jueves, 7 de agosto de 2014

Miguel Ángel del Pozo: Estado de Israel, holocausto, judíos e israelitas

Miguel Ángel del Pozo: Estado de Israel, holocausto, judíos e israelitas


 
El movimiento social y político mundial que protesta contra el genocidio que se está desarrollando, día a día, en la zona de la “Franja de Gaza” como espacio geográfico nacional bajo la jurisdicción del sector palestino socio-político cercano, en su gran mayoría y en líneas generales, a las tesis propuestas de Hamas, viene haciendo llamados a las Naciones Unidas, a los Países No-Alineados, a organismos regionales como Mercosur y Alba, a la Comunidad Europea, a países africanos y árabes, a los EEUU de América y Canadá, a México y países de Centroamérica y El Caribe, a China, Rusia, Suráfrica, Brasil e India, los denominados BRICS, al Vaticano y otras religiones universales, en fin, a toda la comunidad internacional que expresen su repudio y rechazo por ese mantenido genocidio que ni el propio pueblo judío e israelita podría estar de acuerdo aún y cuando los más radicales ortodoxos judíos lo respalden porque es como mirarse al espejo del Holocausto.
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Lo anterior descrito es un escenario que podríamos compararlo con aquella realidad político-religiosa que la Historia ha denominado como la “Santa Inquisición” cuando todo aquel que se pudiera oponer a aquella matanza sistemática promovida por la Iglesia Católica y llevada a su ejecución por ciertos grupos eclesiales que denominamos como “congregaciones” no tenían eco. Durante aquellos patéticos escenarios que de forma suave describió Umberto Eco en su novela “El nombre de la rosa”, lo que hoy denominamos “alegremente” como “terroristas” eran, en líneas generales, las mujeres acusadas de brujas, judíos acusados de perseguir, juzgar, acusar, condenar a muerte de cruz a Jesús de Nazareth, y vaya usted a saber a quienes otros “cristianos” fueron señalados de cualquier situación incómoda.
Esta descripción inmediata anterior nos lleva a preguntarnos: ¿Por qué la realidad del Holocausto? Adolf Hitler, austriaco, judío, según algunas voces, pintor, asiduo visitante de aquel café vienés que a tantos intelectuales reuniría en sus cotidianas charlas, quienes, posteriormente, han influido en los pensares filosóficos y escritos históricos descriptivos y novelados, judíos en su gran mayoría, siendo protegido por un comerciante judío cuando se encontraba desempleado, pintor de postales para turistas, todo ello justo antes de la 1ra. Guerra Mundial, desarrolló una teoría cuasi-maltusiana-genética cuyas bases teóricas, probablemente, bebió durante aquellas charlas vienesas. Su personalidad está interesantemente descrita por Emil Ludwig en su texto: “Tres dictadores: Hitler, Mussolini y Stalin. Y un cuarto: Prusia”. (Acantilado. Barcelona, 2011, pp. 168), la descripción biográfica previa a la 2da. Guerra Mundial. El historiador y periodista, Timothy W. Ryback en su “research” le permitió redactar: “Los libros del Gran Dictador”. (Destino. Barcelona, 2010, pp. 380) referido a aquel material encontrado cuando finalizó la 2da. Guerra Mundial.
A Adolf Hitler no le asesinaron a ningún hermano, era prusiano-vienés que decidió “amar a Alemania” como la esperanza de la teluridad junguiana, estratega quien, a pesar de conocer hacia donde se dirigía, cometió el grave error de convertir su militante anti-comunismo en un militante anti-poderes-europeos-imperialistas quizá por aquella humillación que se desarrolló durante el Tratado de Versalles.
