Miguel
Ángel del Pozo: Rusia, China, EEUU: ¿Enfrentados en Asía-Pacífico?
Enviado
por Barometro
Internacional el domingo, 28 septiembre, 2014 a las 11:44
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Barack Obama:
“vamos a la guerra, vamos a matar”. Este sería un interesante
eslogan de la Casa Blanca para prepararnos, cara el futuro, a “la
guerrita del abuelo”; claro, nos estamos dudando que en la actual
legislatura estadounidense le darían la oportunidad a Barack Obama,
a pesar de sus esfuerzos, de confrontar en escenarios, actualmente
hipotéticos, de guerra en la región de Asia y el Pacífico por la
sencilla razón que “los blanquitos” no van a aceptar que un
afro-americano quien ni siquiera nació en suelo continental
norteamericano se lleve todas las glorias imperiales de confrontar al
“imperialismo expansionista sino-ruso”, según todos los
“think-tank” estadounidenses y las oficinas ubicadas en
Washington denominadas como ¿asesores? (lobbies) quienes le sugieren
actitudes y comportamientos de políticas “del buen vecino” a
quienes pagan una bola de billetes verdes para poder ¿conocer? cómo
piensa el Poder. ¡Estúpidos!
Lo que sí es
verdad verdadera es que, en nuestros malos pensamientos, están
induciendo a Barack Obama a proceder a “dar la cara” cuando “vaya
usted a saber” alguien en Washington decide que hay que “darle
con todo incluso con el tobo del agua” a cualquiera que se
atraviese en el camino a tratar de “ponerle palos a las ruedas”
para que la reingeniería global-capitalista pueda seguir sus
avatares para poder “dar el salto adelante” necesario que, en las
actuales circunstancias, está requiriendo no solo el imperio
estadounidense sino la consecuencia de cuasi-natural-histórica de
cualquier imperio que es “el imperialismo” (Vladimir Ilich Lenín
dixit) en el marco del agotamiento del proceso de desarrollo del
capitalismo post-2da-Guerra-Mundial; es decir, nos referimos al
capitalismo estadounidense cuando se confronta con los agotamientos
del “Plan Marshall”, Banco Mundial, Fondo Monetario
Internacional, Bretton-Woods, Guerra de Corea, Guerra de Vietnam,
descolonización, “Tigres Asiáticos”, todas las crisis
monetarias desde el “bath-tailandés” hasta la profunda crisis
inducida de Wall Street con sus impactos en la muy católica Irlanda
cual ha llevado a la más profunda crisis en la Comunidad Europea
extensible a toda la Europa oriental, a los escenarios presentes en
la necesaria y obligante crisis global del Medio Oriente con sus
consecuencias sobre la península Arábiga, es decir, la “Guerra
del desierto”, “11 de septiembre”, invasión occidental-OTAN de
Iraq, Afganistán, Siria, amenazas sobre Irán conjuntamente con los
esfuerzos de tratar de socavar las realidades políticas de la Región
del Caspio y los estados nacionales correspondientes circundantes
(ver el mapa).
Lo expresado
es una somera realidad de los posibles escenarios que el capitalismo
post-2da-Guerra-Mundial, fundamentalmente, estadounidense, ha
impuesto sobre la comunidad internacional como “finale” del
proceso de crecimiento imperial de los EEUU de América a partir de
imponer la “Open Door policy” por aquellos años de principio del
siglo XX. En las actuales realidades globales, el imperio
estadounidense comienza a verse en su propio ombligo y actuar cara su
propia sociedad con las correspondientes represiones sociales en
respuestas a las motivaciones y movimientos sociales de protesta ante
realidades de crisis consecuenciales producidas por las
contradicciones del “american way of life”.
Cuando
reflexionamos sobre los desarrollos históricos que se han sucedido
desde el “11 de septiembre” hasta las actuales circunstancias de
bombardear a la “cruzada islámica”, accionares militares en
pleno desarrollo (hay en el mundo un millardo de habitantes que
comulgan con el Islam), tenemos que aceptar, obligatoriamente, que el
capitalismo-imperialista-estadounidense ha venido desarrollando
escenarios de “crisis y caos” globalmente que, necesariamente,
han conducido a accionares bélicos sean de baja y media intensidad
(gracias a Dios que no hemos alcanzado escenarios bélicos de alta
intensidad, es decir, guerra mundial, por ahora).
Cabe la
pregunta: ¿Por qué estamos sumergidos, todos, toiticos, “tirios y
troyanos” en esta locura socio-bélica del imperialismo? Fácil de
responder cuando, por lógica del desarrollo histórico del sistema
capitalista, exponemos que es el capitalismo estadounidense “causa
y consecuencia” de las realidades actuales anti-natura; pero ¿solo
el capitalismo estadounidense y/o actualmente se vienen incorporando
todos los gobiernos que comulgan con la “libre empresa”, es
decir, con políticas neoliberales aunque algunos reclaman la vuelta
al liberalismo siglo XXI pero en el marco de las directrices en
lecturas obligantes de los significados que implican esa relación
“Poder/imperialismo”? El tema es complejo.
