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Niko Schvarz: La propuesta de Tsipras
Enviado por Barometro
Internacional el miércoles, 01 julio, 2015 a las 17:53
Ante
el ultimátum y Chantaje
El
primer ministro griego Alexis Tsipras acaba de proponer a su pueblo,
el viernes 26 de junio, la realización de un referéndum, que se
realizaría el domingo 5 de julio, para decidir acerca del ultimátum
y chantaje a que pretenden someter a su país las autoridades de la
“troika” (Fondo Monetario Internacional, Unión Europea y Banco
Central Europeo) tras el fracaso de las prolongadas negociaciones en
busca de un acuerdo para impedir que Grecia caiga en default en la
fecha límite del 30 de junio. Esta decisión ha sido refrendada por
el gabinete griego en forma unánime, y también por el Parlamento.
El
mensaje mediante el cual Tsipras se dirigió a su pueblo en la fecha
indicada es un modelo de democracia, simbólicamente proferido en la
cuna de la democracia. Como tal ha sido acogido en toda Europa, y
particularmente en los países víctimas de los mismos planes de
austeridad (como España, Portugal, Irlanda). En muchos países se
han desarrollado en los últimos días grandes manifestaciones en
solidaridad con el pueblo heleno, con la convicción de que el
desenlace de la batalla en curso contra la política de austeridad
determinará no solamente el futuro de Grecia, sino también el de
los países europeos en lucha por más democracia e igualdad.
Las
negociaciones entre Grecia y sus acreedores europeos se llevaron a
cabo en forma intensa hasta el último momento, cercano a la fecha
del vencimiento de los plazos. Más aún: en las últimas instancias,
por ejemplo el martes 23 de junio, se informaba que “Grecia y el
Eurogrupo se acercan a un acuerdo” y se citaban en ese sentido
expresiones de la canciller alemana Angela Merkel y del presidente de
la Unión Europea, Jean-Claude Juncker, que daban como un hecho que
se lograría un acuerdo con Grecia en el correr de la semana, que
según el Eurogrupo en la propuesta griega había una buena base de
entendimiento y que el acuerdo sobre el alivio de la deuda griega,
firmado por el Eurogrupo a finales de 2012, se podría aplicar.
Coincidentemente,
el jefe del gobierno italiano Matteo Renzi se mostraba optimista
considerando que estaban reunidas todas las condiciones favorables a
un acuerdo beneficioso para todas las partes, en tanto el presidente
francés François Hollande señaló que se estaba haciendo todo para
que el acuerdo fuera global y duradero. Ya a esa altura el tiempo
apremiaba, dado que Grecia debía reembolsarle al FMI el 30 de junio
unos 1.500 millones de euros, pero para ello necesitaba recibir los
7.200 millones de euros correspondientes al último tramo de la
asistencia financiera de sus acreedores. Tsipras declaraba entonces
que el FMI tenía una “responsabilidad criminal“ por las medidas
de austeridad impuestas a Grecia y que sumieron al país en seis años
de recesión, y ya en ese momento anunció que esas medidas debían
ser juzgadas no solo por Grecia sino por toda Europa.
En
la instancia final, las negociaciones se frustraron. La “troika”
dijo no. Contra todos los pronósticos, y contra el interés común,
se cerró a la banda. En esas condiciones, Tsipras anuncia su
decisión de apelar al pueblo para resolver el diferendo. Su breve
alocución es un ejemplo de validez universal.
Se
dirigió a sus queridos compatriotas y de entrada definió los
campos: “Durante los últimos seis meses el gobierno griego ha
estado presentando batalla en medio de unas condiciones creadas por
una asfixia económica sin precedentes para poner en práctica
nuestro mandato del 25 de enero (fecha de las últimas elecciones
griegas). Fue un mandato para negociar con nuestros socios con la
misión de poner fin a la austeridad y restaurar la prosperidad y la
justicia social en nuestro país.
El
objetivo era conseguir un acuerdo viable que respetara tanto la
democracia como las normas europeas y condujera a una salida
definitiva de la crisis. En todo este período de negociaciones nos
pidieron que adoptáramos los acuerdos de rescate que habían sido
acordados con anteriores gobiernos a pesar de que habían sido
condenados de forma rotunda por los griegos en las recientes
elecciones. Pero nosotros, ni por un momento contemplamos ceder. Eso
hubiera sido lo mismo que traicionar vuestra confianza. Después de
cinco meses de duras negociaciones, nuestros socios presentaron
desgraciadamente en el Eurogrupo antes de ayer una propuesta, un
ultimátum a la República Helénica y el pueblo griego.
