Carlos
Fuentes Bolaños & Rafael A.Ugalde
Q.: Costa Rica - El negocio de
la vida humana
Enviado
por Barometro
Internacional el domingo, 17 agosto, 2014 a las 0:47
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Constitucional industria
sibci
Cuando
Kathryn Butuceanu, novia de 49 años externó en Facebook
su deseo de procrear, pero tenía impedimento por la edad, caímos en
cuenta sobre los polos tensionales a que está sometida la ciencia,
la ética, el mercado, los negocios etc., en cuestiones de la
vida humana y la seguridad social, tan arrinconada últimamente en
las naciones latinoamericanas. Butuceanu, sin querer, nos
recordó la contradictoria Conferencia de Pekín sobre la mujer de la
ONU, en 1995, cuando se abogó para que el aborto fuera
una realidad para el 2015 entre los miembros de Naciones
Unidas.
La
Federación Internacional Paternidad Responsable, introducida
en el organismo mundial con voto preferente y vinculante en materia
poblacionales desde 1952, había ganado y la Corona británica
lograba, de cierta forma, legitimar las hambrunas en India, su
antigua colonia, donde ésas eran “naturales” y
“necesarias” para mermar la ayuda financiera a los
necesitados hindúes (ver: Enrique Vargas Soto; La Nación 16/7/14),
ratificando además el principio aquel de que en la vida sobreviven
los más fuertes y poderosos, en un mundo todo distorsionado y
relativizado por los mercados y los negocios .
La
ética, por tanto, en cuanto a la vida humana, no queda al margen, a
pesar que nuestra Sala Constitucional, como pocas en América Latina,
ha desarrollado con claridad meridiana a partir de cuándo
entendemos hay vida humana y la misma es inviolable como máximo
bien jurídico. Mas, sin embargo, la pregunta de fondo respecto
sobre la fecundación in vitro (ver:
http://www.reproduccionasistida.org/
el-proceso-de-la-fecundacion-in-vitro/#) emana en relación con
el derecho innegable de las parejas de tener una familia y el
deslindar este derecho de otros derechos surtidos de las fuerzas del
comercio, del conocimiento, las necesidades financieras,
los negocios y los efectos que tendrían en la seguridad social
de cualquier país que concibe esta técnica indiscriminadamente y
conceptualizada dicha seguridad social como un interés
jurídico colectivo por encima del particular. En los momentos
actuales hay que decir que el turismo médico alrededor del mundo
cumple un rol importante para las personas que añoran hijos bajando
los precios de la fecundación en los países del llamado
tercer mundo, respecto a los cobros que se hacen en naciones como
Estados Unidos, España, Francia, etc.
En
España “el coste de una FIV en un centro privado, va según
el número de intentos, siendo cada intento alrededor de 12.000 euros
(al 20 de julio de 2011), incluyendo exámenes, procedimientos y
medicamentos.
En
la seguridad social no tiene costo”. (Ver más:
http://capsulas.informativas.over-blog.es/article-definicion-precios-fecundacion-vitro-espana-85809325.html.)
En
Estados Unidos los honorarios para un solo ciclo de FIV abarcan
costos de medicamentos, cirugía, anestesia, ecografías, exámenes
de sangre, procesamiento de óvulos y espermatozoides, almacenamiento
y transferencia de embriones. El costo total exacto de un solo ciclo
de FIV varía, pero puede equivaler a más de $ 12,000 a $ 17,000”.
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish /ency/article/007279.htm,
consulta del 16-7-14)
Actualmente
para abaratar costos algunos especialistas utilizan supuestas
donaciones de óvulos en países pobres como Rumania y una vez
fertilizados son llevados de vuelta a los EEUU, reduciendo gastos
sustancialmente, lo cual incluye suficientes óvulos
fertilizados para varios intentos.
El
asunto es prometedor para esta “industria” si consideramos que la
gran mayoría de americanos que son infértiles buscan ayuda cerca de
su hogar. Un pequeño número, sin embargo nadie lleva un registro
oficial, está buscando ayuda en lugares como Sud África, Israel,
Italia, Alemania y Canadá donde los costos son muchos más bajos.
Están
transformando el turismo médico en turistas de fertilidad por el
mismo precio de un ciclo de FIV en USA, pues el paciente puede
hacerse el tratamiento en Ciudad del Cabo, tener unas hermosas
vacaciones al mismo tiempo y aun así llevar dinero de regreso. La
pregunta es: ¿está en capacidad la seguridad social de cualquiera
de estas naciones de enfrentar el negocio? ¿Qué controles reales
existen para que el interés privado no desplace el interés
colectivo de los asegurados dentro de la seguridad social por el
interés particular y los jugosos honorarios? Se omite, por el
momento la otra, discusión de fondo, relacionada con la técnica del
FIV, respecto a la vida humana, los depósitos de células madres y
el tráfico de tejidos. Lo cierto de momento es que Kathryn
Butuceanu ya fue mamá después, eso sí, de pagar $ 72 mil.
www.semanariouniversidad.ucr.cr/
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