión de
confrontación ante Israel y sus aliados árabes: los financiadores,
patrocinadores y organizadores de los grupos armados islámicos,
quienes a su vez, son entrenados y armados por los servicios de
inteligencia turcos, británicos, franceses y estadounidenses,
siempre en coordinación con el Mossad israelí, y lo que es peor
aún, reciben planes terroristas de actuación en distintos periodos
y en varios países para crear un estado de “shock” y pánico,
con lo cual, pretenden justificar la continuidad del estado de
guerra, y ampliar su extensión, hasta conseguir todos sus objetivos
en implantar su total dominio sobre la zona y el mundo. Nadie se
salvará en el mundo si no se les consigue vencer y desmantelar
completamente su proyecto.
¿Qué
significa desmantelar su proyecto en la zona?
Significa
claramente, y sin duda alguna, desmontar la mayor base militar
construida por el bloque occidental representada por el estado de la
entidad usurpadora de Palestina. Pienso, y después de tomar mí
tiempo antes de exponer la idea, que el mundo contrario al dominio
del bloque capitalista y occidental ha llegado a la conclusión de
que el estado deforme llamado “Israel” se ha convertido en un
peligro existencial, no solo a los estados de la zona, sino a los
estados del mundo globalizado y de forma directa y total. Y que no
existe ningún modo de elaborar planes de paz y seguridad
internacionales compatibles con la existencia de un estado que
patrocina el terror y viola las leyes internacionales continuamente,
con el soporte de los estados capitalistas occidentales liderados por
EEUU, y sin que se haya podido encontrar un mecanismo que controle y
racione los comportamientos de dicha entidad que, trata con una
obscena ligereza a las leyes internacionales, violando todas las
normas, convenios y tratados internacionalmente reconocidos, y cuyo
coste, para conseguir redactarlos y editar sus artículos, fue
de millones de víctimas humanas.
La
dimensión estratégica que conlleva el inicio de las operaciones
rusas en Siria, con el comienzo de la tercera intifada pocos días
después, no fue una mera coincidencia sin más. Creo que obedece a
un plan perfectamente estudiado para contener a Israel desde dentro,
y dispersar la fuerza de sus aparatos de inteligencia vinculados
estrechamente con los grupos armados y con los aparatos de
inteligencia de los estados del petrodólar. El atentado contra el
avión civil ruso en el Sinaí, no hubiera podido efectuarse sin la
intervención del Mossad directamente. Lo que supuso un mensaje de
advertencia israelí a Rusia sobre el rol que podría jugar el primer
estado patrocinador del terror en el mundo: el “Estado de Israel”.
Todos
sabemos el grado de fragilidad de la entidad usurpadora de Palestina
en el interior, y como podría la intifada mermar su tejido social y
agitar su estabilidad. El heroico pueblo árabe de Palestina, con su
inmersión en esta gran batalla, sacrifica a muchos de sus hijos e
hijas jóvenes por la vez número mil, y no se ablandará si tuviera
que repetirlo otras mil veces más, y hasta que se encuentre con su
ineludible y segura victoria. De ahí, y porque el estado de
contradicciones regionales e internacionales ha alcanzado una etapa
de explosión total a raíz del fracaso de todos los planes de paz en
la zona, acompañado con la disminución del rol activo de los
estados capitalistas para imponer su hegemonía sobre el resto del
mundo a través de la fuerza, el resto del mundo, y los pueblos que
lo habitan, ha comenzado a levantarse una vez más para suprimir la
injusticia que sufren, y para domar al monstruo del neo colonialismo
impuesto por los centros de financiación y las empresas
trasnacionales en los estados capitalistas que dominan la decisión
política en sus respectivos países a través de la financiación de
los partidos políticos que alternan el poder en sus estados. También
han comenzado a levantarse grandes países que tienen solera en
el movimiento de la historia y en la elaboración de las culturas, y
que tienen solera en la elaboración de la paz y la seguridad
internacionales. Por todo ello, percibo que los países anteriormente
mencionados, han tomado la decisión estratégica de desmantelar la
base militar central del imperialismo en la zona, como punto de
lanzamiento primordial para garantizar su propia seguridad nacional,
y no solo para hacer justicia apoyando al pueblo árabe de Palestina.
La seguridad de los pueblos árabes y del pueblo palestino, se han
convertido en parte de la seguridad de los países del mundo que se
levantó contra los estados capitalistas del horror que se nutre del
monopolio, del asesinato y de la criminalidad contra los pueblos del
mundo.
Así
es, percibo que en esta ocasión, la intifada palestina contiene
grandes dimensiones internacionales, y la percibo como parte de una
intifada global protagonizada por los pueblos del mundo y sus
honestos estados comprometidos con la paz y la seguridad
internacionales. Y que forma un círculo necesario dentro de un eje
internacional que estudia y planifica desde hace largo tiempo, para
esta decisiva etapa de la historia de la humanidad. No querría
exagerar con mi optimismo sobre lo que acontecerá, pero como árabe,
y como palestino, tengo derecho, tengo todo el derecho a decir
después de todos estos años de espera y de sufrimientos, que nos
estamos acercando al punto y final. Tenemos derecho a levantar
nuestra voz y gritar al cielo: es nuestro turno, ya no nos queda nada
que podamos perder a partir de hoy. Solo nos queda morir con dignidad
o vencer merecidamente.
22 de Noviembre 2015*Articulista y traductor palestino residente en España.
Traducido del idioma árabe por el mismo autor del artículo.
Fuente: Jamal Halawa* para Palestinalibre.org