domingo, 21 de septiembre de 2014

Miguel Guaglianone: El enigma del EIIL

Miguel Guaglianone: El enigma del EIIL

Enviado por Barometro Internacional el domingo, 21 septiembre, 2014 a las 16:13
Un nuevo protagonista ha surgido en el Medio Oriente: el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL en español, ISIS en inglés, Dahesh en árabe). Un protagonista que tiene de cabeza a la mayor parte de los gobiernos del mundo, sobre todo aquellos que pretenden ser los conductores de la geopolítica mundial.
Si uno se guía por lo que dicen los medios privados corporativos y varios de los gobiernos de esas naciones, en Irak y Siria apareció (como surgido de la chistera de un mago) un nuevo grupo “terrorista” que asola estas regiones y se comporta con un inusitado nivel de salvajismo, asesinando personas, abusando de las mujeres e intentando imponer una forma de vida y unas costumbres (las del Islam tradicional) absolutamente retrógradas y bárbaras.

El deber entonces del mundo civilizado es combatirlos (destruirlos ha dicho la Casa Blanca). Es sorprendente la unanimidad de opinión que su presencia y acción despiertan. Naciones enfrentadas como Irán o Rusia y China con los Estados Unidos y la UE, coinciden absolutamente en que el EIIL y el Califato Islámico que ha instituido en los territorios que viene ocupando son un peligro para el mundo. Treinta naciones reunidas en Europa han decidido que es necesario tomar acciones para detenerlo. Aparentemente nos encontramos frente a un peligroso virus social que amenaza a la humanidad entera.

Sin embargo, si lo vemos con seriedad, sería necesario saber algo más de todo el asunto que lo que nos dicen los medios o declaran los gobiernos. Si el EIIL es realmente un enemigo de la humanidad, es necesario saber a que nos estamos enfrentando.

Võ Nguyên Giáp, el legendario general vietnamita explicó en una entrevista que le realizara la TV francesa hace unos 25 años, que los norteamericanos habían perdido la guerra de Vietnam porque “Nunca habían leído el Sun Tzu”. El legendario “Arte de la Guerra” chino dice que para pelear es necesario conocer y entender al enemigo. Giáp expresaba: “Nosotros estudiamos y conocimos a los estadounidenses, ellos no lo hicieron con nosotros y nunca nos entendieron.” Sería entonces de sentido común tratar de saber qué es lo que está sucediendo realmente en el Medio Oriente y sobre todo de que se trata el proceso social y político que crea la existencia y genera el protagonismo del EIIL. Quién y qué es realmente el Estado Islámico de Irak y el Levante.

Precisiones y preguntas
En primer término, resulta que el EIIL tiene raíces antiguas. Desde 1991 Estados Unidos viene promoviendo, financiando y ayudando a grupos integristas islámicos, primero para controlar Afganistán, luego para atacar en Irak a Saddam Hussein, cuando dejó de ser un aliado para convertirse en un enemigo. Es allí que nace el EIIL, ayudado por EEUU. O sea que su aparición no es producto de la generación espontánea actual, sino que tiene toda una historia detrás.

La otra precisión es su relación con Al-Qaeda. La organización fundamentalista que fuera alentada y financiada en su momento por los EEUU, y convertida en un monstruo en medida de su propia agenda, comenzó a enfrentar a sus creadores (con Osama Bin Laden a la cabeza). Su imagen es usada en todo Occidente como un paradigma del mal, y por lo tanto la lógica mediática dice que si el EIIL es su aliado, también es parte del mal. La realidad es que hace ya mucho tiempo las relaciones que en algún momento tuvieron ambas organizaciones se disolvieron y hoy el EIIL y Al-Qaeda no tienen ni agendas ni lazos comunes.

El otro asunto delicado es la calificación unánime del EIIL como un grupo terrorista. La verdad es que sería un grupo terrorista bastante sui generis. En primer término, los grupos terroristas son organizaciones clandestinas que como máximo combaten al estilo guerrilla y que se caracterizan por generar atentados puntuales donde normalmente mueren civiles y cuyo objetivo es la siembra del temor en la población.

Pero resulta que este grupo se comporta como un ejército tradicional, que ataca y conquista militarmente objetivos específicos,  consolidando el territorio ocupado, en una clásica maniobra de expansión geográfica. No se ha destacado (con toda intención) a nivel mediático que el propio Pentágono y el Departamento de Estado han reconocido ya que se trata de algo más que un grupo terrorista, que son en realidad un verdadero ejército regular (que hace un uso “muy creativo” de los blindados, han afirmado ambas fuentes).

Sus éxitos militares en corto tiempo han sido poco menos que notables, en una especie de blitzkrieg han sido capaces de infligir derrotas al ejército sirio que durante tres años ha sido victorioso ante todos los intentos de Occidente de tumbar el gobierno de Damasco con la acción de mercenarios, y ha derrotado también a las milicias kurdas iraquíes, que fueron capaces de contener a Saddam Hussein en el apogeo de su poder.

Todo esto no se explica simplemente diciendo que son un grupo terrorista.
Hay otro aspecto y es el de la demonización. Los medios corporativos se han cuidado mucho de difundir (con muy escaso material de respaldo) que las acciones del EIIL son bárbaras, que asesinan gente, que raptan mujeres, y sobre todo que imponen la ley islámica a las poblaciones que conquistan. Siendo sinceros, si bien todo esto puede ser muestra de terror y barbarie, no se trata de actos mucho peores que las acciones de los “civilizados” israelíes en Gaza, o los “civilizados” ataques con drones ordenados sistemáticamente por presidente de los EEUU sobre Pakistán, en el cual dejan un trágico saldo de civiles muertos (niños, mujeres y ancianos sin distinción) calificados luego como  meros “daños colaterales” inevitables para “mantener la civilización”.

En definitiva, todo el Medio Oriente es una zona donde no existen por ninguna parte los famosos Derechos Humanos (tampoco existen demasiado en el resto del mundo) y adjudicar la barbarie exclusivamente a una facción es como mínimo una manipulación intencionada.

Y tampoco se explica con esta imagen que muestran los medios como un grupo como éste (según la propia CIA) ha logrado en tres o cuatro meses multiplicar sus efectivos de combate por lo menos en un 300%, llegando a tener un contingente que oscila entre los 30.000 y 50.000 soldados. Que desde todas partes (y sobre todo desde los países centrales) continúen llegando contingentes de jóvenes “civilizados” que se unen el EIIL. ¿Cuál es el factor social, cultural o político que explica este violento crecimiento? Nadie habla de ello, más aún, nadie parece interesado en analizar estas cuestiones.

Finalmente, nadie parece tampoco muy interesado en estudiar las comunicaciones que genera el EIIL. Las tres “decapitaciones” de periodistas que han difundido son por lo menos unos claros videos montados, en los que se ha utilizado una escenografía diseñada (las dunas y el cielo del fondo), unos personajes definidos (el condenado vestido de naranja y el verdugo de acento británico encapuchado y de negro), dónde se ha desarrollado un guión (es notable la recurrencia de los diálogos) y donde se han utilizado los más sofisticados recursos de post producción. No se trata de meras miradas descriptivas e informativas de los hechos, estos videos son verdaderas “representaciones” teatralizadas. Su intención parece ser rescatar una vieja forma de la guerra psicológica (que Occidente tiene medio abandonada desde los horrores de la Primera Guerra Mundial) para provocar terror en el enemigo.

