Leandro Albani: Buscando excusas para arrasar Palestina
El
asesinato de tres jóvenes israelíes desató una ola de ataques militares
contra Palestina. El pueblo de ese país resiste nuevamente los
bombardeos y la represión. Una nueva excusa que permite la muerte de
decenas de palestinos.
Esta vez fueron las muertes de tres
adolescentes. Aunque todavía no se conoce con claridad la
responsabilidad en el asesinato de los jóvenes israelíes, el gobierno de
Tel Aviv nuevamente tomó una decisión conocida: el recrudecimiento de
los ataques militares a Palestina, principalmente contra la población de
la Franja de Gaza, sumado al arresto masivo de persona.
El pasado lunes 6 de julio, el Ejército
israelí encontró los cadáveres de los estudiantes Naftali Frenkel (16),
Gilad Shaer (16) y Eyal Yifraj (19), secuestrados y asesinados el 12 de
junio. Automáticamente, el primer ministro de Tel Aviv, Benjamin
Netanyahu, declaró que el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás “es
el responsable y Hamás pagará el asesinato de los niños”.
Hamás, que recientemente acordó una
administración de unidad con la organización Al Fatah que dirige la
Autoridad Palestina (ANP), gobierna desde el 2006 la Franja de Gaza,
territorio de apenas 360 kilómetros cuadrado en el cual habitan más de
un millón y medio de palestinos. En esa porción de tierra, los
pobladores son asediados de manera sistemática por las tropas israelíes y
víctimas de operativos de gran escala, como fue “Plomo Fundido” en
2008-2009, que dejó como saldo más de 1.300 palestinos muertos.
Luego de anunciarse la aparición de los
cadáveres en un descampado entre la localidad de Jaljul y la ciudad de
Hebrón en Cisjordania, Hamás negó su responsabilidad en el hecho. A su
vez, el gobierno israelí acusó como sospechosos a Marwan al Qawasme y
Amer Abu Eisha, dos ex presos palestinos. Al conocerse esta noticia, sus
familiares expresaron que Israel inventó la versión y así tener una
excusa para justificar un nuevo ataque contra Palestina.
Hasta ahora, las autoridades hebreas no
han podido ubicar a los supuestos sospechosos y tampoco presentaron
pruebas concretas sobre sus responsabilidades en los asesinatos.
¿Quién pone los muertos?
La desaparición de los jóvenes desató
los ataques israelíes contra territorio palestino. La agencia Prensa
Latina afirmó que en la represión israelí contra la población civil en
Cisjordania y Jerusalén dejó nueve personas muertas y decena de heridos,
mientras que en la Franja de Gaza fueron asesinadas otras 14 personas,
“nueve de ellos durante un bombardeo al amanecer”.
A su vez, las fuerzas de seguridad de
Tel Aviv realizaron feroces arrestos. El jueves pasado, la cancillería
palestina indicó que desde el 12 de junio pasado 640 palestinos fueron
encarcelados, de los cuales once son diputados y 241 menores de edad.
Por su parte, Hamás aseguró que el número de detenidos se eleva a
ochocientos.
La difusión de los arrestos cometidos
por las fuerzas israelíes se conoce al mismo tiempo que un informe
efectuado por el Euro-Mid Observer for Human Rights, que reveló que
desde 2010 Israel ha detenido a casi tres mil niños y niñas palestinas,
entre los 12 y 15 años, que fueron sometidos a torturas físicas y un 25%
de ellos juzgados en tribunales militares. De esta manera, Israel viola
la Convención de los Derechos del Niño, ratificada por Tel Aviv en
1991.
