domingo, 12 de abril de 2015

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Ecos y resonancias de la Cumbre de la OEA+Cuba.


Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Ecos y resonancias de la Cumbre de la OEA+Cuba.

Enviado por Barometro Internacional el domingo, 12 abril, 2015 a las 14:29


Los preparativos de la VII Cumbre de las Américas se caracterizaron más por los aprestos agresivos, -desde Estados Unidos de manera principal, aunque contando con el apoyo de las cavernarias derechas del continente- que por una reunión distinguida por la amistad y la cooperación.
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La amenaza por quien dice sentirse amenazado, además del chantaje y la presión fue el signo unívoco de los prolegómenos de esta magna reunión. Ya desde el encuentro del vice presidente Biden con los países de Caricom, cuando les anunció que al gobierno de Nicolás Maduro “le quedaba poco” y que debían aceptar la propuesta energética que su país ofrecía, hasta la más reciente reunión del mismo vicepresidente con los países del Triángulo del Norte de Centroamérica, en la cual obtuvo la ampliación de la presencia militar estadounidense en la base de Palmerola en Honduras, se anunciaban vientos de tormenta en Panamá. En esa lógica, el 9 de marzo el presidente Obama emitió una orden ejecutiva intentando intimidar a Venezuela, buscando de esa manera polarizar la región presionando a los países más pequeños a fin de llegar a la Cumbre con América Latina y el Caribe desunida, para hacerla presa fácil de sus políticas imperiales.

Tras la “decepción” que según la subsecretaria de Estado Roberta S. Jacobson significó que ningún país de la región apoyara la decisión de Estados Unidos respecto de Venezuela, el presidente Obama viajó el pasado jueves 9 de abril  a Jamaica a “torcer el brazo” a los países de Caricom, por no hacer “lo que Estados Unidos quiere”, de acuerdo a sus propias palabras. En la isla caribeña, el presidente estadounidense ofreció 20 millones de dólares para sustituir a Petrocaribe, es decir el país más poderoso de la tierra le ofreció a los ciudadanos de los países del Caricom, que son 18 millones, 1.1 dólar por persona para solucionar su demanda energética. Esos 20 millones representan la quinta parte de lo que vale un solo avión F-18 Hornet, de los cuales Estados Unidos tiene cientos en sus portaviones alrededor del mundo.

En este ámbito de amenazas y chantajes y ante el apoyo del FMLN de El Salvador a Venezuela, el cual se manifestó a través de miles de firmas de rechazo al decreto presidencial de Obama, la Embajadora de ese país en la nación centroamericana Mari Carmen Aponte,  en clara expresión injerencista expuso que “el apoyo que el FMLN ha mostrado a la derogación del decreto de Barack Obama contra Venezuela dificulta la obtención de fondos estadounidenses para El Salvador”. Chantajes como ese, propios del siglo XIX, parecían desvanecidos en la región, pero la administración demócrata se ha esforzado por traernos a la realidad sobre la persistencia de la política exterior imperialista hacia América Latina.   

Con ese marco comenzó la Cumbre de Panamá, arropados en 5000 efectivos de seguridad, la ocupación de la base Howard por la Fuerza Aérea de Estados Unidos y el anclaje de un portavión de la Armada de ese país en la Bahía de Panamá, según informó el destacado académico e investigador panameño Marco A. Gandásegui h. La previa Cumbre de los pueblos que nadie sabe quién organizó, (si la presidencia de Panamá, la OEA o la NED y la USAID), estuvo caracterizada por la exclusión del movimiento social cubano y los intentos de dar protagonismo a mercenarios y terroristas que por lo visto tienen derechos que se les pretenden conculcar a los pueblos. No podía ser de otra manera cuando se acude a una cita convocada por la OEA a fin de seguir prolongando la idea panamericana creada bajo el paradigma monroista de integración continental, el cual, desde el mismo momento de su concepción en 1823, recibió el contundente rechazo del Libertador Simón Bolívar como lo atestigua la convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá, escrita en fecha tan temprana como el 7 de diciembre de 1824.

A pesar de esto, uno de los hechos más importantes del evento fue la Cumbre de los pueblos, su desarrollo y consolidación es lo único que apunta al verdadero afianzamiento de los procesos de integración para darles a estos un carácter irreversible. En la medida que nuestros pueblos, a través de sus organizaciones, se encuentren, se conozcan, debatan e intercambian experiencias, se hagan diagnósticos sobre la situación de la región y se propongan medidas para solventar los problemas podrán generarse mecanismos de participación real que conduzcan a que los ciudadanos sean los actores protagónicos de los procesos de transformación fecundando una práctica que dará piso político y sustento estructural a las luchas por la liberación definitiva.

En el ámbito de la Cumbre de los Jefes de Estado y gobierno, el carácter histórico de esta cita viene dado por dos hechos fundamentales: en primer lugar la presencia de Cuba que como dijo la presidente argentina Cristina Fernández estaba en Panamá “por la dignidad de su pueblo en más de 50 años de resistencia”. El apoyo unánime de los países de América Latina y el Caribe para el regreso formal de Cuba a una reunión de jefes de Estado y de gobierno del continente fue un elemento esencial que obligó a la OEA a convocar al presidente cubano a estar presente en igualdad de condiciones en la magna reunión. El discurso de Raúl Castro expresó el pensamiento y el sentimiento de dignidad y valor de un pueblo contenido de hablar en este tipo de reuniones, que sin embargo, nunca perdió el contacto solidario y fraterno con sus hermanos de toda la región. Resistencia, dignidad, honor y valentía resumen el regreso de Cuba a este tipo de eventos.

Por otro lado, vale destacar la contundencia de las intervenciones de los jefes de Estado o gobierno de Ecuador, Argentina, Venezuela, Bolivia, Trinidad y Tobago, Jamaica y San Vicente y las Granadinas entre otros mostrando una región en la que, la manera de relacionarse con la potencia hegemónica ha cambiado. La cobardía del presidente estadounidense lo llevo a huir de la sala plenaria antes de seguir escuchando los reclamos bicentenarios. ¿Qué se puede esperar de un estadista que como avestruz mete la cabeza en el hueco ante las evidencias de una historia repulsiva de agresiones e intervenciones de la que contrariamente a lo que dijo Raúl Castro, él también es responsable? Incluso con Cuba, porque la imposibilidad de que la misión cubana en Washington pueda utilizar cuentas bancarias en Estados Unidos es una decisión tomada durante el gobierno de Obama bajo las reglas del bloqueo a la isla.

En el tema de Venezuela, la opinión de los países de la región fue concluyente y definitiva, el apoyo unánime no sólo fue manifestado de manera previa a la reunión en sendas declaraciones  de Unasur y Celac, sino que en los discursos de los participantes se dejó sentir un punto de vista abarcador, sólo diferenciado del de Estados Unidos y una insignificante Canadá que se ha asumido como provincia estadounidense acompañando a su vecino en todas sus aventuras intervencionistas a lo largo y ancho del mundo.

Otros temas relevantes para América Latina y el Caribe fueron obviados por Estados Unidos, entre ellos las ocupaciones ilegales y de carácter colonial de Puerto Rico y Malvinas por parte de Estados Unidos y Gran Bretaña respectivamente. Así mismo, una declaración final fue imposible por la negativa de las dos potencias anglosajonas de Norteamérica que se negaron a declarar la salud como un derecho del pueblo y no aceptaron rechazar el armamentismo y el espionaje y escucha ilegales.

