Por Niko Schvarz: Toda la América Latina y caribeña solidaria con Venezuela
Enviado por Barometro
Internacional el miércoles, 18 marzo, 2015 a las 21:19
El decreto ejecutivo firmado el lunes 9 de marzo por el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que declara una “emergencia nacional” en su país “con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos planteada por la situación en Venezuela” ha despertado en forma inmediata una oleada de solidaridad, de una intensidad pocas veces vista, con la República Bolivariana de Venezuela a lo largo de toda la América Latina y caribeña. No solamente porque es una calificación inaudita, sin el más mínimo asiento en la realidad, ya que Venezuela no representa ninguna amenaza para EEUU, sino que por el contrario ha sido víctima de las maniobras injerencistas del imperialismo norteamericano, y eso desde el golpe de estado de abril de 2002 y el subsiguiente paro petrolero.
Y
de ello deriva precisamente el peligro mayor en estas horas de
dramática tensión: que esta declaración, como sucedió en los
casos de Granada y de Panamá, de Nicaragua y de Haití, entre
otros, sea el preludio de una nueva agresión armada de los Estados
Unidos contra Venezuela.
Esta
orden presidencial implementa la llamada “ley Menéndez”,
promulgada por el presidente Obama el 18 de diciembre de 2014. Dicha
norma, rotulada como “Ley de defensa de derechos humanos y
sociedad civil de 2014 en Venezuela” autoriza la entrega de
15 millones de dólares dentro del presupuesto fiscal 2015 para,
según su texto, “defender los derechos humanos en
Venezuela, apoyar las organizaciones democráticas de la sociedad
civil, apoyar a los medios de comunicación independientes y
reforzar la gobernabilidad y el estado de derecho frente a la
violencia masiva y la represión llevada a cabo por el presidente
Nicolás Maduro contra manifestantes pacíficos en Venezuela”.
O
sea, que en una actitud de intervención descarada, Estados Unidos
le entrega fondos a la oposición venezolana que intenta derribar el
gobierno legítimo. Además, esa ley establecía sanciones para un
conjunto de funcionarios venezolanos, judiciales y militares, que
actuaron contra las “guarimbas” en el año 2014, las que
consisten en congelación de fondos y prohibición de ingreso a
Estados Unidos. La nueva orden presidencial permite que Washington
extienda esas sanciones a otros funcionarios venezolanos si entiende
que están comprendidos en esas definiciones. Claro está, no se
toma en cuenta las 50 personas fallecidas a consecuencia de esas
manifestaciones violentas, los más de 800 heridos y los afectados
de varias maneras en su trabajo y sus estudios.
En
períodos recientes, Estados Unidos ha declarado estados de
emergencia en relación con países como Ucrania, Sudán del Sur,
República Centroafricana, Yemen, Libia, Somalia. Declaraciones
similares se formularon en años anteriores en relación con
Irán, Irak, Siria, Afganistán, y en América con Granada,
Nicaragua, Panamá y Haití. En muchos casos el resultado directo
fue la intervención armada.
La
senadora Mónica Xavier, presidenta del Frente Amplio, declaró que
la injerencia extranjera en Venezuela queda de manifiesto cuando
“cualquiera puede leer la ley Menéndez que otorga 15 millones de
dólares para financiar actividades contra el gobierno venezolano.
Estos hechos son injerencistas”. Las declaraciones fueron
formuladas el viernes pasado, al dar cuenta de las resoluciones
adoptadas ese día por la Mesa Política del Frente Amplio,
sintetizadas en el concepto de que “sin lugar a dudas existe
injerencia de Estados Unidos contra Venezuela”. Agregó que “en
el Frente Amplio somos solidarios con Venezuela y respetamos la
institucionalidad y la autodeterminación. Que otro país plantee
que hay una amenaza es grave”.
En
el mismo sentido, la semana anterior el Secretariado Ejecutivo del
Frente Amplio resolvió respaldar la institucionalidad del gobierno
venezolano y rechazó “los intentos de desestabilización y la
injerencia externa en los asuntos internos” de ese país,
expresando además su “confianza en que los ciudadanos
acusados de desarrollar acciones en contra de la institucionalidad
democrática contarán con todas las garantías jurídicas en el
marco el debido proceso”.
Como
decíamos, después de la declaración de Obama se sucedieron las
expresiones de solidaridad con Venezuela a lo largo de nuestro
continente y en el mundo. En el curso de la 28ª sesión de Naciones
Unidas se vertieron expresiones de amplio respaldo a
Venezuela. El presidente ruso Vladimir Putin manifestó apoyo a la
causa de Venezuela.
