Una rápida reflexión crítica por izquierda
Después del alejamiento forzoso de la presidente Dilma Rousseff.
Por Bruno Lima Rocha
El Senado brasileño concluyó alrededor
de 6.30 de la mañana de 12 de mayo de 2017 un golpe blanco,
perfectamente orquestado, alejando a presidente reelecta Dilma Rousseff
(PT), por 55 votos a favor del alejamiento contra 22 por el
mantenimiento en el cargo. Con esta votación, el PMDB llega al poder por
la tercera vez de forma indirecta. Antes con Tancredo Nieves y José
Sarney en 1985, en el retorno de Itamar Franco para el partido de
Ulisses Guimarães en 1992 después del impedimento de Fernando Collor de
Mellor y ahora con Michel Temer – vicepresidente reelegido – asumiendo
el Palacio del Planalto por haber sido reelegido en la misma chapa de la
exguerrillera.
Dilma ha recibido 54 millones de votos en 2014 y traía consigo el vicepresidente electo con ella en 2010, a través de una alianza defendida aún en el gobierno por el ex-ministro de la Casa Civil de Lula, José Dirceu de Oliveira e Silva en 2005 y ampliada por la hoy presidente alejada cuando la misma fuera indicada como ministra de la Casa Civil.
Ahora estamos delante de un nuevo
ministerio, acotado (22 pastas ministeriales), un típico pacto
oligárquico con el capital financiero y sacudido por el neoliberalismo
vende patria y gorila, a ejemplo de Mauricio Macri – presidente
menemista electo en la Argentina – tal como el cinismo del Partido
Demócrata con Barack Obama al frente. Constataciones aparte, es
necesario observar el nefasto papel para las izquierdas a través del
pacto lulista (hoy moribundo), papel este protagonizado por el PT en los
últimos trece años y por encima de todo por su líder político y cabo
electoral, el ex-sindicalista que según el propio nunca fue de
izquierda.
No se trata de coherencia libresca o
buscar la perfección de un discurso intelectual estéril y distante de
las realidades sociales. ES justo al contrario. Afirmo aquí que muere y
se deja de matar de ilusión endémica quien cree fielmente en las
instituciones de la legalidad burguesa y más aún, en una base política
mercenaria y derechista. En las palabras que siguen, traigo una
colección de los análisis de los últimos días de gobierno Dilma. La
coherencia, repito, es en el sentido de probar teórica y analíticamente,
la viabilidad del poder del pueblo por arriba de las traiciones
estructurales – como la creencia inexorable en el pacto de clases – y de
las eternas promesas de la democracia – aunque liberal y de
procedimientos – que no caben en el capitalismo y menos aún son
tolerabais por el piso de cima y por los EUA para nuestra América
Latina.
En la víspera del golpe en Senado, El Globo “asesina” la economía política brasileña
El papel de las empresas mediáticas y
conglomerados comunicacionales en la arquitectura del golpe blanco fue
céntrico. La misma centralidad se nota en la plegaria de la agenda
económica a ser implantada por el ministro de la Hacienda del gobierno
golpista, Henrique Meirelles. Este expresidente mundial del Banco de
Boston y ex-presidente del Banco Céntrico durante los ocho años, es
hombre de confianza de los bancos y especuladores del país y tiene el
aval de las editoras de economía.
Un ejemplo de eso se verifica en la
materia del portal G1 y en el periódico El Globo, intitulada “La suma
de todos los errores: Dilma abrió agujero fiscal y comprometió ganancias
sociales: con estímulos artificiales, Dilma dejó PIB retroceder al
nivel de cinco años atrás” (firmada por Flávia Barbosa, en 11 de mayo de
2016). En esta pieza, a Globo prueba de donde viene, traza un libelo
anti desarrollista, miente descaradamente al asociar la expansión de los
gastos públicos sólo con las políticas de subsidio la industria y la
agro-industria , y no comprometiéndose con la extensión de la deuda
pública interna y las ganancias absurdas de la especulación oficial. La
expansión de los gastos cometió, según los economistas consultados –
podría decir los tarados neoliberales consultados – en la materia, como
“pecado keynesiano” o algo semejante.
No hay como mantener política de
crecimiento económico, aún auxiliando el capital tuteando en Brasil, sin
romper las amarras del rentismo. ES simple, de tan simple, nadie
quiebre el obvio. El Globo omite la relación causal más importante,
luego, al omitir el más relevante, MENTE.
Para concluir el mismo enfoque en la
materia; de hecho, para concluir, en red nacional, la editora de
economía de la TV Globo, la periodista Miriam Leitão (en la mañana del
Golpe en Senado) dijo el mismo en el telenoticiero matutino Bom Dia
Brasil: “el mayor problema, la mayor expansión de los gastos no fue con
las políticas sociales y sí con el apoyo la industria y la
agro-industria!”. Pecado keynesiano, tardío, tímido y sin contar con el
apoyo incondicional del empresariado brasileño, que de hecho, no hesitó
en estirar la alfombra de la presidente así que pode. Definitivamente,
nadie mandó la ex-izquierda creer en el pacto de clases.