Panamá ha significado una nueva victoria de los pueblos de América Latina, aunque los corifeos imperiales se apresuren a cantar una melodía distinta cuya partitura fue elaborada en Washington por lo que sin duda será, -como ya es costumbre- vomitada profusamente por los mercenarios de las comunicaciones a través de sus transnacionales.

Al finalizar la Cumbre, vale preguntarse sin embargo, qué importancia puede tener un foro en el que por segunda vez (lo cual marca una tendencia) no se puede consensar una declaración final que si es posible lograr en el ámbito de América Latina y el Caribe bajo el paraguas de CELAC, también surge la interrogante de hasta cuando América Latina y el Caribe va a seguir aceptando ser convocada por la OEA, un instrumento de la idea panamericana y monroista, aunque como señalara el propio Comandante Chávez ya no es el “ministerio de colonias” de Estados Unidos.

Sigo pensando que es incongruente continuar sosteniendo una idea contraria al ideal bolivariano de integración, idea que hoy tiene su manifestación organizativa en la OEA y en esas Cumbres a las que los jefes de Estado y gobierno asisten para no ponerse de acuerdo en nada. Si como región hemos logrado ser reconocidos como bloque por otras potencias mundiales como China, Rusia e incluso la Unión Europea, que han aceptado reunirse con nosotros a partir de la magna organización que nos hemos dado, qué sentido puede tener, seguir asistiendo a estas asambleas, a partir del interés de Estados Unidos de vernos las caras individualmente, para saber a quién le “quiebra el brazo” y a quién atrae a su regazo tentador y diabólico.

Le damos una emocionante bienvenida Cuba a la unión de nuestras naciones, agradecemos el apoyo afectuoso y solidario de los pueblos y gobiernos de América Latina y el Caribe ante la amenaza imperial, pero nuestro camino de futuro no transita por esa vía. Nuestro amanecer de segunda independencia debe recorrer la ruta trazada por el Libertador. Su alerta debe estar siempre presente, queremos un futuro de paz y amistad, con todos incluso con Estados Unidos y su pueblo, pero no debemos olvidar que Bolívar con su infinita visión de futuro nos previniera: "…los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad". Que yo sepa, eso no ha cambiado.
sergioro07@hotmail.com

martes, 7 de abril de 2015

Por Leandro Albani: ?Propuestas del PKK están rompiendo moldes intocables en Medio Oriente?


Por Leandro Albani: ?Propuestas del PKK están rompiendo moldes intocables en Medio Oriente?

Enviado por Barometro Internacional el martes, 07 abril, 2015 a las 20:23


Las propuestas del PKK están rompiendo moldes que parecían intocables no solo en Turquía y Siria, sino en otras sociedades musulmanas de Oriente Medio. La participación de miles de mujeres jóvenes en las milicias armadas de Rojava está pulverizando el mito de que la mujer debe quedar en un segundo plano social y político. Lo mismo se podría decir del papel secundario que la religión debe jugar en la lucha política y el estricto respeto a la pluralidad cultural, lingüística y étnica. Pero también hay que recordar que tal cambio de mentalidad lleva décadas produciéndose en la amplia sociedad kurda de Turquía, donde, por ejemplo, debido a la acción del PKK está desapareciendo la ancestral enemistad entre kurdos suníes y alevis, y donde, desde hace años, la mujer joven y de mediana edad ocupa cargos políticos de primer rango igual que los hombres.
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Lo mismo se podría decir de otras zonas del Kurdistán, como la iraní y la iraquí, donde organizaciones progresistas como el PDKI, Komala, UPK o Goran, realizan un trabajo semejante. Se trata de un espejo en el que, necesariamente, tienen que mirarse muchas conciencias de Oriente Medio. El verdadero reto para el PKK, en tanto fuerza indiscutible en Rojava y el Kurdistán turco, es que todo ello derive en un modelo realmente democrático y no caiga en la tentación de imponer un sistema de hegemonía política.

Periodista e historiador, Manuel Martorell (Navarra, 1953) es uno de los analistas más lúcidos a la hora de hablar sobre Kurdistán y Medio Oriente. Un sinfín de artículos sobre el tema y sus libros “Los kurdos. Historia de una resistencia” y “Kurdistán. Viaje al país prohibido”, intentan armar un rompecabezas que en los últimos años parece profundizarse.

En este diálogo con Resumen Latinoamericano, Martorell centrará sus reflexiones en Rojava (Kurdistán sirio) y el proceso político y social que ahí se viene gestando desde hace años. La fortaleza del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), las nuevas formas de organización aplicadas, las tensiones con los gobiernos de Bashar Al Assad en Siria y Recep Tayyip Erdogan en Turquía, son algunos de los temas en esta entrevista.

¿El proceso que hoy se desarrolla en el Kurdistán sirio, en la cual la guerrilla y el pueblo tomaron el control de la zona, ¿se podría denominar como revolución?

Lo que comenzó en Rojava, en el Kurdistán de Siria, como un movimiento de autodefensa en el marco de una guerra civil está adquiriendo un carácter revolucionario en distintas facetas, aunque el valor más llamativo para la opinión pública mundial sea el destacado protagonismo de la mujer en esta lucha. Lo mismo se podría decir de la propuesta para la administración autogestionaria de pueblos y ciudades, y de esa concepción según la cual el futuro sistema político de Siria debe basarse en el respeto constitucional a las distintas religiones, culturas y lenguas. Todo esto está suponiendo un revolucionario cambio de mentalidad que afecta fundamentalmente a las capas jóvenes de la sociedad kurda, pero que también está modificando la forma de pensar de las personas mayores, además de convertirse en una referencia o modelo para toda la sociedad siria.

¿Cómo ve la postura del gobierno de Bashar Al Assad con respecto a la situación en el Kurdistán sirio?

Igual que ocurre, salvo excepciones, con el resto de fuerzas de la oposición siria y con los gobiernos de la zona, especialmente Turquía, Irán e Irak, el gobierno de Assad acepta lo que está ocurriendo en el Kurdistán sirio forzado por las circunstancias. Eso no quiere decir que, una vez superada la actual crisis, acepte el proyecto político kurdo. Por lo tanto, no hay que descartar que, concluida la guerra civil, esos países, incluso conjuntamente, se pongan de acuerdo para destruir la revolución kurda, algo que siempre ha ocurrido en la historia reciente. Todos estos países han sido enemigos entre sí pero, incluso en los momentos de mayor tensión recíproca, se han puesto de acuerdo para controlar el problema kurdo. En esta situación, resulta imprescindible una garantía o respaldo internacional a los proceso de cambio que se están viviendo en el conjunto del Kurdistán.

¿Cómo puede afectar la situación del Kurdistán sirio con respecto a las propuestas del PKK para iniciar los diálogos de paz con el Estado turco?

Turquía ha intentado, y todavía lo sigue haciendo, impedir el surgimiento de una autonomía kurda en Siria porque sabe perfectamente que eso supondrá un reforzamiento del PKK, como de hecho está ocurriendo. Por eso, al principio, puso todas las facilidades que pudo para que el Estado Islámico, el Frente Al Nusra, el Frente Islámico o el Ejército Libre de Siria, ocuparan las zonas kurdas y neutralizaran al PYD, una organización “hermana” del PKK. Después buscó, sin conseguirlo, apoyo norteamericano para crear en esas mismas zonas una franja de seguridad bajo control del ejército turco y ahora dice que no va a tolerar la creación de una autonomía kurda en Siria. Pero el problema de Turquía, tanto del actual gobierno como los anteriores, es que siempre va a remolque de los acontecimientos y cuando reconoce una realidad y realiza algunas concesiones, las exigencias de la población kurda ya han subido un peldaño más.

