Leandro Albani: ¿Israel encabeza la invasión y destrucción de Gaza?
Enviado
por Barometro
Internacional el martes, 29 julio, 2014 a las 23:40
Entrevista
a Martín Martinelli
“El
ataque de Israel a Palestina podría ser considerado un crimen de
lesa humanidad”, afirma Martín Martinelli, investigador
especializado en Medio Oriente, quien actualmente desarrolla su tesis
doctoral sobre la identidad palestina.
Entrevistado,
Martinelli (profesor de Historia de las universidades de Luján y de
Buenos Aires) explica la actual invasión militar sobre la Franja de
Gaza, que ya costó la vida de más de mil palestinos y palestinas,
incluidos al menos 192 niños. La nueva avanzada militar israelí,
según Martinelli, “es la continuación de la expulsión de los
palestinos de sus tierras” iniciada en 1948, con la creación e
implantación del Estado de Israel.
Martinelli
también se refiere a las posibilidades reales de una solución para
un conflicto que lleva más de 60 años y en el que siempre Palestina
ha sido castigada. Además, traza algunas definiciones sobre el
Movimiento de Resistencia Islámica Hamas, organización que encabeza
la resistencia contra la ocupación israelí.
-¿Por
qué Israel decidió esta nueva ofensiva militar contra Gaza?
-Cualquier
ataque indiscriminado contra la población civil es condenable. Este
es un crimen de guerra y podría ser considerado un crimen de lesa
humanidad, ya que es la invasión y destrucción de la población
civil. Son vidas y familias palestinas destruidas con graves daños
físicos, materiales y psicológicos que convierten la situación en
calamitosa. Los ataques sobre las casas de familias son ilegales y
constituyen a su vez una demolición de hogares desde el aire.
Lo
que ocurre en Gaza se evidencia como cíclico, repetitivo, ya que ha
ocurrido con diferentes grados de intensidad a lo largo de varios
años. Utilizando diferentes pretextos se bombardea a la población
civil gazatí con armamento de guerra por tierra, mar y aire. La
intención del gobierno de Israel es aplacar una posible unión
política entre Gaza y Cisjordania. Estos nuevos ataques pueden
considerarse una continuación de la limpieza étnica iniciada en
1948 y de la ocupación militar de ese territorio desde 1967. También
es la continuación de la expulsión de los palestinos de sus
tierras, que en parte ya eran asimismo refugiados en la Franja de
Gaza.
-¿Qué
nuevas características se observan en la resistencia palestina?
-En
las últimas elecciones palestinas de 2006, bajo supervisión
internacional, la victoria fue de Hamas, tanto en Cisjordania como en
la Franja de Gaza. Cuando negaron el poder político a Hamas, este
movimiento lo tomó de hecho en la Franja de Gaza. Según fuentes
fiables, Hamas goza de la lealtad de la gran mayoría de los 1,8
millones de habitantes de la Franja. Uno de los objetivos de este
ataque es aislar todavía más la Franja de Gaza, dejar a Hamas en el
poder aunque más debilitado, oponerse a toda posibilidad de unión
palestina y desviar la atención de la ofensiva colonialista
acelerada en Cisjordania.
Mientras
tanto, Hamas desea reforzar su posición en tanto movimiento de
resistencia tras los golpes que ha sufrido como movimiento político.
Desde Hamas se está ofreciendo una resistencia inesperada para
Israel. Por ejemplo, el diario israelí Haaretz advirtió sobre la
lentitud de la misión israelí y la “matanza al por mayor” de
civiles palestinos. Con respecto a las complicaciones que están
teniendo, Haaretz también manifestó que “no hay victoria
posible”. Entretanto, con estos ataques siguen destruyendo las
vidas de miles de familias palestinas. En todo análisis, no hay que
dejar de lado el contexto de ocupación y bloqueo de los territorios
palestinos por parte de Israel desde 1967, además de la expulsión
de gran parte de los palestinos a partir de 1948.
-¿Existen
posibilidades reales de una solución al conflicto?
-Este
conflicto es una “guerra” o más bien una disputa asimétrica con
dos contendientes en condiciones diametralmente opuestas. Por lo
tanto, se necesita un importante cambio de paradigma para que se
logre una solución, lo cual no es imposible sino que es complicado.
