Elecciones
a la Asamblea Nacional: crisis económica o la falaz “guerra económica”… derrota histórica y grises perspectivas
El
Martes 15 de diciembre de 2015 18:01, Cifo Org <alemcifo@gmail.com>
escribió:
*Manuel
Sutherland
Centro
de Investigación y Formación Obrera (CIFO)
El
Martes 15 de diciembre de 2015 18:01, Cifo Org <alemcifo@gmail.com>
escribió:
*Manuel
Sutherland
Centro
de Investigación y Formación Obrera (CIFO)
La
profunda derrota sufrida por el gobierno bolivariano en la Asamblea
Nacional es sin duda un hecho político contundente que amerita un
análisis profundo. Por razones de espacio, este breve artículo
abordará: lo que consideramos las causas concretas (materiales) del
descalabro, un esbozo de la crisis económica, algunos números de la
contienda electoral y un asomo a lo que puede ser el futuro cercano
del progresismo venezolano.
La
crisis económica más importante del siglo es simplemente… negada
Venezuela
tendrá por tercer año consecutivo la inflación más alta del
mundo, que en 2014 fue (muy subestimada) de 68,5%. La inflación de
2015 ha sido frontalmente ocultada por los organismos estatales,
prohibiendo con denuedo su publicación. En 2015 se prevé que la
inflación sobrepase los tres dígitos, convirtiéndose en la
inflación más fuerte de nuestra historia. Hablamos de: déficit
fiscal de dos dígitos, la caída del 70 % de los precios del
petróleo, el riesgo país a la inversión internacional más alto
del globo (JP EMBI+ 2400 puntos,
2015), la estrepitosa caída del PIB del año anterior (cerca
del 4 %), la cantidad de divisas operativas en las reservas
internacionales más baja del decenio y una tremebunda escasez de
toda clase de bienes y servicios. A todo ello se le suma la fuga de
capitales –en relación con su PIB- más grande del planeta.
Ante
ese deslucido panorama se erige la certeza de que la situación va a
ser más grave. Frente a todas estas evidencias, los planteamientos
del gobierno han sido simplemente negar la existencia de la crisis a
fuerza de ideas conspirativas que por más ornamentos que posean, no
pueden ocultar la gravísima destrucción del poder adquisitivo
obrero y todos los males materiales que la crisis acarrea.
La
peor derrota electoral de cualquier gobierno progresista
A
pesar de semejante crisis, el gobierno realizó un campaña bastante
confiada en el poder de su maquinaria electoral (el PSUV cuenta con
cerca de 7 millones de inscritos y todos los recursos del Estado a
disposición) y en la constante amenaza propagandística que hacía
vender que un triunfo opositor sería la eliminación de todo el
aparataje popular-asistencial de subsidios, prebendas y regalos. El
gobierno no planteó un
futuro mejor, ni la promesa de mejorar o al menos reconocer los
horrendos errores cometidos. Por el contrario, la campaña enfatizó
sus logros, publicitándose como el mejor gobierno del planeta,
haciendo caso omiso al pavoroso devenir económico.
La
oposición se centró en el tema meramente económico, postergando
sus tradicionales idioteces anticomunistas (Ej.: el gobierno te
quitará tus hijos, te obligará a compartir a tu mujer y te va
expropiar la manera de vestir). Los cursis gritos de “libertad”
pasaron a un segundo plano y todo se centró en vender la mentira
de que su triunfo resolvería los gravísimos problemas económicos.
En tal desvarío, candidatos como Tomás Guanipa vendieron la
propuesta de “dolarizar el salario”, y otros prometieron igualar
el salario a una canasta alimentaria 5 veces más elevada que el
salario actual. Entre cada oferta huera y anodina se adjuntó un
fementido universal abstracto, tan vacío como sus exponentes:
“queremos cambio”.
El
seis de diciembre se realizaron los comicios para elegir a los 167
diputados que legislarían hasta el 5 de enero del año 2021. Con una
abstención tremendamente baja
(25 %) para ese tipo de elecciones, el gobierno insuflaba una
“titánica” confianza en los resultados.
En
la madrugada se supo el primer boletín parcial que mostraba una
soberana e impensada felpa de la oposición al gobierno. En
los días subsiguientes se sabrían los demás guarismos que
apuntaban a la peor derrota de gobierno progresista alguno (hasta
ahora).