¿Cómo se
está desarrollando aquello que José Vicente Rangel Vale ha
propuesto para su análisis y desarrollo como la “nueva política
Obama”? es verdad que más arriba hemos precisado, en última
instancia, que Barack Obama es un “catalizador de las actuales
circunstancias” de la reingeniería del sistema capitalista
estadounidense con sus condimentos imperialistas. Es decir, no hay
contradicción con la propuesta de JVR sino, en nuestro criterio, ese
accionar de la relación “Poder-imperialismo” ha requerido de la
figura presencial en la Casa Blanca de un presidente atípico como es
el afro-americano y hawaiano, Barack Obama. No queremos expresar que
Obama no tenga sus propias ideas pero cuando analizamos desde su
primera legislatura “su entorno gubernamental” podemos observar y
deducir que, en política exterior, poco y/o nada se ha inmiscuido
cuando consideramos los personeros en la Secretaria de Estado,
Secretaria de Defensa, Pentágono e, inclusive, la presencia del
Vicepresidente estadounidense en el escenario internacional durante
la primera legislatura. En las actuales circunstancias, Biden ha
trasladado esas responsabilidades a Kerry, por cierto, ambos
católicos.
En el marco
de lo antepuesto caminemos por ciertas realidades obligantes que
están presentes en el escenario internacional. Cuando nos adentramos
a la “Crisis de Ucrania” lo primero que salta del tintero es el
demostrable “golpe de estado” con el presidente depuesto,
independientemente, de opiniones personales y colectivas. Aquello
obligó, por razones de geopolítica a Putin actuar sobre las bases
del tratado internacional firmado por Rusia y Ucrania sobre Crimea.
Pero lo interesante, además de la realidad conexa con el Derecho
Internacional Público, es el “derecho de auto-determinación” de
los pueblos, argumento reiterado por Gran Bretaña sobre Gibraltar y
las islas de Las Malvinas. Además de ello, es decir, el negar “con
la cara bien limpia” el derecho de la sociedad rusa en aquellos
lares, tenemos sobre el tapete la realidad de la aplicación de las
políticas humanitarias cuales, actualmente, es la “columna
vertebral” estadounidense para “hacerse presente” en cualquier
país del escenario internacional sobre las bases de cualquier
circunstancias como es “un aguacero” como se está observando en
toda la zona del Pacífico y algunos países, muy ellos, del
continente asiático. Pero el “tema Ucrania” ha servido y ha sido
utilizado para desarrollar políticas expansivas sobre las fronteras
de Rusia con sus vecinos bajo tesis impuestas en el último akelarre
de la OTAN.
Pero como
estamos inmersos en la “reingeniería global del sistema
capitalista” es de obligación imponer las “tesis económicas”
que fueran utilizadas e impuestas por los imperios europeos, por
ejemplo, a China por razones militares y sobre esa base enmarcada en
los acuerdos internacionales, es decir, con las bendiciones del
“Derecho Internacional Público” y los acuerdos alcanzados en el
akelarre referido más arriba, zas!!!, sanciones económicas sobre la
economía rusa. Putin, ni pendejo, sencillamente, previendo por donde
venía la mano desde hace algunos años se ha ido preparando para
estas circunstancias “mirando al Este”. Pero ¿qué significa
“mirar al Este” para Rusia?
En primer
lugar, alcanzar acuerdos petroleros con China. En segundo lugar,
trasladar sus fábricas detrás de los Urales. En tercer lugar,
reactivar el puerto militar sobre el estrecho de Bering-Alaska. En
cuarto lugar, conocer por donde viene caminando el Primer Ministro
japonés, Shinto Abe, cuando le propone a Vladimir Putin conversar
sobre “las islas”. Estas serían algunas realidades a considerar
como respuesta, temporal rusa a la expansión de la OTAN sobre los
países limítrofes con Rusia.
Pero “la
piedrita en el zapato” no son las decisiones que tome el Kremlin
referidas a su política geoestratégica sino el “combo sino-ruso”,
de por sí ello significan palabras mayores. Por cierto, nos
preguntamos: ¿cuál serán las decisiones de Vietnam en estos
escenarios cuando durante la “Guerra de Vietnam” el mayor
proveedor de armas fuera la URSS vía China? ¿Accederá Vietnam a
entregarle, bajo cualquier régimen acordado a los EEUU de América,
la base militar naval de Cam-Rah, de nuevo?