La farsa de la farsa
Talvez la mayor fragilidad de los
argumentos golpistas sean la motivación jurídica floja. Alegan querer
derrumbar un gobierno “populista y bolivariano” (ojalá fuera!
especialmente el segundo gobierno Dilma, que no lo fue para nada ni de
centro-izquierda); para tal criminalizan el Plan Safra, Plan Cosecha (de
financiación de la agricultura de exportación), criminalizan repases
del gobierno central para garantizar sus políticas, el Congreso autoriza
la expansión de la meta fiscal y después declara ilegal su propio acto;
aceptan con ocasión de venganza política un proceso de impedimento
escrito por una abogada del PSDB, un jurista del PSDB y un expetista que
opera contra su subtítulo desde 2010, Senado indica un relator también
filiado a este mismo partido (el de Fernando Henrique Cardoso) y que
hube cometido los mismos “crímenes” que él relata como crimen; en la
Cámara, 298 diputados que son acusados por crímenes contra la Justicia
aprueban la admisibilidad y después58 senadores de 81 que también están
con temas pendientes delante del Poder Judicial
Quieren derrumbar a los mayores
entusiastas del capitalismo brasileño, comenzando por Lula, que de tan
creyente en el capitalismo nacional resolvió creer y mezclarse con los
capitalistas de aquí. Luiz Inácio Lula da Silva se mezcla con quien no
debía, perdió el rumbo de la pertenencia de clase y vio, bajo la nariz
del Palacio del Planalto, los Estados Unidos y sus sistemas de espionaje
hagan lo que quieran en Brasil en los últimos cinco años. Resultado:
– la cleptocracia a mando del capital
transnacional va a cortar en la propia carne (con los juicios jurídicos y
las penas en contra las grandes constructoras brasileñas, las mayores
transnacionales de capital nacional) y derrumbar el gobierno que más
defendió el capital nacional y traicionó la dimensión combativa de la
izquierda.
¿PT, donde está el populismo?
Propongo una reflexión en forma de
contabilidad de llegada: o como el lulismo acabó con lo que restaba de
combatividad en el PT y asumió el pacto de clases como única salida. Que
hagamos las cuentas. 44 millones de beneficiados en los programas
sociales. 10% de este total dan en 4,4 millones de brasileños y
brasileñas. 1% da en 400 mil personas. Si el PT organizara como fuerza
“populista” uno de cada 100 beneficiados de sus programas, tendría un
poder de veto sobre la base mercenaria en el Congreso y el pacto con los
oligarcas. Si tuviera un organizador social en cada base de 100
beneficiados podría contar con fuerza de movilización permanente, a
ejemplo del que hace el “populismo” en toda la América Latina que lleve a
serio este concepto, con el cual tampoco concuerdo íntegramente. Por
eso es por lo que esta payasada de golpe blanco, de golpe paraguayo no
anda en Venezuela, por ejemplo.
Aquí en Brasil fue todo al contrario.
Prefirieron nada hacer y confiar en la suerte o en el destino o en
cualquier pensamiento mágico. Por eso es por lo que Maduro no cae sin
ton ni son. Porque el chavismo – para el bien o el mal – organizó una
cuota razonable de su base social beneficiada y aplica esta fuerza como
poder de veto por cima de los oligarcas y vende patria. Populismo es
eso; y es menos peor del que el pacto de clases sin poder de veto. Lo
que está ocurriendo en Brasil no fue por falta de aviso.
Última reflexión en la tarde infeliz durante el golpe en Senado
En este último subtítulo traigo una
breve reflexión. Si trata sí de un golpe semi-parlamentarista. La meta
no es sólo la retirada de la presidente Dilma y sí desmontar la red de
garantías constitucionales para la salud, educación, derechos de 4a
generación y el mundo del trabajo. El golpe fue alimentado por una
conspiración de Estado (la llamada república de Curitiba, donde
operadores del mundo Jurídico estuvieron al frente), con el apoyo del
PIG (el llamado Partido de la Prensa Golpista, cuando la Globo cambió su
programación en la tarde de domingo 13 de marzo y en otra ocasión, con
la difusión de la conversación privada de la presidente con el blanco de
las investigaciones) y también con ríos de dinero enviados para lo
Brasil a través de la Fundación Koch y de la Red Atlas para grupos de la
nueva derecha. Luego, hay un vacío de lealtad en el aparato de Estado, y
obviamente, con toda esta conspiración, parece obvio que tanto la
Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN) como los sectores de la Policía
Federal (PF) que no conspiraran en contra la presidente, también saben.
El avance de la agenda retrógrada y del
paquete de leyes regresivas, además del aumento del aparato represivo,
ya conforma una realidad en Brasil inmediatamente en los primeros días
del gobierno golpista de Michel Temer y sus ministros oligarcas,
financistas, reaccionarios, pastores y represores. Parece obvio que hay
urgencia en buscar formas de resistencia y de defensa, no del pacto de
clases del lulismo, pero de formas auténticas y legítimas de democracia
de tipo directo y participativa.
(www.estrategiaeanalise.com.br / blimarocha@gmail.com)
Publicación Barómetro 06-06-16
Los contenidos de los análisis publicados por Barómetro Internacional, son responsabilidad de los autores
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