Es
un ultimátum que contraviene los principios fundadores y los valores
de Europa, el valor de nuestra estructura común europea. Se pidió
al pueblo griego que aceptara una propuesta que suma nuevas cargas
insoportables a la población y socava la recuperación de la
sociedad griega y de su economía, no solo manteniendo la
incertidumbre sino llevando aún más lejos los desequilibrios
sociales”.
Agrega
Tsipras que las propuestas de las instituciones europeas incluyen
medidas que llevarían a una mayor fragmentación del mercado
laboral, recortes de pensiones, nuevas reducciones de los salarios
del sector público y un aumento del IVA en alimentos, restaurantes y
turismo, con la eliminación de las deducciones fiscales en las
islas. A su juicio, estas normas violan el derecho fundamental al
trabajo, la igualdad y la dignidad de las personas, y tienen como
objetivo ”la humillación de todo el pueblo griego”. Ponen de
manifiesto, especialmente por parte del Fondo Monetario
Internacional, “una austeridad dura y de castigo”. Ante ello,
ahora es más necesario que nunca que las principales fuerzas
europeas den un paso al frente y tomen iniciativas mediante las
cuales trazar una línea firme en relación con la crisis griega, en
una crisis que también afecta a otros países europeos y que amenaza
el futuro de la unidad europea.
El
referéndum, un mensaje de dignidad al mundo
Sobre
estas bases, lanza su propuesta al pueblo griego en estos términos:
“Asumimos hoy una responsabilidad histórica en favor de las
luchas del pueblo heleno y de protección de la democracia
y de nuestra soberanía nacional. Es una responsabilidad ante el
futuro del país. Y esa responsabilidad nos obliga a responder
a este ultimátum con la voluntad del pueblo griego”. La propuesta
consiste en celebrar un referéndum para que el pueblo griego decida
en forma soberana, lo que ha sido decidida en forma unánime por el
gabinete ministerial, y luego por el Parlamento, decidiendo de esta
suerte la realización del referéndum el próximo domingo 5 de
julio. La pregunta es si se acepta o se rechaza la fórmula de las
instituciones europeas.
La
decisión fue comunicada al presidente de Francia, a la canciller de
Alemania y al presidente del Banco Central Europeo (BCE). Asimismo,
el sábado 27 Grecia solicitó a las instituciones de la Unión
Europea una extensión de unos pocos días del programa de rescate de
la deuda “para que el pueblo griego pueda decidir, sin presiones ni
coerciones, como dicta la Constitución de nuestro país y la
tradición democrática de Europa”.
En
su invocación final, Tsipras se dirige a sus queridos compatriotas
en estos términos: “Ante este ultimátum y chantaje, os convoco
para que decidáis en forma soberana y con orgullo, como dicta la
historia de Grecia, sobre la aceptación de esta propuesta de
austeridad estricta y humillante, que no ofrece ningún fin a la
vista ni opción que nos permita recuperarnos social y
económicamente. Ante esa dura austeridad autocrática, debemos
responder con democracia, serenidad y determinación. Grecia, el
crisol de la democracia, debe enviar un claro mensaje democrático a
Europa y a la comunidad internacional.
Estoy
personalmente comprometido a que se respete el resultado de vuestra
voluntad democrática, sea la que sea. Estoy completamente seguro que
vuestra elección estará a la altura de la historia de nuestro país
y enviará un mensaje de dignidad a todo el mundo”.
Reitera,
en respuesta a versiones tergiversadas, que el lugar de Grecia está
en Europa, que este continente es el lugar común de sus pueblos,
donde no hay dueños ni invitados; que “Grecia es y continuará
siendo una parte indispensable de Europa y Europa será una parte
indispensable de Grecia”. Y reitera su convocatoria a que se
pronuncien en el referéndum “por nosotros, por las generaciones
futuras y por la historia de los griegos”.
La
batalla de las Termópilas
Precisamente,
hablando de la historia griega, se ha recordado en estos días, como
ejemplo de resistencia, la batalla de las Termópilas, en el año 450
antes de Cristo, o sea hace 25 siglos, contra el poderoso ejército
persa comandadas por Jerjes, en que las tropas al mando de Leónidas
rehusaron entregarse y lucharon hasta el último aliento. Un
monumento recuerda estos hechos, así como las palabras del
historiador Herodoto: “Aquí se mantuvieron hasta el final,
aquellos que todavía tenían espadas usándolas, y los otros
resistiendo con sus manos y sus dientes”. Como Artigas con los
perros cimarrones.
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