Por Leandro Albani: ?Libia está en las puertas de convertirse en un Estado fallido?
Enviado por Barometro
Internacional el miércoles, 01 abril, 2015 a las 12:03
Un
país desintegrado, divido en facciones políticas y tribales, dos
gobiernos que buscan tomar el control a sangre y fuego, y un grupo de
naciones, tanto regionales como distantes, que arman, financian e
intentan tomar el control. Sobre ese país que supo ser un ejemplo
sobrevive un pueblo devastado, víctima de la represión, olvidado
por los grandes medios de comunicación. Como si fuera poco, en esa
nación -bañada por el mar Mediterráneo y potencia petrolera-,
semanas atrás se instaló públicamente el Estado islámico (EI),
desatando una cacería contra la población.
Esta
síntesis de la actualidad de Libia se desprende del diálogo que
Resumen Latinoamericano mantuvo con Txente Rekondo, analista
internacional, licenciado en Ciencias de la Comunicación y doctor en
Ciencias Políticas. Una muestra concreta de lo que sucede en suelo
libio la dio ayer Claudio Cordone, jefe de la división de derechos
humanos de la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en el país
norafricano. El funcionario aseguró que ahora “Libia es más
opresiva” que en la época en que gobernaba Muammar Al Gaddafi.
Rekondo,
que desde hace años sigue la situación en Medio Oriente y África a
través de artículos y ensayos, explicó de forma detallada qué
sucede en territorio libio, luego de que la Organización del Tratado
para el Atlántico Norte (OTAN) derrocara en 2011 a Gaddafi. “La
entidad política cohesionada formada en torno al liderazgo de
Gaddafi ya no existe”, aseguró el especialista. Y detalló que,
entre otros profundos problemas, las mujeres libias son las más
golpeadas. Para Rekondo, después de la invasión de la alianza
atlántica proliferó “la inseguridad física y las políticas
reaccionarias en materia de género”, por los cual se condena “a
las mujeres a sufrir todo un abanico de situaciones perjudiciales y
vejatorias”.
-¿Cuáles
son las características principales de la actual Libia luego de la
invasión encabezada por la OTAN?
-Tras
cuatro años del comienzo de la intervención y agresión contra
Libia, impulsada por Estados Unidos y sus aliados, la realidad es de
completo caos. El país está a las puertas, sino las ha cruzado ya,
de convertirse en un “Estado fallido”. La entidad política
cohesionada formada en torno al liderazgo de Gaddafi ya no existe.
Con dos alianzas heterogéneas combatiendo entre sí, reivindicando
cada una de ellas la legitimidad de sus respectivos gobiernos, sus
parlamentos y sus ejércitos, el panorama se asemeja cada vez más a
una guerra civil. A eso se añade la polarización e incremento de
divisiones regionales, tribales, sociales e ideológicas que aumentan
aún más la citada sensación de caos generalizado.
El
EI aprovechó el deterioro de la situación y busca incrementar su
presencia y su poder, tal y como lo ha hecho en Siria o Irak,
siguiendo allí también las pautas de un guión intervencionista
marcado por Estados Unidos y sus aliados. También existe la
injerencia de actores extranjeros, con Egipto, Arabia Saudita y
Emiratos Árabes Unidos apoyando uno de los bandos, mientras que
Turquía y Qatar apuestan por la otra parte.
Antes
de la intervención de la OTAN, Libia encabezaba los índices de
desarrollo de África. Hoy en día los riesgos físicos para la
población, la destrucción de la calidad de vida, una economía en
caída libre y las principales infraestructuras destruidas reflejan
la dolorosa situación del país. Sirva como ejemplo el importante
retroceso que han sufrido las mujeres en Libia. Durante la época de
Gaddafi, el acceso al trabajo y la educación (acceso ilimitado y
gratuito en todos los niveles) por parte de las mujeres libias era
generalizado, siendo común que éstas fueran juezas, pilotos de
aviación, abogadas o profesoras universitarias, por citar unos pocos
casos. Tras la intervención de 2011, la inseguridad física y las
políticas reaccionarias en materia de género han revertido esa
tendencia, condenando nuevamente a las mujeres a sufrir todo un
abanico de situaciones perjudiciales y vejatorias.
