Por Carmen Victoria Montes: Reconocimiento histórico de un crimen de Lesa Humanidad
Enviado por
Barometro Internacional el miércoles, 12 agosto, 2015 a las 21:33
El
genocidio Armenio
El
24 de abril de 2015, se cumplieron 100 años genocidio de Armenia,
calificado por muchos historiadores como el primero del siglo XX. Se
estima que cerca de un millón y medio de armenios perdieron sus
vidas, al llevarse a cabo actos de limpieza étnica, por parte del
Imperio Turco-Otomano. Esta matanza ha sido olvidada de la historia
mundial y muchas personas desconocen el exterminio sufrido por este
pueblo y la impunidad que aún persiste.
La
República de Armenia se encuentra ubicada en el sur del Cáucaso.
Este país fue el primero en declarar el cristianismo como religión
oficial en la segunda mitad del Siglo III. Comparte frontera al oeste
con Turquía, al norte con Georgia, al este con Azerbaiyán y al sur
con Irán y la República Autónoma de Najicheván de Azerbaiyán.
Los armenios vivieron sometidos al yugo del Imperio Otomano desde
1375 hasta la creación de la República en 1918. Los otomanos
disputaban el control del territorio con la Rusia Zarista y los
Persas.
El
contexto internacional presente en 1915, año que inicia la masacre
contra el pueblo Armenio, fue la Primera Guerra Mundial y el derrumbe
del Imperio Otomano, también conocido como Imperio turco otomano. En
Turquía un grupo de oficiales llamados los Jóvenes Turcos, que
luego se autodenominó Comité de Unidad y Progreso, se unió a
Alemania para combatir a los Aliados. La propaganda turca de ese
entonces mostraba a los armenios como saboteadores y como una "quinta
columna" al servicio de los rusos. Bajo estas consideraciones el
pueblo Armenio (cientos de intelectuales, religiosos, profesionales y
ciudadanos destacados),fueron sujetos a deportaciones,
expropiaciones, secuestros, tortura, masacre e inanición. La gran
mayoría de la población Armenia fue forzosamente removida desde
Armenia y Anatolia a Siria, donde una gran parte de la población fue
enviada al desierto para morir de hambre y sed. Mujeres y niños
fueron raptados y brutalmente abusados. Toda la riqueza del pueblo
Armenio fue expropiada. Después de menos de un año de calma al
final de la Primera Guerra Mundial, las atrocidades contra el pueblo
Armenio fueron reanudadas entre 1920 y 1923, donde los restantes
armenios fueron víctimas de más masacres y expulsiones.
Sobre
el genocidio Armenio, existen testigos que afirman haber presenciado
las deportaciones y las atrocidades cometidas contra el pueblo
Armenio, entre ellos, destacan diplomáticos y ciudadanos de los
Estados Unidos, Alemania, Rusia, árabes de Siria. Igualmente
oficiales turcos fueron testigos de la masacre mientras tomaban parte
de ésta. Dieron sus testimonios bajo juramento en los tribunales de
posguerra donde se sometió a juicio a los Jóvenes Turcos,
organizadores del Genocidio Armenio.
La
Comunidad Internacional también ha reconocido esta matanza como un
genocidio. Hasta la fecha más de 22 países del mundo han expresado
su reconocimiento entre ellos, Argentina, Bélgica, Bolivia, Canadá,
Chile, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Lituania, Holanda,
Polonia, Rusia, Eslovaquia, Suecia, Suiza, Uruguay, el Vaticano y
Venezuela. Uruguay fue el primer Estado en reconocer la causa del
pueblo de Armenia, en 1965.
El
Papa Francisco condenó recientemente el crimen y lo calificó como
el primer Genocidio del Siglo XX y “una tragedia inaudita”.
Esta condena generó ataques verbales y amenazas por parte del
gobierno turco de Tayyip Erdogan, quien considera que no existen
pruebas que vinculen al Imperio Otomano con el exterminio de la
población armenia.
De
la misma manera las Naciones Unidas, parlamentos nacionales y
regionales se han unido a la causa del pueblo Armenio.
-En
1985 la Subcomisión de Derechos Humanos de la ONU reconoció el
Genocidio Armenio, como un crimen de lesa humanidad. Los crímenes de
guerra y de lesa humanidad no prescriben, es decir, no cesa la
responsabilidad penal por el transcurso del tiempo.
-
El presidente del Parlamento alemán, Norbert Lammert, reconoció, en
el mes de abril de 2015, el "genocidio" armenio, utilizando
por primera vez ese término para calificar los hechos impulsados por
el Estado turco contra la población armenia. Lammert se refirió a
la muerte de millón y medio de armenios en 1915 como "crimen
masivo" y "limpieza étnica" en la que reconoció
además la responsabilidad alemana como aliada de Estambul.
