BRUNO LIMA ROCHA: TERRORISMO FINANCIERO Y LEGITIMACIÓN DE LOS FONDOS BUITRES
Enviado por Barometro Internacional el martes, 12 agosto, 2014 a las 23:28
Enviado por Barometro Internacional el martes, 12 agosto, 2014 a las 23:28
El caso de la
renegociación de valores de los títulos de la República Argentina
necesita un análisis en profundidad para entender y hacer la
crítica a los operadores financieros que chantajean a un país
entero. Pero en este breve artículo la meta se queda en la
estructura de legitimación que circunda al capital ficticio
–observada a partir de este caso específico– apropiadamente
denominada “El Terror Financiero” por los críticos más
contundentes.
Se
sabe que el Sistema Internacional opera a partir de una lógica
esquizofrénica, caótica y al mismo tiempo gira en torno a la
búsqueda de consensos. Uno de estos consensos, impuestos y
refrendados por un sistema de legitimación, es el del imperativo
técnico y econométrico sobre la extracción, producción,
distribución y colocación de recursos colectivos. Desde el punto
de vista lógico y material, la financierización sin lastre es una
alucinación peligrosa y absurda. Esta lógica alucinada de
comprometer la condición de bienestar material de toda una sociedad
en beneficio de unos pocos conglomerados operando como
intermediarios del dinero y las obligaciones estatales, necesita un
aparato jurídico-político y mediático a su alrededor para
beneficiarse, blindando a la opinión pública mundial ante los
elementos más rudimentarios de su crítica.
La
red de hierro alrededor de los fondos controlados por ejecutivos
(alta gerencia) que siempre están beneficiados por los bonos de
productividad, aún cuando las instituciones financieras que ellos
controlan se declaren en quiebra, pasa a través del peso
desproporcionado dentro de la superpotencia (los Estados Unidos) del
poderoso lobby de la “industria financiera”. Cualquier estudio
serio observa el crecimiento de los márgenes de lucro de los fondos
de inversión de riesgo (hedge founds) , de los bancos de inversión
y de su ala más inclinada hacia las prácticas agiotistas, los
llamados fondos buitres. La estrategia de usar la fuerza de
protección está presente al utilizar una corte local de los EEUU
como tribunal apropiado para el ensayo de una maniobra jurídica
para enfrentar el acuerdo de compra de títulos argentinos con
valores depreciados. Luego que la compra –mal intencionada–
pasase al recurso judicial de pedir la totalidad del valor nominal,
materializando la condición de fondos buitres que devoran la
carroña. En este caso la carroña es la riqueza del pueblo
argentino, abriendo además un duro precedente para las otras
naciones endeudadas.
El
problema no reside sólo en el juicio –en una corte secundaria de
Nueva York– de la riqueza y el compromiso de un país, por
más que sean justas las críticas al kitchnerismo y sus pésimas
elecciones de doble discurso (nacionalismo discursivo y alianza con
las transnacionales en la práctica económica). El problema de
fondo está en tolerar la existencia de este tipo de práctica, y de
forma casi resignada aceptar sus condiciones como válidas. Una
corte de un país no puede juzgar la riqueza de una nación y no
aceptar una apelación al contrato de compra, cuyo valor depreciado
era algo del saber común entre los vendedores (el Estado argentino)
y los compradores (Fondos buitres).
En
este caso específico los operadores son piratas como el republicano
Paul Elliot Singer (no confundir en nada con un economista brasilero
de nombre semejante), su socio Kenneth Dart, la firma por ellos
controlada (la Elliot Management, controladora de NML Capital) y
todo un enmarañado de personas jurídicas de capitales cruzados y
con sede en lugares conocidos como paraísos fiscales (como la NML,
que tiene sede en las Islas Caimán). La banda tiene también como
componente al fondo Aurelius n (controlado por un ex empleado de
Singer, la Blue Angel, Capital Ventures, Capital Markets, Caronte,
dentro de otras menores).
El
juez estadounidense Thomas Griesa, que está juzgando la acción,
apuesta al cansancio y la incomodidad. De jurisdicción municipal y
bajo la constante presión de la American Task Force Argentina
(ATFA), actúa apoyado por el bombardeo de un lobby que actúa como
frente común, teniendo a la cabeza a Robert Shapiro, ex
Subsecretario de Comercio para Asuntos Económicos del gobierno de
Bill Clinton. De hecho, Griesa actúa como un operador jurídico
local –a favor de los fondos buitres– y apostando a la validez
de una ley local mundializada. Es como tener un juez amigo y ver su
sentencia aplicada a todo el planeta. Ya el “mediador”
designado, Daniel Pollack actúa como un prestamista, extorsionando
a Argentina y forzando el pago del valor nominal y corregido a los
especuladores.