Pongamos por caso la indefinición que existe sobre el territorio de
Cisjordania. Aunque vale aclarar que con la presunción de que es un
conflicto de compleja magnitud, esto es utilizado como excusa en pos
de no buscar las soluciones adecuadas al problema. Un ejemplo de
solución podría ser una retirada israelí de los territorios
ocupados palestinos, lo que es intrincado ya que la infraestructura
que Israel construye a diario en el lugar lo dificulta enormemente.
Además,
un acuerdo equitativo entre los palestinos y los israelíes sobre la
forma de compartir Jerusalén y los lugares considerados sagrados
constituiría la pieza central de un acuerdo entre estos dos pueblos,
y la clave para una paz justa y duradera en todo Medio Oriente.
Aunque es difícil augurar si esto, o la creación de un Estado
palestino independiente en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este,
podrían dar solución al conflicto.
Los
palestinos consideran estos territorios como parte de un Estado,
aunque en realidad consideran Palestina a todo el territorio que
formaba parte del Mandato Británico de Palestina (1920-1948), pero
dadas las condiciones impuestas por las guerras de 1948 y de 1967
anhelan, al menos, obtener un Estado independiente en Cisjordania, la
Franja de Gaza y Jerusalén Este, con las dificultades que esto
acarrea.
-¿Cómo
podrías explicar a una organización como Hamás?
-Hamas
es una organización que lo primero que hace es dar ayuda social.
Muchos tienen la idea de que sólo preparan hombres para los ataques
suicidas, pero es un tipo de organización que da ayuda, que está
instalada en el tejido social a través de las mezquitas, ayudando a
la población, y esa es la primera función que las poblaciones ven
en ellos. Hamás gana las elecciones en 2006, que no son legitimadas,
sobre todo por Israel y Estados Unidos, porque consideran como
terrorista a la organización.
-Ahí
tendríamos que ver cuál sería la definición de terrorismo. Porque
desde el 2001 comienza la guerra contra el terrorismo, que es un
enemigo que no está individualizado, no se sabe quién es, entonces
con ese criterio se dice “aquellos son los terroristas,
ataquémoslos”. Ante cualquier divergencia con un grupo político,
se lo acusa de terroristas y son atacados. Siempre hay que tener en
cuenta la ambivalencia de los términos y quién emite ese término.
Noam
Chomsky evalúa, según la misma definición del gobierno de Estados
Unidos, cuál es la connotación que se le da a la palabra
terrorismo. Con ese mismo criterio, los ejércitos de Estados Unidos
e Israel serían terroristas por las prácticas militares y de
intimidación que realizan contra distintas poblaciones. El gran
público en general abreva en la información masiva, entonces dice
que en Afganistán los talibanes son terroristas y se tiende a
homogeneizar o a relacionar con lo musulmán. Entonces los talibanes
son terroristas, fundamentalistas del Islam, de su interpretación
del Islam, que realizan ataques suicidas, que no les importa morir
con tal de matar a otro. Hay un estereotipo que recae sobre los
árabes y sobre los musulmanes: están con turbantes, montados
en camellos y en medio del desierto.
Después
de 2001, es igual pero con un fusil y armado hasta los dientes o con
un chaleco de dinamita. Aclaremos que no todos los árabes (cultura)
son musulmanes (religión) ni todos los musulmanes son árabes.
Hamás
también está muy vinculado a los Hermanos Musulmanes (HM),
agrupación que se funda en 1928 en Egipto. Uno de sus principales
pensadores fue Hasan Al Banna (1906-1949). Lógicamente, en 80 años
de existencia los HM fueron variando desde que surgen como un
movimiento religioso. Hay que tener en cuenta que en Medio Oriente la
religión está relacionada con la política, porque el Islam está
incrustado de otra manera en las relaciones sociales de la cultura
arabo-musulmana. Los HM se mantuvieron ajenos a la práctica
política. Si bien se puede decir que esa ayuda social es una especie
de práctica política, no formaban partidos políticos.
Es
la diferencia cualitativa que vamos a tener a partir de las décadas
del ‘70 y ‘80, y también tiene que ver con el nacionalismo
árabe, o panarabismo, cuando Estados Unidos ve por ejemplo, con
malos ojos a Gamal Abdel Nasser (ex presidente egipcio, fallecido en
1970). Entonces apoya a organizaciones como los HM, al mismo tiempo
la sociedad se encontraba preparada para que haya un vuelco de esas
agrupaciones hacia lo que algunos denominan islamismo o Islam
político.
leandroalbani14@yahoo.com.ar
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