En
resumidas cuentas:
A.
En la última elección a la Asamblea Nacional (2010) el gobierno
había obtenido 98 curules frente a 65 escaños del antichavismo
nucleado en la MUD.
B.
En las elecciones presidenciales de 2013 Nicolás Maduro había
triunfado con 7.586.251 de votos, apenas 224 mil más que su
adversario, el chavismo ya había perdido[i]
alrededor de 700 mil votos en apenas seis meses.
C.
En estas elecciones[ii]
el chavismo sólo obtuvo 5.615.300 votos, casi 2 millones de votos
menos que en 2013. La oposición creció en apenas en 5 %. Eso
pareciera indicar que buena parte del voto chavista no migró hacia
la oposición.
D.
A final de cuentas la oposición obtuvo 112 escaños contra apenas 55
del gobierno, que pierde en cinco años la bicoca de 43 diputados,
casi el 50 % de sus legisladores.
E.
La oposición obtuvo el 57 % de los votos, pero por la forma
mayoritariamente circuital de la elección, obtuvo el 68 % de los
curules. El chavismo con un nada despreciable 42 % de los votos
obtuvo apenas el 33 % de los escaños[iii].
F.
La estructura de la elección favorece a las mayorías y afianza un
negativo bipartidismo, haciendo imposible la irrupción de fuerzas
alternativas e irrespetando los principios básicos de la
proporcionalidad del voto.
G.
El gobierno apenas triunfó en 6 estados y en ellos la sumatoria neta
de votos favorables apenas alcanzó la cifra de 100 mil votos.
H.
En el Estado Carabobo dirigido por un gobernador bolivariano, Maduro
había triunfado en el 2013 con una diferencia a favor de 15 mil
votos. En esta la elección la derrota fue por más de 205 mil votos.
I.
En el Estado Zulia la diferencia entre votos opositores y chavistas
fue cinco veces más favorable a la oposición. En el distrito
capital la ventaja fue siete veces más grande para la oposición[iv].
J.
En Estados gobernados por chavistas
como Bolívar y Barinas, la oposición aumento su ventaja electoral
en cerca de 400 %[v].
K.
El voto nulo fue protagonista, no por los deseos de anarquistas y
algunos trotskistas, sino porque muchas personas con dificultades
tecnológicas no pudieron expresarse como quisieron.
L.
El sistema electoral venezolano no prevé la posibilidad de que los
electores manifiesten su descontento emitiendo un voto en blanco; al
extremo que para el CNE estos votos deben considerarse como nulos y
un error del elector, pero no una decisión deliberada.[vi]
M.
A nivel nacional hubo la bicoca de 697.947 votos nulos (4,77%)[vii].
Hubo una casi
triplicación
del voto nulo, comparado con la última elección asamblearia. Hubo
muchas denuncias de imposibilidad efectiva de votar por quien
querían, en los sectores de menores ingresos[viii].
N.
En el circuito 3 de Aragua, el oficialismo perdió por apenas por
apenas 82 votos -sobre 158 mil-. En esa circunscripción los votos
nulos alcanzaron la escandalosa cifra de 16 mil. Es probable que
muchas personas afectas al chavismo hayan pulsado los “ojitos” de
la tarjeta del PSUV, pero no la tecla específica que marca el
voto[ix].
O.
En el circuito 4 del Estado Aragua, el favorito Elvis Amoroso también
perdió por siete mil votos, cuando los votos nulos fueron 30 mil.
P.
Para la votación de diputados indígenas, región oriental, la cifra
de votos nulos alcanzó el 20 % de la votación total. Es evidente
que tamaña cifra debe revisarse como un problema en el cual la
población trata de expresarse y su voto sale nulo.[x]
El
gran responsable de la derrota es… la “guerra económica”
“Ha
triunfado la guerra económica (…) el esconder los productos,
encarecerlos, (…) se establecía el precio justo para un
producto y lo escondían todo, a una camisa de vestir le ponen el
precio que le da la gana: 100 mil bolívares, un par de zapatos 60
mil bolívares –el salario mínimo es 16 mil bolívares-“
Presidente
Nicolás Maduro[xi]
Apenas
la rectora del CNE ofreció las resultas, el Presidente Nicolás
Maduro hizo una alocución reconociéndolos. Luego de ello, procedió
a responsabilizar a la “Guerra Económica” (GE) como la causante
del estrepitoso fracaso, ya que –según él- ella desanimó y
doblegó a las bases chavistas, impidiéndoles ir a votar por el
proceso.
