Por Henry Tovar
Con motivo de la independencia de Crimea y su reincorporación a la Federación Rusa, se vuelven a repetir afirmaciones de algunos sectores de la derecha y de la izquierda internacional, conforme a las cuales, la recuperación económica y militar de Rusia despiertan sus ambiciones hegemónicas en Asia Central[1]l
Con motivo de la independencia de Crimea y su reincorporación a la Federación Rusa, se vuelven a repetir afirmaciones de algunos sectores de la derecha y de la izquierda internacional, conforme a las cuales, la recuperación económica y militar de Rusia despiertan sus ambiciones hegemónicas en Asia Central[1]l
Tal afirmación no
parece lo suficientemente clara. ¿Cuáles
regiones de Asia Central despiertan las ambiciones hegemónicas
de Rusia? Pareciera que el interés
de Rusia se centra en preservar su influencia sobre regiones que
hasta 1991 formaron
parte de la Unión de Repúblicas
Socialistas
Soviéticas;
pretención legítima, si se considera y se admite la existencia de
una estrategia norteamericana en Asia Central, orientada a influir
sobre países
periféricos
de Rusia, para aislarla, controlar recursos energéticos
existentes en la zona y eventualmente
destruir a Rusia, como se constata en las afirmaciones de Zbigniew
Brzezinski,
arquitecto de la política estadounidense en esa zona, quien pregona
que el mejor modo de acorralar militarmente a Rusia es
desestabilizando a sus regiones fronterizas [2]
¿Cuáles países
integran el Asia Central? Regiones como: Kazajistán, Kirguistán,
Tayikistán, Turkmenistán y Uzbequistán son, indiscutiblemente,
países de esta zona. En términos históricos también pertenecen a
ella, Afganistán, Pakistán, Armenia, Georgia y el Caucaso. En
consecuencia, nada de lo que ocurra en el Asia Central, puede ser
ajeno a Rusia. Si se considera además, que el islamismo, - religión
predominante en esas regiones,- es un elemento cohesionador,
religiosa y políticamente, cuya dinámica tiende a unificar dentro
de si. En sentido contrario, (o fuera de si), también tiende a
disgregar.
Después
del colapso de la URSS, una parte de los países
de esta zona (antiguas repúblicas
soviéticas) hipotecaron su
independencia, recién lograda, con acuerdos de ayuda económica,
a cambio de prestar su territorio para bases y operaciones militares
en zonas y regiones cercanas a países
en conflicto (Afganistán,
Irak).
Kazajistán
tiene un pacto de asociación
con la OTAN. Tiene una población
70,2% musulmana, 23,7 % de población
es rusa, y 26,2% de población
cristiana, conforme al Censo de 2009. Con una superficie de
2.727.300 km² es el noveno país más grande del mundo (con 6.846
kilómetros de frontera con Rusia). El hecho de que esta república
forme parte del Plan de Acción
Individual de la Asociación
con la OTAN, es tan sólo
un detalle digno de atención,
para comprender por qué nada de lo que acontezca allí
es ajeno a Rusia.
En el caso de
Kirguirtán, es un país que
conforme a Wikipedia, está conformado por más de ochenta grupos
étnicos, con una democracia incipiente y un alto porcentaje de
habitantes de condición nómada y seminómada en proceso de
estabilización política. Se debe recordar “La revolución
de los Tulipanes. Y más
recientemente “La revuelta de Osh” o “revuelta de Kirguistán”
de 2010, en la cual Rusia, tuvo un inexplicable escaso compromiso
inicial con lo que estaba aconteciendo allí.
Pareciera que la Federación Rusa todavía
no está en capacidad de
asumir compromisos más allá
de sus propias fronteras.
En el caso de
Tayikistán, es notorio su
atraso económico, cuya consecuencia inmediata se expresa en el hecho
de que el 20% de su población
subsiste con menos de un dólar
veinticinco por día. Esta
situación lo hace un país
muy inestable. Desde el año
1991 se mantuvo en guerra civil hasta 1997, valga decir, hasta
después de haber logrado su
independencia de la URSS (1994). Esta república
también ha dependido mucho
de la ayuda extranjera para lograr cierta estabilidad política.
Este es uno de los países en
los cuales el Islamismo actúa
como entidad política,
representado a través de
diversos partidos, cuyo propósito
es la construcción de
sociedades islámicas.
Turmekistán
es un país esencialmente
desértico y de origen nómada.
En 2006 se independiza y se constituye en república.
Posee importantes reservas de gas y petróleo,
cuya explotación está
bajo control de Gaspron. Pero junto a ello, parece carecer de una
estructura económica capaz
de sostener cierta estabilidad política
(en el año 2004 el desempleo
fue de 60%). Otra debilidad la constituye su sistema político
de limitada participación.
Tiene una población
mayoritariamente turcomana y musulmana, junto con minorías
rusa, uzbecas, aparentemente marginadas del sistema político.
En Uzbekistan, los
herederos del Partido Comunista, han seguido controlando el poder.