Recuérdese por ejemplo las ejecuciones de los españoles en la América colonial con desmembramientos y cabezas fritas en aceite y atravesadas en picas, o al ejército otomano (en pleno siglo XX) con los empalamientos o las pirámides de calaveras.  Estos videos no aparentan ser así un mero síntoma de barbarie, sino que traslucen una intención detallada y programada. Las propias agencias de inteligencia occidentales han expresado sus dudas sobre la realidad de estos videos, considerando las razones que hemos expuesto.

Y su última producción que es por lo menos desconcertante, un video de un minuto y veinticuatro segundos de duración, que se titula –en inglés– “Flames of War” (Llamas de la Guerra) donde aparecen secuencias de imágenes de alta calidad, de Obama, de la Casa Blanca y de acciones de guerra en el desierto, con una edición de primera línea, con el uso de disolvencias y cámara lenta al mejor estilo Hollywood, y en el que se incluye la frase (también en inglés) “Fighting has just begun” (La lucha acaba de comenzar) y que culmina –al mejor estilo de un tráiler de película– con la frase “Coming Soon” (muy pronto) también en árabe. ¿Qué hay detrás de todo esto? ¿Será que el EIIL sí ha estudiado bien al enemigo?

Algunas apreciaciones
Esto hechos nos muestran primero, que nos encontramos ante un proceso social y político producto de condiciones culturales e históricas diferentes a las de Occidente,  caracterizadas por un crecimiento viral. No hay dudas de que puede convertirse en un problema grave para nuestro globalizado planeta, al constituir un nuevo factor político que no responde a las lógicas geopolíticas establecidas y por lo tanto se vuelve no solo impredecible sino también un peligro potencial. Quizás esto explique la unanimidad de su condena.

También muestra que su propuesta (sea esta la que sea realmente) produce un efecto de “encantamiento” que moviliza grupos humanos hacia él. Quizás se trate de una propuesta trascendente (aunque sea errada) aparecida en un mundo en el cual hace mucho tiempo que no las tiene y que promete llenar el vacío producido por el pragmatismo universal reinante. Si esto es así, habrá que ajustarse los cinturones para poder ofrecer (sobre todo a los jóvenes hastiados del capitalismo de consumo) una alternativa diferente a la propuesta integrista islámica.

Cada vez que intentamos mostrar estos escenarios aparece una reacción que nos califica como “defensores” del EIIL. No es ésta en absoluto la intención, pero parece claro que para tener no solo una posición sino también una respuesta realista frente a él, es necesario entender realmente a quiénes nos estamos enfrentando y no nos conformemos con la imagen de matrices propagandísticas mediáticas.
Recuérdese además que hasta ahora (y es posible que en adelante a pesar de las últimas declaraciones de Obama) los bombardeos realizados al EIIL por los Estados Unidos han sido puntuales, y “casualmente” se han concentrado en la defensa de las instalaciones petroleras que el avance del EIIL pone en peligro y que están (después de habérselas arrebatado a Saddam Hussein) en manos de la Chevron y la Exxon. Hasta la famosa presa de Mosul, “Con cuyo control el EIIL tiene la posibilidad de inundar un 80% del territorio de Irak” según los medios, en realidad sólo tiene importancia estratégica para EEUU porque a su costado está una de las más grandes instalaciones de petróleo que manejan esas corporaciones. Y si bien 30 naciones declararon la importancia de tomar medidas contra el EIIL, fueron claras de que ninguna intervendría militarmente en Irak, dejándole el trabajo sucio sobre todo a las milicias kurdas, a las cuales varios países europeos (entre ellos Alemania e Italia) ya están entregándoles armas.

En definitiva, es hora de que aclaremos el enigma del EIIL, que desentrañemos su existencia y sus acciones a la luz de un análisis real, y que no nos guiemos únicamente por unas torpes matrices mediáticas cuya única intención es despertar el rechazo y el odio hacia lo que sucede en Irak en las poblaciones de las clases medias de los países centrales y en las oligarquías de los dependientes. Sólo así podremos tener una visión clara de los complejos sucesos del Medio Oriente que pueden ser determinantes para el futuro de todos.

miguelguaglianone@gmail.com

martes, 16 de septiembre de 2014

Niko Schvarz: Nuevas perspectivas en América Latina


Niko Schvarz: Nuevas perspectivas en América Latina

Enviado por Barometro Internacional el martes, 16 septiembre, 2014 a las 22:51

El caso de Bolivia
En nuestra nota anterior, del 4 de setiembre, expresamos nuestra opinión general sobre el XX Encuentro del Foro de Sâo Paulo efectuado en Bolivia a fines de agosto, valorando su contenido esencial, referido a los avances de la nueva América Latina en el mundo de hoy, así como sus amplias repercusiones internacionales. En ese cuadro, de agudo contraste con la crítica situación imperante en otras regiones del planeta, expresamos nuestra opinión sobre el curso progresista asumido por el país anfitrión bajo la dirección de Evo Morales-Álvaro García Linera, y las posibilidades abiertas de que continúe por esa senda tras las elecciones del próximo 12 de octubre, en que auguramos la reelección de los actuales gobernantes. En dichas elecciones, y las que en fechas cercanas se efectuarán en Brasil (5 de octubre, con las candidaturas de Dilma Rousseff y Michel Temer) y de Uruguay (26 de octubre, con Tabaré Vázquez y Raúl Sendic), la disputa es intensa entre izquierda y derecha y, como se dijo en el Encuentro de La Paz, “nuestra victoria es vital para la continuación del proceso de transformaciones económicas, sociales y políticas en la región latinoamericana y caribeña”.
 1410923922008-bi2.jpg
En el último aspecto deseamos insistir hoy, en particular en el caso de Bolivia. Ya reseñamos los avances registrados por este país tras 9 años de gestión de los gobiernos de izquierda, que Evo Morales resumió ante la Asamblea Legislativa Plurinacional en los siguientes términos: “En lo político la refundación (a través de la Asamblea Constituyente), en lo económico la nacionalización (de los hidrocarburos), en lo social la redistribución de la riqueza para bien de todas y todos”.
Los índices respectivos refieren al crecimiento económico (6,8% en 2013), la mayor renta petrolera para el Estado, mayor inversión extranjera directa, empleo y salario dignos, caída del desempleo, crecimiento de las reservas internacionales, disminución de la pobreza extrema (cero pobreza extrema en 2025 es el objetivo),  y de la desigualdad, créditos y ahorros en bolivianos, bono Juancito Pintos para los niños, aumento de los depósitos del público al sistema financiero, lucha contra el narcotráfico, desarrollo energético potente, elevación de la industria alimenticia, integración vial de oriente a occidente y de sur a norte, integración ferroviaria y fluvial, construcción de los mayores puentes del país, aeropuertos internacionales en los 9 departamentos, industrialización de recursos naturales, industria del medicamento, reducción de la edad de jubilación para trabajadores de industrias insalubres, aguinaldo para las personas de mayor edad. La renta petrolera alcanzaba en 2005 a 600 millones de dólares y en 2013 se elevó a 5.459 millones de dólares. “Esa es la lucha del pueblo boliviano y la conciencia del pueblo boliviano”, afirmó el presidente.
Lo destacable es que esta obra progresista prosiguió sin interrupción tras el Encuentro del FSP. El 8 de setiembre el presidente anunció la reactivación del proyecto siderúrgico Mutún, una de las mayores reservas de hierro del planeta, situada al este del país y que había quedado paralizado desde 2011. El Mutún tiene una reserva calculada de 40.000 millones de toneladas de hierro y 10.000 millones de toneladas de manganeso, está cercano a la frontera sudoriental con Brasil  y colinda con el macizo brasileño de Urucum,  otro enorme yacimiento de hierro actualmente en operación. Evo declaró que “tenemos planificado la industrialización, avanzar con la construcción de una planta llave en mano y en 2020 no seguir exportando materia prima sino más bien exportar para la construcción”, existiendo al respecto propuestas de Rusia y de China y también de empresas nacionales.
Otro aspecto se refiere a las exportaciones de energía eléctrica boliviana, “que parecen hoy muy cercanas –dice un cable– tras el anuncio de que una delegación argentina negociará en próximos días la compra de 100 megavatios”. Bolivia se convertirá en centro energético de la región, expresó Morales. Argentina es su segundo socio comercial por la compra de 20 millones de metros cúbicos de gas natural por día, al tiempo que Brasil adquiere 33 millones diarios. Bolivia trabaja en la construcción de modernas termoeléctricas con el objetivo de producir en 2025 más de 6 mil megavatios de electricidad, el doble de lo que se prevé será la demanda interna a esa altura.
Bolivia celebró el lunes 8 el Día Internacional de la Alfabetización con 3,5% de iletrados, la tasa más baja alcanzada en el país y que corresponde a mayores de 65 años residentes en zonas intrincadas. El 96,2% de los ciudadanos está alfabetizado, un aumento de 1,3% respecto a 2012. El viceministro de Educación Noel Aguirre recordó que con la cooperación de Cuba se implementó en 2006 el programa “Yo sí Puedo” para enseñar a leer y escribir, proyecto culminado el 20 de diciembre 2008 con la declaración de Bolivia como territorio libre de analfabetismo.