El
presidente venezolano exteriorizó su aspiración de que la reunión
de UNASUR, que se estaba gestando en esos momentos, se constituyera
en un anillo protector de la integridad de Venezuela. Ecuador y
Bolivia expresaron su solidaridad con Venezuela, y el presidente Evo
Morales declaró que la amenaza a Venezuela era una amenaza a
América Latina y a la democracia. Cuba expresó su solidaridad
irrestricta, y lo refrendó Fidel Castro en carta personal a Maduro.
Además de la reunión de UNASUR, se señaló que la Cumbre de las
Américas que se celebrará el próximo mes de abril en Panamá
deberá abordar de lleno el tema de Venezuela, y Evo Morales
adelantó su propuesta de que las sesiones fueran públicas.
La
solidaridad con Venezuela se expresó estos días en grandes
manifestaciones en Argentina, en Paraguay, en China (frente a la
embajada de Venezuela en Beijing), en Madrid y en muchas ciudades de
la propia Venezuela. Ziuganov, del Partido Comunista de Rusia, dijo
que Venezuela es el símbolo de los cambios en América Latina. En
grandes manifestaciones en decenas de ciudades de Brasil en defensa
del gobierno de Dilma Rousseff y de la petrolera estatal Petrobras
contra todo intento de privatización, convocadas por organizaciones
sindicales, sociales, estudiantiles y campesinas, estuvo vivamente
presente la solidaridad activa con Venezuela, su pueblo y su
gobierno, siendo particularmente destacable la manifestación
efectuada en Brasilia. Igualmente se celebró en Mangua, Nicaragua
en la noche del viernes un gran acto solidario con Venezuela.
Merece
párrafo aparte el Foro por la Emancipación e Igualdad en América
Latina efectuado en la Argentina, con participación destacada,
entre otros, de los brasileños Leonardo Boff y Emir Sader, y del
mexicano Cuauhtémoc Cárdenas, que expresó apoyo a la causa del
país bolivariano.
El
secretario general de la Asociación Latinoamericana de Integración
(ALADI), Carlos “Chacho” Álvarez, declaró que resulta
sorprendente e inaceptable la declaración del presidente de los
EEUU que pretende señalar a Venezuela como una amenaza inusual
y extraordinaria para su seguridad nacional. “El mundo sabe que
ningún país de América Latina representa una amenaza para la
paz”, señaló C. Álvarez, y recordó que “América Latina y el
Caribe fue proclamada por la segunda cumbre de la CELAC
(Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) como una Zona
de Paz y es por ello que esta actitud (de EEUU) resulta una agresión
inaceptable para la región”. En síntesis, se “solidariza con
el pueblo venezolano, con su legítimo gobierno y rechaza esta
declaración, que es inexplicable y arbitraria”.
De
Maduro a Obama
Apenas
se conoció el decreto ejecutivo de Obama, Nicolás Maduro se
dirigió públicamente al presidente estadounidense preguntándole:
“¿Cómo quiere que se le recuerde, como Richard Nixon y George W.
Bush?”. Destacó las múltiples formas de injerencia de EEUU
contra su país en el último período, hasta el último intento de
golpe de Estado, y afirmó: “El golpe de Estado ha sido derrotado,
por lo cual el gobierno de Barack Obama ha decidido asumir el
liderazgo para derrotar al gobierno de Venezuela”. En esa
alocución, Maduro exhortó a Obama a defender los derechos humanos
de las víctimas de los delitos raciales en su propio país, de los
millones de pobres estadounidenses, así como de los niños que son
deportados y de los privados de libertad en la base de
Guantánamo, en territorio usurpado a Cuba, sometidos a torturas y a
prisión sin juicio.
Al
día siguiente Maduro compareció ante la Asamblea Nacional
unicameral para solicitar la aprobación de una ley habilitante que
le permita afrontar estos actos de agresión, la cual le fue
concedida por casi dos terceras partes de los integrantes del
Legislativo.
Cuando
cerramos estas líneas está reunida la Cumbre de UNASUR en Quito,
capital de Ecuador, para considerar la crítica situación
venezolana. La reunión se iba a celebrar en fecha anterior en
Montevideo, pero no fue posible concretarla por problemas de agenda
de los participantes. Se postergó para el día 23, pero en vista de
la gravedad de la situación imperante se acordó celebrarla el
sábado 14. No dudamos que todos los países de la América sureña
habrán de expresar la más firme solidaridad con Venezuela y el
rechazo a la agresión imperialista.
nikomar@adinet.com.uy
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