Por: Niko Schvarz: Uruguay- El arraigo nacional del Frente Amplio
Enviado por Barometro
Internacional el martes, 11 noviembre, 2014 a las 1:43
HACIA EL 30 DE NOVIEMBRE
A
medida que se van conociendo las cifras definitivas de la primera
vuelta electoral del 26 de octubre, en todo el país y en cada una de
las localidades de cada departamento, se completa en su integridad el
cuadro de la formidable victoria obtenida por el Frente Amplio, lo
que augura con sólido fundamento que esa victoria se consolidará en
la segunda vuelta del 30 de noviembre con la elección del presidente
y del vicepresidente de la República, y con esto último la
conquista de la mayoría absoluta en el Senado, logro ya alcanzado en
la Cámara de Diputados. Surge la nítida imagen de un Frente Amplio
arraigado en toda la República, sin excepción, que se ha
transformado en la primera fuerza política en 14 de los 19
departamentos, incluida la capital, y que en la votación global
supera por sí solo, en votos y en porcentajes, a la suma del Partido
Nacional más el Partido Colorado más el Partido Independiente, los
tres partidos que cuentan actualmente con representación
parlamentaria. Reiteramos que estos son hechos inéditos, que
prácticamente no tienen paralelo en el mundo. Por otra parte, las
primeras cifras de intención de voto para el balotaje dan 53% a
Vázquez-Sendic contra 38% a Lacalle Pou-Larrañaga (con 5% de
indecisos y 4% nulos o en blanco), y es muy probable que la brecha se
amplíe más aún el 30 de noviembre.
Ya
están lejanos los tiempos en que las fuerzas de izquierda tenían un
papel meramente testimonial y se concentraban casi exclusivamente en
la capital, con muy débil proyección en los departamentos del
interior, y mucho menos aún en las localidades rurales. Con el
Frente Amplio la izquierda se extendió a todo el país, y a esta
altura queda muy claro que el FA posee un arraigo muy afirmado en
todo el país, en cada una de las localidades de cada uno de los
departamentos, y se ha transformado así en una fuerza de profunda
raigambre nacional. En un gran número de esas localidades no sólo
ha acentuado su presencia sino que ha pasado a ser la primera fuerza,
ganando la adhesión y la confianza de la ciudadanía en general.
Creo que éste es el hecho más notable de la primera vuelta del 26
de octubre, y la segunda vuelta demostrará hasta qué punto ello se
ha consolidado. Tal es nuestro principal desafío en la hora
presente. Y un acicate para redoblar el esfuerzo en los días que nos
separan del 30 de noviembre, a no dar nada por definitivamente
conquistado, a multiplicar el contacto con los ciudadanos de todos
los partidos, sin exclusión, para enrolarlos en las filas de los que
luchan por afianzar los cambios progresistas en la vida del país y
por nuevas conquistas, a tono con las que están promoviendo Tabaré
Vázquez y Raúl Sendic en esta etapa de culminación de la campaña
electoral.
No
cabe duda de que esta nueva realidad es hija precisamente de las
realizaciones y los logros de los gobiernos del Frente Amplio, tanto
del primer gobierno de Tabaré Vázquez como del actual del Pepe
Mujica, y que se ha expresado en materia de salario, trabajo,
jubilaciones, sensible disminución de la pobreza y la indigencia,
rebaja del IVA, atención a la salud, 50 mil operaciones de ojos
totalmente gratuitas, atención a la tercera edad, contención de la
inflación, acceso a la cultura, el Plan Ceibal que llega a
todos los niños y a los hogares, construcción de liceos y más
escuelas de tiempo completo, empresas recuperadas en pleno
funcionamiento, entrega de viviendas mediante el Plan Juntos,
reconocimiento a los trabajadores rurales y a las trabajadoras
domésticas en su jornada de labor y seguridad social, construcción
y reconstrucción de espacios públicos, aprobación de leyes de
matrimonio igualitario, aborto y ley de la marihuana, ley de
responsabilidad penal empresarial, retorno al país de miles de
exiliados y un vastísimo etcétera. Es evidente que existe una
relación directa entre todas estas realizaciones, obra de los
gobiernos frenteamplistas, y la gran votación recibida, en muchos
casos por parte de beneficiarios directos de dichos beneficios.
Volvamos
a este último aspecto, que sin duda queda grabado en la conciencia
de cada ciudadano. El Frente Amplio logró 1:134.187 votos, cifra
superior a los 1:111.679 votos que resultan de la suma de los
sufragios recibidos por el Partido Nacional (732.601), el
Partido Colorado (305.699) y el Partido Independiente (73.379). De
igual modo, en los porcentajes sobre la votación total el Frente
Amplio con el 47,81% supera al 46,86% que es la suma del
Partido Nacional (30,88%), del Partido Colorado (12,89%) y del
Partido Independiente (3,09%). Se contabilizaron además votos para
Asamblea Popular (AP), Partido Ecologista Radical Intransigente
(PERI) y Partido de los Trabajadores (PT), con porcentajes
respectivos de 1,2%, 0,8% y 0,1%. Hubo además 42.969 votos en blanco
y 33.993 anulados, que completan la totalidad de los votos emitidos.