Por eso es incongruente que Erdogán afirme que no aceptará una autonomía cuando esa autonomía no solamente ya existe, sino que está vinculando su destino a la situación del Kurdistán Norte (turco). Esta situación ha consolidado la fuerza alcanzada por el PKK no solo nacional sino también internacionalmente. Por mucho que Erdogán vuelva a decir que en Turquía “no hay un problema kurdo”, la realidad es que no tendrá más remedio que llegar a un acuerdo con el PKK, a no ser que prefiera hacer frente a una división “de facto” del país o arriesgarse a volver a la política de represión pura y dura, es decir limpieza étnica, ejecuciones, torturas y detenciones indiscriminadas, un escenario difícilmente factible en la actual coyuntura internacional.

¿Cómo observa las posiciones y movimientos que están teniendo con respecto a lo que sucede en Rojava las potencias hegemónicas, tanto Estados Unidos como Rusia principalmente?

Como es sabido, el presidente ruso Valdimir Putin está reproduciendo los esquemas de la Guerra Fría y está volviendo a tender puentes con los regímenes autoritarios de la zona, como el sirio o el iraní y aprovechando, con el mismo objetivo, las tensiones entre Ankara, Bagdad y Washington. En este sentido, la actitud de Rusia ante lo que está ocurriendo en Rojava no será distinta de esos regímenes y mucho menos se debe esperar un apoyo a ese proyecto político. La administración Obama parece haber entendido el riesgo que, para la estabilidad de la zona, tiene seguir apostando por modelos islamistas, como ya hizo en Afganistán y recientemente en Siria e Irak, y, por el contrario, la oportunidad de apoyarse en otras fuerzas locales contrarias al islamismo, como pueden ser los kurdos. No hay que olvidar tampoco que Francia ha jugado en este cambio de actitud, defendiendo explícitamente el apoyo aéreo a las YPG para impedir que Kobani cayera en manos del Estado Islámico. Se trata de una confluencia de intereses que, indudablemente, sería necesario que se prolongara en el tiempo para garantizar internacionalmente la consolidación de estos trascendentales cambios en la región.

¿Cuáles cree que son los principales aportes que en la actualidad realiza el PKK para un cambio profundo en Medio Oriente?

Las propuestas del PKK están rompiendo moldes que parecían intocables no solo en Turquía y Siria, sino en otras sociedades musulmanas de Oriente Medio. La participación de miles de mujeres jóvenes en las milicias armadas de Rojava está pulverizando el mito de que la mujer debe quedar en un segundo plano social y político. Lo mismo se podría decir del papel secundario que la religión debe jugar en la lucha política y el estricto respeto a la pluralidad cultural, lingüística y étnica. Pero también hay que recordar que tal cambio de mentalidad lleva décadas produciéndose en la amplia sociedad kurda de Turquía, donde, por ejemplo, debido a la acción del PKK está desapareciendo la ancestral enemistad entre kurdos suníes y alevis, y donde, desde hace años, la mujer joven y de mediana edad ocupa cargos políticos de primer rango igual que los hombres. Lo mismo se podría decir de otras zonas del Kurdistán, como la iraní y la iraquí, donde organizaciones progresistas como el PDKI, Komala, UPK o Goran, realizan un trabajo semejante. Se trata de un espejo en el que, necesariamente, tienen que mirarse muchas conciencias de Oriente Medio. El verdadero reto para el PKK, en tanto fuerza indiscutible en Rojava y el Kurdistán turco, es que todo ello derive en un modelo realmente democrático y no caiga en la tentación de imponer un sistema de hegemonía política.

leanalbani@hotmail.com

Por Niko Schvarz: Un aporte al debate sobre el futuro de la prensa


Por Niko Schvarz: Un aporte al debate sobre el futuro de la prensa

Enviado por Barometro Internacional el martes, 07 abril, 2015 a las 20:12


Del 12 al 14 de marzo pasado se realizó en Buenos Aires un Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad, que reunió a personalidades prestigiosas de América Latina, de Estados Unidos y de Europa. Según señalan sus organizadores, se trataba de reflexionar  sobre el momento que se está viviendo en América Latina y en algunos países de Europa, donde algunas organizaciones políticas, como Syriza en Grecia y Podemos en España, que conocen bien los avances progresistas registrados en América Latina, están tratando de cambiar el estado de cosas dominante y de aportar soluciones de inclusión social y de rechazo a las políticas de “austeridad”.
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En ese marco, el responsable de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, realizó una entrevista de gran nivel a Noam Chomsky, uno de los más prestigiosos intelectuales del mundo actual, al que define como “un hombre que lleva años pensando cómo construir un mundo más justo, menos desigual y con menos violencia”. La entrevista versó sobre los temas candentes de la realidad internacional. Voy a referirme en particular a los aspectos abordados en el tramo final, que tratan sobre el destino de la prensa escrita, a lo que se agregan una serie de consideraciones sobre las revelaciones de Julián Assange y de Edward Snowden en relación con lo que denomina el “imperio de la vigilancia” por parte de Estados Unidos.

La nueva América latina
Pero antes, quiero destacar una coincidencia esencial con la valoración que se realiza en el reportaje sobre del proceso que está en curso en nuestra América Latina. Tanto la pregunta como la respuesta merecen transcribirse. En la pregunta, Ramonet comienza por señalar, con toda razón, que “en 1999 apareció Hugo Chávez en Venezuela, y una serie de países adoptaron programas anti neoliberales, varios gobiernos progresistas empezaron a aparecer en América Latina; primero en Brasil con Lula; después en Bolivia, con Evo Morales; luego en Ecuador, con Rafael Correa; luego en Argentina, con Néstor Kirchner; en Uruguay, con Tabaré Vázquez y Pepe Mujica. Esto se ha extendido en América Latina; y América Latina se le ha ido un poco de las manos a EE.UU.

¿Qué opinión tiene Vd. de estos gobiernos progresistas, en general, de América Latina? ¿Y por qué EE.UU. ha podido encontrarse en esta situación de pérdida de influencia en América Latina?”.

En su respuesta, Chomsky señala que “son acontecimientos de suma importancia en esta parte del mundo, de relevancia realmente histórica”. Traza la historia de América Latina durante 500 años, controlada por los poderes imperialistas occidentales, sobre todo por EE.UU. en el siglo XX. “Pero, a partir de 1999, empezó a cambiar esta situación. Estados Unidos es la potencia que ejerce el mayor dominio en todo el mundo, pero ya no tiene el poder abrumador de destruir gobiernos y de imponer dictaduras militares donde se le antoja”.

