jueves, 16 de febrero de 2023

Francisco Fajardo: el primer venezolano criollo

 

Venezuela, como tal, nació como un producto moderno de la conquista española, por ello tenía que existir como entidad política y cultural mestiza para que existiesen los primeros venezolanos

Reproducido de El Universal

Alberto Navas
16/02/2023 05:00 am


La conquista de Caracas en el siglo XVI partió de dos ejes fundamentales de población y de acumulación de capital, siendo el primero, desde el Oriente, el que partió desde la Isla Margarita (perlas y tráfico de esclavos) principalmente con el capitán mestizo Francisco Fajardo, quien llegó a las costas y al valle de Caracas, realizando las primeras fundaciones en esa región. El segundo eje, partió desde el núcleo occidental del Tocuyo, Barquisimeto y Valencia (oro y agricultura), con posteriores expediciones fracasadas sangrientamente, hasta que en 1567 el capitán don Diego de Losada fundó definitivamente lo que hoy, casi cinco siglos más tarde es la ciudad de Caracas, eterna capital de Venezuela.


Francisco Fajardo, como muchos mestizos de aquel siglo XVI, puede ser considerado como el primer prototipo del venezolano propiamente dicho, tanto por su mezcla de sangre de conquistadores y conquistados, como por su relevancia de conquistador, fundador y autoridad criolla en medio de un sistema colonial hostil y violento. Nació en la Isla de Margarita entre 1527 y 1528, como lo señala el Cronista Dr. Juan Ernesto Montenegro, hijo de la india Principal Isabel nieta del gran Cacique Charaima, importante líder supra tribal, que dominaba dicha isla y a bastantes posesiones en la costa de tierra firme, que llegaban hasta las costas de Caracas. La India Isabel, al parecer muy hermosa e influyente, mantuvo una relación “amorosa” con el teniente de Gobernador don Francisco de Fajardo, un español adicto al oro, las mujeres y al tráfico de esclavos, quien se aprovechó de las relaciones de su mujer para incursionar en el comercio de esclavos entre Margarita, Cubagua y costra Caribe, amasando riquezas que luego se llevó a España de manera semiclandestina y sin pagar los impuestos correspondientes al Rey.

Venezuela, como tal, nació como un producto moderno de la conquista española, por ello tenía que existir como entidad política y cultural mestiza para que existiesen los primeros venezolanos, por ello, la población indígena era más bien la cultura Caribe o Arawac, etc. prevenezolanos o precolombinos, quienes lucharon fieramente contra un enemigo que no entendieron, para terminar asimilados o exterminados, según el caso. Fajardo, en su tercer viaje de conquista pacífica de la costa y del santuario inexpugnable indígena del Valle de Caracas, hacia 1560, obtuvo la autorización de la Real Audiencia de Santo Domingo (La Española), apoyado con armas y caballos, saliendo finalmente de Margarita con una expedición de 200 indios guaiqueríes y once españoles, quienes se presentaron y asentaron en tierra firme en la costa de Caruao, entendiéndose pacíficamente con el Cacique Guaimacuare. Instalados ya en la costa de Caracas, Fajardo se desplazó hacia el Tocuyo, donde el Gobernador de la Provincia de Venezuela, Pablo Collado, le invistió con el rango de teniente general suyo, con poderes para fundar pueblos y repartir encomiendas. Del Tocuyo partió con treinta hombres más y aprovisionándose de ganado vacuno en Valencia, subió desde El Consejo hacia los altos de la cordillera central, en tierras de los Meregotos donde se entendió pacíficamente con el Cacique Terepaima, siguiendo luego el camino hacia la tierra de los Toromaimas, el valle del río Guaire, donde fundó la primera “Caracas”, en el pueblo de “San Francisco” y el hato ganadero adyacente.

Francisco Fajardo fue el primer criollo venezolano en detentar autoridad política superior en nuestro territorio, un mérito suficiente como para darle su nombre a un Estado como el de La Guaira, y no a una destartalada autopista, como lo fue hasta hace poco. Finalmente, la perdición de este conquistador mestizo, nacido en Venezuela, fue el descubrimiento de placeres auríferos en los cursos de agua de las montañas del suroeste de Caracas, lo que hizo explotar la codicia del Gobernador Collado, quien traicioneramente arrestó a Fajardo, lo degradó de cargo y le sustituyó por Pedro Miranda, en cargado de confianza para depredar directamente el oro recién encontrado; desatándose así el inicio de una etapa violenta de conquista, que provocó el levantamiento indígena que duraría, al menos, unos siete años hasta ser posteriormente sofocado por Diego de Losada.

Un indigenismo trasnochado ha pretendido olvidar esos grandes méritos de Fajardo, también opacado por la fundación definitiva de Caracas por Losada y por los errores historiográficos de José de Oviedo y Baños, todo ello hoy heredado, por “uso y tradición” (como lo señaló Carrera Damas), por “historiadores” contemporáneos, no profesionales e ideológicamente orientados a inventar un pasado fantasioso, concordante con sus confusos intereses del presente.

 


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