-¿Qué
desenlace piensa que tendrán las pujas internas en Libia, teniendo
en cuenta las fuerzas enfrentadas?
-A
la vista de las diferentes alianzas, y de los diferentes actores
locales y extranjeros que se presentan sobre el tablero libio, se
hace difícil anticipar un desenlace final. Todo parece indicar que
la situación, lejos de mejorar, podría empeorar aún más con
consecuencias dolorosas no sólo para la población local o para los
países de la región, sino que las consecuencias podrían acabar
afectando a los actores que impulsaron en su momento la intervención.
El
auge del EI y de otras corrientes del llamado jihadismo
transnacional, la pugna entre esas tendencias o la radicalización en
clave reaccionaria de importantes sectores sociales de la región,
pueden conducir el futuro hacia un panorama mucho más negro y
caótico que el actual.
-¿Existe
la posibilidad de que en Libia se conforme una fuerza progresista o
de resistencia ante la actual dirigencia reaccionaria?
-En
estos momentos, la situación puede desembocar en una realidad muy
parecida a la que aconteció en Irak. No es sencillo predecir una
alianza en clave progresista a corto o medio plazo. La intervención
de la OTAN, además de acabar físicamente con la vida de Gaddafi,
acabó también con el proyecto de éste, el mismo que logró superar
las importantes diferencias sociales o tribales para presentar a
Libia como modelo de desarrollo en el continente africano. Las
diferentes agendas de intereses de los actores citados anteriormente
impulsarán un incremento de las diferencias identitarias, regionales
y tribales, haciendo primar los intereses locales y la polarización
sobre otros elementos y evitando que Libia vuelva a conformarse como
una entidad estatal unida.
-Lo
que sucede hoy en Libia, ¿puede afectar a otros países del Magreb y
al resto de África?
-La
desintegración material del Estado libio está teniendo sus
consecuencias en el conjunto de la región. La desestabilización
interna está afectando a nivel social, político y militar a los
estados vecinos. Países como Argelia, Túnez o Egipto están viendo
con preocupación las consecuencias directas de la intervención en
Libia, aunque al mismo tiempo parece que apuestan por medidas que,
lejos de solucionar la situación, puede acabar empeorándola todavía
más. La avalancha de refugiados libios a los países vecinos, la
existencia de unas fronteras difíciles de controlar, la presencia de
grupos jihadistas que buscan refugio y soporte en zonas de
importancia geoestratégica, los diferentes tipos de tráfico ilegal
(armas, drogas, personas) son factores que ayudan a comprender la
actual situación regional. Egipto es consciente de los problemas
internos que tiene, y la presencia de grupos jihadistas en Libia que
pueden lanzar ataques contra el gobierno egipcio o apoyar a grupos
locales que están combatiendo a los golpistas egipcios preocupa
mucho a las élites.
Túnez
ha mostrado en estos días la facilidad con la que organizaciones
jihadistas pueden atacar a los representantes políticos o a una de
las fuentes económicas del país, el turismo. Lo que induce a
entender que una desestabilización del pequeño país norteafricano
podría ser factible a medio plazo también. Argelia teme la
extensión de organizaciones afines al Estado Islámico y, consciente
de la dificultad para controlar las fronteras, busca acuerdos
regionales para salvaguarda su frágil estabilidad interna. Los
dirigentes argelinos saben que cualquier protagonismo de su parte
podría traer consecuencias muy peligrosas, y está en la mente de
todos el reciente pasado sangriento del país.
Tampoco
hay que olvidar la desestabilización que se ha generado en los
países del Sahel tras la agresión contra Libia. La rebelión del
pueblo tuareg en Malí ha sido seguida de un aumento considerable del
protagonismo de los grupos jihadistas, la adhesión del nigeriano
Boko Haram al califato del EI, las dificultades de países como
Mauritania o Níger para controlar sus propias fronteras son otras
piezas del conflictivo y complejo puzle regional.
leandroalbani@gmail.com
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