Miguel
Ángel del Pozo: De las ?Revoluciones de Colores? a la ?Revolución
del Paraguas?
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Hong
Kong
Corrían
tiempos en aquellos primeros años de la década de los años 80 del
siglo próximo pasado por las laderas que circundan a la “Ciudad
Prohibida” en la populosa ciudad de Beijjing (R.P.China) cuando los
más de 70 historiadores expertos en la Historia del Partido
Comunista Chino (PCCh) asignados a sus respectivas Embajadas cuando
aún existía aquella realidad de la URSS y China comenzaba a dar sus
primeros pinitos en sus políticas de “reforma y apertura”,
aquella política que impusiera e impulsara Deng Xiaoping, se
presentaba una realidad histórica supremamente interesante cuando
Beijing recurría la realidad jurídica de un “Tratado desigual”
pero en el marco de las realidades suscritas en aquel texto jurídico
que permitió al imperio británico en el marco de su proceso
imperialista imponerle a China una extensión de aquel tratado que le
beneficiaba en la extensión de las realidades geográficas
coloniales de la “Isla de Hongkong” hacia las interioridades
continentales en aquello que se denomina aún en las actualidades
geopolíticas como Kowloong pero con las particularidades de estar
sustentada, esa extensión, por un lapso temporal jurídico de,
exactamente, 99 años al mejor estilo británico de los “lease”.
(Convention between Great Britain and China signed at Peking on the
9th of June 1898).
En
el marco de aquella muy interesante realidad en proceso inevitable de
diálogo entre Beijing y Londres era para los diplomáticos expertos,
es decir, los sinólogos, el referente del proceso de negociaciones
entre ambas Cancillerías según los novísimos parámetros de
negociación entre dos culturas disímiles y antagónicas: la china
tradicional y marxista y la muy inglesa victoriana; por cierto para
nada presente en aquellas realidades la presencia escocesa que había
manejado las realidades del tráfico del opio y las finanzas y el
comercio desde la isla de Hongkong desde el Tratado de Nanjing
(1856).
Aquellas
realidades de negociación impuesta durante la segunda mitad del
siglo XIX hasta, prácticamente, 1949, fecha del triunfo del Partido
Comunista Chino sobre el partido nacionalista-derechista del
Guomindang del General Chiang Kaishek, gracias y por derechos
imperialistas que le otorgaba el lógico desarrollo del sistema
capitalista a los gobiernos imperiales tanto de Europa como los EEUU
de América y Japón, se habían desarrollado en el marco de unas
“negociaciones en una sola dirección”, es decir, “negociaciones
impuestas sin discusión posible” por la contraparte china como
dicta la norma de la juridicidad del imperialismo capitalista como,
por ejemplo, en las actuales circunstancias en pleno desarrollo,
Washington y sus “aliados y socios” de la OTAN vienen conviniendo
“all over the world just right now” en el marco de la imposición
de la democracia capitalista, aka, liberalismo pleno y total.
¿Estaba
consciente y preparada “10, Downing Street” para confrontar
aquellas difíciles negociaciones que pusiera sobre la mesa de
conversaciones el líder chino, Deng Xiaoping, referidas al retorno
de “Hongkong” a la “madre patria”?; mas aún, ¿se esperaba
el Parlamento británico que China exigiría comenzar las
negociaciones del retorno de “Hongkong” sobre la realidad
contenida en aquella Convención firmada el 9 de junio de 1898? Pero,
¿Cómo se desarrollaría el proceso de negociar no solo sobre la
base del complimiento temporal en referencia a aquello suscrito que
contemplaba un “lease” de 99 años sobre aquella extensión
territorial continental china denominada Kowloong y cómo se iría a
desarrollar la devolución de la propia isla de Hongkong?.
