Por Diego Olivera: La necesidad de la integración económica y regional en Latinoamérica (Parte 1)
Enviado por Barometro
Internacional el martes, 25 noviembre, 2014 a las 22:12
La
lucha contra la pobreza es parte de la búsqueda de un
desarrollo sostenido
El
gran desafío en América Latina (AL) y el Caribe, es crear
mecanismos de integración económica, la capacidad de las naciones
que componen la región, tanto en materia energética, petróleo,
metales, agua, agricultura, ganadería, permiten conformar una unidad
económica, una suerte de Mercado Común, donde las formas de
intercambio, se establezcan de manera equilibrada, es decir que los
niveles de intercambio, se basen en tasas de créditos accesibles,
como los aranceles, como los plazos de pagos. Tampoco la idea es
obviar los cambios del mercado, porque a nivel global, las reglas de
juego, están marcadas por los grandes monopolios, los efectos de la
crisis en Europa, determinaron graves desajustes en las exportaciones
de países de América Latina.
De
la misma manera, las políticas proteccionistas de EEUU, como sus
crisis interna económica, crean desajustes macroeconómicos, en
países como México, Centroamérica, El Caribe, porque son naciones
que tienen Tratados de Libre Comercio (TLC), que son afectados por
los vaivenes de la economía neoliberal capitalista.
La
diversidad es un factor a tomar en cuenta en la integración de
América Latina, lo cual no podemos obviar en nuestro artículo,
pero el avance en materia de la unidad regional, ha sido demostrado
en los distintos mecanismos de integración, luego de experiencias
nefastas, de la Alianza para el Progreso, entre otras experiencias
importadas de EEUU. En un nuevo intento surgía la propuesta
presentada por George Bush, en una Cumbre en el año 2005 en
Mar del Plata, donde el ALCA (TLC) entró en crisis, a tal punto que
muchos ya lo consideran como un proyecto muerto.
Pero
no fue mera casualidad esta derrota de EEUU, fueron los presidentes
Luis Ignacio Da Silva (LULA), el desaparecido presidente Néstor
Kirchner, como el presidente Tabaré Vázquez, se oponían a la
veracidad de un verdadero libre comercio, pero fueron el desaparecido
presidente Hugo Chávez y Fidel Castro, los que enfrentaron el efecto
devastador, en las economías regionales, creando una mayor
dependencia, a los centros de poder monopólicos de EEUU.
Para
analizar con mayor profundidad buscamos referencias en el SELA
El
Sistema Económico Latinoamericano, elaboro un informe, sobre las
“Perspectivas para América Latina 2014”, el mismo fue realizado
en conjunto por la CEPAL, y el OCDE (Banco de desarrollo de
América Latina), marcando algunos conceptos importantes, para
definir las expectativas a nivel regional. Obviamente muchos de las
sugerencias de estas instituciones, tiene un marcado acento en los
modelos de desarrollo neoliberales, siguen viendo a EEUU, como el
principal socio de A.L., por la cercanías en el área, para evitar
pago de mayores traslados, como aranceles, pero en el fondo busca la
interdependencia a la economía estadounidense.
El
informe enfatiza sobre los logros de la primera década del Siglo
XXI, al señalar que “En la década pasada, América Latina
registró una expansión económica que fue acompañada por
importantes avances en materia de reducción de la pobreza. Entre
2003 y 2012 la región experimentó un crecimiento promedio anual del
4.0%, a pesar de la contracción registrada como consecuencia de la
crisis financiera internacional (2008-09). Dicho crecimiento se debió
principalmente a un escenario internacional favorable, marcado por un
rápido crecimiento del comercio mundial y un incremento en los
precios de las materias primas, que resultó en términos de
intercambio por demás positivos para la región”. 1.
Posteriormente
nos muestra otra tendencia al considerar que “Actualmente, el
escenario internacional se presenta menos favorable como resultado de
la desaceleración en la demanda externa, la moderación en los
precios de las principales materias primas exportadas por los países
latinoamericanos, y la incertidumbre generada por un eventual
endurecimiento en las condiciones financieras y monetarias globales”.
2.
Pero
al mostrarnos el nuevo escenario, los avances en materias sociales,
insiste en los ajustes macroeconómicos, como una variable, al
afirmar que “Si bien el deterioro en los términos de intercambio
en los últimos años continua siendo inferior al promedio de la
década anterior, actualmente existe menos espacio para estimular la
demanda interna, se registran nuevas demandas sociales, y persisten
limitantes estructurales que le restan dinamismo a la región. Las
perspectivas de un menor crecimiento en el mediano plazo pone en
riesgo la consolidación de los avances realizados en la lucha contra
la pobreza y la desigualdad, y hace urgente la adopción de reformas
que promuevan la profundización del mercado regional y permitan a
los países latinoamericanos capturar un mayor desarrollo.” 3.
En
el marco de este estudio se hacen algunas reflexiones menos drásticas
Al
sostener algunas posibilidades, de mantener una relativa perspectiva,
en esta década, refiriendo a América del Sur, al señalar que
“En el caso de América Latina, la situación luce relativamente
manejable. Por un lado, las necesidades de financiamiento externo de
la mayor parte de los países son moderadas, por lo que no se
precisarían ajustes drásticos de la demanda doméstica para mejorar
la cuenta corriente. Sin embargo, los países de Centroamérica y el
Caribe con déficits elevados son en general más vulnerables.
Asimismo, aquellas economías con acceso limitado a los mercados de
capitales globales, podrían verse también en dificultades para
obtener financiamiento adicional”. 4
Para
concluir en esta parte, al sustentar que “En resumen,
el escenario externo que se dibuja para la región sigue siendo
favorable, pero menos benigno que en años anteriores, debido al
menor impulso para las exportaciones de la región que supondrá un
crecimiento global menos pronunciado que en la década anterior, a
los precios de las materias primas en niveles elevados pero sin
perspectivas de mayores ganancias y a condiciones de financiamiento
menos holgadas. Los principales riesgos de este escenario serían un
recrudecimiento de la crisis en Europa, una reducción brusca del
crecimiento en China o un ajuste monetario más rápido de lo
esperado por parte de la Reserva Federal”. 5
En
esta primera parte nos parece importante establecer, que pese a los
efectos externos, como son la crisis en una nueva fase, porque no
podemos calificar como cíclica, como la de 1929, es una crisis que
ha llevado a Europa, a establecer los ajustes más drásticos en el
viejo continente, desde la 2da guerra mundial, es una fase del modelo
neoliberal, que ha creado burbujas financieras, sustentada en grandes
monopolios, que dominan la industria, la banca y el sistema
financiero, además vinculado al gran complejo de la Industria
Militar, principal mercado de ingresos para EEUU y Europa.
Tampoco
podemos cerrar los ojos, ante la dependencia con el sistema económico
mundial, es imposible soslayar la dependencia de los centros de
poder, pero existen posibilidades, de crear una integración
latinoamericana, no en los discursos, en las conferencias, se debe
avanzar en una unidad real, Mercosur, Alba, son referentes de
intercambio. Pero aún subsisten las asimetrías, entre las naciones
más fuertes, del Cono Sur, como entre México y los países
centroamericanos, ni pensar en El Caribe, que mantienen una doble
relación con América Latina y países europeos, como miembros
asociados. Ante esta realidad la CELAC, puede jugar un papel
importante, para construir un desarrollo conjunto de la Región.
Lo
señalado del 1 al 5 son citas o frases del informe del SELA
diegojolivera@gmail.com
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