Recorre la historia de los últimos 15 años en América, el intento de golpe en Venezuela en 2002, con apoyo de EE.UU.; el golpe en Haití en 2004, en que Francia y EE.UU. se combinaron para el secuestro y envío  de Jean-Bertrand Aristide al centro de África; luego el golpe de estado en Honduras en 2009, ya bajo el gobierno de Obama, contra el gobierno de Juan Manuel Zelaya.
Pero ahora –agrega- “América Latina ha dado un paso hacia adelante para lograr cierto grado de independencia. Es el camino correcto hacia adelante. La UNASUR, Mercosur, CELAC  son grupos que representan pasos hacia la integración. La CELAC es totalmente novedosa, porque EE.UU y Canadá quedan excluidos, y esto nadie podría haberlo imaginado; era algo inconcebible años atrás.

Todo ello se ve reflejado de varios modos”. Cita entre ellos el hecho de que EE.UU. utiliza a varios países del mundo para aplicar las peores formas de tortura a sus opositores. Muchos países colaboran con estas prácticas aberrantes: son países, de Oriente Medio, África, Europa, pero ninguno de América Latina. Dice Chomsky: “Cuando América Latina estaba bajo el control de Estados Unidos, era un centro global de tortura. Ahora incluso se negaron a participar en este horrendo juego. Este es un cambio muy significativo. Ha habido casos de éxitos, parciales, en América Latina, que ha liderado la resistencia al proyecto neoliberal. También otros éxitos, aunque hay mucho camino que recorrer todavía”.

Ya hemos señalado nuestra coincidencia esencial con este planteo. Lamento, no obstante, que no se haya llegado más lejos, adoptando la caracterización del presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien ha señalado que desde el comienzo del nuevo siglo y milenio América Latina está viviendo, ya no solo una época de cambios, sino un cambio de época. Todos los elementos que aportan, tanto Ramonet como Chomsky, avalan esta definición sobre el carácter de la época que vive nuestra América, y sustentan la lucha de nuestros pueblos por proseguir en el largo camino que resta recorrer, como se señala acertadamente.

La prensa escrita en el mundo de hoy
Entro ahora al gran tema de la prensa escrita en la actualidad. En su pregunta Ramonet realiza un cuadro de la actual situación, señalando “la gran preocupación que existe en el mundo del periodismo sobre la crisis de la prensa escrita”. “”Hay una enorme crisis en la prensa escrita, muchos periódicos están desapareciendo, muchos periodistas están perdiendo su empleo. ¿El periodismo de papel va a seguir existiendo? ¿Qué consecuencias puede tener la desaparición del periodismo de papel?”.

La respuesta de Chomsky a la última pregunta es: “No creo que sea inevitable”. Dice que hay excepciones interesantes, y pone el ejemplo de La Jornada  de México, que pasó  ser por su difusión el segundo diario en el país  y que se lee muy ampliamente, “aunque a la clase de los empresarios no le gusta en absoluto, por lo cual no recibe publicidad”. Pero sí recibe publicidad del gobierno, porque la ley mexicana así lo exige. En síntesis, Chomsky afirma que “La Jornada” es un diario de buena calidad y está sobreviviendo. Creo que no es algo imposible”.

Analiza luego la Declaración de Derechos Humanos de la ONU en lo relativo a la libertad de prensa (artículo 19). Ésta consta de dos aspectos: el derecho a generar una información libre de control gubernamental, pero también el derecho a recibir información y a tener oportunidad de generar información libremente. Lo cual significa sin concentración de capitales. Dice que la prensa rica, compleja e independiente del siglo XIX y principios del XX sucumbió por la concentración de capitales que se invertían en ella y por la dependencia de la publicidad. Cuando se depende de la publicidad, son los anunciantes los que comienzan a tener impacto en el diario.

Un diario moderno actual es un negocio. ”Primero se pone la publicidad, que es lo importante, y después se rellena un poquito aquí y allá con algo de noticias”. Esto lo extiende a la televisión, y señala que tal es la estructura de los medios de comunicación comerciales. “Este tema ha sido una batalla durante siglos”.

Es precisamente a esta altura que deseo introducir mi reflexión, que sintetiza una extensa experiencia personal. Todo el análisis que antecede es impecable, Pero no tiene absolutamente nada de novedoso, y además, no proporciona ninguna salida, ninguna solución para que la prensa (escrita en este caso) pase a desempeñar realmente el papel que le corresponde en las sociedades modernas.

He mencionado muchas veces, y voy a reiterarlo, que hace más de un siglo, exactamente en 1912, el gran tribuno socialista francés Jean Jaurès (asesinado por su tenaz oposición a la primera guerra mundial) caracterizó  lo que definía como “la prensa del gran capital” con esta acertada comparación: “Parecen cien campanas, pero las mueve un solo hilo”. Esto no solo sigue siendo cierto, sino que se acentuado considerablemente, con tendencia a adquirir rasgos monopólicos, o casi. Basta con observar la gran prensa en el mundo de hoy. Lo importante es ver cómo se lucha, desde los sectores populares y de izquierda contra ese fenómeno monopólico, contra toda la prensa flechada en la misma dirección, a favor de los intereses oligárquicos y contra los sectores populares.

 ¿Eso se puede hacer? ¿Existe alguna experiencia en ese sentido? Lo primero, como en geometría, es demostrar el teorema de existencia. Y la respuesta es afirmativa, porque eso ya se hizo, y con pleno éxito, en nuestro país. Y se puede repetir, incluso en mayor escala, en las condiciones políticas y sociales de hoy. Esto es lo que falta, a mi juicio, en el análisis de Ramone y Chomsky. En términos médicos, hicieron un ajustado diagnóstico de la enfermedad. Lo que falta, es el tratamiento, la evolución  y el pronóstico.
Una vez más, invoco el antecedente del diario El Popular en nuestro país. Aunque me quepan las generales de la ley. Para ir derecho a la conclusión, afirmo que el papel de El Popular fue decisivo para que se creara el Frente Amplio (esa experiencia formidable que hoy se analiza en toda América e incluso en el mundo) y se generara un movimiento obrero unido en el PIT-CNT que congrega a todos los sectores del trabajo nacional, sin ninguna excepción, y que también es ejemplo a nivel internacional.

Originariamente, se trató de una iniciativa emanada del XVI Congreso del Partido Comunista de Uruguay (PCU) de setiembre de 1955, que superó una difícil situación interna y se proyectó en tres direcciones principales: la unidad sin exclusiones de todas las fuerzas de izquierda, avanzadas y progresistas; la unidad de todo el movimiento obrero en una central única; y la forja de un fuerte PCU, no como una cuestión interna sino como una condición para contribuir, con el esfuerzo consciente de sus militantes, a la creación del Frente Amplio y de la central obrera unificada. La edición de un diario, con penetración en la masa del pueblo, se juzgó imprescindible para alcanzar ese doble objetivo en el plano sindical y político. En ello se empeñaron considerables esfuerzos, que nutrieron un profuso anecdotario pero finalmente, el 1º de febrero de 1957, vio la luz el primer ejemplar del diario El Popular.

En su época inicial, EL POPULAR diario coexistió con el histórico semanario comunista “Justicia”, que había acompañado al PCU desde su fundación en 1920, habiendo sido precedentemente órgano del Partido Socialista, fundado en 1912.  En ese primer período, El Popular aparecía todos los días menos los viernes, día en que se difundía Justicia semanario. Después pasamos a bancar todos los días nosotros solos, con el único descanso del día mensual del canillita (vendedor ambulante).