-
El Parlamento Latinoamericano (Parlatino), aprobó el viernes 31 de
julio de 2015, casi por unanimidad (solo una abstención), una
resolución de reconocimiento del Genocidio Armenio. Este nuevo
reconocimiento del crimen de lesa humanidad perpetrado por el Estado
turco, se suma a las resoluciones aprobadas por parlamentos
sudamericanos durante este año, como es el caso de la Cámara de
Diputados de Chile, el Senado Federal de Brasil y la Asamblea
Legislativa del Estado de Río de Janeiro.
Por
su parte, los países que no utilizan el término genocidio para
referirse a las matanzas contra los armenios son: Israel, Estados
Unidos, Reino Unido y España.
Turquía,
como heredera política del Imperio Turco Otomano es señalada como
responsable de la matanza, pero este país se niega a reconocer que
haya sido un genocidio y los interpreta como un capítulo más
en el contexto de la Gran Guerra, que había comenzado en 1914. Las
autoridades turcas aceptan que se cometieron atrocidades, pero
rechazan que hubiese la intención sistemática de destruir a los
cristianos armenios. De hecho, afirman que muchos turcos musulmanes
también murieron durante lo que definen como el caos de la guerra.
Cabe
destacar que el genocidio tiene graves implicaciones legales ya que
obliga a Turquía a castigar a los responsables, si están vivos (no
es el caso actual); reconocer formalmente el crimen; e indemnizar a
las víctimas. El Estado turco estaría obligado internacionalmente a
asumir la responsabilidad de los hechos. El artículo
número dos de la Convención sobre Genocidio de 1948, de la
Organización de Naciones Unidas, describe genocidio como las
acciones llevadas a cabo con la intención de "destruir, total o
parcialmente, una nación, una etnia, raza o grupo religioso".
El
reconocimiento efectuado por algunos países al genocidio Armenio ha
generado el rechazo por parte de Turquía. El gobierno turco retiro a
su embajador en el Vaticano y acusó al Papa de "discriminar en
el sufrimiento de las personas". El canciller de Turquía,
Mevlüt Çavusoglu, expresó al respeto: “El Papa desestimó las
atrocidades que turcos y musulmanes sufrieron durante la Primera
Guerra Mundial y sólo resalta el sufrimiento de los cristianos,
especialmente de los armenios.
Años
previos, el gobierno Turco también había reaccionado contra la
posición de Francia y los Estados Unidos en este tema. En 2006,
Turquía condenó la posición del parlamento de Francia, el cual
aprobó una propuesta para declarar como crimen la acción de
rechazar el "genocidio" armenio. En 2012, la propuesta se
convirtió en ley, pero fue suspendida por el más alto tribunal
constitucional de Francia.
De
la misma manera en marzo de 2010, el embajador turco fue llamado por
su país en protesta por la decisión del congreso estadounidense de
aprobar una resolución que tipifica los sucesos como "genocidio".
El gobierno de Barack Obama objetó esta iniciativa y solicitó que
la resolución no fuese aprobada por el Congreso.
La
República de Turquía y la República de Armenia firmaron un acuerdo
en octubre de 2009, para el restablecimiento de relaciones
diplomáticas y la reapertura de su frontera común, aún no
concretado, sin embargo tanto el gobierno de Armenia, como la
diáspora dispersa en países como Francia, Rusia, Líbano, EEUU,
Argentina, las instituciones como el Consejo Nacional Armenio y el
Centro Armenio de la República Argentina continúan su lucha
incansable para tratar de sensibilizar al mundo sobre esta causa.
La
Comunidad Internacional debe continuar apoyando a Armenia en su lucha
por el reconocimiento del genocidio del que fueron víctima por parte
de Turquía. Es importante que los organismos internacionales de
integración tales como: la Unasur, la Celac, Mercosur y la ALBA,
se unan al reconocimiento efectuado por mas de 22 países, además
del Parlamento Alemán y el Parlamento Latinoamericano, entre otros.
Es difícil que la Organización de las Naciones Unidas (ONU),
obligue con una Resolución a Turquía a reparar esta deuda
histórica, pues como es bien conocido por muchos de nosotros,
este país es aliado tradicional de EE.UU en Oriente Próximo y
miembro de la OTAN, por lo que cualquier sanción sería vetada.
En
la actualidad las relaciones internacionales y la geopolítica
internacional se han reconfigurado. Los países que históricamente
han sido objeto de injusticias, despojos e intervenciones, como lo
ocurrido en Armenia, encuentran cada vez mas la solidaridad de países
dispuestos a hacerle frente a los atropellos de los países
imperialistas, a fin que se imponga la legalidad internacional, cese
la impunidad y se respete el derecho internacional.
carmenmontesa@gmail.com