Dr. Tito Tricot: Chile - Hace 41 años nos despertamos de golpe, de golpe de Estado


Dr. Tito Tricot: Chile - Hace 41 años nos despertamos de golpe, de golpe de Estado
Enviado por Barometro Internacional el martes, 16 septiembre, 2014 a las 22:38

Hace 41 años nos despertamos de golpe. De golpe de Estado. Un golpe a las costillas, al bajo vientre, a los testículos. Qué se yo: a los dientes. Un golpe de madrugada que nos dejó tendidos en el suelo, boca arriba nos dejó, sin entender lo que pasaba. Magullados de golpe de Estado despertamos y de golpe de Estado nos levantamos y de golpe en golpe nos asesinaron y de golpe en golpe nos torturaron y de golpe en golpe nos desaparecieron. Y nosotros aún sin comprender cómo era posible que sucediera en este país del fin del mundo donde nunca pasaba nada, o al menos así nos habían hecho creer. Pero vivíamos una ilusión de país porque nada más bastaba mirar el cristal de la historia para ver reflejado en sus retazos de vidrio las matanzas de indígenas o las masacres obreras. Y siempre la clase política y siempre los ricos y siempre los militares. Como hace 41 años cuando nos despertamos de golpe. De golpe de Estado. Y quedamos en tal estado que no lográbamos entender a los otros  estados: al Estado con uniforme, al Estado de Sitio, al Estado de Excepción, al Estado de Emergencia. Estábamos como petrificados en el estado del miedo absoluto, en la angustia de lo desconocido, clavados en la arena con estalactitas de hielo ardiente que nos horadaban el alma.
 1410923163151-BI1.jpg
En Valparaíso nos despertamos de golpe. De golpe de Estado, antes que nadie, porque la Armada se encargó de ello con artera diligencia y en conjunto con otros Estados: los Estados Unidos, cuyos barcos de guerra se encontraban en el puerto realizando ejercicios navales con la Marina chilena. Demasiados Estados juntos hacen un golpe de Estado y un golpe de Estado hace una dictadura y una dictadura hace el terror por 17 años, algo que nunca pensamos cuando nos despertamos de golpe, de golpe de Estado hace 41 años. Porque muchos sabíamos que la posibilidad de un golpe militar existía, sin embargo eran pocos los que podían imaginar la magnitud de lo que advendría. Porque ¿Quién puede trazar las brasas del infierno si apenas conoce las brisas del aleteo de un ángel? ¿Quién puede dibujar el horror de la sala de torturas, los gritos, los llantos, el pavor? ¿Quién puede sospechar las violaciones, las flagelaciones, las mutilaciones, la corriente, las amenazas, las ejecuciones, los secuestros, las desapariciones? ¿Quién puede delinear la cárcel, el exilio, los asesinatos? ¿Quién podría jamás haber imaginado que la dictadura militar y civil que se entronizó en Chile por casi dos décadas sería capaz de agenciar tanto horror? Nadie pienso yo. Quizás los militares chilenos y los civiles de derecha que disfrutaron o enriquecieron con el sufrimiento de millares de compatriotas. Tal vez no, pero lo que está claro es que si no lo imaginaron, nada hicieron para impedirlo, absolutamente nada, al contrario, perfeccionaron la maquinaria del terror.
Aquellos que creen en Dios, probablemente se preguntarán porqué éste no previó lo que iba a acaecer o, cuando nos despertaron de golpe de Estado, no utilizó su omnipotencia para detener la tragedia. A lo mejor lloró tanto que mientras el agua escurría por su rostro  cayó fulminado por un rayo de fuego y no alcanzó a gritar ¡basta! Quién sabe, lo único cierto es que aquel golpe del martes once de septiembre nos dejó aturdidos y contundidos, pero de golpe en golpe nos levantamos de nuevo y de golpe en golpe resistimos y de golpe en golpe nos organizamos en las poblaciones, universidades, cerros, colegios, barrios, centros culturales, medios alternativos, entre muchos otros frentes de lucha. En las calles se movían los golpeados por el golpe, a tropezones primero, confundidos y furiosos, dolidos e indignados, porque nadie tiene derecho a despertarte de golpe de Estado y menos de madrugada. En realidad, nadie tiene el derecho a despertarte, porque uno puede soñar hasta más allá del horizonte si lo desea,  como lo hizo el gobierno de Salvador Allende que intentó dibujar un futuro de justicia social en aquel presente de hace ya cuarenta años.
Hace 41 años nos despertamos de golpe, de golpe de Estado y hoy nuevamente algunos, tanto en la derecha como en el gobierno quieren sembrar el miedo atemorizando al pueblo con leyes anti-terroristas de la época de la dictadura. Otros más amenazando con  revivir a grupos paramilitares de ultraderecha. Por eso hay que gritar fuerte y claro: ¡en este país no queremos despertarnos más de golpe de Estado!
tricot18@gmail.com

sábado, 13 de septiembre de 2014

Miguel Guaglianone: Las caras de una geopolítica brutal

Miguel Guaglianone: Las caras de una geopolítica brutal
Enviado por Barometro Internacional el sábado, 13 septiembre, 2014 a las 15:08
Etiquetas: barometro bi EEUU sibci