Pero la
“nueva política Obama” tiene sus objetivos geoestratégicos bien
definidos referidos a la Región de Asia y el Pacífico. Conocemos
que el Pentágono ha trasladado militares estadounidenses asentados
en Alemania al norte de Australia. Conocemos que la Secretaria de
Defensa estadounidense ha re-suscrito acuerdos de defensa mutua con
países del Asia oriental. Conocemos que Filipinas ha cedido aquella
base naval tan polémica durante la “Guerra de Vietnam”, de
nuevo, al Pentágono, claro, bajo la modalidad de “visitas
humanitarias”. Conocemos que el Comandante de la 4ta. Flota se la
pasa paseando y disfrutando de la culinaria peruana tan importante
para toda América Latina. Conocemos de las buenas casi excelentes
relaciones de Chile con las Malvinas. Conocemos de la importancia
estratégica de Paraguay para las derechas internacionales en temas
que no son para exponer en este texto. Conocemos de las bases
estadounidenses en la “hermana”. Conocemos de las políticas
agresivas de las derechas españolas sobre la América Hispana con
sus inversiones y relaciones hasta futboleras sobre, entre otras, la
“marca España”. Conocemos de las sugerencias estadounidenses
para que países latinoamericanos y otros se incorporen a las
políticas implícitas en la “Región Asia-Pacífico”. Es decir,
para el Poder en Asia y el Pacífico hay “aliados y socios”; es
decir, “los panas y los amigos”.
Pero el
capitalismo estadounidense como ductor y conductor de la reingeniería
global tiene un grave problema: China. ¿Por qué China es un
problema y cuán tan grave problema no solo para el status quo
estadounidense (léase: Casa Blanca; Secretaría de Estado;
Secretaría de Defensa; Pentágono; Congreso y empresas militares y
de información) sino, fundamentalmente, para “el Poder” en
aquellos conceptos siempre expuestos por el General Alberto Müller
Rojas? Es decir, mientras no captemos la dualidad expuesta
inmediatamente anterior no podremos comprender las obvias
contradicciones que se estarían desarrollando en el escenario
internacional; es decir, es tangible e incluso hasta medible los
niveles de contradicciones entre ambas orillas del Atlántico cual
comprendemos cuando, con la sutileza requerida, percibimos las
diferencias entre la Casa Blanca y los huéspedes en París, Berlín,
Roma, fundamentalmente, porque Londres, Lisboa y Madrid “arriman el
hombro” en las actuales actuaciones bilaterales en la sociedad
estadounidense-comunidad-europea (mantengamos siempre presente las
calidades de las relaciones entre Londres y el continente).
Regresemos a
China. Las relaciones de los EEUU de América y China se retornan a
aquellas realidades de Henry Kissinger y Richard Nixon después que
la “muralla de bambú” fuera “entre-abierta” por Deng
Xiaoping. El Poder comprendió, cuasi inmediatamente, las ventajas
que representaban “la torta en la puerta del liceo”. Deng
Xiaoping conocía de las “debilidades y fortalezas” de las
realidades y oportunismos de la “estructura económica” en el
marco de aquel Estado chino. Las realidades consecuenciales del
intercambio comercial sino-estadounidense nos deja sobre la mesa una
realidad inobjetable a favor de China que les ha permitido, en
consonancia con las mismas realidades de las relaciones
nipo-estadounidenses, comprar “deuda/bonos” estadounidenses pero
con las correcciones del “caso nipón”. Pero las relaciones
significativas de la “inversión-consumo-acumulación”, en el
marco de una economía capitalista globalizada, no podría
representar “mayores dolores de cabeza” para el Poder y Wall
Street. Ese proceso de crecimiento de la economía china tenía y
tiene que estar acompañada por decisiones políticas en el marco de
la “seguridad y defensa” de China y es en el desarrollo de esas
políticas cuando se presentaron y están en “pleno desarrollo”
las contradicciones entre Beijing y Washington. Es una ecuación de
población/materias primas y mercado/consumo, finanzas/políticas
monetarias.
¿Cómo se
resuelven las contradicciones que se desarrollan en una economía
globalizada capitalista como la actual y en reingeniería profunda?
¿Cómo se desarrollaron y se solucionaron, temporalmente, las
contradicciones que produjeron las expansiones de los imperios
europeos en el Asia oriental, concretamente, en China y,
temporalmente, en Japón con el Comodoro? Conocemos que el imperio
británico entró en China a “sangre, fuego y religión”. Aquel
impulso imperialista británico sería imitado por otras potencia
europeas que los obligaría aún en contradicciones bélicas en otras
latitudes geográficas incluso en el propio continente europeo a
alcanzar acuerdos que se plasmarían en un “Derecho Internacional”
intra-naciones que permitiría “equilibrios imperialistas y
beneficios mutuos”. Pero las realidades globales actuales son
profundamente diferentes gracias, irónicamente, a la “Ciencia y
las Tecnologías” cuales permiten no solo “las imitaciones”
sino en sus desarrollos “profundas mejoras” tanto en el uso de
las “materias primas” (nanotecnologías) como de las calidades de
los productos de consumo masivo.
Las
realidades de aquellos años de expansión imperialistas en las
realidades chinas del siglo XIX no están, actualmente, presentes en
los escenarios que se vienen desarrollando en la Región de Asia y el
Pacífico en el marco de la “nueva política Obama”. Ello obliga
obligadamente a objetivar realidades a los gobiernos que por alguna
razón pudieran verse en escenarios innecesarios pero obligantes en
función de evitar crisis internas en sus sociedades más cuando
algunos gobiernos están profundamente sumidos en “cambios
profundos”.
delpozo14@gmail.com
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