domingo, 26 de junio de 2016

Por:Yury Weky Silva Fallujah, un nombre hecho de música convertido en dolor


Fallujah, un nombre hecho de música convertido en dolor 

Autora: Yury Weky Silva

Fallujah suena a música para soñar, suena a pinceles mojados de rosa, tiene olor de especias.

Fa...llu...jah, qué hermoso nombre para cantar, para pronunciar! Su sonido musical nos lleva a imágenes arcádicas. Al nombrarla pareciera que hablamos de conciertos.

Eso sólo es imagen acústica decodificada en la distancia por la armonía que produce al oído.

Fallujah es otra cosa: cuerpos destrozados, rojo en las calles por la sangre derramada , familias exterminadas que gritan y sus gritos estremecen el planeta, es la palabra injusticia que muerde, es la palabra invasión que roe el aire, casas, techos, museos, estalla en cuerpecitos de los niños. Niños con la pregunta dibujada en los ojitos muertos que preguntan a cada habitante del planeta ¿qué hice a Bush, a los norteamericanos para que me desalojaran de mi Fallujah tan pronto?.

Las guerras me producen desde siempre un terrible y raro“ temblor de estrellas” pero no de melancolía como al poeta García Lorca sino de estrellas rotas. Tal vez porque mis raíces se perdieron desde 1850 cuando la guerra entre Austria y Hungría, tal vez el desarraigo que sufrieron mis ancestros al venirse a Caripe, tal vez el no conocer bien mi pasado, tal vez, tal vez …. por esa errancia interior que producen la pérdida del techo hogar primigenio, la pertenencia…. No lo sé….

La guerra es para mí en este momento la nota rota, la canción inconclusa en Fallujah.

Cuando escribí “ Al resplandor de la tristeza” (marzo de 1991) era Irak quien se vestía de luto por el estallido de las bombas y era el yanqui el agresor. Cuando escribí “Cuando una guerra se anuncia “ era el yanqui el oficiante de la matanza prometida para Afganistán y era el yanqui el invasor cuando escribí “Las heridas de la guerra “ (mayo 2003). Irak sangraba nuevamente.

Mis palabras son mi refugio flexible donde quepo yo con mis sentimientos. Puedo entrar y salir, sacar y meter a mucha gente porque el punto de referencia es la vida . No sé si esto lo ha dicho alguien más pero, si no fuera por la palabra hubiéramos sido desgarrados por el llanto ante la guerra.

Los nombres de Bush y de Rumsfeld, también nos conectan con una imagen acústica que suena a matanza , sabe a llanto por los caídos , a rabia y desprecio por los hombres que nombra …y no exonero de culpa al pueblo que los llevó al poder. Estados Unidos es lo que es ante el mundo porque su pueblo lo permite.

El pueblo es el poder de Dios dice el comandante Chávez Frías . Podemos entender que en Venezuela Dios sea el pueblo que quiere desconstruir la vieja estructura política de injusticia para un proyecto social sin excluidos pero, para los estadounidenses que dan poder a quien invade naciones, destruye culturas milenarias, arrasa los pueblos …no podemos creer que Dios sea el pueblo que apagó la música del nombre de Fallujah para convertirlo en dolor .

Tomado del libro:Caminos de Revolución, Caracas, Editorial Talleres de Miguel Angel Garciaaño 2007
pags: 83-84
ISBN980-122474-7
Autora:Yury Weky Silva

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