Monstruos, esquizofrenia, incompetencia, violencia sin sentido y caos
El surrealismo que parece mostrar el antetítulo surge meramente de colocar en sucesión algunas de las caras de la actual política exterior estadounidense en el mundo, la cual está llevando a nuestro globalizado planeta a una situación que apunta directamente a la devastación y el colapso final.
1410636920245-bi4.jpg 
Los monstruos
Mary Shelley, narradora, dramaturga, ensayista y esposa del también escritor y poeta Percy Shelley, escribió en 1815 la novela Frankenstein o el moderno Prometeo, dónde relató la creación de un monstruo por parte del científico Víctor Frankenstein y cómo ese monstruo generó una voluntad propia y se rebeló contra su creador, quien se vio obligado a perseguirlo para intentar darle muerte. Algo muy similar viene sucediendo hace varias décadas con los poderes que manejan los EEUU y sus intenciones de control mundial.
Una larga serie de “monstruos” han sido creados, estimulados, promovidos y financiados por la Casa Blanca, el Pentágono y las Agencias de Inteligencia, para ser herramientas de sus intereses hegemónicos a lo ancho de todo el mundo. La lista es larga, y casi todos esos monstruos han seguido el camino de Frankenstein, han rechazado la tutela de su creador y tomado sus propias decisiones y aquel ha debido combatirlos y en varios casos eliminarlos. Para capturar a Antonio Noriega fue necesaria la invasión a un país latinoamericano acompañada de muerte y destrucción; para matar a Saddam Hussein necesitaron una guerra total de devastación en Irak; para acabar con Bin Laden bastó con un comando especial violando la soberanía de Pakistán. Pero si bien en principio el creador lograba matar o anular a sus monstruos, en los últimos tiempos viene fracasando sistemáticamente en hacerlo y aquellos sobreviven y actúan.
Las distintas facciones armadas por los EEUU y la OTAN para tumbar a Kadaffi por ejemplo, se han vuelto tan incontrolables que no solo han llegado a matar diplomáticos estadounidenses, sino que han convertido lo que fuera el Estado-nación libio en un territorio abierto, sin más organización ni ley que el enfrentamiento entre ellas.
Su último monstruo, el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL),  promovido y financiado por Washington primero para ser un brazo armado en la Primera Guerra del Golfo y más tarde para combatir el gobierno de Bashar Al-Assad en Siria se ha transformado en un gran dolor de cabeza para sus promotores, ya que no sólo desarrolló una agenda propia a mediano y largo plazo que incluye la instalación de un Califato al estilo de los antiguos imperios árabes, sino que respalda esa intención con sucesivos éxitos militares (frente a combatientes poderosos como el ejército de Siria que hace varios años viene derrotando a los mercenarios y grupos fundamentalistas que intentan derrocarlo con el apoyo de EEUU, o las milicias kurdas en Irak, que fueron capaces de resistir el propio Saddam Hussein en la cima de su poder) y con la progresiva anexión de territorios para su expansión y consolidación.

Parafraseando a Don Juan, “Los monstruos que vos creáis, gozan de buena salud”
Esquizofrenia y disociación
Algunas formas de la esquizofrenia, y el Trastorno de Identidad Disociativo, –graves enfermedades mentales– se caracterizan por desarrollar en los individuos una doble o múltiple personalidad. Una persona puede ser a la vez dos personas diferentes, con conductas, ideas y visiones del mundo distintas. El poder central en los EEUU hace tiempo viene sufriendo una enfermedad de este tipo. En la actualidad el mejor representante de ello es el propio presidente Barak Obama.
Por un lado este personaje tiene una “personalidad mediática” que lo muestra a través de las cadenas corporativas de medios como un “humanista progresista”, convencido de que los Estados Unidos tienen un Destino Manifiesto que los obliga a intervenir en el resto del mundo para llevar a los “pueblos bárbaros” los valores civilizados de la Democracia y los Derechos Humanos. Ese hombre tiene un discurso de muy clara dicción y de imagen razonable y comprensiva y se presenta como un adalid del progreso de la Humanidad y la búsqueda de un mundo mejor. Al mejor estilo esquizofrénico, define siempre un mundo presente que no es el real, sino aquel que se ajusta a sus intenciones y propósitos.
Por otro lado está el Barak Obama que señala en una lista que le proporcionan sus Agencias de Inteligencia a quienes serán el blanco de “asesinatos selectivos”, el que envía drones a atacar países que no son enemigos y que siempre dejan bajas civiles inocentes (“daños colaterales” inevitables en la defensa de los intereses de los EEUU). El mismo hombre que contempla por TV desde la Casa Blanca el asesinato de Bin Laden y su familia como si fuera un “reality show” cualquiera y sale muy complacido; el que respalda automáticamente el genocidio que el Estado de Israel realiza en la Franja de Gaza; el que da la orden directa a su aviación de bombardear poblaciones civiles; o en forma más indirecta ordena a su “brazo armado” de la OTAN devastar un país o llevarnos a todos a una nueva posibilidad de guerra nuclear con la intervención en Ucrania y el cerco progresivo a la Federación Rusa.
Incompetencia
En el año 1969 el Dr. Laurence J. Peter escribió su libro “El Principio de Peter” donde, estudiando las estructuras jerárquicas del poder, mostró en forma muy clara y amena como “En una jerarquía, todo integrante asciende hasta llegar a su nivel de Incompetencia (la nata sube hasta cortarse)”. Sus corolarios llegaban a conclusiones inquietantes, uno de ellos sobre todo mostraba como toda jerarquía tiende inevitablemente a estar manejada por incompetentes.
Esto parece estar pasando hoy en los gobiernos de los Estados Unidos, sobre todo en los últimos de George W. Bush y Barak Obama. Pareciera que a la primera magistratura de la gran potencia han llegado finalmente personas con un alto nivel de incompetencia, sin importar cual sea su imagen pública. Esto se trasluce en las sucesivas “metidas de pata” que los gobiernos de la Casa Blanca vienen realizando recurrentemente en los últimos tiempos.
Ejemplos sobran y en lo que respecta a guerras, los éxitos de las intervenciones armadas que EEUU realizó en todo el mundo a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial empezaron a convertirse en fracasos a partir de la derrota en Vietnam y vienen haciéndose sistemáticos. Las “guerras nunca ganadas” de Afganistán e Irak son paradigmas al respecto. Los fiascos en las intervenciones de nuevo tipo pueden ejemplificarse con Libia, donde aún hoy el objetivo de apoderarse de su petróleo no ha podido ser cumplido (lo que queda de Libia solo produce el 20% del crudo que producía cuando Kaddafi). Sólo la balcanización y el caos ha sido el resultado de sus intervenciones, como en la propia Libia, en Ucrania o en Irak. En los dos primeros casos, cualquier análisis político previo serio mostraba que no era posible provocar rupturas institucionales en estos Estados-nación sometidos a grandes tensiones internas, sin provocar inevitablemente su balcanización. Hacer desaparecer a Kadaffi y a Yanukovich, que eran los factores estabilizadores de esas tensiones, provocó un efecto centrífugo que cualquiera con “dos dedos de frente” o un mínimo de competencia hubiera previsto fácilmente. La incompetencia también se muestra en la imposición de gobiernos “títeres” sin ningún tipo de apoyo interno, destinados al fracaso. En otras épocas los EEUU buscaban en las sociedades que intervenían a factores de poder internos que pudieran mantener “gobiernos amigos” estables, hoy no sólo no son capaces de lograrlo, sino que muestran que ni siquiera lo tienen en cuenta antes de actuar.
Violencia sin sentido y caos
Todas las acciones anteriores provocan unos resultados finales terribles. Los Estados Unidos desatan con brutalidad sobre el mundo actual una violencia sin sentido que no solo no concreta sus planes de dominación, sino que provoca un caos generalizado y deja detrás solamente una secuela de muerte y destrucción e imprevistos “efectos dominó”. El “elefante en una cristalería” o el “mono con una hojilla de afeitar” parecen ser las metáforas indicadas (con el perdón de los elefantes y los monos). Las consecuencias las pagamos todos los habitantes del planeta, un planeta tan globalizado e interdependiente que los muertos en Irak o Palestina golpean de inmediato en Latinoamérica o en la Polinesia. Todo el sistema parece estar en estado caótico, con las impredecibles consecuencias que esto implica.
¿Por qué?
Lo que hay detrás de estas erráticas estrategias pareciera ser un cierto sentido de desesperación e impotencia. La caída de la influencia de los EEUU en el mundo y el surgimiento de nuevos actores en la escena geopolítica parecen inevitables. Esto llega a provocarles un comportamiento compulsivo, repitiendo monótonamente la brutalidad y la violencia en un clásico ejemplo de “huída hacia delante”.
La historia nos muestra que cuando los Imperios entran en su fase de desintegración este comportamiento errático es característico. Basta estudiar los sucesos del Imperio Romano entre el 250 y el 350 D.C. (con la breve excepción del período de Adriano) para encontrarnos con esa violencia sin sentido como única respuesta a la pérdida del poder interno y externo. Este ejemplo se repite cuando estudiamos los colapsos y desintegraciones de otros Imperios.
Lamentablemente este análisis nos lleva a nuestro futuro inmediato. La desintegración de los imperios ha sido siempre seguida por oscuros períodos de terror y caos sin control, que los historiadores llaman interregnos. Estos períodos pueden llegar a ser prolongados, hasta que comienzan a aparecer nuevas estructuras de poder e instituciones que restauran los procesos sociales y políticos desaparecidos. Todo parece indicar que estamos dirigiéndonos hacia allí. Corremos el riesgo que el colapso nos arrastre a todos.
Por eso la tarea consiste hoy en prepararnos para resistir la dispersión. Consolidar las nuevas estructuras sociopolíticas de poder nacientes y promover las visiones culturales propias y los sistemas de valores alternativos que surgen del seno de nuestros pueblos emergentes, como las armas más adecuadas para enfrentar la situación.

