Frente
a lo incierto del proceso que se ha seguido para identificar los problemas de esta pandemia
coronavirus, se presenta a continuación una entrevista (*) a algunos
profesionales integrantes del equipo de olibar Consultores, quienes dan su visión sobre el rol de los
expertos y de los métodos utilizados en su resolución.
Omar Villanueva Olmedo
(*) Entrevista realizada con colaboración de Monserrat Fuenzalida Bustamante
Estudiante Periodismo UNIACC
P. ¿Cuál es para Uds. el papel que juegan
los expertos para enfrentar la actual pandemia?
R.
En
primer lugar hay que saber qué es un experto. Según el diccionario de la RAE
“es una persona especializada o con grandes conocimientos en una
materia” o “experimentada en algo”. En el medio en el que nos desenvolvemos se
dice de alguien que sabe de una materia, sabe trabajar con ella, ha logrado
resultados con la aplicación de sus conocimientos y esos resultados son
positivos o efectivos y además los ha aplicado varias veces y sus logros son
considerados superiores a lo que se acostumbra. El profesor Anders Ericsson, de
la Universidad de Florida fue considerado un “experto en expertitud” y decía
que se lograba con 10.000 horas de práctica o con 10 años de trabajo sostenido
en un campo. Por su parte, para Acumen International para tener éxito en una
materia se requería: unos conocimientos y expertitud histórica demostrable, ser
reconocido por sus pares como experto con resultados concretos, además de tener
competencias en diferentes técnicas y, muy importante, tener un gran despliegue
de habilidades en “humanistics help” y liderazgo para trabajo en equipo con
actores muy diversos.
En
segundo lugar, la pandemia actual nace por “un problema de enfermedad”. Y si se
le pidiera, según entendemos, por ejemplo, a un experto en Análisis y
Resolución de Problemas del tipo Kepner y Tregoe, él probablemente preguntaría:
¿Cuál es el problema? o ¿Qué no está funcionado bien? y
luego “buscaría las posibles causas de ese mal funcionamiento”. A
riesgo de ser poco preciso, en este caso el experto diría que: (1)
hay algunas personas que se enferman por un nuevo virus, algunas de las cuales
fallecen, (2) el virus lo producen algunas personas que los expulsan de
su boca o mucosa y que cuando llegan a otras personas se pueden introducir
al cuerpo por su boca, por su nariz o por sus ojos contagiándose
o porque sus manos hayan tocado superficies infectadas. El
contagio puede afectar de diferentes maneras la salud de una persona,
desde no tener síntomas hasta fallecer. Y como el contagio se ha extendido
a muchos países sería una pandemia.
Por
lo tanto, este experto diría que si el virus es lo que causa la enfermedad o
“es lo que hace que ocurra un mal funcionamiento de la salud de una
persona o grupos de estas y que, además, como no se puede eliminar la
causa” la solución más inmediata es que: “hay que convivir con el problema
y aplicar formas para que no se produzca el contagio entre personas”. Además,
“cuando se tenga una vacuna efectiva se podrán evitar muchos enfermos por
contagios”.
A
su vez, en este proceso de análisis de situación del problema será, sin duda,
necesaria la participación de otros expertos en diferentes especialidades en salud
y “no solo de una enfermedad en particular”.
Pero
también es fundamental concluir que hay que informar en forma amplia y
precisa, a todas las personas de la comunidad, sobre las maneras de
contagiar y contagiarse para evitar enfermarse y afectar a otras personas
(educar, capacitar, entrenar, acreditar). Y en esta tarea se requiere la
presencia de otro grupo de expertos: educadores, publicistas, comunicadores,
antropólogos, sociólogos, estadísticos, digitalistas, etc. para que se les
comunique y se les enseñe a todas las personas, por diferentes medios de
enseñanza y de comunicación, lo que tienen que hacer para evitar contagiarse y no
contagiar y no llegar a sufrir una enfermedad que puede ser mortal. Y,
verificar por medio de encuestas u otros medios si las personas conocen lo que
tienen que hacer (y no hacer) que si saben aplicarlo para no contagiarse ni
contagiar.
