Por Bruno Lima Rocha: En el Curdistán reside la esperanza del Cercano Oriente y de Asia Central
Enviado por Barometro
Internacional el domingo, 07 diciembre, 2014 a las 16:36
En
tiempos de barbaridades promovidas por la acción del Estado
Islámico de Irak y del Levante (ISIS), la resistencia en Kobane,
tercera ciudad más importante de los curdos, localizada en la
frontera entre la Siria (o lo que de ella resta) y de la República
de Turquía, refuerza la esperanza, de una sociedad no sectaria y
democrática en el Cercano Oriente, y con influencias hasta Asia
Central. Las fuerzas política que intervienen en este proceso,
destaco dos organizaciones políticas y sus respectivas versiones
militares curdas. Una, más antigua, es el Partido de los
Trabajadores del Curdistán (PKK). Otra fuerza son las Unidades de
Protección del Pueblo Curdo (YPG es la sigla a partir de la
original en árabe), con especial destaque por su ala femenina, el
YPJ, compuesto por más de 7000 milicianas.
El
YPG/YPJ es la expresión militar de las fuerzas populares en esta
región, cuyo nombre en curdo, Rojava, ahora recorre el planeta, a
través de portales alternativos. Es la fuerza política que da base
a las organización de los tres cantones de Rojava es el PYD
(Partido de la Unión Democrática). Fundado en 2003 y fruto de las
nuevas conexiones políticas, sociales y de distintos credos
religiosos, derivadas de la reorientación estratégica del PKK,
esta fuerza política tiene la hegemonía de las relaciones de poder
duro en la región y, a partir de esta condición, recibe a los
demás grupos étnico-religiosos en igualdad de derechos civiles,
sociales y políticos.
En
la milicia de mayoría curda, están afiliados combatientes de
diversas confesiones (asirios, yazidis, cristianos, alevis,
armenios, árabes sunitas y chiitas, turcos de izquierda) para
organizar la resistencia en Kobane. El YPG/YPJ no es el brazo armado
del PYD, pero sí son las fuerzas regulares de Rojava como
territorio autónomo – semi-independiente – operando en la
práctica como un auto-gobierno regional desde la rebelión curda de
2012.
La
autonomía de Rojava, se da con la victoria militar de las milicias
del YPG/YPJ, contra fuerzas integristas de la Al-Nusra y del
Ejército Libre de la Siria en la llamada Batalla de Ras Al-Ayn
(Serêkanî en curdo). Esta larga batalla tuvo tres fases, la
primera de 8 de noviembre a 17 de diciembre de 2012, la segunda de
17 de enero a 19 de febrero de 2013 y la tercera, como fase
final fue los días 16 y 17 de julio de 2013. Al final, fue firmado
un acuerdo de cese de fuego con el Ejército Libre de la Siria (FSA
de la sigla en inglés) y reconocida la soberanía curda por la más
importante fuerza de oposición al clan Assad.
Después
del control territorial de más de la mitad de la frontera de la
*esfacelada Siria y con Turquía, los reveses en combates
contra el Frente Al-Nusra (ramificación de la Al-Qaeda en la guerra
civil siria) y contra el ISIS, se estableció organizar la
confederación, en un conjunto de cantones en el Curdistán sirio,
totalizando 5 municipios (cantones), 5 ciudades y cerca de 100
pueblos. En este artículo, nos atenemos a la naturaleza del PKK y
su concepción visible.
En
el análisis que sigue, el tema lo centraremos en la llamada
Revolución de Rojava, como el proyecto político inclusivo y la
democracia directa en el Curdistán.
El
PKK cuando fundado (1974, aún sin esta denominación), contenía
elementos estalinistas, e intentaba ser parte de un vía, de
apoyo de los grupos de izquierda de la región, que también
respondían al esquema, de la Guerra Fría en los países árabes e
islámicos. Cuando de su formación inicial, la denominación del
subtítulo (1978) y el comienzo de la insurgencia contra el gobierno
turco (en 1984), a Turquía aún era dominada por la élite laica,
militar y kemalista. Esta élite, cuya ala derecha promovió
una dictadura de corte *fascista y contenía hordas de
extrema-derecha conocidos como Lobos Grises es compuesta por
seguidores de Kamal Ataturk y la generación de oficiales, que se
creó en el país con la disolución del Imperio Otomano, después
de ser derrotado en la 1ª Guerra Mundial.