miguelguaglianone@gmail.com

Leandro Albani: Vía libre para bombardear Siria


Leandro Albani: Vía libre para bombardear Siria

Enviado por Barometro Internacional el sábado, 13 septiembre, 2014 a las 14:57

Con la excusa de “detener” al grupo terrorista Estado Islámico, Obama anunció que podría bombardear Siria. Su presidente, Al Assad, denunció que eso implicaría “una brutal violación de la ley internacional”. También lo rechazaron Rusia e Irán.
En el día del 13º aniversario del atentado a las Torres Gemelas, Barack Obama anunció que redoblará los bombardeos para enfrentar al Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL). Pero además aseguró que su país está preparado y dispuesto a trasladar las acciones militares a territorio sirio. Las declaraciones del mandatario ocurren después de que la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (OTAN) acordara la creación de nuevos escuadrones militares para intervenir en las naciones que considere en conflicto.
 1410636247910-bi3.jpg
Las palabras de Obama fueron pronunciadas un año después de que la Casa Blanca descartó una intervención militar en Siria, luego de que el país liderado por el presidente Bashar Al Assad aceptara la propuesta rusa de poner bajo control internacional su armamento químico, proceso que finalizó con éxito y tuvo un fuerte respaldo internacional. Pero desde hace más de tres años, Washington busca desesperadamente argumentos y mecanismos para derrocar a Al Assad, quien cuenta con un masivo respaldo de la población y de las Fuerzas Armadas, pese a que en la nación árabe ya se contabilizan casi 200 mil muertos desde que comenzaron a operar organizaciones terroristas financiadas desde el exterior y conformadas por mercenarios de, al menos, 80 nacionalidades.
Con la irrupción del EIIL, Estados Unidos encontró un punto de apoyo para sus planes de injerencia en Medio Oriente. Aunque el Estado Islámico está señalado de ser una creación de la Casa Blanca y sus aliados, principalmente de las monarquías del Golfo Pérsico, el grupo dirigido por Abu Abdullah Al Rashid Al Baghdadi se perfila como el nuevo enemigo número uno de Estados Unidos. La historia de la “lucha” estadounidense contra el “terrorismo internacional” vuelve a repetirse, como lo fue durante la administración de George W. Bush.
Firme” y “sin descanso”; así manifestó Obama que será la campaña militar contra el EIIL. Campaña que no respetará las fronteras del Medio Oriente, ya que se profundizará en Irak y podría desembocar en territorio sirio.
En su discurso en referencia al (supuesto) atentando a las Torres Gemelas en septiembre de 2011, el mandatario expresó que “perseguiremos a los terroristas que amenazan a nuestro país donde quiera que estén. Eso significa que no dudaré en actuar contra el EI en Siria, así como en Irak”. De esta manera, Obama confirma uno de sus objetivos de gestión: derribar del poder a Bashar Al Assad, aunque el presidente sirio haya triunfado en las últimas elecciones y potencias mundiales como Rusia y China deploren la caída del líder árabe.
En su discurso, Obama retomó una de sus características a la hora de definir políticas guerreristas, al descartar una intervención terrestre. En esta ocasión, aseguró que su administración pondrá en funcionamiento “operaciones contraterroristas para cortar la financiación y el reclutamiento de combatientes” que ingresan al EI.
Igualmente, el mandatario remarcó que los bombardeos que ya hacen blanco en Irak podrían trasladarse en Siria. A su vez, Obama volvió a confirmar que su administración financiará, entrenará y equipará a lo que denomina la “oposición siria moderada”, en referencia a grupos irregulares armados como el Ejército Libre Sirio (ELS). El ELS es una de las agrupaciones terroristas que operan en territorio sirio y que mantienen fuertes lazos con Al Qaeda y el propio EIIL. Es más, el propio Al Baghdadi es señalado como un ex miliciano del ELS.
Ante los posibles bombardeos contra Siria bajo la excusa de destruir al EIIL, Obama dejó de lado las opiniones o decisiones que tome el Ejecutivo de Al Assad. “En la lucha contra el EI –afirmó -no podemos confiar en Al Assad, no podemos confiar en un régimen que aterroriza a su pueblo, un régimen que nunca recuperará la legitimidad que ha perdido”. Obama agregó que por eso mismo “tenemos que fortalecer a la oposición como el mejor contrapeso a los extremistas como el EI, mientras buscamos la solución política necesaria para resolver la crisis siria de una vez por todas”.
Nuevamente, el presidente estadounidense pasó por alto la reforma constitucional que fue votada en referendo por la población siria, como también la creación de nuevos partidos políticos en ese país o los pasados comicios en los cuales Al Assad triunfó por amplia mayoría. Obama también obvió las decenas de pruebas presentadas por el gobierno sirio en Naciones Unidas, confirmando que en el país actúan agrupaciones terroristas financiadas desde el exterior y conformadas por mercenarios de diversas nacionalidades.
A finales de agosto, el portavoz de la Casa Blanca, John Earnest, había declarado que “de lo que hablamos ahora es de enfrentar a un grupo terrorista que ha buscado un refugio seguro en Siria. Este es un grupo que supone una amenaza a los estadounidenses en la región y que podría potencialmente plantear una amenaza más amplia a los intereses estadounidenses y de nuestros aliados en el mundo”.
Al igual que su antecesor George W. Bush, Obama parece dispuesto a combatir al terrorismo hasta en los rincones más oscuros del mundo. Al tomar una decisión de este tipo, las consecuencias que provocará ya son por demás de conocidas.
La respuesta siria
Conocidas las declaraciones de Obama, el presidente Al Assad, a través de un comunicado oficial, consideró que Washington “no es serio en la lucha antiterrorista”. El mandatario fue tajante al expresar que “la oposición ‘moderada’, como Obama la describe, no son más que criminales como los terroristas de EI”. Al Assad agregó que mientras Estados Unidos “declara la guerra a una parte de ella, por otro insta a armar a la otra parte”. El gobierno sirio además denunció que Washington es quien patrocina el terrorismo en Medio Oriente y ordena a sus servicios de inteligencia envíar dinero y armas a los “terroristas internacionales que se infiltran desde Turquía, Jordania y Líbano para combatir y expandir el caos en Siria”.
Por su parte, el canciller sirio, Walid Al Moalem, consideró que cualquier ataque de Estados Unidos contra la nación árabe y  que no cuente con la autorización de Damasco será una “violación flagrante a la integridad territorial”.
Quienes también se pronunciaron ante los anuncios de Obama, fueron los gobiernos de Rusia e Irán. El portavoz de la cancillería de Moscú, Alexander Lukashevich, alertó que “el presidente de Estados Unidos ha hablado directamente sobre la posibilidad de que las fuerzas armadas estadounidenses lancen ataques contra posiciones de EI en Siria, sin el consentimiento de un gobierno legítimo”. El funcionario ruso remarcó que los bombardeos contra Siria, “en ausencia de una decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sería un acto de agresión (y) una brutal violación de la ley internacional”.
El gobierno iraní del presidente Hasan Rohani manifestó, a través de su cancillería, que existen “serias ambigüedades” en las intenciones de Obama y la alianza que formó para combatir al EIIL. “Hay dudas sobre la seriedad y honestidad de la coalición que se ha formado tras la cumbre de la OTAN para la lucha contra los terroristas”, señaló la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Marzie Afjam. Al igual que el gobierno sirio, Irán denunció que “algunos miembros” de la nueva coalición brindan apoyo financiero y de seguridad a grupos terroristas en Irak y Siria.
leandroalbani@gmail.com