Es
decir, en una situación de salud, más que de enfermedad, como la presente
debieran participar muchos diferentes expertos y de distintas materias si
pretenden resolver el problema.
P. ¿Están diciendo que al inicio del virus
no existían expertos en el tema? Y… ¿Cómo se enfrentó esta situación entonces?
R.
Como usted comprenderá al terminar el año pasado cuando se supo que existía un
nuevo virus, desconocido hasta ese momento, era imposible que
existiera un experto en la materia, pero si había expertos que habían
anunciado que el peligro existía porque ya se había reconocido la existencia de
más de mil virus y sus principales orígenes.
Escuche,
nosotros no hemos tenido participación alguna en la dirección este proceso
y si por lo que hemos sabido se ha insistido mucho en la presencia de
“expertos”, lo cual es bueno dependiendo, del currículo de éxitos y de fracasos que
tengan; pero en este tema específico suponemos que no había ninguno. Y
bajo esa premisa el resultado inicial tendría que haber ser sido sino difícil,
a veces caótico, porque cuando se trata de juntar a un grupo de expertos, en
diferentes materias, para resolver un problema complejo y con un proceso por
delante aún bastante desconocido, hay que esperar un tiempo para que
sintonicen, si es que lo logran. Y es por eso que las autoridades eligen a un
experto que haga de líder y en la mayoría de los casos de alguna rama de medicina
curativa y no de la salud u otro campo profesional.
P.
¿Y Uds. hablan de esta pandemia como expertos?
R.
Nuestra experiencia no es en pandemias, nuestro mayor trabajo, desde hace años,
es asistir a diferentes empresas e instituciones en el empleo del conocimiento
intersticial, que es una forma de desarrollo de conocimiento global que se
caracteriza por: (1) sus dos diferentes planos y por sus métodos de
trabajo y de experimentación, (2) que se basa en el principio de que en el
universo todo está relacionado, (3) que es posible obtener nuevos conocimientos
por medio de la combinación particular de los conocimientos ya disponibles y
(4) a partir de los hallazgos obtener conocimientos sobre innovación y
desarrollos que no se logran con el método un científico tradicional basado en
expertitudes singulares.
P.
¿Y eso que tiene que ver con la pregunta anterior?
R.
Que en el caso de esta pandemia no se ha
aplicado el conocimiento intersticial en cuestión y no sabemos qué tipo de mapa
se utilizó (objetivos o lograr, estrategia, planes y recursos humanos y materiales
a emplear) para “definir cuál era el
real problema” y decidir los equipos de trabajo y las etapas a seguir desde
inicio a fin de la pandemia en un país.
Entendemos
que los gobiernos en general han optado por el camino o “estrategia” de centrar
la atención principal en “el contagio”, como se ha hecho en casi todo el mundo,
y tratarlo como un tema de enfermedad (y no de salud de la población) y a
partir de ahí reconocer que en la medida que se extiende y es creciente el
contagio se deberá atender temas que se relacionarán con una multitud de otras
profesiones (logística, economía, informática, kinesiología, bioquímica,
seguridad, sicología, arte, urbanismo, etc.), cada una con sus conocimientos y
sus expertos respectivos.
A
modo de ejemplo, dado que hay contagios aplicarán: (1) diferentes caminos
para evitarlos o reducirlos y (2) cuando se producen desplegarán una batería de
acciones táticas de muy diferente carácter sanitario con medidas de
prevención, mascarilla, antiparras, distanciamiento, lavado de manos, test de
PCR, cuarentena, hospitales y personal especializado, ventiladores,
ambulancias, transporte aéreo, y luego seguir con las materias con las que se
va relacionado todo lo anterior como disponer de los servicios básicos, fijar
estrictas restricciones de diferente tipo para la población, hasta llegar a
ingresos para desempleados, canastas, multas, cárcel, etc. y etc.
