Por Sergio Rodríguez Gelfenstein: Estados Unidos e Israel, aparentes contradicciones
Enviado
por Barometro
Internacional el lunes, 30 marzo, 2015 a las 9:54
Los
últimos acontecimientos en el Medio Oriente y el norte de África
apuntan a una complicación de la situación política en la región.
La multiplicidad de actores y factores que están interviniendo hace
que la complejidad sea la característica fundamental en el
análisis, todo lo cual obliga a un estudio meditado que nos ayude en
al intento de desentrañar la intríngulis que subyace en el
trasfondo del problema.
La
visita del recientemente elegido primer ministro israelí a
Washington en días previos a las elecciones en su país, fue
trasmitida con “bombos y platillos” por los medios de prensa de
todo el planeta. El comentario de fondo eran las fuertes
contradicciones con el Presidente Obama quien no recibió a Netanyahu
durante su estancia en la capital de Estados Unidos. La génesis de
la contrariedad estaba en las diferencias de opinión de ambos
mandatarios respecto al manejo de las conversaciones referidas al
programa nuclear iraní.
Lo
cierto, es que ambos puntos de vista y, - los de un tercer actor,
presente y activo- el partido republicano, responden más a dinámicas
de política local que internacional. Obama y los republicanos pugnan
por mostrar resultados y fortalezas de cara a las próximas
elecciones presidenciales y el sionista buscaba el apoyo que
necesitaba para romper el empate que a hasta ese momento sostenía
con la oposición en la cercanía de las elecciones parlamentarias.
En
lo sustancial, no existen diferencias de fondo entre Estados Unidos y
su principal aliado en el Medio Oriente a quien siguen apoyando,
política, financieramente y militarmente. En ese sentido, el trabajo
a Estados Unidos se ha facilitado cuando hoy, –a diferencia
del pasado- puede contar con un conglomerado de países árabes, los
que junto a Israel, han creado una sociedad de intereses
reaccionarios y cavernarios para impedir el avance de la lucha de los
pueblos de la región. Por supuesto, valores como los derechos
humanos y la democracia, por los que en otras latitudes, amenazan e
invaden, están exentos de juicio en esta región del planeta, en la
que monarquías medievales, al unísono con el sionismo vulneran
principios elementales de convivencia y respeto a la dignidad de los
ciudadanos.
Sobrepasando
supuestas antipatías personales entre el presidente Obama, y
Netanyahu, de las que se habla con mucha frecuencia en los
círculos políticos estadounidenses, que da razones, -y hasta
explica- las sospechadas distancias entre los dos líderes que
asumieron el poder en 2009, demócratas y republicanos han mostrado
siempre una absoluta unidad de criterio sobre los asuntos de Israel,
yendo eso, más allá de las diferencias partidistas. En las
condiciones actuales ambas agrupaciones políticas intentan sacar
provecho de esa situación haciéndole guiños al lobby sionista,
principal financista de las campañas electorales en el país del
norte.
Ante
la supuesta avalancha anti Obama manifestada por Netanyahu en su
intervención en el Congreso estadounidense, el presidente se limitó
a decir que no pudo ver el discurso del líder sionista porque
estaba en una video conferencia sobre Ucrania con sus socios
europeos.
Sin
embargo, aseguró que “Sí tuve oportunidad de ver la transcripción
y por lo que pude ver no hay nada nuevo”, recalcando que coincide
con el israelí en que la relación entre ambos países es
“inquebrantable”.
Estados
Unidos envía a Israel todos los años 3100 millones de dólares en
asistencia económica lo que además de la ayuda militar y
diplomática le da absoluta impunidad a l régimen sionista para
actuar en la región. No importa que Israel apoye al Frente al Nusra,
la rama de Al Qaeda en Siria, la cual Estados Unidos ha
declarado como organización terrorista.
El
aparente punto que genera la distancia es Irán. Al respecto
Netanyahu, quien ideológicamente se identifica con los conservadores
republicanos, ofreció su visión de cómo lo que está haciendo
Obama para garantizar los usos pacíficos del plan nuclear de Irán,
pone en peligro la existencia misma del Estado de Israel. El primer
ministro israelí Netanyahu ha criticado a Washington y a otros de
"darse por vencidos" en tratar de frenar los intentos de
Irán por obtener armas nucleares.
Según
el mandatario israelí, Estados Unidos había "aceptado que Irán
gradualmente, en unos años, desarrollará la capacidad de producir
material para muchas armas nucleares". Agregó que "Mis
amigos, por más de un año nos han dicho que no acuerdo es mejor que
un mal acuerdo" y al respecto emitió su opinión, "…esto
es un mal acuerdo. Un muy mal acuerdo. Estamos mejor sin él. Nos
dicen que la única alternativa es la guerra. No es cierto. La
alternativa a este mal acuerdo es un acuerdo mucho mejor".
El
Secretario de Estado John Kerry lo refutó diciendo que Netanyahu
"podría no estar correcto" en su apreciación asegurando
que el presidente Obama había sido claro en su política de no
permitir que Teherán desarrolle esa capacidad nuclear.
Por
su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamed
Yawad Zarif, acusó a Netanyahu de buscar con su discurso "sabotear"
las conversaciones nucleares, sembrar "pánico" y difundir
"mentiras". Irán está negociando con el Reino Unido,
China, Francia, Rusia, Estados Unidos y Alemania un acuerdo para
congelar el enriquecimiento de uranio y otros ámbitos de su programa
nuclear a cambio del levantamiento de las sanciones económicas
impuestas a Teherán. El objetivo es lograr un acuerdo marco a
finales de este marzo y un acuerdo definitivo a mediados de año que
ponga fin a un prolongado conflicto sobre el programa nuclear de Irán
y su eventual uso para fines militares.
Las
conversaciones iniciadas el pasado martes 24 en Suiza han avanzado
positivamente según información de las partes. Según Kerry,
Estados Unidos no cederá y no cerrará un mal acuerdo nuclear con
Irán, recordó que Israel está más seguro que antes gracias a un
acuerdo provisional alcanzado con Teherán que limita el programa
nuclear iraní. "Y el estándar que aplicamos en todo acuerdo
con Irán es garantizar, saber, que Irán (...) no puede desarrollar
armas nucleares", añadió. Estados Unidos declaró en
reiteradas ocasiones que ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo,
siguió Kerry. "No habrá un mal acuerdo”
En
la profundidad de estas declaraciones y de la visión estadounidense,
subsiste la convicción de que hoy es imposible encontrar vías de
solución a ningún problema del Medio Oriente sin contar con Irán.
Estados Unidos se ha demorado en llegar a esa conclusión, pero sus
propios objetivos en la región no pueden ser logrados hoy sin el
consentimiento y acuerdo con la nación persa.
Irán
se ha convertido en el principal soporte del combate al terrorismo
islámico tanto en Irak como en Siria. El influjo de sus acciones
económicas, políticas y diplomáticas permiten dar continuidad al
sostenimiento de esos dos Estados impidiendo con ello, la
expansión regional e incluso, la penetración del Estado Islámico
en Europa a través de Turquía. Por mucho que le pese a Estados
Unidos y a sus aliados árabes sunitas, Irán se ha
transformado en el valladar más trascendente para el combate al
terrorismo y eso genera nuevas variables que ya se comienzan a
manifestar en la región, particularmente en Yemen. Pero, de eso
hablaremos en el próximo artículo.
sergioro07@hotmail.com
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