Bruno Lima Rocha: EEUU en el Medio Oriente: hipocresía y doble discurso

Bruno Lima Rocha: EEUU en el Medio Oriente: hipocresía y doble discurso


Enviado por Barometro Internacional el sábado, 13 septiembre, 2014 a las 14:45

El Oriente Medio es un ajedrez motivado por el peor realismo, mezclado con intereses geoestratégicos.  Veamos por qué, a través de la doble posición de los Estados Unidos, Israel entró en una guerra “preventiva” contra Hamás, organización político-militar de fundamentación religiosa y que comparte el gobierno de la Franja de Gaza desde 2006. El saldo del conflicto fueron cerca de 52 israelíes muertos y más de 2000 palestinos eliminados físicamente.  La infraestructura de Gaza fue destruida con la aplicación de la estrategia de “tierra arrasada”. Esta forma de combate viene de la política de Reagan y sus aliados centro americanos contra las guerrillas de El Salvador y Guatemala en los años 80. La postura de los Estados Unidos –ardoroso y autoproclamado defensor de los derechos humanos– fue tímida delante de la supremacía bélica y tecnológica del Estado de Israel. El país fundado por pioneros sionistas como Ben Gurión es el único del planeta con poder de veto dentro de Washington. Es por eso que la política de los EEUU para Medio Oriente tiene literalmente, dos pesos y dos medidas.
1410635491789-bi2.jpgHamás es una organización integrista sunita con un buen historial de relacionamiento con los jihadistas chiítas, en especial con las fuerzas que operan en El Líbano (Hizbollá) y en el Estado Persa (Irán). El “Movimiento de Resistencia Islámica Palestina” (Hamás) es oriundo de la Hermandad Musulmana egipcia y difícilmente se convertirá en una opción política viable como partido islámico turco, AKP. En la escala de los enemigos de la democracia (liberal) planetaria –clasificación del Departamento de Estado– los integristas palestinos ocupan una posición destacada. Son enemigos incondicionales de Israel, lo que de hecho representa una condición de intolerancia, aún siendo este Estado una potencia regional invasora y no cumplidora de las resoluciones de la ONU desde 1967.
Para legitimar su presencia en el Mundo Árabe, más allá de la garantía del cambio de “oro y armas por petróleo barato”, el gobierno Obama debería –como mímino– dar garantías sobre los Acuerdos de Oslo (establecidos en 1993 y ratificados en 1994 por el gobierno de Clinton) y viabilizar un Estado Palestino en los territorios ocupados. La administración Obama no hace nada concreto en este sentido.
Ahora, los Estados Unidos quieren intervenir en Irak, relegado a su propia suerte por su gobierno. Infelizmente, la defensa humanitaria e incondicional de asirios, yazidíes y demás minorías en la antigua Mesopotamia, bajo el pretexto alegado de defender las reservas y plataformas de petróleo localizadas en el territorio del Gobierno Regional Kurdo (KRG) localizado al Norte del fragmentado Irak. La organización jihadista sunita, conocida como Estado Islámico de Irak y El Levante (una rama de Al-Qaeda) está promoviendo una bárbara limpieza étnico-religiosa en la frontera del área bajo hegemonía kurda. El frente de combate anti-integrista está justamente en el corredor da acceso a las instalaciones petroleras que garantizan los ingresos del casi independiente Kurdistán iraquí. El KRG, compuesto por oligarcas y conservadores kurdos es un aliado estratégico de Israel en la región. Aún no queriendo, los Estados Unidos se han visto obligados a intervenir.
El EIIL contra Al-Qaeda y el doble juego de las monarquías árabes
La nueva fuerza del integrismo sunita es el denominado Estado Islámico de Irak y El Levante (EIIL). A diferencia de otros grupos, como la red coordinada por Al-Qaeda, este movimiento armado y religioso se organiza sobre una base territorial tanto en Siria como en Irak. En la práctica, la ascensión del EIIL y la proclamación del Califato bajo el mando del teólogo Abu Bakr al-Baghdadi es el inicio del fin del Acuerdo Sykes-Picot, establecido entre Francia y Gran Bretaña para dividir y recortar lo que quedaba de los territorios que controlaba el Imperio Otomano, derrotado en la Primera Guerra Mundial. Las fronteras pos coloniales del Mundo Árabe son en su mayoría una ficción jurídica que delegó poder a los jefes de las caravanas beduinas transformándolos en monarcas. Los herederos de la bendición de ingleses, franceses y estadounidenses son los financiadores del integrismo, incluyendo los fondos para el EIIL que ahora camina con sus propias piernas.
El Estado Islámico mueve cerca del millón de dólares al día, liberando el flujo de oleoductos intalados en Siria e Irak, comercializado a través del llamado mercado negro. Además de esta fuente de recursos, tiene un flujo financiero constante, secuestra víctimas y opositores de los territorios dónde opera con fines de extorsión, contando también con los clásicos elementos de conexión con las redes de inteligencia, operando dentro y fuera de los círculos islámicos. Hoy el EIIL tendría aproximadamente un contingente de 30.000 combatientes en el antiguo territorio de Siria y otros 50.000 en Irak. Está armado con vehículos ligeros, blindados con orugas, cuenta con artillería móvil y alguna defensa antiaérea. El Califato ejecuta a la perfección la guerra móvil e intenta crear una limpieza cultural y religiosa en los territorios que ocupa.
El triunfo del EIIL es su autofinanciamiento, no necesitando exclusivamente de los apoyos de los recursos venidos de las monarquías árabes sunitas, como Arabia Saudí, Bahrein, Yemen, Qatar, Kuwait, Omán y los Emiratos Árabes Unidos.  Además de estos Estados, otros magnates y monarcas del mundo árabe han fortalecido la capacidad operativa de los grupos jihadistas, en general vinculados a Al-Qaeda.
El volumen de recursos llegados desde Qatar y los sauditas a los integristas suníes que luchan en Siria contra el gobierno de Assad, hizo al hechizo volverse en contra del hechicero. El principal brazo de Al-Qaeda en la región, el Frente Al-Nustra tiene que combatir a sus adversarios del mismo campo. El EIIL es la fuerza hegemónica del Despertar Sunita. Es gracias a esta insurrección de los “iraquíes” que eran protegidos por Saddam Hussein y que se vieron a merced del gobierno chiíta de Al-Maliki en Irak, sumados a la capacidad operativa de ex combatientes del Partido Baath, es que el EIIL se torna independiente de Al-Qaeda y proyecta una estrategia propia.
La mejor forma para que EEUU pueda combatir al EIIL desde el punto de vista estratégico es utilizar su supremacía aérea y acabar con las infraestructuras del enemigo. Pero tal guerra estará siempre limitada para no destruir completamente las instalaciones petroleras, algo impensable para el lobby del petróleo.
 