En
otras oportunidades he criticado la teoría de la GE. En particular
en una breve trilogía publicada hace unos meses[xii].
En resumidas cuentas diría que:
a)
El contrabando no lo hacen personas que quieren derrocar a Maduro y
que son pagadas por la CIA. Dicha actividad se ha visto incrementada
debido a los enormes márgenes de diferencia entre los precios
regulados por el estado y los precios a los cuales se pueden vender
esas mercancías en Colombia, Brasil, Panamá etc.
b)
Bajo una espiral inflacionaria y al haber precios regulados –donde
ganarían como máximo 30 %, habiendo una inflación anual de 68,5 %
(2014)-, las expectativas indican que los precios van a aumentar, por
ende, es normal que todos los comerciantes prefieran no vender las
mercancías todavía y protegerse de una posible subida de precios. A
eso el gobierno lo llama “acaparamiento”.
c)
Antes de vender las mercancías a precios regulados a la población,
los comerciantes prefieren venderla a restaurantes, clínicas, etc.,
con los que pueden tranzar un precio más alto que el regulado, lo
cual le permite obtener más ganancias.
d)
Buhoneros y minoristas de toda laya pueden negociar con comercios y
fábricas para comprar a un precio por encima de la regulación,
porque ellos pueden revender a un precio robusto sin ningún límite
o control estatal. Vendiendo esas mercancías a buhoneros y
distribuidores ilegales, podrían obtener elevadas ganancias libres
de impuestos.
e)
La "especulación" no es la causa de la subida general del
nivel de precios, es por el contrario su consecuencia. Todas
las economías del mundo han pasado por cuadros inflacionarios
similares al que acaece en Venezuela, de hecho en Alemania la
hiperinflación llegó a hacer que una cerveza costase 4 mil millones
de marcos. Obviamente no había “guerra económica” en Alemania.
En Argentina, Bolivia y Brasil también sucedió lo mismo aun cuando
ningún Presidente de esos países era enemigo de EEUU.
g)
Hay que estudiar las causas estructurales que han hecho de nuestra
economía una víctima recurrente de la inflación. Es de recordar
que en los años noventa, las tasas de inflación llegaron a ser de
más del 100%, ese crecer de los precios fue acompañado por una
severa escasez. Eso sí, a nadie se le ocurrió argumentar que la
inflación era inducida por una GE contra Caldera o CAP.
h)
Aunque parezca contradictorio, los "guerreros económicos"
dicen que la inflación no existe, pero que al mismo tiempo es
inducida. Rizando el rizo, comentan que los empresarios en Venezuela
(restaurantes y quincallas chinas incluidas) siguen las órdenes de
un mando central golpista que es dirigido por el FBI desde Miami,
para forzar a los empresarios a subir los precios de las mercancías,
cosa que encime les conviene porque mientras más inflación –según
ellos- más ganancia (¡!).
En
síntesis:
·
1. La "teoría" de la Guerra Económica (GE) es un
disparate. No se debe atribuir la derrota electoral a algo que no
existe.
·
2. La inflación no le conviene al empresario, mientras más suben de
precio, menos venden, menos ganan y tienden a quebrar porque ya no
pueden reponer inventario y cubrir sus costos. Creer que precios
altos es ganancia alta es prehistórico, es una ilusión monetaria.
Si
la GE fuera cierta habría comerciantes chavistas que no la harían y
vendieran todo barato y surtido. Desgraciadamente las empresas
estatales son las que más escasez tienen. Penosamente, hay que
decirlo, quienes más contrabandean y bachaquean[xiii]
son altos funcionarios estatales que precisamente les conviene que su
gobierno se eternice. Por ende, no lo hacen para derrocarse a sí
mismos, sólo se aprovechan de un súper negocio.