Aquel líder alemán, porque Hitler fue “el líder alemán y de lo alemán-germano-prusiano”, aquel líder germano-prusiano-vienés sus primeros visitantes a campos de concentración fueron todos los cuadros del partido comunista alemán, aquel glorioso partido comunista que se enfrentaría ideológicamente al “padrecito” Joseph Stalín, aquel vienés que rescató, capturó y secuestró la siquis del ciudadano germano sustentándose en “viejas glorias históricas” como pueblo designado por la diosa germano-bárbara. Adolf Hitler fue, sencillamente, el reflejo de una historia no acabada desde aquel Imperio Carolingio.
El concepto “pueblo elegido” le permitió a Adolf Hitler diseñar e imponer políticas que se concentraron en un conjunto social compuesto por las tesis maltusiano-genéticas, las fronteras-no-fronteras, una arquitectura sólida conceptualmente indestructible y un “destino manifiesto” que en el inconsciente colectivo social germano-prusiano buscaba “parir” sus propias aspiraciones históricas.
Los historiadores, los políticos y otras ramas de las Ciencias Sociales, han sustentado sus argumentaciones en la denominada “Crisis del 29”, algo así como la actual “Crisis de Wall Street”, que produciría realidades en experiencia socio-económica que se han colocado por encima de realidades incómodas de gravedad socio-histórica como la conceptualización del desarrollo de la relación “Imperio-imperialismo” cual se venía expresando desde la expansión obligante de la Revolución Industrial y los desarrollos de las ciencia y tecnologías gracias, debemos aceptarlo, a la modernidad. Es decir, cuando nos acercamos a analizar a Chamberlain, al Pacto ruso-germano, al Pacto germano-nipón anti-comunista nos encontramos ante realidades complejas y muy difíciles de comprender, cuando menos, para no exponer, no aceptar las posibles consecuencias geopolíticas.
Pero Adolf Hitler, en aquel escenario tan complejo, precisó que los males de los males de la Alemania en su renacer eran, sencillamente, la base real del sistema capitalista: “el Capital”. En el marco de aquella objetiva realidad ¿quiénes eran los controladores del Capital? Lógica formal y estúpida pero profundamente peligrosa que le permitió, en ese marco kantiano, convencer al pueblo alemán no solo lo conceptual referido a esa relación capital-dinero-bienestar sino poner sobre la mesa aquella y misma tesis argumentada durante la “Santa Inquisición”: la pureza del pueblo elegido que durante aquellas hogueras pueblerinas eran los cristianos (aún no eran católicos).
Es demostrable que el pueblo judío ha sufrido persecución con consecuencias variadas pero, al tiempo, graves que van desde las conversiones compulsivas (marranos), hogueras, pérdidas de vida, campos de concentración urbanos, expulsiones territoriales compulsivas, por mención, de quienes provenían del norte de África (sefarditas) pero hay otro grupo de judíos provenientes del Asia Central quienes fueron migrando hacia Rusia y Europa Central (ashkenazis). Es decir, quizás, con mente amplia, podríamos conceptualizar a estas persecuciones como un permanente holocausto impreso en la psiquis judía.
En el marco de esta propuesta, nos vamos a referir a la tesis histórica de un judío, Tony Judt en la entrevista que le realizara Timothy Snyder meses antes del proceso hacia su traslado al más allá. Nos comunica Tony Judt que “…ya desde Ben-Gurión, la política israelí ha insistido bastante explícitamente en la afirmación de que Israel…sigue siendo vulnerable a una reedición del Holocausto…lo que se está haciendo es utilizar políticamente la culpa y explotar la ignorancia. Como Estado, Israel…explota los temores de sus propios ciudadanos…explota los temores, recuerdos y responsabilidades de otros Estados…el temor a que Israel pueda ser “destruido”…[ello] no constituye un temor real. Es una estrategia retórica políticamente calculada…es por ello que tiene muy poco que ver con las realidades del Oriente Próximo actual y sí mucho con el Holocausto…” (Idem, pág. 128). Terrible opinión porque permite justificar lo injustificable en el actual escenario de masacre colectiva que lleva a cabo el Gobierno de Israel en la “Franja de Gaza”. Pero Judt no se anda por las ramas cuando de poner los puntos sobre las íes cuando precisa que “…la asociación con el Holocausto se hace más cómoda cuando se [la] identifica no solo con la victimización sino con los derechos humanos y con la intervención militar en nombre de esos derechos [humanos]…” (Ibidem, pág. 135).
Ahora bien, en el marco de nuestro discurso, nos preguntamos: ¿hay diferencias entre los judíos sean ellos sefarditas, azhkenazis e israelitas? Aparentemente, no debería haber tal diferencia pero son demostrables sus diferencias; por ejemplo, hay una muy seria diferencia entre el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, nacido en TelAviv de origen ashkenazi, y el Canciller, Avigdor Lieberman, nacido en Kishinev, RSS de Moldavia, Unión Soviética de origen ashkenazi. El primero es israelita mientras que el segundo tal como Shimon Pérez proviene de la Europa oriental que fuerte incidencia rusa. Es decir, ¿habrán políticos israelitas de origen sefardita que tengan decisiones ante tamaña realidad actual en Gaza en considerando sus históricas persecuciones desde aquellos tiempos descritos en la novela “La judía de Toledo”?
Regresamos a Tony Judt quien considera que es importante apreciar objetivamente las realidades que se expresan en la comunidad judía estadounidense con relación a las realidades geopolíticas en el Medio Oriente; es decir, desde nuestra modesta percepción estamos ante un muy interesante escenario porque en el marco de la objetividad analítica deberíamos diferenciar y separar las intenciones de la comunidad judía estadounidense mayoritariamente ashkenazi quienes asumen la realidad del Holocausto como una realidad que se encuentra “a la vuelta de la esquina” con la conjunción ideológica en praxis de los objetivos imperialistas de los EEUU de América en el Medio Oriente de mantener un control geoestratégico sobre los países circundantes a las fronteras del Estado de Israel.
En el marco de esa realidad en “pleno desarrollo”, frase con sello de propiedad intelectual del comentarista y corresponsal de guerra bien apreciado por Fidel Castro y Roy Chaderton Matos, don Walter Martínez, el Canciller Lieberman ha considerado que la situación en la “Franja de Gaza” ha alcanzado realidades que significan que Israel a nivel mundial “…ha perdido cara…” (Son palabras nuestras).
El matutino israelita “Haaretz” publicó en su página web bajo el título: “Lieberman suggest UN take control of Gaza Strip”. (04 agosto 2014, 13:11): “…Israel and the Palestinian Authority should consider transferring control of Gaza to the UN…the British Mandate over Palestine and the UN mandates in East Timor and Kosovo as examples…we saw it Works quite well there…it requires an agreement between us and the Palestinian Authority. It doesn´t require consent from the UN, just from the parties involved –Israel and the PA-…”
En la presente realidad de Timor Oriental, ex-colonia portuguesa, mitad de una isla, Timor, situada justo al norte de Australia conformando un estrecho de “aguas profundas” que permite el paso seguro de submarinos nucleares occidentales vista las peligrosidades del estrecho de Malacca, espacio geográfico que hace frente a la nueva base militar estadounidense en territorio australiano donde se ubicarán los 30 mil soldados estadounidenses que serán trasladados desde sus bases en Alemania, se ha convertido en una “nueva-semi-colonia” del imperialismo internacional.
Entonces ¿Qué significa la propuesta de Lieberman de transformar la “Faja de Gaza” en una “semi-colonia del imperialismo internacional”?. Sencillo, respetados lectores y lectoras, vean el mapa para conocer que la “Franja de Gaza” está bañada por las aguas del Mediterráneo cercanas al Líbano, Israel, Egipto. Definitivamente, la geopolítica en el Medio Oriente así como el cerco a Rusia y China “van por buen camino” aunque desconocemos como todo ello lo irá a finalizar el Presidente de los EEUU de América sea el actual, Barack Obama, y/o la próxima Presidenta estadounidense proveniente del “Tea Party” democrático y/o republicano cristiano-católico.
delpozo14@gmail.com



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