www.estrategiaeanalise.com.br / blimarocha@gmail.co

Aldo Torres Baeza: El día en que seguí el consejo de Mafalda y me bajé del mundo


  Aldo Torres Baeza: El día en que seguí el consejo de Mafalda y me bajé del mundo

  Enviado por Barometro Internacional el sábado, 13 septiembre, 2014 a las 14:35



Mirando las estrellas, perfectos lunares sobre el rostro del cielo, Mafalda se preguntaba: ¿Por qué habiendo mundos más evolucionados yo tenía que nacer en éste? Hace poco me tropecé con un titular que me recordó la duda de Mafalda, decía: “Con tres días de paz en el mundo se podría proporcionar una educación primaria básica para todos los niños de países de bajos ingresos”. Lo declaró Renato Opertti, coordinador del programa de Construcción de Capacidades Curriculares de la ONU. Sí, es cierto, educamos al mundo con tres días sin ejercitar el fructuoso negocio de la guerra.
1410634814956-BI1.jpg 
De nuevo recordé a Mafalda: "Hoy entré al mundo por la puerta trasera.” Ese día, como Mafalda, había entrado el mundo por la puerta de atrás. Entonces pensé que el mundo, que este mundo que tenemos, el único que conocemos, es un lugar extraño: sólo el presupuesto de la fuerza aérea estadounidense es mayor que todos los presupuestos en educación de todo el Tercer Mundo, por ejemplo. Este mundo es raro, volví a pensar, raro e injusto, ¿O acaso es justo un mundo donde muere un niño cada seis segundos a manos de la desnutrición, mientras se gasta en armas un millón de dólares por minuto? 
Otra frase de Mafalda me interrumpió la caminata: “paren al mundo, que me quiero bajar”, había dicho. Y eso hice: me bajé del mundo, me fui, dejé que siguiera funcionando, pero sin mí, por lo menos esa tarde de caminar y recordar datos y cosas raras. Ya afuera, seguí pensando que el mundo es un lugar extraño. Recordé, por ejemplo, una conferencia de Ignacio Ramonet, donde exponía que un tercio de la humanidad, que habita este mundo tan rarito, vive con menos de un dólar al día. Y mientras sobrevive aquel tercio de la humanidad, una vaca europea recibe 4 dólares de subvención diaria. ¡Hemos creado una civilización en que vale más una vaca que un ser humano!, con todo mis respeto a la vacas, que no tienen culpa. Ni Al Capone podría haber soñado con un crimen tan organizado.
Andando, se me vino a la cabeza una charla que ofreció Manfred Max Neef  en la Universidad de Andalucía, España. Según la FAO, dijo Max Neef, se necesitan US$ 30.000 millones anuales para alimentar a los 1.000 millones de personas que sufren hambre a diario. Ante la crisis del 2008-2009, seis bancos centrales invirtieron US$ 17 trillones de dólares (ó sea: 17 millones de millones de dólares) para salvar bancos privados. Al dividir los US$ 17 trillones de dólares por los US$ 30.000 millones, se obtienen 600 años de un mundo sin hambre. Triste, pero cierto: el mundo prefirió (y prefiere) salvar bancos, pero no salvar vidas. Ni Maslow con ninguna de sus pirámides podría describir un mundo con una priorización de necesidades tan grosera.
¿Una vaca es más importante que un ser humano? ¿El mundo prefiere salvar bancos y no salvar vidas? me preguntaba con una mezcla entre tristeza e impotencia. Pero la cosa no terminó ahí, se me aparecían más y más datos: en las 7 décadas trascurridas tras la segunda guerra mundial, se han consumido más recursos planetarios que en toda la historia de la humanidad. En las últimas tres décadas se ha perdido cerca de la tercera parte de toda la riqueza natural. Cada año se cortan 16 millones de hectáreas de bosque. Según Global Footprint Network “necesitamos un planeta y medio para abastecer las necesidades de consumo de la humanidad”. De mantenerse esta paranoia, para el 2050 necesitaríamos tres planetas como éste para generar la vida. Otra vez recordé a Mafalda: "¿no sería mas progresista preguntar donde vamos a seguir, en vez de dónde vamos a parar?"
Y como este mundo prioriza las armas antes que la educación, y los bancos antes que las vidas, entonces pensé que si la naturaleza se disfrazara de banco o proyectil, probablemente este mundo si se pondría en campaña para salvarla. Mientras tanto, continúa con la misteriosa costumbre de reglarnos las condiciones para generar la vida, a pesar de todo lo que nos empecinamos por aniquilarla.
Seguía afuera del mundo.
En mi cabeza, o donde sea que se alojen las ideas, se revolvían las vacas, las armas y Mafalda. Todo por culpa de aquel titular: ¡tres días de paz y se educa al mundo!... Intenté poner las cosas en orden, y me pregunté por el problema medular. Tras toda mi gimnasia preparatoria, entendí que el problema era simple: todo estaba en las prioridades. El problema estaba en la forma de priorizar. Para muestra, varios botones: los hombres priorizan asegurar el mañana, pero no vivir hoy. Las empresas que venden armas, y que de paso inventan guerras para mantener el negocito, se declaran neutrales; priorizan las ganancias por sobre las vidas. Para el mundial de fútbol, el Estado brasileño priorizó construir estadios a construir hospitales. El cobre chileno se vende en bruto a países que multiplican su precio vendiendo a Chile el mismo cobre transformado en cables o lámparas; el Estado chileno ha priorizado vender, pero no pensar.
Claro, todo estaba en las prioridades.
Seguí andando. El pesimismo me agarraba los pies. Sólo podían salvarme quienes también se habían bajado del mundo; me reconfortó Saramago, otro pesimista: “los únicos interesados en cambiar el mundo son los pesimistas, porque los optimistas están encantados con lo que hay”. Entonces pensé en mis propias prioridades: ¿Qué hacía con mi vida?, ¿qué iba arriba y qué abajo en mi escala de valoraciones?, ¿qué estaba haciendo en ese mismo instante?...
Pensando, se me aclaró la película: entendí cuales eran mis propias prioridades. Entonces corrí al jardín de mi hija, la abracé fuerte. Al mirarla, volví a ingresar al mundo por las ventanas de sus ojos.
aldotorresbaeza@gmail.com

 


miércoles, 10 de septiembre de 2014

A 13 años del atentado a las Torres Gemelas

A 13 años del atentado a las Torres Gemelas


© Vicky Peláez
17:26 10/09/2014
Vicky Peláez
Estamos en el mundo, pero con los ojos en la noche (Jacobo Fijman, 1898-1970)

Aquel 11 de setiembre del 2001 cuando esta periodista corría junto con otros hombres de prensa hacia la monstruosa nube negra producida por el desplome de las Torres Gemelas en Manhattan, Nueva York, nunca pensó que las consecuencias de la “madre de todos los atentados terroristas” no solamente costaría  los tres mil muertos del World Trade Center (WTC) como dijeron, sino que ya ha llevado  al desastre a tres países en el Medio Oriente y ha causado la muerte de cientos de miles de personas en una guerra que hasta el momento no solamente no ha parado sino que 13 años después está tomando un nuevo impulso.