Si
la GE fuese cierta y todos los empresarios destruyen la economía a
propósito, la única solución factible sería la expropiación
radical de todas esas empresas y su control estatal. Sin embargo, los
ideólogos de la GE jamás lo plantean y se contentan con exigir
mayores fiscalizaciones. Tal absurdo se resume a tratar de “regular”
la GE. Mientras tanto, el gobierno “en guerra” les vende dólares
preferenciales a los capitalistas, les ofrece créditos con tasas de
interés real negativa, les ofrece condonaciones de deuda, les reduce
impuestos e imprime mucho dinero inorgánico para luego prestárselo
a tasas ridículamente bajas a la burguesía y ésta pueda comprar
dólares en el mercado paralelo. Vaya “guerra” extraña.
Peor
aún. Si el gobierno dice que la terrible situación económica
actual se debe a la GE, muchos electores pudieron pensar que todos
los problemas económicos se podrían resolver con la salida
del gobierno, ya que eso haría que los empresarios dejasen de
“guerrear” y la economía fluyese libre de crisis.
Si
la GE es la causa de todos los males, el gobierno debería ceder a
los capitalistas y hacer cumplir su voluntad. De tal forma, los
problemas de escasez, inflación y pobreza desaparecerían al
instante. Si el gobierno lleva años “combatiéndola” y cada día
la situación empeora, la solución es la plena conciliación de
clases, pactar y obedecer a los capitalistas en sus exigencias. La
ideología de “guerra económica” es cobarde, liquidacionista y
mendaz.
Grises
perspectivas
Mientras
el gobierno insista en la estólida tesis de la “guerra económica”
no podrá formular ninguna política eficaz contra las causas
estructurales y coyunturales de la crisis económica que se niega a
reconocer. La crisis económica fue la madre de la derrota política
del gobierno.
Si
el gobierno se niega a hacer una autocrítica profunda, la situación
económica debe empeorar, ya que sin ella no se pueden advertir los
dramáticos errores en política económica que empeoraron de manera
catastrófica el natural declive cíclico de la economía.
Mientras
se insista en plantear “soluciones” absurdas e ineficientes como
los mercados a “cielo abierto” para paliar los problemas de
abastecimiento, los problemas deben empeorar. Ni hablar que en esos
mercados los controles se apartan, las mafias entran en acción y la
corrupción se multiplica. Las 10 horas de colas para comprar un
pedazo de cerdo son percibidas con extrema molestia por una población
que lleva décadas acostumbrada a comprar en supermercados y mercados
municipales surtidos, dada nuestra munificente renta petrolera y la
histórica sobrevaluación de la moneda. Las personas que no hacen
las 10 horas de cola compran el cerdo hasta 8 veces más caro. Ambos,
el que hizo la cola y el que pagó mucho más por el puerco deben
sentirse muy amargados.
Aunque
el gobierno se haga el ciego ante la crisis, ésta avanza. Aunque no
la nombre e incluso la prohíba con un ukase, la crisis se
expande y amenaza con destruir el micro poder adquisitivo de la clase
obrera.
El
gobierno, el ajuste y la inmediatez de la crisis
La
inminencia de completar el ajuste macroeconómico más drástico en
la historia de Venezuela, es cada vez más feroz. Cada día que pasa
las cuentas no cierran, se expanden los déficits y los ingresos se
vienen abajo dada la tremenda baja cíclica del precio del petróleo.
Cuando el precio del petróleo subió 9 veces no se ahorró. Más
bien se aumentó el ritmo de gastos, el país se endeudó más y la
base monetaria se expandió en más de 17 mil por ciento
(1999-2015)[xiv].
La esperada por todos, menos por los dirigentes del Estado
venezolano, caída en los precios de los hidrocarburos, mostró la
más absoluta improvisación en el manejo de las cuentas nacionales y
la más lánguida de las irresponsabilidades.
El
devenir de esa situación se fue gestando en el medio de una
reedición de la Venezuela Saudita de 1975-1981, donde los precios
del petróleo también subieron y el estado se dedicó a gastar lo
más rápido todo aquel provento. El resultado fue el llamado
“viernes negro” que en 1983 rompió la ilusión saudí y mostró
la hoz de la pobreza que azotaría al país con fuerza inusitada.
