Por Bruno Perón: Brasil- Libertades morales, censuras cívicas
Enviado por Barometro
Internacional el martes, 09 diciembre, 2014 a las 15:07
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bi
brasil
restricciones
cívicas
Tenemos
la sensación de que todo pasa y todo puede pasar en Brasil, pero, al
mismo tiempo, de que todo es contenido y todo puede ser reprimido.
Por lo tanto, digo, que nuestro país da lugar a libertades morales,
pero también promueve censuras cívicas. Deformaciones morales,
conviven con restricciones cívicas. Desde esta perspectiva, no habrá
demora para que opiniones, se conviertan en polémicas y tengan
impacto entre los brasileños, como los comentarios a favor de la
justicia que se hacen por el presentador de televisión José Luiz
Datena, y la postura de la periodista Rachel Sheherazade sobre los
linchamientos y la ausencia del Estado. No es necesario hacer aquí
ningún juicio sobre la validez de estas opiniones.
Pronto
aparecerán movimientos sociales de esto y de aquello, asociaciones
de esto y lo otro, defensores de esto y aquello, que se sienten
agraviados por una opinión y desmoralizan a las personas sólo por
lo que piensan y apoyan.
Algo
similar ocurre con personajes desconocidos, que vuelven famosos
porque sus ideas son controvertidas, desafían el orden establecido y
las normas habituales difíciles de cambiar. Este es el caso del
pastor Marco Feliciano y su proyecto de ley, que permite que los
psicólogos “curen” a los homosexuales. Algo similar pasa con las
opiniones de Jair Bolsonaro.
Algunos
temas no salen de la boca de muchas personas, por el riesgo de que se
las juzgue por la severidad excesiva de las leyes, como la
homosexualidad y razas. Muchas discusiones evitan estos temas porque,
como la religión, no se llega a un consenso. Pero en Brasil es peor:
muchos evitan estos temas porque sus puntos de vista pueden ser
censurados.
La
censura también está entre las posiciones de "izquierda"
o "derecha”
A
mi preocupación con el aumento de la censura en Brasil, sumo la
división de opiniones políticas entre las posiciones de "izquierda"
o "derecha", que tienen poco de fructíferas y dificultan
nuestra educación cívica. Se sabe que hay posiciones de personas
dichas de "izquierda" que son conservadoras, y opiniones de
personas declaradas como de "derecha" que son progresistas.
Lo
que más me preocupa en estas interacciones políticas en Brasil, sin
embargo, es el aumento de la censura en los medios de comunicación.
Estos (Internet, especialmente de banda ancha y la red de telefonía
móvil) han permitido el intercambio de información rápido y
abundante entre sus usuarios como nunca habían imaginado. Casi todos
disfrutan estos beneficios. Pero los estadistas han sugerido algo que
se llama "control social de los medios", lo que no está
bien explicado. Entiendo que se necesita mayor responsabilidad en lo
que se escribe y lo que se declara, para evitar que se disipe la
desinformación. Dicha atención se encuentra en un contexto en el
que el lector o el espectador, puede simplemente dar vuelta la página
o cambiar el canal cuando esté en desacuerdo, con estos temas o no
le interese. Así que tengo el punto de vista, de que el control de
las opiniones en los medios de comunicación, parece un método
sofisticado de censura, que un país denominado democrático y libre
no merece.
Los
avances tecnológicos han sido tan rápidos como fascinantes en todo
el mundo. Los brasileños no han sabido manejar las cantidades de
informaciones. Un síntoma de esta falta de gestión de los niveles
de tecnología, pero hay que pensar, que se deben de controlar
las fuentes, en lugar de mejorar la recepción.
Hoy
nos distraemos con aparatos móviles para ver el tiempo, escuchar
nuestra música preferida, realizar operaciones bancarias y enviar
mensajes a la familia, a medida que caminamos en los hogares o nos
transportamos en la ciudad. Tenemos que aprender a lidiar con esta
abundancia tecnológica que tomó a todos por sorpresa, que hace que
circule la información y las opiniones en todo el mundo.
No
creo que sea censura, la manera de mejorar nuestras tendencias
morales, a pesar de que defiendo el respeto al estado de derecho y a
las filosofías jurídicas que nos hacen reconocer como ciudadanos.
Esta es una solución para que nuestra buena formación cívica,
hacia una verdadera libertad moral y ética.
http://www.brunoperon.com.br
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