Pero se debe señalar que
Uzbekistán ha sido formalmente un
aliado de Estados Unidos. Ha participado como aliado de Estados
Unidos en Afganistán, independientemente de que luego de descubrir conspiraciones anglo-americanas, su presidente Islam karimov haya reconsiderado reconstruir sus relaciones de buena vecindad con Rusia y decretado su retorno a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC). En
esta república (1991) es
notoría la influencia y el
poder de los movimientos islámicos más
extremos, (su población es
88% musulmana) cuyo accionar se extendido hacia la Federación
Rusa. El elemento de importancia lo constituye el hecho de que su
principal fuente de ingreso lo constituye el gas, seguido de recursos
mineros.
La inestabilidad
política de esta región
(Asia Central), parece estar asociada, en primer término
a las debilidades inherentes al atraso económico,
la fragmentación étnica,
religiosa, y a la debilidad de las estructuras políticas
de esos Estados, lo cual contribuye a las estrategias de penetración
ideológica y política,
sustentadas en esas debilidades, en el marco de la expansión
del imperialismo norteamericano hacia zonas de interés
energético y geopolítico.
Para Andrei Arashev, experto del Centro de Estudios de Asia Central y
Cáucaso, dependiente del
Instituto del Orientalismo de la Academia de Ciencias de Rusia, está
claro el interés
agroeconómico y geopolítico
de los EEUU. A esta modalidad de penetración
política, que algunos casos
reviste formas de ocupación,
la define como, “ocupación
administrativa del espacio espacio post soviético”.
Esta breve relación,
permite comprender la legitimidad política
y el interés que pueden
tener estos países para la
Federación Rusa. En primer
término debemos considerar
que el Islamismo, no es sólo
un fenómeno religioso sino
también político
y cultural, que reviste interés
para cualquier nación, que
no sea esencialmente musulmana, y que estime y desee preservar su
propia cultura. Dentro de Rusia el islamismo es una fuerza religiosa
y política importante, que
se expresa en la existencia de partidos islámicos dentro de algunas
repúblicas de la federación.
En segundo término se debe
considerar el cerco que ha ido estableciendo EEUU en la periferia de
Rusia. Está documentada la
acción teórica,
política y estratégica,
desarrollada por Consejeros del Pentagono y Secretarios de Estado,
después de la disolución
de la URSS, para destruir a Rusia. De modo que parece natural y
lícito que Rusia
estime necesario mantener su hegemonía
en esa región. Lo que no
parece natural es el interés
de Estados Unidos por erigirse en el hegemòn
de esa zona y en el resto del mundo.
Se debe agregar, que
luego del fin de la URSS, el Estado Ruso, ha desplegado una política
exterior pragmática, en
correspondencia con sus diversas limitaciones, la cual, no obstante,
ha sido coherente con determinados principios. A pesar de que ni
Rusia, ni China, apelaron a su poder de veto en la ONU, habría
que pensar de qué modo influyó
la actitud de las propias organizaciones regionales, africanas y
árabes, con respecto a
Libia. ¿Cómo
oponerse a una Resolución aprobada por la mayoría
de los países de la región?
Otro elemento,
contrario a la lógica del
veto, (en términos del
liderazgo y el poder que confiere), y a la política
exterior rusa es el referido al principio de no intervención
externa en asuntos internos, lo cual evidenció
una fisura grave dentro de la visión
de poder, tanto dentro de su región
como fuera de ella. La visión
de Medvedev, sería
la contenerse dentro intereses vitales dentro sus fronteras y sus
áreas de influencia dentro
de su región. Mientras la
visión de Vladímir
Putín expresarían
un enfonque global, cuya evidencia más
reciente fue su crítica de
la resolución a la cual
calificó como una “cruzada
medieval” contra Libia. (Lukianik, 24/03/2011).
Se debe sopesar este
pragmatismo para entender la lógica
de una política que tiene
otros antecedentes (Yugoslavia, Irak). Por ejemplo, no se debe
olvidar la denuncia que hace Putín,
en Rusia, ante la prensa internacional (en presencia Tony Blear), casi
que indignado por la invitación
que le hizo, el entonces primer ministro ingles para repartirse el
botín que esperaban obtener de la guerra contra Irak. Fue un gesto
muy significativo de la política
exterior de Rusia en aquel momento. Tampoco se debe olvidar que la
correlación de fuerzas
dentro del Estado Ruso ha variado con la presencia del presidente
Medvedev, cuya tendencia política,
en materia de política
exterior, es pro-israelí.
contextouniversitario@gmail.com
La fuente básica
de este resumen sobre Asia Central (histórica,
geográfica,
demografica, cultural corresponde a información
existente Wikipedia)
[1] RÍNDETE AL NUEVO IMPERIO | Seres libres para la http://sereslibres.com/2014/03/05/rindete-al-nuevo
[1] RÍNDETE AL NUEVO IMPERIO | Seres libres para la http://sereslibres.com/2014/03/05/rindete-al-nuevo
[1] Ucrania. Crisis política y disputas entre las potencias http://www.pts.org.ar/Las-movilizaciones-que-sacudieron-Ucrania
[2] La monstruosa estrategia para destruir Rusia http://www.voltairenet.org/article123178.html
[2] «La
stratégie anti-russe de Zbigniew Brzezinski», por Arthur Lepic,
Réseau Voltaire, 22 de noviembre de 2004.
[2] ¿Por
qué se mantiene la hostilidad contra Rusia
http://www.voltairenet.org/article181606.html
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