Si se contabilizan exclusivamente los votos a los lemas partidarios,
el Frente Amplio obtuvo el 49, 48%, a medio punto porcentual de la
mayoría absoluta.
El
Frente Amplio fue la primera fuerza política en 14 de los 19
departamentos: Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano,
Colonia, San José, Montevideo, Canelones, Florida, Maldonado, Rocha,
Cerro Largo y Rivera. Varios de ellos son de añeja tradición blanca
y colorada. En los cinco restantes ganó el Partido Nacional: Flores,
Durazno, Tacuarembó, Lavalleja y Treinta y Tres. El Partido Colorado
no ganó en ninguno y alió tercero en todos, salvo en Salto donde
fue segundo. Allí el Frente Amplio supera con mucho margen a la suma
de colorados y blancos y obtiene dos diputados. El Frente logra en
todo el país la mayoría absoluta de 50 diputados en 99, de los
cuales 23 corresponden a Montevideo, 8 a Canelones, 2 a Salto, 2
a Maldonado y 1 banca a cada uno de los otros 15 departamentos, sin
faltar ninguno. Una realidad aleccionadora e igualmente inédita.
Otro
hecho notable es que de las 115 circunscripciones en que se divide
electoralmente Montevideo, el Frente ganó en 111. Vale la pena
detenerse en el significado de esa cifra: 111 ganados en un total de
115. Los únicos lugares en que el Frente no ganó fueron: Trouville
(por pocas decenas de votos), Villa Biarritz, Pocitos playa y
Carrasco Sur. En toda la zona periférica, en La Teja, el Cerro y
Casabó, el Frente tuvo una votación de 60% y más, que en Santa
Catalina superó el 70%. La votación en Montevideo arrojó 53,51%
para el Frente Amplio, contra 25,70% para el Partido Nacional y la
escuálida cifra del 10,61% para el Partido Colorado. En el circuito
en que me tocó votar, correspondiente a la serie BLB, el Frente
obtuvo una votación superior a la suma de todos los demás partidos
juntos. Fueron 7.661 votos para el FA, que superan a los 7.642 votos
que resultan de la suma de los 4.509 votos del Partido Colorado más
los 1.978 votos del Partido Nacional más los 706 votos del Partido
Independiente más los 227 votos de Asamblea Popular más los 18
votos del Partido de los Trabajadores más los 204 votos del PERI.
En
el departamento de Canelones el Frente obtuvo más del 50% de los
votos en las ciudades más pobladas, arrasó en Colonia Nicolich y en
las localidades costeras, ganó con 55,40% en Las Piedras (donde
Lacalle Pou cerró su campaña), prevaleció ampliamente en la
capital, en Pando, Sauce, Toledo, Salinas. Una situación similar se
dio en el departamento de Maldonado, con una extendida victoria del
FA, en la capital, en San Carlos, también en Piriápolis. En cuanto
a Cerro Largo, la victoria del Frente ha sido catalogada de
histórica, por tratarse de un departamento de tradición blanca
desde muy lejanas épocas. Este resultado se basó en una fuerte
presencia en la capital, Melo, y en la ciudad de Río Branco; entre
los dos centros poblados el FA le sacó una diferencia de 5.310 votos
al Partido Nacional, por 19.192 sufragios a 15.084 en la capital y
por 5.026 a 3.824 en la ciudad fronteriza con Brasil. En la capital,
el FA se impuso en Melo Centro Sur y por cifras mayores aún en Melo
Centro Norte, y también en Santa Cruz-Galtieri, en tanto en el
barrio Frigorífico La Tablada el FA superó ampliamente la suma de
los votos del P. Nacional y el P. Colorado (con 51,94% frente a
33,14% y 9,61%, respectivamente).También en Isidoro Noblía el FA
fue mayoría. En el poblado de Arbolito, donde fue muerto Antonio
“Chiquito” Saravia, hermano del caudillo blanco Aparicio Saravia,
se registró una votación sumamente pareja, con 5 votos de
diferencia a favor del PN.
Otro
dato de gran interés a nivel nacional es que entre los sectores
jóvenes, de 18 a 30 años, el Frente Amplio ganó en todo el país,
en la capital y en cada uno de los departamentos del interior,
incluso en los cinco en que el Partido Nacional llegó a la cabeza.
En Montevideo, 7 de cada 10 votos jóvenes fueron para el FA, que a
nivel nacional en esa franja alcanzó un promedio de 58,5% de los
votos. El mito de Lacalle jr. de captar el voto de los jóvenes se
derrumbó estrepitosamente, ya que entre los nuevos votantes y la
franja de 18 a 30 años no alcanzó siquiera el 31,9% de su votación
general definitiva. En Cerro Largo, el FA recogió el 57,6% de los
votos jóvenes, que alcanzaron el 57,8% en Salto, el 59,6% en
Paysandú, el 60,9% en Canelones. En los departamentos en que ganaron
los blancos, la mayoría del FA en los votos jóvenes se expresó en
los siguientes porcentajes: 50,1% en Treinta y Tres, 48,9% en
Durazno, 48,4% en Tacuarembó, 44,9% en Lavalleja y 43,2% en Flores.