Lo
anterior está produciendo un fuerte impacto en la economía en general
y doméstica particular para las personas. Y resultado de la cuarentena
prolongada: asistencia a la población con dinero y alimentos, y todo lo que
sigue en términos de logística, servicios públicos, etc. por su parte los
políticos toman posiciones y se promueven leyes para diferentes materias, cada
día mayores si es que el problema se extiende en el tiempo, y se afecta
así seriamente a la producción, la educación, al empleo, el comercio exterior,
la minería por mencionar a unos pocos.
Y
Ud. se habrá dado cuenta que, dado que el problema no está en condiciones de
ser resuelto, sino que se trata de aminorarlo, se deben tomar medidas como
cerrar los negocios no indispensables o esenciales, producir quiebras, otorgar
créditos, endeudarse y otras acciones que lamentablemente por otra parte
incentivan la delincuencia, la violencia, los saqueos y otras externalidades
negativas. Y si se extiende la duración del contagio se puede seguir
restringiendo aún más la libertad y desplazamiento de las personas y de las
familias, con sus graves secuelas de enfermedades físicas y mentales y de
violencia intrafamiliar, y otras complicaciones políticas.
P.
¿Podrían explayarse en vuestro planteamiento?
R.
Decimos que lo que importa es que este amplio conjunto de aspectos afectados
verifica el principio universal de que: todo está relacionado y eso se
muestra porque a partir del “contagio” se moviliza una gama muy amplia de
diferentes singularidades, representadas especialmente por las diferentes
profesiones y expertos y su respectiva mezcla de conocimientos e ignorancias,
incluidas las nuestras.
Si
se pudiera tener una visión completa de todo lo que se ve afectado de cualquier
país como consecuencia del contagio se tendría un gran ecosistema integrado. Éste estará en movimiento
porque las diferentes singularidades intervienen con sus respectivos conocimientos. Pero
el nivel de integración efectiva de todos esos conocimientos e ignorancias es,
generalmente, muy bajo, porque se tiende a producir diferencias en las
prioridades y procesos que esperan los diferentes expertos que se apliquen, en
la asignación de recursos, en los enfoques y soluciones, especialmente porque
se tiene que aceptar reglas muy particulares. Y este aspecto no es menor porque
Ud. ha de saber como que en los conocimientos que se imparten en las
profesiones hay muy poco contenido, o ninguno, sobre integración real de los
conocimientos entre diferentes profesiones o expertitudes vía: inter, intra o
multi disciplinas.
Sin
embargo, desde nuestro punto de vista intersticial, esta integración en
acción para enfrentar una pandemia, aún sin expertos en ella, representa
su primer plano que corresponde al que produce nuevo conocimiento,
que sin quererlo o buscarlo explícitamente, se obtiene por la interacción de
las múltiples singularidades para enfrentarla.
En
el segundo plano sus métodos de trabajo permiten producir conocimiento
intersticial, que se obtiene al confrontar propósitos, características y
objetivos de singularidades o profesiones diferentes, y que como expertos
en el tema de intersticialidad sabemos que es poco probable que esta se utilice
en esta oportunidad para enfrentar esta pandemia ya en retirada.
Finalmente,
se puede esperar que en un futuro cercano con la aplicación del conocimiento
intersticial se pueda poner en acción ecosistemas para enfrentar las nuevas
epidemias, pandemias, u otros problemas complejos, de forma más efectiva y
de menores costos económicos, sociales y humanos.
P.
¿Pero lo que Uds. dicen no asegura un resultado adecuado, ni la comunidad tiene ningún
derecho a opinar o a ser escuchada?
R.
Es poco probable que se haya identificado el conjunto de características o
condiciones que debe tener el proceso pandémico para decir que este ya se
terminó y, por lo tanto, es posible que se alargue el proceso mientras se tenga
las razones y el poder para hacerlo y haya quienes se beneficien de su
prolongación.
Siempre
se puede estar evaluando un proceso como la pandemia, pero, lo que se valorará
a la larga será el resultado final, en relación al que han obtenido otras
sociedades semejantes a la nuestra o más importantes, en cuanto a: tiempo
ocupado, costos sociales y económicos, contagiados, defunciones, efectos
laterales sobre la comunidad de estar tanto tiempo confinados en cuarentenas sin
trabajar, ni estudiar, ni movilizándose, siendo amenazado con sanciones, multas
y cárcel si es que se salen de una regla que son de tiempos anormales. Pero
estas evaluaciones serán constantes desde ahora hasta unos dos o tres años más
y también a largo plazo.
