Hugo Ruiz Díaz Balbuena: BRICS y la transición contra hegemónica
Enviado por Barometro
Internacional el martes, 29 julio, 2014 a las 23:25
La recomposición de bloques de poder
Acontecimientos
importantes sacudieron al mundo en el mes de julio: la agresión
israelí contra Palestina, el caos en Irak después de la
agresión norteamericana, la continuación de la ofensiva de los
fondos buitres contra Argentina, conflicto armado
independentista en Ucrania, las nuevas sanciones de Estados Unidos
contra Rusia, el derribo del avión comercial en el espacio aéreo
ucraniano y las acusaciones norteamericanas contra Rusia, continuidad
de la ofensiva norteamericana contra la revolución bolivariana,
entre varios otros.
En
medio de estos eventos, en la región se realizó la VI Cumbre
del BRICS en Fortaleza, Brasil acontecimiento por demás importante y
que reunió a Dilma Roussef, presidenta del Brasil, Jacobo Zuma
Presidente de África del Sur, Vladimir Putin Presidente de
Rusia, Narendra Modi, Primer Ministro de India y Xi Jinping,
Presidente de China.
Se
trata de una reunión-cumbre con características muy particulares:
invitación oficial a Argentina, reunión con la UNASUR y con la
CELAC.
Más
allá de estos hechos, es la primera vez en la historia de la región
que Estados tan fuertes como China y Rusia marcaron una presencia
político-estratégica tan abierta en la región: visitas a Cuba,
Argentina, Brasil, Venezuela, con la firma de acuerdos de cooperación
en varios ámbitos: recursos estratégicos, campo de cooperación
nuclear, cooperación tecnológica, etc.
Un
hecho resaltante y gesto peculiar político de Rusia hacia Cuba: la
condonación de la deuda externa del país caribeño, cuando la
criminalidad financiera internacional, materializada en los fondos
buitres, Elliot Corp y otros, se encuentra en plena campaña de
agresión contra Argentina. Rusia y China evidentemente
apuestan una relación estratégica con América latina,
reposicionándose al mismo tiempo como factores de poder y de
contrapeso en el plano internacional.
El
fracaso de la aventura militar norteamericana en Siria, el
fracaso de la ofensiva contra Irán, la imposibilidad de una acción
directa de la OTAN, bajo dirección norteamericana en Ucrania, el
caos imperante en Irak, el proceso de derrota ya casi abierta en
Afganistán, son algunos elementos que hablan de este
reposicionamiento.
América
Latina, con disputas y confrontaciones de varios procesos de
izquierda con los Estados Unidos, con un proceso de integración a
nivel regional sin la presencia directa norteamericana (UNASUR,
CELAC, ALBA, MERCOSUR), aparece, con un Brasil extremadamente
importante, como un elemento clave para una asociación y
cooperación estratégicas.
Uno
de los hechos más impactantes de la VI Cumbre fue la creación del
Banco de Desarrollo, como alternativa a las tradicionales
instituciones financieras internacionales manejadas y controladas por
Estados Unidos y la Unión europea: el FMI y el BM. Este
significativo hecho tiene un carácter estratégico innegable: se
trata de un paso decisivo hacia la reforma profunda de la
arquitectura financiera internacional. Asimismo, es de singular
importancia la creación del Fondo de Reservas.
El
BRICS no se limitó a ello. En la Declaración de Fortaleza,
documento final de la cumbre, incursionó en temas no sólo
económicos sino que se extendieron hacia temas políticos
internacionales trascendentales, lo cual le da el carácter de bloque
de peso en las relaciones internacionales.
En
primer lugar, los Presidentes manifestaron una ácida crítica hacia
el FMI y el BM, por la que se pone igualmente en cuestión todo el
orden económico-financiero internacional en manos de ciertos Estados
que imponen a nivel planetario, incluso por la violencia, la agresión
y la ocupación territorial, sin excluir conspiraciones y golpes de
Estado en varios países, su modelo social único y excluyente.
En
segundo lugar, una censura explícita a las aventuras guerreras
norteamericanas. Ante el caos sembrado por los Estados Unidos a nivel
planetario recuerdan la necesidad de la paz internacional, la
solución pacífica de los diferendos internacionales, el
respeto del derecho internacional y de la soberanía y la
independencia de los Estados, sin obviar el rechazo a los actos y
acciones unilaterales por parte de Estados Unidos.
En
referencia al problema israelo-palestino, en medio de la sangrienta
agresión israelí, reafirma que la solución del conflicto pasa por
el cumplimiento de las resoluciones adoptadas por la ONU. Es decir,
que Israel debe terminar con la ocupación retirándose de los
territorios palestinos según las fronteras de 1967 así como la
aceptación del Estado Palestino ya hoy reconocido como tal por más
de sesenta Estados.
La
Declaración reafirma el derecho soberano de Irán al uso pacífico
de la energía nuclear destacando el proceso de diálogo entre Irán
y el Grupo de los Cinco más uno (Alemania).
Con
pocas dudas podemos afirmar que estamos ante el rediseño del mapa
geopolítico y geoestratégico mundial. Esta recomposición se da
por la acción y tomas de posición sobre cuestiones internacionales
como un bloque fuerte; temas hasta hace poco de la exclusividad de
los Estados Unidos.
Estamos
asistiendo a la consolidación de un bloque que se perfila como un
contrapeso económico y político internacional a la hegemonía de
los Estados Unidos y del sistema neoliberal imperante a nivel
planetario. El rediseño del que hablamos se materializa en dos
bloques, por un lado, un bloque bajo la dirección y liderazgo de
Estados Unidos (con apoyo incondicional de la UE) con su brazo armado
OTAN. Por otro, se perfila otro bloque que juega un papel de primera
importancia en esta transición: la cada vez más estrecha
cooperación entre Rusia y China, donde el BRICS, conjuntamente con
otras iniciativas, marcan una nueva línea divisoria. No sólo un
proyecto contra-hegemónico, sino ya un proyecto con tendencia
hegemónica.
La
recomposición de la correlación de fuerzas está en marcha aun
cuando no podamos hablar de una etapa de confrontación paradigmática
de proyectos sociales a nivel internacional.
Para
la región, para el proceso de integración regional, es todo un reto
y factor de revitalización. Uno de los retos más importantes para
contribuir a la reforma de la arquitectura financiera internacional
es la puesta en marcha definitiva del Banco del Sur al mismo tiempo
de fortalecer la cooperación Sur-Sur intra y extra regional. Un tal
paso podrá contribuir para que la región se consolide,
conjuntamente con los procesos de cambio en varios países, como
bloque de peso en las relaciones internacionales.
hugordb@gmail.com
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