Las dificultades para continuar diariamente en la brega fueron enormes, pero se superaron gracias a una verdadera pasión militante de todos quienes estábamos empeñados en esa tarea. En primer lugar, hubo que vencer las dificultades financieras (como plantean Ramonet y Chomsky). Aquí apelamos, por una parte, a campañas financieras que eran asumidas por todo el PCU, con un criterio de máxima amplitud, sin un ápice de sectarismo, tratando de sembrar conciencia sobre el carácter nacional y popular del periódico.

Todos nosotros (no solo la tesonera administración dirigida por Luis Rodríguez, sino también los redactores) participábamos en la campaña. Si yo revelara los nombres de algunos empresarios que entrevisté y que concretaron una contribución regular, más de uno quedaría sorprendido. Otro aspecto era la difusión: un tiraje grande para nuestro medio, venta un día por semana por todos los militantes (incluso nosotros, que en mi caso me brindó experiencias humanas inolvidables) además de la vía regular por los canillitas.

La otra gran dificultad eran las medidas represivas del gobierno, en particular durante el período del pachecato (presidente Pacheco Uruguay). Con cualquier pretexto se sucedieron las clausuras, que también tocaban a otros periódicos de oposición, en particular de los socialistas. Había que defender la salida de cada número. Más de una vez estaba Rodney Arismendi en la boca de salida del diario, en Río Branco (hoy Wilson Ferreira Aldunate) cerca de 18 de Julio. Más de una vez tuvimos que ir en la madrugada a la oficina de censura de prensa que quedaba en la propia Jefatura de Policía de San José y Yi, a reclamar. Pero contra viento y marea, seguimos saliendo. Cuando tras el golpe de Estado del 27 de junio de 1973 la dictadura nos clausuró y ocupó los talleres, hacíamos el diario oral yendo a visitar las fábricas ocupadas, textiles y metalúrgicas sobre todo, y después se pasó a difundir prensa clandestina y se repartía prensa continuadora de El Popular editada en el exterior, principalmente en México.

Con el retorno a la democracia (y previo al mismo, preparando su advenimiento) aparecieron otras publicaciones, principalmente La Hora. Después reapareció El Popular y tras un período se fusionó con La Hora, conformando La Hora Popular. Actualmente El Popular, ahora como semanario, está transcurriendo en su tercera época, y acaba de festejar el aniversario del lanzamiento de su 300ª edición.

He querido revivir estos hechos lejanos, no para batirnos el parche, sino para complementar el planteo de Ramonet y Chomsky. La prensa del gran capital es lo que ya sabemos, en nuestro país, en América y en el mundo. Lo mismo acontece, incluso en mayor escala, respecto a la TV. Lo que ellos dicen al respecto es totalmente cierto. Pero eso no impide que las fuerzas de izquierda, el movimiento obrero y popular, puedan crear sus propios diarios, sus propios medios de comunicación, y difundirlos al máximo en el seno del pueblo mediante un esfuerzo militante consciente y sistemático. En nuestra modesta escala de un pequeño país, eso pudo hacerse hace más de medio siglo, y en esa forma se contribuyó a un cambio positivo en la sociedad y en la vida política, que hoy se expresa claramente a nivel de gobierno. Y lo que se hizo en el pasado, hoy puede hacerse a una escala mucho mayor,  porque la sociedad ha evolucionado positivamente, y eso es válido para toda la América Latina de hoy.

nikomar@adinet.com.uy



Por Oglis Ramos En Panamá será derrotada la política exterior de los EEUU


Por Oglis Ramos En Panamá será derrotada la política exterior de los EEUU

Enviado por Barometro Internacional el martes, 07 abril, 2015 a las 19:51

En Mar de Plata se enterró el ALCA 
América Latina afina los últimos detalles para asistir a la séptima Cumbre de las Américas, la cual no ha dejado resultados concretos en ninguno de los planteamientos hechos en sus conclusiones finales de todos los encuentros realizados. Los Estados Unidos mantienen una posición de intervención política y para esto usa estos eventos con la finalidad de mostrarse ante el mundo como el gran promotor de encuentros y diálogos con los países de América latina.
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La Casa Blanca busca rescatar lo que ha perdido en América del Sur y es el control de lo que ellos llaman “patio trasero”, el cual hace varias lunas atrás dejo de serlo y esto por las rebeliones que marcaron un hecho histórico contra las políticas de Washington donde vienen causando más que preocupación; un severo dolor de cabeza para los estrategas estadounidenses; esto dado que, mientras aprietan el gatillo en el Medio Oriente, encienden la hoguera en Europa y pierden terreno en Asia,  la América toda; se unifico contra el imperialismo y sus políticas del garrote, lo cual causo que los EEUU  buscaran dar un giro y viraran el timón en rescatar lo que ellos creen que les pertenece.

El cambio de política hacia Cuba le dio una aire de triunfalismo a la Casa Blanca, pero no contaron con que la histórica Cuba ya había traspasado las fronteras y germinado la semilla de rebeldía en Latinoamérica; el pensar que pasar este paño de agua tibia haría olvidar a los cubanos los años de desidia y sufrimiento que han pasado por las sanciones y el bloqueo genocida impuesto por Washington deja claro que es solo cuestión de tiempo que los EEUU vuelvan a retomar lo que históricamente han hecho en América Latina, que no es más que intervenciones e injerencias en los países que se rebelen ante sus pretensiones. Pero al contrario estos acuerdos con cuba refuerza en gran medida la moral de resistencia del pequeño pueblo pero inmenso en corazón y solidaridad como lo es el pueblo cubano.

Ahora bien un elemento importante es el ofrecimiento de un delegado estadounidense para las conversaciones de paz que se celebran en la Habana y que tienen como punto central Colombia; donde esta se ha convertido en más que un portaviones en el hijo sumiso y satélite principal de los organismos de inteligencia estadounidenses que le permite al pentágono y las trasnacionales petroleras y financieras planificar boicots contra gobiernos legítimos. Entonces el interés de los EEUU en acompañar estas conversaciones se centra en cuidar los intereses que tienen muy bien enraizados en Colombia.

Estos dos elementos dejan ver claramente que Washington intenta recuperar el papel político que ha perdido en la región y que después de 50 años sus políticos crean un nuevo, inusual y extraordinario enemigo como lo es la República Bolivariana de Venezuela, los ataques contra Venezuela están dirigidos a detener la creciente influencia que el país ha generado en todos los rincones de América Latina, incluso mucho más allá del continente; donde se mostraran los resultados en la Cumbre en Panamá marcando el papel geopolítico de los países que integran los jóvenes organismos emergentes de integración y desarrollo de los pueblos como los son la CELAC, ALBA y UNASUR que han dados resultados concretos con políticas de inclusión y beneficios para sus pueblos.

La participación de la República de Cuba en la séptima cumbre no es casual, el interés de Obama en el cambio de política hacia Cuba es llevar al terreno internacional; condicionando así el futuro de Cuba y con ello el futuro de América Latina y para esto contara con el apoyo de algunos países de la región que se encuentran bajo la tutela y le prestan sus servicios a la Casa Blanca; un punto aparte es el cerco que intentara Obama contra Venezuela al igual que lo intento con Rusia en la cumbre del G-20 que se celebró en Australia.

