Por Ernesto Wong Maestre: El Complejo Militar-Financiero-Comunicacional
Enviado por Barometro
Internacional el miércoles, 20 mayo, 2015 a las 21:49
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bi
crear
una Organización Defensiva del Sur de carácter
cívico-militar-financiera-comunicacional
Los
pueblos del sur han sido -durante más de cinco siglos- invadidos,
saqueados y explotados por las potencias del norte. Ha sido una
realidad ocultada de miles de formas y de procedimientos por dichas
potencias y en su lugar han mostrado, descrito a su antojo y poder, y
difundido, la “realidad” que más conviene a los intereses de
quien realmente gobierna esas potencias: el Complejo
Militar-Financiero-Comunicacional del norte o imperial (CMFC).
Esta
configuración triádica de orden mundial y naturaleza imperialista
centenaria, surgió desde la propia estructura de poder colonial
hegemónica, nacida a fines del siglo XV, cuando el Vaticano emitió
la Bula Papal mediante la cual “legitimó” el poderío global de
España y Portugal y luego sus gobiernos firmaron el Tratado de
Tordesillas en 1494 para comenzar a colonizar las dos partes del
planeta en que dividieron al mundo.
Desde
el mismo momento en que surge la teoría leninista del imperialismo,
al iniciarse el siglo XX se revelan claramente los dos más
significativos poderes ejercidos desde los gobiernos del norte para
expoliar a los pueblos del sur: el militar y el financiero,
comprendido este último por Vladimir Ilich Lenin como la fusión del
capital bancario y el industrial; de manera que hasta el propio
Dwigth Eisenhower encubrió la propia realidad cuando hizo mención
en los cincuenta de la existencia de un “complejo
militar-industrial”, cuidándose así de no entrar en contradicción
con el poder financiero ya consolidado y ejercido desde Wall Street.
El
tercer poder del complejo, el comunicacional, aunque es en la segunda
mitad del siglo XX cuando se revela en toda su crudeza y es objeto de
crítica en la famosa obra “Cómo leer al Pato Donald” de Armando
Matellart y Ariel Dorfman, ya desde fines del siglo XVIII la
burguesía lo comienza a utilizar para torpedear el incipiente poder
dominante de los revolucionarios en Francia y se lo arrebata al
pueblo, engañándolo con aquello de enfrentar al “régimen de
terror” implantado por los jacobinos.
Este
poder comunicacional llegó a su cúspide recientemente, cuando
Estados Unidos lo ejerció sin ningún reparo ni moral para derrocar
al líder libio Muhamad Gadaffi en una combinación de comunicaciones
internacionales y hacia el territorio libio, ilegales y
manipuladoras, con fines de falsear la realidad para poder imponer
con más eficacia el poderío militar y hacer rendir más
eficientemente el poderío financiero usado para organizar a los
jóvenes libios despolitizados y para sustraer de las arcas libias
las riquezas acumuladas por ventas de su petróleo. Este fue un caso
típico de articulación de los tres grandes poderes del CMFC que se
ejercieron sincrónicamente para poder apoderarse de medio continente
como ha estado ocurriendo en los últimos cuatro años en África
Sahariana o del norte, donde más de treinta países sufren la
intromisión, la injerencia o el intervencionismo militar imperial de
fuerzas públicas y/o ocultas de EEUU, Francia, Israel, Gran Bretaña,
Alemania y algún que otra potencia asiática enfrentadas a la
República Popular China.
Hoy,
el Complejo Militar-Financiero-Comunicacional del imperialismo en
tanto trata de boicotear a los gobiernos progresistas
latinoamericanos y caribeños, está extendiendo el caos social,
político, económico y financiero por todo el Medio Oriente,
tratando de desestructurar la cultura nacional de esos pueblos,
provocando guerras civiles mediante el más sanguinario terrorismo
que se haya conocido jamás, y al mismo tiempo reprimiendo a los
propios pueblos estadounidense, francés, inglés o alemán, cada uno
a su manera y según las capacidades de resistencias allí logradas
por los actores y movimientos sociales.
No
es nada superficial afirmar, como lo han hecho otros analistas, que
la futura guerra entre el imperialismo y las potencias que van
alcanzando los mismos niveles de desarrollo militar y financiero pero
opuestas a usar la fuerza de las armas para dirimir los conflictos,
será realizada en el ciberespacio donde ya dejarán de ser la
colinas o las ciudades a conquistar, sino que serán los satélites a
derribar y los centros cibernéticos a hackear, todo con el último
fin de interrumpir las comunicaciones de los adversarios, entre los
mandos y los ejecutores de las operaciones, tanto militares como
financieras.
De
manera que la tarea del Sur, a todas luces, es crear una Organización
Defensiva del Sur de carácter
cívico-militar-financiera-comunicacional de naturaleza multipolar
pero regida por un Mando Conjunto del Sur que sea eficaz, es decir,
ágil, certero y más potente, no que emplee los métodos terroristas
o avasalladores de las potencias imperialistas, pero sí las
herramientas necesarias para contrarrestarlos con eficiencia.
Cada
día más se revela la necesidad de los pueblos del Sur de unir las
fuerzas civiles con las militares en un haz de acciones populares,
rompiendo los esquemas de distanciamiento sembrados por las academias
imperiales para colocar a los militares como simples peones de la
burguesía y explotar a los pueblos. En los países que hoy disfrutan
de ese gran valor expresado en las ideas “el ejército es el pueblo
uniformado”, “la banca pública al servicio del pueblo” y “los
medios de comunicación en Revolución” ya se va creando el gran
escudo defensivo para enfrentar con éxito al Complejo
Militar-Financiero-Comunicacional del imperialismo que sigue regando
al mundo de miseria, muerte y pobreza.
Email:
wongmaestre@gmail.com
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