En
esa época había un periodo de Bipolaridad, combatir a estas
organizaciones en el Curdistán dentro de Turquía, las que se
planteaban, como mínimo tres objetivos indirectos: - hacer guerra
en el interior de un país miembro de la OTAN; - alcanzar un Estado
cuyas recetas del turismo ya eran importantes; - trabajar dentro de
la comunidad de emigrantes "turcas" (aunque fueran curdos)
dentro de Alemania. Siendo el objetivo estratégico de estas
propuestas, construir un enclave curdo, dotado de una concepción a
la izquierda y con un pasillo libre para las áreas curdas de la
Siria y de Irak. Pero, hay que resaltarse la transformación
ideológica y estratégica de esta fuerza política y su ala militar
HPG (Fuerza de Defensa del Pueblo) desde el cambio de concepción de
su líder histórico.
El
pensamiento corriente del PKK, correcto que atiende a una
orientación casi que filosófica del líder y fundador Abdullah
Ocalan (Apo), basado en el municipalismo libertario cuya visión que
sería es el confederalismo democrático. El proyecto político ganó
cuerpo y vida en la denominada la Primavera Árabe y la denominada
guerra civil siria. Con la fragmentación de la soberanía jurídica
sobre el territorio del Estado gobernado por el clan Assad, hubo la
oportunidad de una insurrección popular, anti-Baath y también
contra los avances del integrismo islámico, financiado por las
monarquías árabes de Golfo.
Hay
de reconocerse dos realidades, una verdad y otra como dificultad.
Comencemos por la segunda; hay algún lapso – sería una
exageración caracterizar como abismo - de comprensión entre el
liderazgo de los miembros del partido legal, en el parlamento turco
(DBP, Partido Democrático de las Regiones) y las fuerzas
guerrilleras del HPG operando en la frontera con la Siria. Ya la
verdad está en la organicidad de las decisiones. En la declaración
del 11º congreso del partido, realizado entre los días 5 y 13 de
septiembre de 2014, con la presencia de 125 delegados de las cuatro
regiones del Curdistán y del extranjero, los conceptos arriba
citados constan como línea céntrica de la organización.
La
Revolución de Rojava tiene oportunidad de ser victoriosa, con el
debido soporte y la reconocida hegemonía del PYD y de las
milicias del YPG y YPJ. Tales estructuras bajo la influencia
directas de PKK y del liderazgo de Ocalan, pueden vencer
militarmente al ISIS, pero no pueden vencer solos. Si esto ocurre,
la disputa siguiente es intentar hacer valer esta realidad
política, en una región donde un Estado secular ya sería un
enorme avance para la humanidad. Las demandas del auto-gobierno de
Rojava, son una especie de estatuto de autonomía regional.
Esta
organización social está sustentada en formas de participación
directa, con igualdad de derechos entre los habitantes de diversas
colectividades étnico-culturales. En esta condición igualitaria,
están los plenos derechos de género, libertad religiosa, pero con
subordinación de estas autoridades para los consejos populares y
las autoridades electas. Entiendo que si estas relaciones sociales
llegan a ser estables, dentro de un espacio geográfico con
soberanía jurídica y con capacidad de autodefensa en todos los
niveles, estaríamos en el límite del posible y deseable dentro del
mundo islámico.
La
superación tanto de la teocracia, como del confesionalismo
político, ya es muy importante, con democracia directa – o aún
semi-directa – y plenos derechos para las mujeres (como veremos en
otros textos de la serie del Curdistán), estamos delante de una
nueva posibilidad de vida en esta sociedad. Dentro de esta lógica,
el PKK es una gran esperanza para los pueblos de Cercano Oriente y
de Asia Central. Estas realizaciones pueden tener condiciones de
influencia mundial.
(www.estrategiaeanalise.com.br
/ blimarocha@gmail.com)
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