Por Pedro Echeverría V. : El pueblo mexicano buscará otras formas de lucha
Enviado por Barometro
Internacional el domingo, 07 diciembre, 2014 a las 16:08
Gobierno
mafioso filo fascista amenaza con ley anti marchas
1.
Los corruptos parlamentarios de PRI, PAN y PVEM desempolvaron
ayer un dictamen de reforma a la Constitución (que en abril aprobó
también el traidorcillo PRD) que define el “derecho a la
movilidad”, pero que en realidad autoriza “al Estado a buscar
mecanismos alternativos” para prohibir, desbaratar, reprimir con
cualquier pretexto, todo tipo de protestas y manifestaciones.
Pretextan los hipócritas legisladores: ¿Cómo una manifestación
de protesta, un plantón o un bloqueo va a impedir la “libre
movilidad” de personas, coches, metrobús, cuando este país
necesita movilidad? Me recuerda a un imbécil y bobo funcionario que
me dijo: “Pedro, yo estoy de acuerdo con las manifestaciones
porque son justas, pero háganlas a los tres de la mañana y en el
periférico, para no perjudicar a nadie”.
2.
De esta gente sin compromiso, que busca pretextos para no apoyar,
hay mucha. Quisieran que les lleven su comidita a la casa sin luchar
por ella y cuando se la quitan prefieren arrodillarse pidiendo
favores para no tener que enfrentarse con el despojador. Dicen:
“¿Para qué pelear si siempre dios provee?”. Por ello el
gobierno –que dice que los que protestan en las calles son
minoría- hace leyes para acabar con las marchas de descontento. Hoy
el PRD, que dice oponerse, quiere deslindarse cínicamente del PRI y
PAN, pero silencian que también ellos aprobaron esa ley represiva y
muchas más, cuando formaban el famoso “Pacto por México” y
recibían jugosos dividendos del gobierno del PRI. Todos esos
políticos son parte del Estado, cobran gigantescos salarios y votan
por él.
3.
Se calumnia a los jóvenes que al defender sus derechos y los del
pueblo se cubren los rostros para no ser identificados y
encarcelados por la policía; pero se olvida que las “caras
risueñas” de Peña, Salinas, Cevallos, Azcárraga, Slim, son sólo
máscaras o “cubrecaras” que tapan a gobernantes y empresarios
represores y ladrones responsables del saqueo que ejercen sobre el
país y sus trabajadores. Todos los políticos mexicanos guardan su
“caradura” y se colocan la “cara política” risueña para
conseguir votos. Tú lector, piensa nada más en la “cara bonita”
que han puesto Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña para no ser
llevados a prisión acusados de desfalcos y asesinatos.
4.
¿Por qué tantas campañas contra los “vándalos que descomponen
las manifestaciones” si gracias a esos jóvenes que se cubren el
rostro estamos aprendiendo a defender con dignidad nuestros derechos
pisoteados por décadas? ¿Acaso no conocemos que el desprecio
contra los “Vandalorum”, los Hunos de Atila, los Bárbaros que
llegaron a Roma, el esclavo Espartaco, los comunistas expropiadores
y anarquistas libertarios, es el odio del poder contra quienes
exigen sus derechos y luchan con él? Los poderosos –que son los
que hacen las leyes- exigen con razón el “respeto a la ley”;
los idiotas, que sólo repiten, también piden “respeto a la ley”.
¿No se dan cuenta estos tontos que las leyes las hicieron y las
hacen para sujetar y reprimir al pueblo?
5.
Las leyes del pueblo son otra cosa distinta porque deberían
prohibir de entrada la gran propiedad privada, la acumulación de
riquezas, la explotación del trabajo, la desigualdad social, la
riqueza y la pobreza económica, obligar a trabajar para tener
derecho a comer. Si se promulgaran estas leyes y se penara su
incumplimiento, no existirían protestas ni manifestaciones. Pero en
un país capitalista lo primero que se impone en las leyes es el
derecho a la gran propiedad, el derecho a la acumulación de la
riqueza, el derecho a la explotación del trabajo, a que es
“natural” de que haya desigualdad y a una cruel y despótica
división del trabajo entre el material y el intelectual y, desde de
este, la explotación brutal del trabajo humano.
6.
Los estudiantes de las universidades, del Politécnico, de las
Normales rurales y urbanas, los jóvenes que se ubican en los 16 y
30 años de edad, ya no son más el “futuro” sino siempre han
sido el presente, mucho más cuando luchan y saben defenderse,
cuando piensan que sólo las rebeldías y las revoluciones pueden
trasformar el mundo. Pero los “jóvenes” son indudablemente el
pasado, cuando piensan como los viejos que sólo buscan la paz, el
orden y el progreso. ¿No es acaso un magnífico ejemplo de los
valerosos estudiantes del Poli que al iniciar su lucha, parecieron
como un manjar fácil de tragarse por Gobernación y la SEP y ahora
han desarrollado una maravillosa conciencia crítica y solidaria con
los desaparecidos de Ayotzinapa, en la llamada mesa de diálogo?
7.
No permitamos que los hipócritas gobernantes nos sigan viendo la
cara de tontos. Debemos batallar contra la imposición por el poder
de esas leyes represivas luchando en las calles contra ellas y no
respetándolas. ¿Por qué no preguntan al pueblo si quieren leyes
para que los repriman o asesinen en las protestas? “Aplicar
la ley”, hecha por gobierno y empresarios, en México,
significa golpear y castigar al pueblo porque nunca éste ha
intervenido en su elaboración. La ley de “movilidad” que nos
están imponiendo debe ser tirada a la basura, pisoteada, no
respetada. ¿O están obligando al pueblo a tomar otros caminos más
eficaces para enfrentar el poder? Los jóvenes y demás
trabajadores darán la respuesta porque ellos tienen la palabra.
(3/XII/14)
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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