Por Norma Estela Ferreyra: Conozcamos el perfil de nuestro enemigo
Enviado
por Barometro
Internacional el sábado, 14 marzo, 2015 a las 22:42
Si
Ud. cree que nuestro enemigo es el presidente Obama, se equivoca.
EEUU
es un país americano, que soporta desde hace muchos años la
injerencia del Sionismo Israelí, aún a costa de su pueblo manejado
psicológicamente a través del terror, como fue el auto atentado del
11S. La llegada de Netanyahu y su discurso en el Congreso
de ese país, fue algo no anunciado a la Casa Blanca y es de
una desfachatez extrema, un incumplimiento del protocolo que puso en
evidencia quién es el que manda en EEUU y en el mundo, lo que
seguramente avergonzó al pobre presidente Obama.
De
modo que no podemos culpar a EEUU, que es esclavo y servil a este
tremendo poder mundial, cuyo primer integrante es el sionismo de
Israel, seguido por unos cuantos, que están a la vista y que son
sus aliados. Más bien, los latinoamericanos deberíamos tratar
de ayudar y liberar a los EEUU de esa esclavitud, que le ha
costado la muerte a 5 de sus presidentes y de muchas personas, que
investigan y descubren esta verdad.
Precisamente,
Miquel Celades es un experto en el 11S y esta vez nos analiza un
nuevo y reciente capítulo: La sospechosa muerte, el mismo día, de
tres periodistas que, gestionando una agencia de creación propia,
habían llegado a pruebas concluyentes sobre el atentado11S
Fallecieron casi el mismo día... tras haber pedido al Kremlin
archivos secretos, la extraña muerte de los tres periodistas que
iban a revelar la terrible verdad del 11-S.
El
presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que tiene pruebas obtenidas
por satélite de la complicidad del gobierno de Bush en el peor
atentado de la historia en territorio norteamericano: el derribo de
las torres gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Y
en esos estaban los tres periodistas norteamericanos que han muerto
en extrañas circunstancias, con horas de diferencia: obtener estos
archivos secretos para emitir un documental. Se trata de Ned Colt,
David Carr y Bob Simón.
Las
cadenas Rusia Today y Telesur apuntan que la primera muerte se
registró el 10 de febrero de 2015: el corresponsal de la cadena NBC,
Ned Colt, de 58 años, murió de un derrame cerebral masivo. (Era
periodista de NBC). El mismo día, David Carr uno de los columnistas
más prestigiosos del The New York Times, murió en el Hospital St
Lukes Roosevelt, después de desmayarse en su oficina del periódico.
No hubo mayor información desde el diario oficialista norteamericano
sobre las causas de la muerte de su cronista.
El
corresponsal, y presentador Bob Simón, del programa 60 Minutos de la
cadena CBS, fue el tercero que murió. Fue el 11 de febrero en un
accidente de tráfico en Nueva York, sobre el que curiosamente el
Departamento de Bomberos, que debió intervenir dijo que los dos
ocupantes del vehículo chocado "tenían heridas que no ponían
en peligro sus vidas". Simón murió horas después en el
hospital. Tenía 73 años y había ganado como periodista más de 27
Premios Emma.
Los
tres periodistas, más Brian Williams, tenían desde este año una
agencia independiente de noticias, y pensaban presentar su primer
documental con "los archivos más secretos del Kremlin",
donde se probaba "indudablemente" la participación del
Gobierno de Washington, en los atentados contra las Torres Gemelas,
de septiembre de 2001.
Philip
Marshall, Autor del libro "El gran engaño", anteriormente
a estos casos, también fue encontrado muerto; A él le han
endosado, oficialmente, el asesinato de sus dos hijos (incluido,
también, el perro de la vivienda) y su posterior suicidio, Marshall
estaba en condiciones de poner al público “información explosiva”
sobre el 11-s. Porque era alguien que había estado metido en
infinidad de operaciones encubiertas de la CIA, un conocedor de todas
las cloacas delictivas de la “inteligencia” norteamericana.
Pero
ya había ocurrido, el turbio suicidio de Michael Ruppert, otro
investigador víctima del 11-s ex detective de la División de
narcóticos del Departamento de Policía de Los Ángeles, fue acusar
en 1995 a la CIA de introducir droga en los barrios marginales de
esta ciudad costera norteamericana.
En
palabras de Timothy White Ingeniero de Telecomunicación, activista
en contra de esta forma de “terrorismo de Estado cognitivo”:
“Miles de ciudadanos comunes de Estados Unidos se han convertido en
víctimas no contractuales de experimentos neurobiológicos de
frecuencias sumamente bajas diseñadas para el desarrollo de sistemas
de armas que pueden supervisar, controlar y cambiar la actividad de
las ondas cerebrales del ciudadano medio. Somos víctimas de una
carrera armamentista tecnológica para el control remoto de la mente.
Hay miles de víctimas específicas en todo el país (EEUU) y el
mundo.
De
acuerdo a este tipo de operaciones, Ruppert pudo ser una víctima, ya
que había denunciado que su oficina fue atacada por microondas y
tuvo que irse en 2006
Me
pregunto: ¿Qué pasará con el autor: Dr. David Ray Griffin* de
Estados Unidos y su libro”115 mentiras sobre los atentados del 11
septiembre”?
¿Y
con Alan Sabrosky? ex profesor de la Escuela Superior de Guerra del
Ejército de EE.UU. y de la Academia Militar de EE.UU., no dudó un
solo momento en proclamar su convicción de que el 11 de septiembre
es una «operación clásica orquestada por el Mosad», operación
llevada a cabo con la complicidad dentro del gobierno estadounidense.
La voz de Alan Sabrosky suena, repercute y se transmite con fuerza
dentro de los círculos de los veteranos del Ejército de EE.UU.,
quienes están asqueados por las infames guerras a las cuales se ven
implicados y deben cumplir, todo esto a causa de una mentira, la
mentira del 11 de septiembre o como fueron también las mentiras de
las armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, es decir mentiras
y más mentiras.
¿Esperaremos
que nos maten a todos? Ya fue Chávez y cuántos otros. Están
queriendo destrozar a Venezuela. ¿Los dejaremos? ¿O preferimos
cruzarnos de brazos?
El
poder mundial y el sionismo están golpeando a la puerta.
normaef10@hotmail.com
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