EIBM o la excusa del imperialismo
La semana pasada, cuando el gobierno
israelí ya había encontrado la excusa para arremeter contra la Franja de
Gaza, las agencias de noticias internacionales informaron que un grupo
denominado Seguidores del Estado Islámico en Bayt Al Maqdis (EIBM)
asumió la autoría del hecho. Esta organización, de la que no se tienen
antecedentes, se pronunció aliada del Estado Islámico de Irak y el
Levante (EIIL), grupo terrorista que opera en suelo sirio e iraquí, y
poco tiene que ver con las principales organizaciones políticas
palestinas, Al Fatah y Hamás. Sobre estos dos grupos, el EIBM manifestó
que son “organizaciones humilladas” que han “vendido la religión en
beneficio de la política”. EL EIIL es responsable del asesinato se
cientos de personas en Siria y profesan una rama del islam ortodoxo,
además de ser apuntado como un grupo financiado por Estados Unidos, las
monarquías del Golfo Pérsico y Turquía, con el objetivo de generar
desestabilización y buscar una mayor injerencia de la Casa Blanca en la
región.
La venganza
Luego del asesinato de los jóvenes
judíos, Mohamed Abu Khdeir, palestino de 16 años, fue secuestrado,
torturado, quemado vivo y asesinado la semana pasada. El diario israelí
Haaretz señaló que seis personas fueron detenidas por el hecho, de los
cuales tres confesaron estar implicados en el crimen. Todos los
arrestados son extremistas judíos.
Aunque Netanyahu se comunicó con los
familiares de la víctima y les expresó que “impacto” que le produjo el
“crimen atroz”, es conocido que el Estado de Israel impulsa la anexión
de tierras palestinas a través de colonos judíos, en su mayoría
extremistas. Esta metodología, denunciada y rechazada en el seno de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), permite que los colonos
ingresen en las casas de los pobladores palestinos y los expulsen con
violencia. Pese a los pedidos de la ONU para que Israel detenga este
mecanismo, Tel Aviv continúa impulsando la construcción de viviendas en
tierras palestinas.
En declaraciones a la prensa, la madre
de Mohamed Abu Khdeir fue contundente con sus palabras: “No tengo paz en
mi corazón. Aunque han apresado a quienes dicen que han matado a mi
hijo, sólo van a responder unas preguntas y luego los pondrán en
libertad. ¿Para qué? Que los traten igual que nos tratan a nosotros. Que
derriben sus hogares y los detengan igual que hacen con nuestros
hijos”.
Fricción en Tel Aviv
Si bien Netanyahu ordenó los ataques
contra Palestina, en el gobierno de Tel Aviv se observan diferencias que
llevaron al actual canciller y miembro del partido Israel Beiteinu,
Avigdor Lieberman, anunció que su organización ha roto la alianza con
Likud, el partido gobernante. Igualmente, Lieberman seguirá en su puesto
ministerial, aunque declaró a la agencia AFP que “no es ningún secreto
que hay desacuerdos fundamentales que ya no permitan el trabajo
conjunto. Nos separaremos y haremos una facción separada”.
Por supuesto, la diferencia entre ambas
organizaciones no tiene que ver con la cacería desatada contra los
palestinos, sino con la negativa de Netanyahu de efectuar una operación
militar de gran escala contra la Franja de Gaza. Para Lieberman, se
debería lanzar una incursión por tierra y aire, similar a la “Operación
Escudo Defensivo” cuando en 2002 Israel atacó militarmente Cisjordania.
La misma historia
En 1974, el periodista Rodolfo Walsh
escribió una serie de crónicas sobre Palestina, publicadas en el diario
La Opinión. Luego de viajar a Líbano y a los territorios palestinos
ocupados, Walsh remarcaba que Israel sostiene “un perpetuo estado de
‘represalia’” contra los palestinos y mantiene una “propaganda que
empieza a volverse torpe describe cada acción de sus fuerzas como
respuesta a un acto de terrorismo”. Y agregaba: “el palestino despojado
de su patria se ha convertido en agresor, la víctima en verdugo”.
Esta situación relatada por Walsh no ha
cambiado; todavía más, se ha profundizado e Israel siempre tiene una
excusa bajo su manga para continuar con su permanente invasión en suelo
palestino. Los hechos, irrefutablemente, lo demuestran.
leandroalbani14@yahoo.com.ar
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