Por Rafael A. Ugalde Quirós: Manual contra la estupidez.
Enviado por Barometro
Internacional el lunes, 26 enero, 2015 a las 11:35
Costa
Rica
Los
violentos actos terroristas acaecidos recientemente en París,
Francia, contra el periódico satírico “Charlie Hebdo” merecen
la repulsa mundial, con la misma vehemencia con que
debemos condenar el terror como forma de convivencia, no
importa dónde ocurra. Todo manual sobre terrorismo implica siempre
imponer una visión del mundo que termina aceptada por las masas por
el horror, el miedo y la muerte.
Pero
a mí no me traten, por favor, de estúpido, amparándose los
“illuminatiis” en la libertad de prensa para hacerme creer
que el “terrorismo” solo viene de un lado, cuando sabemos que
Occidente, como proyecto económico, ha cometido y sigue cometiendo
horrores.
Francia,
España o Portugal, me parece son las menos idóneos, moralmente
hablando, para levantar la bandera contra el terrorismo, si nos
remitimos a las zanganadas cometidas como potencias coloniales en
África y en América.
Yo
me pregunto: ¿Se condenaron con la misma vehemencia con que
condenamos los atentados contra “Charlie Hebdo” el asesinato de
46 normalistas mexicanos en 2014? No. Ellos no tenían mayor
poder convocatorio que el que poseen los hijos de campesinos.
Tampoco
he visto una protesta encabezada por tantos Jefes de Estados contra
los miles de niños asesinados en Siria o Afganistán por las bombas
de la OTAN. ¿Acaso un bombardeo contra civiles no es un acto de
terror?.
Estados
Unidos en América Latina propiciaron las peores dictaduras que
cometieron actos vandálicos que ponían la piel de gallina al más
pintado, y nada ocurrió en París; España en el pasado
exterminó entre 20 y 60 millones de indios y a menudo solo
recuerdan 20 millones de judíos asesinados por Hitler.
¡Sí¡:
voto por la tolerancia, pero la entiendo distinto a los “iluminatis”,
porque cuando, desde la libertad de prensa, tratamos de imponer
a otros una visión de mundo, no importa cuál sea, satirizando y
haciendo mofa de la fe de otros, somos tan propiciadores de
terrorismo como los otros.
Yo
no soy islamista, pero pienso que sí presentan a Mahoma en una
caricatura teniendo sexo con otro hombre, ello hiere la misma
sensibilidad sí caricaturizamos a Jesús teniendo relaciones íntimas
con una mujer de reputación cuestionada.
Lo
anterior ya no tiene que ver con la libertad de prensa, señores,
sino con un asunto confesional que desde un cómodo escritorio
tratamos de imponer como minoría, a cristianos e
islamistas en todo el mundo.
Y
esto ya no es tolerancia. Por lo tanto, no traten de engañarme: soy
manso, no estúpido.
rafaelangelu@yahoo.com
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