El elemento de Cuba en la geopolítica regional es y será usado por Washington, para congraciarse y recuperar la influencia perdida y será la cumbre de Panamá la que será usada para tratar de revivir su política hipócrita de doble rasero contra los pueblos de América y es que este doble rasero también se ve en el tiempo perdido y en la inversión multimillonaria que se hace en estos tipos de encuentros, donde los puntos consensuados son un puñado de letra  muerta como por ejemplo: Conservación de los páramos y su biodiversidad para la producción de agua en los Andes del norte y Centroamérica este es uno de los acuerdos de la sexta cumbre, pero al contrario varios de estos países que firman el documento final apoyan las  acciones de las petroleras con sus prácticas del fracking en los EEUU y Canadá y en América del Sur Colombia la ejecuta con la empresa trasnacional Pacific Rubiales en diversas regiones del país.

Ahora con la asistencia de Cuba a esta cumbre los EEUU,  usara como bandera de democracia ante la opinión pública mundial y seguramente trataran de centrar la mayor atención posible con la única finalidad de opacar la indignación que causo la osadía de la administración de Obama al firmar la orden ejecutiva que cataloga a Venezuela como una amenaza a la seguridad estadounidense y que dicha orden fue rechazada contundentemente a nivel mundial; entonces los deseos de que en la cumbre no se toque el tema Venezuela es el punto inicial de Obama y sus satélites suramericanos y es por esto que ya sus voceros como lo es José Miguel Insulza manifiesta que “ojala que la cumbre no se vea empañada por el caso Venezuela” y es que estos deseos son pedidos por todos y cada uno de los que se congracian con el imperialismo norteamericano a causa del gran nivel de solidaridad que ha recibido Venezuela ante la arremetida de la Casa Blanca.

El teatro montado por los Estados Unidos para los dos días de cumbre tendrá como objetivos, tratar de tumbar el apoyo regional que ha recibido el gobierno de Nicolás Maduro, determinar realmente con que aliados regionales cuenta en ese encuentro frente a frente, frenar la influencia de Rusia y china en la región; el primero que ha influenciado económica y militarmente, así como china se ha convertido en un socio con intereses estratégicos muy importantes en Venezuela; y por lo tanto ya no es Cuba el que hace estremecer de temor a los EEUU con su rebeldía, de cual David contra el gigante Goliat; si no toda una región que creo, impulso y solidifico mecanismos que han frenado la andanada de ataques intervencionistas e injerencistas contra los países soberanos de América Latina. Entonces la asistencia y participación de Venezuela en la cumbre es esencial para revivir la pesadilla de Mar de Plata en el 2005 cuando la América unida enterró al ALCA y con ello marco un hito de nuevas relaciones de poder en Latinoamérica.
ramos.oglis19@gmail.com



miércoles, 1 de abril de 2015

Por Leandro Albani: ?Libia está en las puertas de convertirse en un Estado fallido?


Por Leandro Albani: ?Libia está en las puertas de convertirse en un Estado fallido?

Enviado por Barometro Internacional el miércoles, 01 abril, 2015 a las 12:03


Un país desintegrado, divido en facciones políticas y tribales, dos gobiernos que buscan tomar el control a sangre y fuego, y un grupo de naciones, tanto regionales como distantes, que arman, financian e intentan tomar el control. Sobre ese país que supo ser un ejemplo sobrevive un pueblo devastado, víctima de la represión, olvidado por los grandes medios de comunicación. Como si fuera poco, en esa nación -bañada por el mar Mediterráneo y potencia petrolera-, semanas atrás se instaló públicamente el Estado islámico (EI), desatando una cacería contra la población.
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Esta síntesis de la actualidad de Libia se desprende del diálogo que Resumen Latinoamericano mantuvo con Txente Rekondo, analista internacional, licenciado en Ciencias de la Comunicación y doctor en Ciencias Políticas. Una muestra concreta de lo que sucede en suelo libio la dio ayer Claudio Cordone, jefe de la división de derechos humanos de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en el país norafricano. El funcionario aseguró que ahora “Libia es más opresiva” que en la época en que gobernaba Muammar Al Gaddafi.

Rekondo, que desde hace años sigue la situación en Medio Oriente y África a través de artículos y ensayos, explicó de forma detallada qué sucede en territorio libio, luego de que la Organización del Tratado para el Atlántico Norte (OTAN) derrocara en 2011 a Gaddafi. “La entidad política cohesionada formada en torno al liderazgo de Gaddafi ya no existe”, aseguró el especialista. Y detalló que, entre otros profundos problemas, las mujeres libias son las más golpeadas. Para Rekondo, después de la invasión de la alianza atlántica proliferó “la inseguridad física y las políticas reaccionarias en materia de género”, por los cual se condena “a las mujeres a sufrir todo un abanico de situaciones perjudiciales y vejatorias”.

-¿Cuáles son las características principales de la actual Libia luego de la invasión encabezada por la OTAN?
-Tras cuatro años del comienzo de la intervención y agresión contra Libia, impulsada por Estados Unidos y sus aliados, la realidad es de completo caos. El país está a las puertas, sino las ha cruzado ya, de convertirse en un “Estado fallido”. La entidad política cohesionada formada en torno al liderazgo de Gaddafi ya no existe. Con dos alianzas heterogéneas combatiendo entre sí, reivindicando cada una de ellas la legitimidad de sus respectivos gobiernos, sus parlamentos y sus ejércitos, el panorama se asemeja cada vez más a una guerra civil. A eso se añade la polarización e incremento de divisiones regionales, tribales, sociales e ideológicas que aumentan aún más la citada sensación de caos generalizado.
El EI aprovechó el deterioro de la situación y busca incrementar su presencia y su poder, tal y como lo ha hecho en Siria o Irak, siguiendo allí también las pautas de un guión intervencionista marcado por Estados Unidos y sus aliados. También existe la injerencia de actores extranjeros, con Egipto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos apoyando uno de los bandos, mientras que Turquía y Qatar apuestan por la otra parte.

Antes de la intervención de la OTAN, Libia encabezaba los índices de desarrollo de África. Hoy en día los riesgos físicos para la población, la destrucción de la calidad de vida, una economía en caída libre y las principales infraestructuras destruidas reflejan la dolorosa situación del país. Sirva como ejemplo el importante retroceso que han sufrido las mujeres en Libia. Durante la época de Gaddafi, el acceso al trabajo y la educación (acceso ilimitado y gratuito en todos los niveles) por parte de las mujeres libias era generalizado, siendo común que éstas fueran juezas, pilotos de aviación, abogadas o profesoras universitarias, por citar unos pocos casos. Tras la intervención de 2011, la inseguridad física y las políticas reaccionarias en materia de género han revertido esa tendencia, condenando nuevamente a las mujeres a sufrir todo un abanico de situaciones perjudiciales y vejatorias.

-¿Qué desenlace piensa que tendrán las pujas internas en Libia, teniendo en cuenta las fuerzas enfrentadas?
-A la vista de las diferentes alianzas, y de los diferentes actores locales y extranjeros que se presentan sobre el tablero libio, se hace difícil anticipar un desenlace final. Todo parece indicar que la situación, lejos de mejorar, podría empeorar aún más con consecuencias dolorosas no sólo para la población local o para los países de la región, sino que las consecuencias podrían acabar afectando a los actores que impulsaron en su momento la intervención.
El auge del EI y de otras corrientes del llamado jihadismo transnacional, la pugna entre esas tendencias o la radicalización en clave reaccionaria de importantes sectores sociales de la región, pueden conducir el futuro hacia un panorama mucho más negro y caótico que el actual.