En todo este tiempo han surgido más preguntas que respuestas sobre quiénes fueron los autores de aquel terrible atentado. Según la historia oficial, 19 extremistas árabes, la mayoría sauditas, sin ser pilotos profesionales lograron secuestrar cuatro aviones comerciales e hicieron estrellarse dos de ellos contra las Torres Gemelas en Nueva York. El tercer avión impactó en un edificio del servicio de inteligencia del Pentágono y del cuarto no se sabe exactamente si se estrelló o fue derribado.

Todos vimos que la tercera torre del WTC 7 que no recibió ningún impacto aéreo se desintegró por si sola después de producirse en el octavo piso una explosión, según el testigo Barry Jennings, empleado del Departamento de Vivienda quien murió misteriosamente en vísperas de la presentación del Informe Oficial del National Institute of Standarts and Technology sobre WTC 7. La conclusión final fue que el WTC 7 se colapsó debido al fuego cuya procedencia jamás fue aclarada. Lo curioso fue que unos 23 minutos antes de la desintegración del WTC 7, la BBC informó sobre su colapso.
 
Resulta completamente extraño que las 16 agencias de inteligencia que tiene EE.UU., con el presupuesto de 75 mil millones de dólares, incluyendo la poderosa Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y las 51 organizaciones federales y mandos militares que operan en 15 ciudades norteamericanas, además del servicio de inteligencia de Israel, Mossad y los organismos similares de los países integrantes de la OTAN fallaron en prevenir aquellos atentados. A la vez, ni el presidente del país ni los miembros del Capitolio o del Pentágono exigieron una exhausta investigación sobre aquel suceso. Solamente la presión de los familiares de las víctimas de esa tragedia obligó al presidente George W. Bush a nombrar una comisión política sin incluir los especialistas para iniciar una indagación, un año después de lo ocurrido.

En estos 13 años se han escrito muchos libros y artículos refutando las conclusiones de la Comisión 9-11. Inclusive dos de sus co-presidentes, Thomas Kean y Lee Hamilton declararon en 2008 que “la CIA falló en dar respuestas a la Comisión y obstruyó la investigación”. A la vez, varios ingenieros, especialistas en demolición, arquitectos, físicos como Steven Jones de la Universidad Brigham Young (Utah) declararon que las Torres Gemelas no fueron destruidas por el impacto de los aviones sino con explosivos. El científico químico Niels Harrit de la Universidad de Copenhage (Dinamarca) remarcó en su informe que su equipo de investigación encontró la presencia de nanotermitas entre las ruinas de las torres del WTC. El material nanotérmico es utilizado en los explosivos de alta potencia para los fines militares.

Este artículo puede ser demasiado extenso presentando un sinnúmero de cosas extrañas que se produjeron en vísperas, durante o después de la tragedia, como por ejemplo la subida repentina de las acciones de American Airlines un día antes del atentado o el sórdido cobro del seguro de las Torres Gemelas por el banco de inversiones Blackstone. Todo puede ser un campo abierto para los especialistas en la teoría de la conspiración. Las 3,000 inocentes víctimas duelen mucho pero lo que más estremece todavía son las cientos de miles de víctimas como resultado de la política de Washington que utilizó aquel atentado para dar rienda suelta a sus ambiciones guardadas.

Para ponerlas en marcha vincularon el atentado a Osama bin Laden, su estrecho colaborador durante la lucha de mujahidines, creados y financiados por los EE.UU., para combatir la presencia soviética en Afganistán. Aquel contratista saudita que en una época era inclusive amigo de George Bush padre y prestamista de George W. Bush fue designado por Washington como el enemigo número uno por ser el “cerebro del atentado”. A nadie le importó que existían testimonios de su deceso en diciembre de 2001, confirmado inclusive por la ex primer ministra de Paquistán, Benazir Bhutto. Se necesitaba simplemente un pretexto para entrar en Afganistán y “detener a Osama bin Laden”.

De la misma manera implicaron al presidente de Irak, Sadam Hussein en la tragedia del WTC. El periodista norteamericano de investigación, Jeremy Scahill, señaló en su libro, “Guerras Sucias” que “aquellos momentos posteriores al 11 de setiembre permitieron que Rumsfeld (Donald), Cheney (Dick) y sus aliados republicanos hicieran realidad sus tan ansiadas aspiraciones de un poder ejecutivo omnipotente que gozara del derecho virtualmente ilimitado de librar guerras allende cualquier frontera”. También el autor cita a Richard Clarke ( encargado de la oficina antiterrorista de EE.UU.) quien declaró que “el 12 de setiembre el presidente Bush le ordenó tres veces que buscara hasta el más mínimo indicio que conectara a Irak con el atentado”.

Ya es de dominio público que si los indicios no existían se los inventaba Washington para llegar al petróleo iraquí. En 2003 las tropas norteamericanas invadieron y destruyeron Irak. Igualmente en el 2011 Washington delegó este trabajo sucio a sus satélites incondicionales de la OTAN para bombardear  Libia y asesinar a su líder Muamar Gadafi. Todo esto era parte de un plan concebido muchos años antes del atentado contra WTC. La economía norteamericana necesitaba guerras para mantenerse a flote, según los economistas del gobierno y también recursos energéticos del Medio Oriente para fortalecer su hegemonía mundial.

Para estos fines aplicaron la política “divide y reina” en la región auspiciando al grupo terrorista radical al-Qaeda para desatar la guerra interna en el Medio Oriente entre sunitas y chiitas. Supuestamente el fundador de esta organización de resistencia islámica había sido Osama bin Laden pero sus auspiciadores financieros y militares fueron Estados Unidos, Arabia Saudita y Qatar. En recientes declaraciones, Hillary Clinton reconoció la participación de Norteamérica en la financiación de al-Qaeda. Precisamente esta organización ha sido implicada en la desestabilización de Siria y posteriormente la guerra civil.

En la percepción de los globalizadores, cada organización terrorista creada, tiene su tiempo y su propósito. Así al-Qaeda ha sido necesaria para dividir a base de la religión el Medio Oriente. Ahora Washington necesita crear un estado unificado a base de la misma religión para facilitar su dominio en la región. Así en 2006, de acuerdo a la publicación Global Research, apareció el movimiento el Estado Islámico en Irak y Levante (EIIL)- DAESH en árabe. Según la misma fuente, su fundadora fue la ex secretaria de Estado Condoleezza Rice. Igual que EIIL, el frente Al-Nustra de Siria y el Ejército Libre de Siria eran consecuencias de la política de Rice.
En 2013, el EIIL rompió con al-Qaeda y cambió de nombre convirtiéndose en la organización Estado Islámico (EI), cuyo propósito es formar un califato en la región. De acuerdo al semanario American Free Press, “su jefe es Abu Bakr al-Baghdadi doctorado en estudios islámicos, se considera ser un operativo de Mossad y su nombre real es Elliot Shimon”.

Según las revelaciones del ex agente norteamericano Edward Snowden, EE.UU., Israel y Arabia Saudita participan en la financiación de la organización EI, cuyo blanco no es solamente el Medio Oriente sino el mundo entero. Por eso no es de extrañar que después de divulgar por medios virtuales la decapitación de dos periodistas, al-Baghdadi declaró que su próxima víctima va a ser el presidente de Rusia Vladimir Putin. Lo más extraño es que el EI tiene un gran aparato propagandístico, armamento sofisticado y  es considerada la más despiadada en las técnicas de tortura.

Así es la política de los globalizadores. Primero, forman a sus terroristas y después, utilizan su existencia para desatar guerras. Hace poco el presidente Obama declaró que ya existe una coalición de 40 países para detener el avance del EI en Irak. ¿Será una nueva guerra preventiva o qué? Solamente el tiempo lo aclarará.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI