Por Niko Schvarz: Syriza resiste
Enviado por Barometro
Internacional el miércoles, 06 mayo, 2015 a las 18:14
La
lucha a brazo partido que está desplegando en Grecia el recién
amanecido gobierno de Syriza para resistir a la brutal embestida de
la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario
Internacional, concita el apasionado interés y la solidaridad de las
fuerzas democráticas y progresistas de Europa y del mundo entero.
Existe plena conciencia de que el desenlace de esta lucha influirá
decisivamente en el futuro inmediato del viejo continente y que
asimismo se proyectará a la escena internacional. A la vez, nuevas
fuerzas democráticas avanzadas que han surgido en Europa, como
Podemos en España, sienten que su futuro se entrelaza con el de
Syriza, ya que bregan, en esencia, por una causa común. En este
cuadro, cobra relevancia la postura de figuras destacadas como el
Premio Nobel de Economía Paul Krugman, que sostienen a Syriza y la
llaman a resistir por todos los medios, manteniendo en alto su
programa en favor de las grandes mayorías populares. Este tema
divide las aguas en el ámbito internacional en su conjunto.
Una
fecha clave de las negociaciones en curso entre el gobierno de Syriza
y los representantes de la mencionada “troika” es el próximo
9 de mayo. Se da la notable coincidencia de que ese día se celebra
una fecha histórica para toda la humanidad: el 70º aniversario de
la victoria del Ejército Rojo y de la coalición antifascista contra
el nazismo. Tras la rendición incondicional de las huestes
hitlerianas, el 9 de mayo de 1945 se realizó una grandiosa
celebración de la victoria en Moscú, con desfile militar y popular,
que se reiterará el próximo sábado. En esa ocasión se sepultó el
designio hitleriano de un milenio de supremacía nazi sobre el mundo.
Esa victoria decidió el destino de la humanidad. Ahora, en otra
escala, la suerte de Syriza se liga estrechamente al destino de
Europa.
El
fondo del tema en debate es si Grecia retorna a la política de
austeridad, que redujo en 25% su PBI y provocó la degradación
acentuada de las condiciones de vida de las grandes masas de la
población en materia de trabajo, salario, vivienda, atención a la
salud y otros rubros o si se aplica el programa de Syriza, por el
cual se pronunció el pueblo en la elección, y que constituye el
reverso de la política neoliberal a ultranza. Ese es el dilema.
En
camino hacia la instancia crucial del 9 de mayo se realizó una
reunión del Eurogrupo en Riga, capital de Letonia, ex república
soviética, sobre el Báltico. En la misma, los ministros del
Eurogrupo reiteraron su conocida postura de que la imposición de
medidas de austeridad a Grecia es necesaria para conseguir la
recuperación de su economía, pretendiendo ignorar que esa política
provocó un enorme desastre y una tragedia humana enel país heleno,
además de la señalada pérdida del 25% de su PBI. Es significativo
que en dicha reunión, al mismo tiempo que se acusaba al gobierno de
Syriza de irresponsable por oponerse a sus propuestas, se presentara
al gobierno de Mariano Rajoy en España y sus medidas de austeridad
como ejemplares. Así están claramente planteados los dos caminos
opuestos que se abren ante Europa, su dilema existencial en la hora
presente.
Con
el telón de fondo de la reunión del 9 de mayo, el primer ministro
griego Alexis Tsipras formuló declaraciones contundentes en los días
finales de abril. Preguntado acerca de cuál sería la prioridad del
gobierno griego en caso de falta de liquidez, si se pagaría los
salarios y pensiones o al FMI, respondió: “Hay un problema de
liquidez que estamos tratando de solucionar. En todo caso, será
nuestra prioridad pagar los salarios y las pensiones”. Explicitó
que no cree que haya que elegir, porque tiene esperanza de llegar a
un acuerdo mínimo con el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión
Europea en la fecha indicada. Añadió, en referencia a distintas
versiones circulantes, que el futuro de Grecia está en la zona euro.
En sus palabras: “Mi visión no es Grecia fuera de la Unión
Europea; quiero asegurar a Grecia como un socio igual en Europa”.
Señaló que en las negociaciones persisten diferencias, siendo las
más importantes las relativas a los convenios colectivos, el salario
mínimo y la suba del IVA en las islas griegas.
Si
no se consigue un acuerdo con los acreedores, Tsipras evocó la
posibilidad de convocar a un referéndum para que el pueblo decida.
Señaló: “No tengo derecho a decidir por el pueblo; si las
negociaciones llegan a un punto que no coincide con el mandato
popular, el pueblo griego decidirá en un referéndum”. Descartó
la vía de llamar a elecciones anticipadas, visto que el gobierno fue
electo hace apenas tres meses.
