Por Leandro Albani: Israel: Mataras, mataras y nadie te condenara
Enviado por Barometro
Internacional el martes, 25 noviembre, 2014 a las 21:52
Medio
Oriente
Otra
vez las tropas israelíes son responsables por el asesinato de un
palestino. Con este hecho, Tel Aviv viola la tregua acordada luego
de la invasión a Gaza a mediados de año. Mientras tanto, el Estado
hebreo continúa con su política de expansión territorial
Violando
la tregua establecida meses atrás con el Movimiento de Resistencia
Islámica Hamás, las Fuerzas Armadas israelíes asesinaron este
domingo a un campesino en el este del campo de refugiados de
Jabalya, cercano a la frontera con la Franja de Gaza. El hecho fue
revelado por el ministerio palestino de Salud.
Según
esa entidad, la víctima es Fadel Mohammed Halawa, de 32 años de
edad. El portavoz de los servicios de emergencia palestinos, Ashraf
Al Qudra, agregó que la bala impactó al joven en la espalda y fue
probablemente disparada desde una torre de vigilancia militar
cercana. Medios internacionales indicaron que los familiares de
Halawa declararon que el joven había salido en busca de aves
cantoras para luego venderlas en los mercados de Gaza.
Desde
el 8 de julio y el 26 de agosto de este año, Israel desató una
nueva invasión sobre la Franja de Gaza, en la que fueron asesinados
2143 palestinos y más de 10 mil resultaron heridos. Los ataques
israelíes tuvieron como objetivo desbaratar el reciente acuerdo de
unidad entre Hamás y Al Fatah, organización que dirige la
Autoridad Nacional Palestina (ANP). Aunque la invasión israelí
tuvo la condena internacional, las fuerzas hebreas utilizaron
armamento prohibido por la legislación internacional.
El
mismo 26 de agosto, Hamás junto a otras organizaciones
político-militares palestinas firmaron una tregua y alto el fuego
con Tel Aviv, que permitiera dar un respiro a la población gazatí.
A una semana de este acuerdo, las Fuerzas Armadas israelíes
abrieron fuego contra un grupo de pescadores que se encontraban
frente a las costas de Gaza. La agencia de noticias Maan recogió el
testimonio de los pobladores del lugar, quienes denunciaron que
“barcos de guerra israelíes dispararon sus armas automáticas
contra sus botes mientras estaban faenando en las seis millas
náuticas permitidas” por Israel. En ese momento, Israel justificó
el ataque a través de un portavoz del Ejército que explicó que
“los pescadores palestinos se desviaron de la zona de pesca
acordada”, por lo cual las Armada efectuó “varios disparos de
advertencia al aire”. Al ser consultada sobre cuánto se desviaron
los pescadores, la portavoz se negó a responder.
El
6 de noviembre pasado, la Organización de Naciones Unidas (ONU)
reveló que en lo que va de 2014, Israel asesinó un total 2262
palestinos en los territorios de Gaza y Cisjordania. En el último
reporte de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios
(OCHA) se advirtió que las pérdidas de vidas por la violencia y
ataques ordenados desde Tel Aviv multiplican varias veces las
conocidas en idéntica etapa de 2013, cuando ascendieron a 22.
La
política de la agresión
Una
particularidad de la anexión de territorios palestinos por parte de
Israel es el apoyo del Estado hebreo a los colonos que luego
habitarán esas tierras robadas. Los gobiernos israelíes no sólo
ponen a disposición de estas personas dinero y bienes materiales,
sino que despliegan a sus fuerzas armadas para despojar a los
palestinos de sus hogares, que después ocuparán los colonos. En
general, este sector que invade las casas palestinas está
calificado como la ultra derecha israelí.
Un
ejemplo de este mecanismo represivo se repitió ayer, cuando colonos
israelíes incendiaron una casa en Cisjordania. El ataque ocurrió
en la aldea palestina de Jirbet Abu Falah, a unos 25 kilómetros al
noreste de la ciudad de Ramalá, informaron diversos medios de
comunicación. El gobernador de la aldea, Abu Masud Mura, declaró
que los “colonos han empezado a golpear las puertas de la casa en
plena noche y tras no obtener respuesta, han vertido un líquido
inflamable y le han prendido fuego”.
En
el momento de ataque, dentro de la vivienda se encontraba Mohamad
Abdul Karim, acompañado por su madre y sus hermanas, que pudieron
abandonar la casa a tiempo. En las paredes de la vivienda los
colonos escribieron con aerosol “Muerte a los árabes”.
Organismos
como Human Rights Watch (HRW) han calificado la destrucción de
viviendas palestinas por parte de Israel como una violación del
derecho humanitario y un crimen de guerra.
Además
del asalto en casas, los colonos -muchos de ellos armados o
respaldados por las fuerzas de seguridad israelíes-, prenden fuego
a mezquitas y plantaciones olivos.
La
expansión de Israel sobre territorio palestino también tiene un
basamento legal. En el caso de los colonos, el Comité de Finanzas
de la Knesset (Parlamento) aprobó recientemente 20 millones de
shekels (casi 5 millones de euros) adicionales para financiar la
seguridad en los asentamientos judíos en Jerusalén este. En lo que
va de 2014, el Estado israelí desembolsó para la seguridad de los
colonos más de 100 millones de shekels (20,9 millones de euros).
Cifras del Ministerio israelí de Finanzas –difundidos por la
agencia Ria Novosti- señalan que el Estado gasta aproximadamente
30.000 shekels (casi 6.300 euros) en proteger a cada colono judío
en Jerusalén este.
El
gasto para la seguridad de los colonos se mantiene en aumento desde
1991. En ese año se destinaron 7 millones de shekels (casi un
millón y medio de euros), en 1995 pasó a 14 millones (unos 3
millones de euros), y en 2010 llegó a los 51 millones de shekels
(unos 10.704.000 millones de euros).
Los
colonos están asentados principalmente en los barrios palestinos de
la Ciudad Vieja, Abu Tor, Silwan, Ras al-Amud, A-Tur, Sheikh Jarrah
y la Yeshiva Beit Orot en el Monte de los Olivos. Se calcula que más
de medio millón de israelíes viven en unos 120 asentamientos
ilegales construidos desde la ocupación de los territorios
palestinos en 1967 en Cisjordania, incluido Al-Quds (Jerusalén).
leandroalbani@gmail.com
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