martes, 29 de julio de 2014

Hugo Ruiz Díaz Balbuena: BRICS y la transición contra hegemónica


Hugo Ruiz Díaz Balbuena: BRICS y la transición contra hegemónica

Enviado por Barometro Internacional el martes, 29 julio, 2014 a las 23:25
La recomposición de bloques de poder
Acontecimientos  importantes sacudieron al mundo en el mes de julio: la agresión israelí contra Palestina, el caos en Irak  después de la agresión norteamericana, la continuación de la ofensiva de los fondos buitres contra Argentina,  conflicto armado independentista en Ucrania, las nuevas sanciones de Estados Unidos contra Rusia, el derribo del avión comercial en el espacio aéreo ucraniano y las acusaciones norteamericanas contra Rusia, continuidad de la ofensiva norteamericana contra la revolución bolivariana, entre varios otros.
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En medio de estos eventos, en la región se realizó la VI  Cumbre del BRICS en Fortaleza, Brasil acontecimiento por demás importante y que reunió a Dilma Roussef, presidenta del Brasil, Jacobo Zuma Presidente de África del Sur,  Vladimir Putin Presidente de Rusia, Narendra Modi, Primer Ministro de India y  Xi Jinping, Presidente de China.
Se trata de una reunión-cumbre con características muy particulares: invitación oficial a Argentina, reunión con la UNASUR y con la CELAC.  
Más allá de estos hechos, es la primera vez en la historia de la región que Estados tan fuertes como China y Rusia marcaron una presencia político-estratégica tan abierta en la región: visitas a Cuba, Argentina, Brasil, Venezuela, con la firma de acuerdos de cooperación en varios ámbitos: recursos estratégicos, campo de cooperación nuclear, cooperación tecnológica, etc.
Un hecho resaltante y gesto peculiar político de Rusia hacia Cuba: la condonación de la deuda externa del país caribeño, cuando la criminalidad financiera internacional, materializada en los fondos buitres, Elliot Corp y otros, se encuentra en plena campaña de agresión contra Argentina.  Rusia y China evidentemente apuestan una relación estratégica con América latina, reposicionándose al mismo tiempo como factores de poder y de contrapeso en el plano internacional. 
El fracaso  de la aventura militar norteamericana en Siria, el fracaso de la ofensiva contra Irán, la imposibilidad de una acción directa de la OTAN, bajo dirección norteamericana en Ucrania, el caos imperante en Irak, el proceso de derrota ya casi abierta en Afganistán, son algunos elementos que hablan de este reposicionamiento.
América Latina, con disputas y confrontaciones de varios procesos de izquierda con los Estados Unidos, con un proceso de integración a nivel regional sin la presencia directa norteamericana (UNASUR, CELAC, ALBA, MERCOSUR), aparece, con un Brasil extremadamente importante,  como un elemento clave para una asociación y cooperación estratégicas. 
Uno de los hechos más impactantes de la VI Cumbre fue la creación del Banco de Desarrollo, como alternativa a las tradicionales instituciones financieras internacionales manejadas y controladas por Estados Unidos y la Unión europea: el FMI y el BM. Este significativo hecho tiene un carácter estratégico innegable: se trata de un paso decisivo hacia la reforma profunda de la arquitectura financiera internacional. Asimismo, es de singular importancia la creación del Fondo de Reservas.
El BRICS no se limitó a ello. En la Declaración de Fortaleza, documento final de la cumbre, incursionó en temas no sólo económicos sino que se extendieron hacia temas políticos internacionales trascendentales, lo cual le da el carácter de bloque de peso en las relaciones internacionales.
En primer lugar, los Presidentes manifestaron una ácida crítica hacia el FMI y el BM, por la que se pone igualmente en cuestión todo el orden económico-financiero internacional en manos de ciertos Estados que imponen a nivel planetario, incluso por la violencia, la agresión y la ocupación territorial, sin excluir conspiraciones y golpes de Estado en varios países, su modelo social único y excluyente.
En segundo lugar, una censura explícita a las aventuras guerreras norteamericanas. Ante el caos sembrado por los Estados Unidos a nivel planetario recuerdan  la necesidad de la paz internacional, la solución  pacífica de los diferendos internacionales, el respeto del derecho internacional y de la soberanía y la independencia de los Estados, sin obviar el rechazo a los actos y acciones unilaterales por parte de Estados Unidos. 
En referencia al problema israelo-palestino, en medio de la sangrienta agresión israelí, reafirma que la solución del conflicto pasa por el cumplimiento de las resoluciones adoptadas por la ONU. Es decir, que Israel debe terminar con la ocupación retirándose de los territorios palestinos según las fronteras de 1967 así como la aceptación del Estado Palestino ya hoy reconocido como tal por más de sesenta Estados.
La Declaración reafirma el derecho soberano de Irán al uso pacífico de la energía nuclear destacando el proceso de diálogo entre Irán y el Grupo de los Cinco más uno (Alemania).
Con pocas dudas podemos afirmar que estamos ante el rediseño del mapa geopolítico y geoestratégico mundial. Esta recomposición se da  por la acción y tomas de posición sobre cuestiones internacionales como un bloque fuerte; temas hasta hace poco de la exclusividad de los Estados Unidos.
Estamos asistiendo a la consolidación de un bloque que se perfila como un contrapeso económico y político internacional a la hegemonía de los Estados Unidos y del sistema neoliberal imperante a nivel planetario. El rediseño del que hablamos se materializa en dos bloques, por un lado, un bloque bajo la dirección y liderazgo de Estados Unidos (con apoyo incondicional de la UE) con su brazo armado OTAN. Por otro, se perfila otro bloque que juega un papel de primera importancia en esta transición: la cada vez más estrecha cooperación entre Rusia y China, donde el BRICS, conjuntamente con otras iniciativas, marcan una nueva línea divisoria. No sólo un proyecto contra-hegemónico, sino ya un proyecto con tendencia hegemónica.
La recomposición de la correlación de fuerzas está en marcha aun cuando no podamos hablar de una etapa de confrontación paradigmática de proyectos sociales a nivel internacional.
Para la región, para el proceso de integración regional, es todo un reto y factor de revitalización. Uno de los retos más importantes para contribuir a la reforma de la arquitectura financiera internacional es la puesta en marcha definitiva del Banco del Sur al mismo tiempo de fortalecer la cooperación Sur-Sur intra y extra regional. Un tal paso podrá contribuir para que la región se consolide, conjuntamente con los procesos de cambio en varios países, como bloque de peso en las relaciones internacionales.
hugordb@gmail.com

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