-¿Existe la posibilidad de que en Libia se conforme una fuerza progresista o de resistencia ante la actual dirigencia reaccionaria?
-En estos momentos, la situación puede desembocar en una realidad muy parecida a la que aconteció en Irak. No es sencillo predecir una alianza en clave progresista a corto o medio plazo. La intervención de la OTAN, además de acabar físicamente con la vida de Gaddafi, acabó también con el proyecto de éste, el mismo que logró superar las importantes diferencias sociales o tribales para presentar a Libia como modelo de desarrollo en el continente africano. Las diferentes agendas de intereses de los actores citados anteriormente impulsarán un incremento de las diferencias identitarias, regionales y tribales, haciendo primar los intereses locales y la polarización sobre otros elementos y evitando que Libia vuelva a conformarse como una entidad estatal unida.

-Lo que sucede hoy en Libia, ¿puede afectar a otros países del Magreb y al resto de África?
-La desintegración material del Estado libio está teniendo sus consecuencias en el conjunto de la región. La desestabilización interna está afectando a nivel social, político y militar a los estados vecinos. Países como Argelia, Túnez o Egipto están viendo con preocupación las consecuencias directas de la intervención en Libia, aunque al mismo tiempo parece que apuestan por medidas que, lejos de solucionar la situación, puede acabar empeorándola todavía más. La avalancha de refugiados libios a los países vecinos, la existencia de unas fronteras difíciles de controlar, la presencia de grupos jihadistas que buscan refugio y soporte en zonas de importancia geoestratégica, los diferentes tipos de tráfico ilegal (armas, drogas, personas) son factores que ayudan a comprender la actual situación regional. Egipto es consciente de los problemas internos que tiene, y la presencia de grupos jihadistas en Libia que pueden lanzar ataques contra el gobierno egipcio o apoyar a grupos locales que están combatiendo a los golpistas egipcios preocupa mucho a las élites.
Túnez ha mostrado en estos días la facilidad con la que organizaciones jihadistas pueden atacar a los representantes políticos o a una de las fuentes económicas del país, el turismo. Lo que induce a entender que una desestabilización del pequeño país norteafricano podría ser factible a medio plazo también. Argelia teme la extensión de organizaciones afines al Estado Islámico y, consciente de la dificultad para controlar las fronteras, busca acuerdos regionales para salvaguarda su frágil estabilidad interna. Los dirigentes argelinos saben que cualquier protagonismo de su parte podría traer consecuencias muy peligrosas, y está en la mente de todos el reciente pasado sangriento del país.
Tampoco hay que olvidar la desestabilización que se ha generado en los países del Sahel tras la agresión contra Libia. La rebelión del pueblo tuareg en Malí ha sido seguida de un aumento considerable del protagonismo de los grupos jihadistas, la adhesión del nigeriano Boko Haram al califato del EI, las dificultades de países como Mauritania o Níger para controlar sus propias fronteras son otras piezas del conflictivo y complejo puzle regional.
leandroalbani@gmail.com

Por Marcos A. Gandàsegui h: La Cumbre de las Américas anuncia una crisis de Sistema


Por Marcos A. Gandàsegui h: La Cumbre de las Américas anuncia una crisis de Sistema

Enviado por Barometro Internacional el miércoles, 01 abril, 2015 a las 11:39

La política exterior de un país es el reflejo de su política interna. En el caso de la VII Cumbre de las Américas, que se efectuará en la ciudad de Panamá, en apenas dos semanas, existe una tradición que se remonta dos siglos en que los países del hemisferio buscan crear un sistema político – sin mucho éxito - mediante acuerdos y alianzas internacionales. El Congreso Anfictiónico convocado por Bolívar en 1826 – precisamente en la capital panameña - tuvo como objetivo sellar la independencia de las nuevas repúblicas y bloquear el retorno de las potencias europeas.
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La Cumbre de 2015 plantea la intención de los gobiernos latinoamericanos de consolidar un sistema que respete su soberanía y la autodeterminación de sus pueblos. La decisión de Cuba de participar en la Cumbre organizada por la Organización de Estados Americanos (OEA) le dio un impulso especial al encuentro. Todo indicaba que las relaciones entre la isla caribeña y EEUU entraban en una nueva fase. Por primera vez en 55 años los presidentes de los dos países se sentarían juntos en una mesa.

Sin embargo, EEUU decidió sacar una carta de la manga que puso en peligro el sistema que construyen los países de la región. Faltando poco para el cónclave, el presidente Barack Obama declaró que Venezuela representaba un peligro para su “seguridad interna y política exterior”. La agresividad de Obama contrastaba con su discurso pronunciado junto con el presidente cubano, Raúl Castro, subrayando que las diferencias entre los dos países no podían resolverse mediante la fuerza ni el engaño.

La ‘declaración de guerra’ de Washington contra el gobierno que preside Nicolás Maduro en Caracas, fue calificada como una intromisión burda por gobiernos y sectores sociales de toda la región. El anuncio de Obama se dio a conocer sólo unos días después del frustrado golpe contra la revolución bolivariana montada en Colombia con apoyo de EEUU.

En la Casa Blanca se puso en marcha, hace más de 15 años, cuando aún vivía el presidente Hugo Chávez, una estrategia que buscaba un “cambio de régimen” mediante mecanismos no democráticos. A pesar de todos los esfuerzos, Washington no ha tenido éxito. A mediados de 2015, Venezuela celebrará elecciones donde las fuerzas polarizadas pondrán a prueba su apoyo popular.

La táctica utilizada por Washington contra Venezuela se parece mucho a la acción de desgaste que ese país aplicó contra Panamá hace 25 años antes de invadir militarmente al istmo. La actual ofensiva norteamericana incluye sabotaje económico, movilización de extremistas que utilizan tácticas terroristas y la división de las fuerzas armadas de la revolución bolivariana.

EEUU también llega a la Cumbre promoviendo una política divisionista. Mientras que los países más progresistas promueven ALBA, EEUU abanica la llamada Alianza del Pacífico. Washington también ha extendido su presencia militar en la región. Ha ocupado militarmente países como México y Colombia. Sus tropas se mueven con plena libertad en Honduras y Haití. Tiene bases militares en Chile, Perú y Paraguay. En el caso de Panamá, ha construido 12 bases aéreo-navales en las dos costas del país.

Hace pocos meses el discurso de Obama en torno a la nueva política hacia Cuba era considerada prometedora en la región. La Cumbre de Panamá no aceptará la impunidad norteamericana que caracterizó el siglo XX. En términos políticos y económicos ha perdido su hegemonía de antaño.

EEUU parece convencida que su única opción en América latina en el siglo XXI es imponer su fuerza militar. Para corregir ese rumbo equivocado, Obama tendría que llegar a la Cumbre con un discurso que promueva la convivencia, acompañada de acciones que apoyen su retórica. La vieja Alianza del Progreso es algo del pasado. En la actualidad, tendría que plantear una nueva política de intercambio comercial, de paz y de búsqueda de soluciones para los migrantes de la región que buscan empleo en EEUU.