En todos los casos superando a los blancos. En Flores el FA tuvo su
piso de respaldo de votantes jóvenes, ubicado en el 43,2%, mientras
el Partido Nacional tuvo su techo, situado en un 42,5%, o sea, por
debajo del FA. El sociólogo Gustavo Leal aseguró que “los que
dieron vuelta la balanza en el interior fueron los jóvenes y los
nuevos votantes en departamentos netamente blancos y colorados como
Cerro Largo, Salto y Rivera”.
Este
último es uno de los 10 mitos que, según el referido analista,
cayeron tras la elección del 26 de octubre. La lista, sintéticamente
expuesta, es la siguiente: 1) Que el Frente perdía respaldo entre
los jóvenes; ya vimos como ganó en todos los circuitos de votantes
de entre 18 y 30 años. 2) Que la clase media no respaldaría al
Frente; ya vimos como ganó incluso en barrios de clase alta en
Montevideo; 3) Que en el Uruguay moderno la oposición crecía; pero
blancos y colorados sacaron 7.500 votos menos en el área
metropolitana que en 2009. 4) Que la imagen de Lacalle Pou estaba en
ascenso sin techo; pero en octubre había perdido 10 puntos de
popularidad, aunque las encuestadoras seguían diciendo que crecía.
5) Que el presidente Mujica le hacía mal al Frente; pero el MPP por
sí solo tuvo más votos que el Partido Colorado, fue primera fuerza
frentista en varios departamentos y zonas de Montevideo. 6) Se decía
también en este punto que Sendic no le aportaba nada a la fórmula
presidencial, pero su popularidad creció notoriamente en el curso de
la campaña entre los votantes de izquierda. 7) Que Tabaré no
sintonizaba con las nuevas demandas de la sociedad, cuando entre
votantes jóvenes obtuvo el 52%. 8) Que llegaba a su fin la era
progresista porque actitudes del gobierno molestaron al electorado de
centro, cuando el FA fue mayoría por tercera vez consecutiva (en
realidad es por cuarta vez). 9) Que el Partido Colorado estaba
creciendo, cuando fue la segunda peor votación de toda su historia,
una verdadera debacle. 10) Que el poder desgasta y hace perder
electorado sistemáticamente, según una regla inevitable, pero el
domingo 26 de octubre hablaron las urnas. Su resumen es que “en el
mundo paralelo que se vivió antes de las elecciones registré al
menos 10 mitos que se instalaron, y la realidad los desmintió”.
A
todo esto cabe agregar que el regresivo proyecto de bajar la edad de
imputabilidad penal, sostenido por el bordaberrismo y el sector
lacallista, y rechazado por el Frente Amplio y por un magnífico y
extendido movimiento juvenil que ganó las calles y las plazas, ha
quedado sepultado de manera irremisible.
En
los días siguientes estas apreciaciones se han visto confirmadas por
varias vías. Por una parte, bastaba ver las caras de los
participantes en la reunión efectuada en la sede colorada en que
huestes de Bordaberry expresaron su apoyo a Lacalle Pou-Larrañaga
para percibir que más que un acuerdo, parecían estar realizando un
velorio, en que el muerto era el Partido Colorado junto a las
aspiraciones marchitas de Lacalle. Por otro lado, se precipitaron
declaraciones de diverso origen, de parte de auténticos batllistas y
de integrantes de la corriente wilsonista del Partido Nacional, que
coincidían en no votar a Lacalle en el balotaje, y en varios casos
notorios, de personalidades destacadas y que ocuparon cargos
representativos, con un pronunciamiento decidido de votar a favor de
Tabaré Vázquez. A esto se sumaron actitudes de alto valor simbólico
en la propia sede del Partido Colorado, en rechazo expreso al voto
por Lacalle. Estas actitudes y estos llamamientos sin duda tendrán
eco, particularmente en los sectores de raigambre batllista (que
fueron ninguneados y pisoteados en todos los aspectos por Pedro
Bordaberry) y los blancos de entraña wilsonista, lo que permite
augurar un pronunciamiento categórico de la ciudadanía en favor de
la fórmula Tabaré-Sendic, que eleve el porcentaje obtenido en la
primera vuelta. Sin olvidar, además, que desde el sector lacallista
se han levantado voces reclamando que “vuelvan las botas ya”, o
sea, nostálgicos de los golpistas y de la dictadura militar. El
panorama está completo.
Para
todos nosotros, el imperativo de la hora es claro: trabajar sin pausa
en estas tres semanas, dirigirnos a los compatriotas de todos los
partidos para que el tercer gobierno del Frente nazca con la fuerza
de un masivo respaldo del pueblo a su programa de cambios
progresistas.
nikomar@adinet.com.uy