El
año 2016 puede traer consigo el completar del ajuste macroeconómico
más fuerte y anti obrero de nuestra historia. La situación
económica de 1989, año del fatídico 27 de febrero, era menos mala
que la actual. Las devaluaciones y aumentos del tipo cambio que se
plantearon en aquellos tiempos rozaban el 100 % y un poco más. Sin
duda medidas graves y empobrecedoras. En la actualidad las
distorsiones son mucho más grandes. Para ofrecer una dimensión de
la situación, los aumentos en el tipo de cambio y en la gasolina
pueden ser de 4000 % para las divisas y de 20000 % para el
combustible. Si se aumenta el tipo de cambio que se usa para importar
medicinas y alimentos en 4000 % aún quedaría rezagado a ser apenas
un 25 % del precio del tipo de cambio que se transa en el mercado
paralelo. Llenar un tanque de gasolina de 44 litros cuesta apenas 4,5
bolívares. Aumentar en 20 mil por ciento llevaría el precio de
llenar un tanque a 900 bolívares, menos de un dólar del precio al
que se comercializa la divisa en la frontera colombo-venezolana.
Ambos
incrementos, por sólo nombrar un par, tendrían un efecto de
inmediata irrigación sobre todas las demás mercancías, las cuales
deben sufrirían incrementos correlativos de más de tres cifras
largas. Si se abandona el esquema regulatorio de precios, para frenar
la tremebunda escasez, los productos aparecerán, pero vendrán a
unos precios tan altos que convertirán los otrora salarios mínimos
de Venezuela (2008) de 500 dólares, en salarios de 50 dólares,
medidos a tasa oficial.
Es
realmente impresionante la profundidad de la crisis y lo drástico
que se muestran los ajustes capitalistas de la misma, partiendo de la
rotunda negación del gobierno a encabezar una revolución socialista
de verdad, que destruya el poder político y económico de la clase
explotadora. Estando cerrada esa puerta, el ajuste que se avecina se
muestra como la peor pesadilla de nuestra joven república. La
izquierda perdida en su laberinto populista-clientelar se muestra
como una comparsa acrítica del “progresismo”. Hoy está más
desmantelada e inoperativa que nunca. Sin organizaciones sólidas y
blandiendo las ideologías conspirativas más delirantes, es difícil
no prever una verdadera y estructural derrota histórica del
movimiento obrero.
Manuel
Sutherland, Centro de Investigación y Formación Obrera (CIFO)
Twitter:
marxiando Ccs 14/12/2015
[i]
Los resultados de la elección presidencial de 2012 están
disponibles en este link: http://www.cne.gob.ve/
[ii]
La comparación entre una elección asamblearia y presidencial no es
de lo más fructífera. Sin embargo, en las circunstancias de extrema
politización, una comparativa entrambas puede reflejar ciertos
comportamientos puntuales.
[iii]
Datos extraídos de la tabla que publicó Javier Biardeau en su
artículo “6-D:
Fin del “Pote Humo”. No es momento para felicitadores ni
jalabolas” Fecha:
08/12/2015. Disponible en: http://www.aporrea.org/
[iv]
Ambas comparaciones con respecto a las elecciones de 2013
[v]
Ibídem.
[vi]
Martínez, Eugenio. Resultados
del 6D arrojaron aumento de votos nulos. Fecha:
08/12/2015. Artículo disponible en: http://www.elpitazo.com/
[vii]
Ibídem.
[viii]
Pérez, Irving. Votos
nulos pudieron cambiar los resultados electorales en algunos
circuitos. Fecha:
13/12/2015. Disponible en: http://efectococuyo.com/
[ix]
Diputadas y Diputados Lista a la Asamblea Nacional del ESTADO ARAGUA.
Página web oficial del CNE. Disponible en: http://www.cne.gob.ve/
[x]
Diputada
o Diputado por la Representanción Indígena a la Asamblea Nacional
Región Oriente.
Página web oficial del CNE. Disponible en: http://www.cne.gob.ve/
[xi]
Palabras del Presidente Nicolás Maduro en la madrugada del 7 de
diciembre de 2015. Vídeo disponible en:
https://www.youtube.com/watch?
[xii]
En este link, del portal digital Contrapunto, se encuentra la
sintética triada de artículos críticos con la ideología de la
guerra económica: http://contrapunto.com/
[xiii]
Bachaquear es un neologismo venezolano que se aplica a las personas o
empresas que compran mercancías a precios regulados por el Estado y
luego la revenden al precio más alto posible.
[xiv]
Banco Central de Venezuela. Base Monetaria. Disponible hasta 2015 en:
http://www.bcv.org.ve/
__._,_.___
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