En materia comercial, EEUU tiene que abandonar sus pretensiones de arrancar las riquezas a los países de la región, especialmente Venezuela. En materia de paz Washington debe declarar el hemisferio libre de militarismo. Tendría que desocupar las bases de Guantánamo, de Haití, Honduras y Colombia. Así mismo, retirar sus llamados ‘asesores’ militares de Panamá, Costa Rica, Chile y Perú. La Cumbre de Panamá anuncia una crisis de sistema que se reflejará en los cambios de la política exterior de EEUU hacia la región en un futuro no lejano.
Cortesía SurAmericaPress 





lunes, 30 de marzo de 2015

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Estados Unidos e Israel, aparentes contradicciones


Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Estados Unidos e Israel, aparentes contradicciones


Enviado por Barometro Internacional el lunes, 30 marzo, 2015 a las 9:54

Los últimos acontecimientos en el Medio Oriente y el norte de África apuntan a una complicación de la situación política en la región. La multiplicidad de actores y factores que están interviniendo hace que la complejidad sea la característica fundamental  en el análisis, todo lo cual obliga a un estudio meditado que nos ayude en al intento de desentrañar la intríngulis que subyace en el trasfondo del problema.
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La visita del recientemente elegido primer ministro israelí a Washington en días previos a las elecciones en su país, fue trasmitida con “bombos y platillos” por los medios de prensa de todo el planeta. El comentario de fondo eran las fuertes contradicciones con el Presidente Obama quien no recibió a Netanyahu durante su estancia en la capital de Estados Unidos. La génesis de la contrariedad estaba en las diferencias de opinión de ambos mandatarios respecto al manejo de las conversaciones referidas al programa nuclear iraní.


Lo cierto, es que ambos puntos de vista y, - los de un tercer actor, presente y activo- el partido republicano, responden más a dinámicas de política local que internacional. Obama y los republicanos pugnan por mostrar resultados y fortalezas de cara a las próximas elecciones presidenciales y el sionista buscaba el apoyo que necesitaba para romper el empate que a hasta ese momento sostenía con la oposición en la cercanía de las elecciones parlamentarias.


En lo sustancial, no existen diferencias de fondo entre Estados Unidos y su principal aliado en el Medio Oriente a quien siguen apoyando, política, financieramente y militarmente. En ese sentido, el trabajo a Estados Unidos se  ha facilitado cuando hoy, –a diferencia del pasado- puede contar con un conglomerado de países árabes, los que junto a Israel, han creado una sociedad de intereses reaccionarios y cavernarios para impedir el avance de la lucha de los pueblos de la región. Por supuesto, valores como los derechos humanos y la democracia, por los que en otras latitudes, amenazan e invaden, están exentos de juicio en esta región del planeta, en la que monarquías medievales, al unísono con el sionismo vulneran principios elementales de convivencia y respeto a la dignidad de los ciudadanos.


Sobrepasando supuestas antipatías personales entre el presidente Obama, y Netanyahu, de las que se habla con mucha frecuencia  en los círculos políticos estadounidenses, que da razones, -y hasta explica- las sospechadas distancias entre los dos líderes que asumieron el poder en 2009, demócratas y republicanos han mostrado siempre una absoluta unidad de criterio sobre los asuntos de Israel, yendo eso, más allá de las diferencias partidistas. En las condiciones actuales ambas agrupaciones políticas intentan sacar provecho de esa situación haciéndole guiños al lobby sionista, principal financista de las campañas electorales en el país del norte.


Ante la supuesta avalancha anti Obama manifestada por Netanyahu en su intervención en el Congreso estadounidense, el presidente se limitó a decir que no pudo ver el discurso del líder sionista  porque estaba en una video conferencia sobre Ucrania con sus socios europeos.


Sin embargo, aseguró que “Sí tuve oportunidad de ver la transcripción y por lo que pude ver no hay nada nuevo”, recalcando que coincide con el israelí en que la relación entre ambos países es “inquebrantable”.


Estados Unidos envía a Israel todos los años 3100 millones de dólares en asistencia económica lo que además de la ayuda militar y diplomática le da absoluta impunidad a l régimen sionista para actuar en la región. No importa que Israel apoye al Frente al Nusra, la rama de Al Qaeda en Siria, la cual Estados Unidos  ha declarado como organización terrorista.


El aparente punto que genera la distancia es Irán. Al respecto Netanyahu, quien ideológicamente se identifica con los conservadores republicanos, ofreció su visión de cómo lo que está haciendo Obama para garantizar los usos pacíficos del plan nuclear de Irán, pone en peligro la existencia misma del Estado de Israel. El primer ministro israelí Netanyahu ha criticado a Washington y a otros de "darse por vencidos" en tratar de frenar los intentos de Irán por obtener armas nucleares.
Según el mandatario israelí, Estados Unidos había "aceptado que Irán gradualmente, en unos años, desarrollará la capacidad de producir material para muchas armas nucleares". Agregó que "Mis amigos, por más de un año nos han dicho que no acuerdo es mejor que un mal acuerdo" y al respecto emitió su opinión, "…esto es un mal acuerdo. Un muy mal acuerdo. Estamos mejor sin él. Nos dicen que la única alternativa es la guerra. No es cierto. La alternativa a este mal acuerdo es un acuerdo mucho mejor".


El Secretario de Estado John Kerry lo refutó diciendo que Netanyahu "podría no estar correcto" en su apreciación asegurando que el presidente Obama había sido claro en su política de no permitir que Teherán desarrolle esa capacidad nuclear.


Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamed Yawad Zarif, acusó a Netanyahu de buscar con su discurso "sabotear" las conversaciones nucleares, sembrar "pánico" y difundir "mentiras". Irán está negociando con el Reino Unido, China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Alemania un acuerdo para congelar el enriquecimiento de uranio y otros ámbitos de su programa nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones económicas impuestas a Teherán. El objetivo es lograr un acuerdo marco a finales de este marzo y un acuerdo definitivo a mediados de año que ponga fin a un prolongado conflicto sobre el programa nuclear de Irán y su eventual uso para fines militares.


Las conversaciones iniciadas el pasado martes 24 en Suiza han avanzado positivamente según información de las partes.  Según Kerry, Estados Unidos no cederá y no cerrará un mal acuerdo nuclear con Irán, recordó que Israel está más seguro que antes gracias a un acuerdo provisional alcanzado con Teherán que limita el programa nuclear iraní. "Y el estándar que aplicamos en todo acuerdo con Irán es garantizar, saber, que Irán (...) no puede desarrollar armas nucleares", añadió. Estados Unidos declaró en reiteradas ocasiones que ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo, siguió Kerry. "No habrá un mal acuerdo”


En la profundidad de estas declaraciones y de la visión estadounidense, subsiste la convicción de que hoy es imposible encontrar vías de solución a ningún problema del Medio Oriente sin contar con Irán. Estados Unidos se ha demorado en llegar a esa conclusión, pero sus propios objetivos en la región no pueden ser logrados hoy sin el consentimiento y acuerdo con la nación persa.


Irán se ha convertido en el principal soporte del combate al terrorismo islámico tanto en Irak como en Siria. El influjo de sus acciones económicas, políticas y diplomáticas permiten dar continuidad al sostenimiento  de esos dos Estados impidiendo con ello, la expansión regional e incluso, la penetración del Estado Islámico en Europa a través de Turquía. Por mucho que le pese a Estados Unidos y a sus aliados árabes sunitas,  Irán se ha transformado en el valladar más trascendente para el combate al terrorismo y eso genera nuevas variables que ya se comienzan a manifestar en la región, particularmente en Yemen. Pero, de eso hablaremos en el próximo artículo.

 sergioro07@hotmail.com