Sin
duda que es difícil que opiniones divergentes como la presente, u otras muchas
que se empiezan a develar, tengan acogida en un proceso complejo centrado
alrededor de la enfermedad, del contagio, porque el grupo de expertos que
participa en el procesos decisional diario, que menciona repetidamente la
autoridad, debe ser limitado por razones particulares, donde probablemente los
que pudieran o debieran abogar por la libertad de las personas, sobre todo por
las de desplazamientos, no deben tener el peso suficiente para eliminar o
reducir las cuarentenas. Pero tampoco se escuchan voces al respecto en la
gama de posiciones políticas nacionales. Tampoco las voces empresariales, sindicales
o del derecho. Muy por el contrario, cuando proliferan posiciones de
algunas autoridades locales: gobernadores, intendentes, alcaldes que como no
tienen resueltos los problemas de hacinamiento y de educación de sus
respectivas poblaciones persisten en la solución del encierro inhumano, en la
negación del desplazamiento de la población a lo largo del país y en propuestas
de endurecimiento de medidas tradicionales y con muy poca innovación a otras
alternativas.
P.
¿Qué opinan de la resolución final del problema?
R.
Al final el costo para el país será de varios puntos del PIB y se volverá a
niveles de vida de varios años atrás. Si cae este año el 9% será como perder el
crecimiento económico de los últimos seis años de Gobierno. Por eso vale la
pena pensar que si se hubiera educado y capacitado a la población, por todos
los medios de comunicación disponibles, sobre lo que había que hacer
para: (a) no contagiarse y no contagiar, y los horrores de los estados
por los que puede pasar un contagiado, de cualquier edad, hasta su muerte más
el dolor de su familia y relacionados y (b) se hubiera enseñado sobre el
comportamiento civil correcto, es decir, enseñando, mil veces, el acceso pleno
a las mascarillas y a su uso, de la distancia y del lavado de manos y disponibilidad
y uso de antiparras se habría evitado así tener que usar la amenaza de
que el que no se somete a las cuarentenas o se desplaza es un enemigo de todos,
y así se hubiera evitado o disminuido los contagios y los fallecimientos.
Epílogo. Y siempre quedará la duda
y muchas preguntas por cierto de si el camino seguido ha sido el más adecuado
en términos de los diversos costos para la comunidad, probablemente por dar
el privilegio al rol de la salud (medicina) sobre el resto de los otros subsistemas
del ecosistema. Esto deja muchas dudas sobre: (a) quiénes se benefician más con
la extensión de la cuarentena y los intereses detrás de las posiciones y
negociaciones (b) cuál será la duración que se le quiera dar a este proceso,
que representa hasta ahora una “cárcel” de más de 120 días para millones en el
mundo y (c) que, además, no tiene fecha de vencimiento ni condiciones
explicitas para su término. Invitamos a los expertos y no expertos a hacerse
estas preguntas y a proponer sus mejores respuestas y hacerse parte de la
solución activa y responsablemente.
Creemos
que a continuación se debe poner el foco
en como volver al trabajo y a los estudios con el menor riesgo posible como
lo están haciendo y ya han hecho muchos países: reinventado, innovando,
emprendiendo y creando muchas soluciones inimaginadas provenientes de esfuerzos
conjuntos de expertitudes diversas y o de la casualidad y seguir avanzando en aplicar
enfoques intersticiales a la solución de problemas complejos.
Cierre. Muchas gracias a los miembros del equipo
por la oportunidad, su tiempo y su aporte sin fines de lucro a esta entrevista.
Ya le informaremos sobre la recepción de la comunidad de estos planteamientos intersticiales
y vuestras interrogantes para enfrentar esta pandemia en el país y el mundo y aplicación
en otros problemas potenciales complejos del futuro.