El
objetivo es expulsar a Syriza del gobierno
En
esta tensa controversia, el objetivo del establishment financiero y
político europeo no es expulsar a Grecia de la zona euro, sino
expulsar a Syriza del gobierno griego. En estos términos se expresa
un destacado catedrático de la Universidad de Barcelona, Vicenç
Navarro. O sea, estos sectores aspiran a que colapse el apoyo
electoral de Syriza y que sea sustituido por el partido anterior,
servil a los intereses de estos grupos dominantes en la economía y
la política. Señala el analista que este objetivo se trazó antes
incluso de que ganara las elecciones. En las mismas, la intervención
del BCE, de la Comisión Europea, incluso del propio gobierno alemán
(en la persona de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble)
y de sus aliados como el gobierno Rajoy, fueron notorias,
participando activamente en la campaña en contra de Syriza. Y apenas
9 días después de que Syriza resultara electa, el BCE cortó la
línea de crédito al gobierno griego en una medida de enorme
hostilidad, equivalente a un acto bélico, violando descaradamente
los plazos marcados. Agrega que “este acto de hostilidad fue
seguido por una redefinición muy marcada de los términos en
los cuales la banca privada griega podría prestar dinero al Estado,
comprando deuda pública, una medida que el BCE nunca había
aplicado a los gobiernos anteriores, responsables de los
enormes déficits y de la deuda pública que el gobierno de
Syriza había heredado”.
Posteriormente
se dedicaron a tratar de impedir por todas las vías que Syriza
aplicara desde el gobierno el programa al cual se había comprometido
en la campaña electoral, consistente, en puntos fundamentales, en
eliminar el descenso de las pasividades, revertir las reformas
laborales que facilitaban los despidos y detener la ola de desalojos
que afectaban a muchos millares de familias. Desde el primer día, en
esta dirección está luchando el gobierno de Syriza.
Desde
diversos ángulos se viene denunciando en Grecia el chantaje a que
viene siendo sometido dicho gobierno. Así, el eurodiputado Stelios
Kouloglou define la medida del BCE de cortar todo crédito a Grecia
como “una operación para estrangular financieramente al país”,
y afirma que Syriza se enfrenta hoy a una situación análoga a la
que vivió el Chile de Salvador Allende en 1973. A su juicio, lo que
se está viviendo es “un golpe de Estado silencioso, sin tanques ni
aviones. No lo han orquestado a la manera tradicional, sino con
dinero” y “están atacando con todo lo que tienen”.
Más
explícitamente, señala más adelante: “Están estrangulando la
economía para forzar al gobierno a abandonar sus promesas
electorales, para que sigamos las líneas que siguieron quienes
gobernaron antes. Son las líneas que nos llevaron a la
catástrofe, y quieren que sigamos en el mismo camino. Dicen que para
darnos más dinero tenemos que seguir el programa que nos dictan,
éste es su juego. No quieren que enfrentemos la crisis humanitaria
de las 300.000 familias que no tienen electricidad. Esto nos costará
200 millones de euros al año, no es mucho dinero, pero no nos dejan.
Quieren recortes y despidos masivos y no podemos aceptarlo. La línea
roja sigue siendo la misma: no más austeridad”.
La
conclusión de su análisis es de fundamental importancia: si el
gobierno de Syriza cae, los que están al acecho son los neonazis de
Amanecer Dorado. Dice el eurodiputado: “Si cae Syriza el próximo
gobierno será de derecha, de la extrema derecha de los
neonazis de Amanecer Dorado, que ya son el tercer partido más
votado, y esto podría impulsar a su vez al Frente Nacional de Marine
Le Pen en Francia. Syriza es la última esperanza de la democracia, y
si llegan los neonazis esta esperanza se habrá extinguido”. Pero a
la vez, la contracara es la perspectiva de que el ejemplo de Syriza
se extienda por Europa. Así lo dice Kouloglou: “Tienen miedo a que
el Gobierno griego tenga éxito y haya cambios, y que esto se
propague por Europa”.
En
este sentido, afirma que el problema es esencialmente político, ya
que en términos económicos resulta de importancia limitada. Dice
que en lo inmediato se requieren 2.000 millones de euros y que eso no
es de gran magnitud. Pone el ejemplo comparativo de que en esos días
el club de fútbol Barcelona jugó un partido con el Paris Saint
Germain, y que el fichaje de los jugadores que pisaron el césped era
de 1.000 millones de euros.
Krugman
insta a Syriza a no ceder
El
Premio Nobel de Economía Paul Krugman, en conferencia de prensa
brindada en Atenas el 18 de abril, reclamó poner fin a las políticas
de austeridad en Europa y apoyó la posición del primer ministro
Alexis Tsipras, instándolo a no ceder a las presiones y mantener su
línea en las negociaciones con los acreedores. Esto último se
refiere en particular, como explicó el primer ministro, a las
negociaciones con el FMI y las instituciones europeas en cuatro temas
clave: la política laboral, el aumento del IVA, la estrategia
respecto a la propiedad pública (en materia de privatizaciones) y el
sistema de seguridad social.
Krugman
apoyó la decisión del gobierno griego de no ceder a la presión
para reducir los salarios y las pensiones, que es lo que procuran el
FMI y las instituciones europeas. Alegó que el país sufrió un
ajuste fiscal importante en los cinco años anteriores y esto impuso
grandes sacrificios a la población. Insistió asimismo en que “la
política de austeridad estricta debe terminar”. Esto lo dijo en
vísperas del encuentro del llamado Grupo de Bruselas, realizada en
preparación del Eurogrupo que se reunió en Riga, Letonia, el 24 de
abril. En la conferencia titulada: “Europa: ¿y ahora qué?”
Krugman insistió en la necesidad imperiosa de poner fin a las
políticas de austeridad y criticó especialmente las posiciones
asumidas por el ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble en nombre del
gobierno de Alemania.
nikomar@adinet.com.uy
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