La
justicia del caso y la mediación actúan a favor de los fondos
buitres
Completa
el cuadro de terror el hecho de que la clasificación predeterminada
de “default”, de acuerdo con el periodismo económico brasilero
y mundial, venga de parte de una comisión compuesta justamente por
los bancos de inversión, los fondos de riesgo (hedge founds) y los
fondos buitres. Basta consultar la lista de esta composición y del
Comité de Determinación de Créditos Derivativos en la dirección
web dc.isda.org . Inclusive Elliot Management es parte de ese
Comité, uno de los buitres que intenta devorar a Argentina como
carroña.
Apenas
con citar estos elementos y las instancias decisorias bastaría para
deslegitimar la reclamación de los buitres. Para combatirlos el
primer paso, además de no adherirse al gobierno kitchner, es
desenmascarar el aparato y deslegitimarlo. No podemos imaginar que
sea natural que países enteros sean coaccionados y chantajeados por
empresas financieras, que nada producen, mediante compromisos e
interpenetraciones del aparato del Estado en organismos
internacionales, poniendo de rodillas a buena parte de la humanidad.
El Terror Financiero necesita ser combatido.
La
cúpula del terror financiero global
El
Comité de Determinaciones de la Asociación Internacional de Swaps
y Derivativos (ISDA, ver el sitio dc.isda.org) equivale a una
instancia de clasificación de “riesgos” que determina si un
país está en “default” o no. Este organismo fue creado en 2009
para intentar imponer una legitimidad a partir de los propios
defraudadores del sistema financiero mundial. El periódico O Globo,
en su edición del 1º de agosto de 2014 (pág.24) presenta la
información de quienes componen este Comité, sin hacer el
contrapunto del pasado reciente de estos conglomerados de la ruleta
del capital ficticio. Bastaría consultar en el dominio de esta
Comisión, la composición de sus miembros de las Américas y
cruzarla con las informaciones difundidas por los grandes medios,
para darse cuenta que literalmente, quienes están arbitrando el
conflicto son la parte generadora de las quiebras de 2008.
En
el hiperlink
http://dc.isda.org/about-dc-committees/current-dc-members /#Americas
tiene la lista de los miembros con voto en ese Comité. Esta
clasificación muestra quien estaría pagando o no sus títulos y
compromisos. Veamos quien tiene el don de determinar el “default”.
Comencemos con los bancos de inversión Bank ofAmerica N.A.;
Barclays Bank plc; BNP Paribas; Citibank, N.A.;
CreditSuisseInternational; Deutsche Bank AG; Goldman Sachs
International; JPMorgan Chase Bank, N.A.; Morgan Stanley &Co.
Internationalplc; Nomura Internationalplc. Conglomerados
semejantes, pero apenas con voto consultivo son:
MizuhoSecuritiesCo.,Ltd.; SociétéGénérale. Ya los votantes
que no son bancos de inversión, operando como hedge founds (fondos
de riesgo), incluidos los llamados fondos buitres son: BlueMountain
Capital Management, LLC; D.E. Shaw &Co.,L.P.; Eaton Vance
Management; Elliott Management Corporation; Pacific Investment
Management Co., LLC. Un miembro del fondo que no es votante es
Citadel, y completa el cuadro de los votos el Ice Clear Credit.
Esto
puede ser una sopa de letras para quien no está acostumbrado a leer
tales denominaciones, pero para los iniciados esta composición es
puro terrorismo financiero. Un bello ejercicio didáctico sería
hacer una simple búsqueda con los nombres de estos conglomerados
financieros, apenas a través de los medios corporativos. Con
facilidad veremos que apenas por el hecho de que los mayores
apostadores de la ruleta rusa financiera sean los juzgadores de sus
víctimas, el tal Comité ya es escandaloso por su mera existencia.
Tal clasificación –si hay o no hay default o el no
cumplimiento de una deuda muchas veces decidida por la justicia–
es una especie de taxonomía contractual. Quien sea clasificado como
no pagador, sufre una serie de ataques tales como la venta en masa
de títulos (como en el caso de Grecia) y la consecuente fuga de
capitales y alza del dólar.
Ya
es absurdo suponer que los verdugos puedan juzgar el comportamiento
de sus víctimas, y mucho menos tomar esto en serio. Cualquier
investigación de delincuencia financiera debe mirar a esta
composición como un conjunto de de empresas sospechosas a escala
global.
www.estrategiaeanalise.com.br
/ blimarocha@gmail.
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