En
el marco de aquella realidad, los diplomáticos nos preguntábamos:
¿cuántos diplomáticos británicos podrían expresarse en idioma
chino para poder desarrollar unos niveles de negociación enmarcados
no solamente en la política y lo jurídico sino en lo económico y
social y cuántos eran expertos tanto en el “tema Hongkong” cómo
en las realidades que se desarrollaban en China con la nueva política
de “apertura y reforma”? ¿Era Chris Patton el diplomático, el
político o el negociador para dirigir aquellas tortuosas
negociaciones de la aspirada transición y en cuáles términos se
firmaría el “final draft” del acuerdo obligado a alcanzar? ¿Cómo
serían las nuevas realidades en los planos de la institucionalidad
gubernamental, las realidades empresariales, las realidades
financieras incluida la moneda en circulación, las realidades
socio-económicas de una sociedad compleja y adicta al “dólar” y
al consumo, las realidades religiosas, las realidades de las mafias
hongkonesas; es decir, cómo serían las realidades de las futuras
relaciones entre Beijing y los habitantes de Hongkong y Kowloong?
En
las conversas entre diplomáticos se ponían sobre la mesa todas las
opciones posibles sobre los desarrollos de las negociaciones
novedosas porque, sobre aquellas realidades, todos los expertos
podrían abstraer cómo se negociaría con la oficialidad china en
cualquier tipo de negociación bilateral que se discutiera desde los
típicos temas que saltan en las relaciones bilaterales diplomáticas
y consulares como en realidades que irían a imponerse en un mundo
globalizado. Pero no solo eran los temas precedentes sino aquellos
temas relacionados con dos realidades en objetividad: el rol del
Ejército Popular de Liberación y las realidades correspondientes
con la seguridad marítima no solo de las líneas marítimas sino del
propio uso del interesante y estratégico puerto de Hongkong. Todos
temas complejos pero que irían a imponer nuevas realidades globales
obligantes para la comunidad internacional. Aquellos inevitables
escenarios movieron Cancillerías y el propio GRULAC se motivaría en
sus reuniones semanales.
Los
acuerdos se acordaron y se firmaron y Beijing, en el marco del
respeto de la Convención firmada, aplicó la muy interesante
política para Hongkong y Kowloong de “un país, dos sistemas”
que significaba que el sistema de vida socio-económica global que
imperaba en esta región especial de China se enmarcaría en un
desarrollo en etapas acordadas por ambas partes. Pero como nadie es
adivino, la globalización está marcando sus propias crisis
socio-económicas en el marco de las realidades del sistema
capitalista ha obligado a Washington y “sus aliados y socios”, en
sus actitudes de kow-tow hacia el imperio, a actuar sobre realidades
globales en función de rediseñar todos los escenarios
internacionales.
En
ese marco referente, además de las obligadas y necesarias decisiones
económico-financieras post-Wall-Street, se han venido imponiendo “el
caos y la anarquía”, globalmente, en función de alcanzar
equilibrios con lo fabril-militar en lo que nos, nos permitimos
calificar como la “renovación del colonialismo”. Para ello ha
sido y es necesario sustentar desarrollos de desequilibrios sociales
sobre las realidades sociales que se expresan en el diálogo
“juventud-consumo-desempleo-alienación liberal” como lo hemos
observado recientemente en Ucrania, Venezuela, Brasil y, en estos
momentos, Hongkong con la “Revolución del Paraguas”.
En
alguna ocasión un sacerdote habitante de Hongkong nos comentaba
sobre la “alienación de la juventud hongkonesa hacia el dólar”
y, curiosamente, en contraparte, el surgimiento de un movimiento
juvenil interesado por “sus problemas espirituales ante la
maquinaria consumista” de la sociedad ex-colonial británica.
Aquella dualidad en permanente contradicción tenía que alcanzar su
propio “cul-de-sac” buscando expresar sus propias angustias
socio-sicológicas cuando se confrontarían con aquella propuesta
política de “un país, dos sistemas”. ¿Qué busca alcanzar la
juventud hongkonesa con sus solicitudes políticas?
Es
fácilmente demostrable que en el marco ideológico en curso están
presentes dos realidades: la alienación ideológica de la juventud
hongkonesa a esa matriz de opinión que impuso la Corona británica
durante sus estancias coloniales en territorio hongkonés; y, al
tiempo, las políticas geoestratégicas que viene desarrollando,
particularmente, Washington y Londres sobre sus propias angustias
imperiales cuando se confrontan con varias realidades globales:
China, Rusia y lo real-significativo de la CELAC. “Sorry that we
didn´t include the European Community in its permanent crisis”.
Pero
¿cuál es realmente el futuro de la “Revolución del Paraguas”?.
delpozo14@gmail.com
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