Facundo Escobar: Los saudíes empujando la guerra mundial
Barómetro Internacional barometro, barometro internacional, bi, facundo escobar, medio oriente, terrorismo
Por Facundo Escobar, PIA.-
En
un suceso sin precedentes, violando toda normativa internacional, el
gobAierno
de Arabia Saudí ejecutó a 47 opositores políticos shiitas
acusándolos de terroristas, entre ellos, el prestigioso clérigo y
referente político de la comunidad shiita en la región, el Ayatolá
Nimr al Nimr.
Luego
de la ejecución ocurrida el pasado sábado 2 de enero, manifestantes
en Irán produjeron un pequeño incendio en la Embajada de Arabia
Saudí, exacerbado por la prensa occidental, suceso que sirvió de
excusa a Riad para romper relaciones diplomáticas con Teherán,
aglutinando el apoyo de sus aliados en la región, las dictaduras
minoritarias de Bahréin, Sudán y Emiratos Árabes Unidos,
encaramadas en el poder sustentados en la represión sobre los
shiitas.
La
coyuntura expone, nuevamente, la política de desestabilización que
adoptó el gobierno de Arabia Saudí para la región (y su
sectarismo), desde que el régimen de Al Saud quedó aislado de la
comunidad internacional por su velado apoyo a los grupos terroristas
takfiries, así como las maniobras de sabotaje de los halcones
pentagonales y la ultraderecha que controla el Estado de Israel,
quienes buscan romper el nuevo y frágil equilibrio alcanzado en
Oriente Medio con el balance militar en Siria dado por la
intervención de la alianza entre Hezbollah (que pasa a ser un actor
de relevancia indiscutida en la región) Irán y Rusia que evitó el
aniquilamiento de Siria, y la la firma del acuerdo del G5+1, que
resultó en una República Islámica de Irán con mayor poder.
Esta
nueva provocación de la familia Saúd, que convirtió a su país
dominado por una dictadura minoritaria en el mayor comprador de armas
del mundo durante 2014, evidencia que su integridad política sólo
se sostiene en base a los conflictos continuos, y que busca resolver
sus problemas internos con la escalada de tensiones externas. Así lo
han demostrado poco después de la muerte del Rey Abdulá en enero de
2015 con la invasión a Yemen que todavía continúa.
Construir
al sheij Nimr como terrorista
El
sheij Nimr se había convertido en una importante referencia política
para la minoría shiita de toda la región, especialmente luego de
sus discursos y participación en el movimiento de protestas
pacíficas pro democráticas de 2011 y 2012 en la Provincia del Este
en Arabia Saudí. Poco después fue detenido luego de dar un discurso
donde sostuvo que se debía resistir la violencia del régimen saudí
con la palabra, que era necesario lograr la igualdad y la justicia
para la minoría musulmana shiíta de Arabia Saudí, la igualdad de
derechos para todos los ciudadanos, la necesidad de elecciones libres
y el reconocimiento del shiísmo como una de las escuelas de
pensamiento islámicas.
Desde
entonces, el régimen Saudí, con convicción y complicidad de gran
parte de la prensa internacional y potencias occidentales, se ha
dedicado a propagar una serie de percepciones falaces destinadas a
degradar el historial del sheij Nimr como figura de la oposición en
ese país, construyendo una imagen de terrorista en torno a su
persona, vinculándolo con otros prisioneros ejecutados, acusados de
haber perpetrado o incitado los ataques terroristas en el reino por
parte de Al Qaeda entre 2003 y 2006.
El
sheij Nimr no tenía conexiones con células terroristas y nunca
participó en actividades violentas dirigidas contra el gobierno de
Arabia Saudí o civiles saudíes. Fue ejecutado por colaborar en la
organización de un movimiento pacífico de oposición a la familia
de los Al Saúd, con llamamientos en favor de reformas y la libertad
de expresión, en defensa de derechos de su pueblo y los de la
región; por haber denunciado la opulencia de una familia que saquea
los recursos de su propio pueblo, en un país dominado por una
monarquía absoluta, que teme a las protestas y cuenta con la
protección política de potencias occidentales.
El
sistema legal de Arabia Saudí descansa en la autocracia de la
familia real Saúd. No hay Constitución del Estado. Sólo su
autoridad y decisión es lo que vale. En ese marco, toda oposición
política será condenada como violenta, ilegal y hasta terrorista.
En ese marco es que el sheij Nimr es capturado, para luego ser
juzgado y condenado en el llamado Juzgado Penal Especializado, un
tribunal de seguridad nacional encargado de perseguir los delitos
relacionados con el terrorismo que desde su creación en 2008, que ha
sido utilizado como instrumento para perseguir a numerosos
activistas.
Atacar
a los chiitas
La
ejecución del importante clérigo shiita se produce en una coyuntura
donde la persecución a integrantes de esa vertiente del Islam en los
países donde son minoría ha recrudecido. Nigeria es un caso
testigo. El domingo pasado soldados del ejército de ese país
irrumpieron en la residencia del clérigo shiíta nigeriano Ibrahim
Zakzaky en la ciudad norteña de Zaria, lo detuvieron, asesinando a
un número de sus seguidores, entre ellos sus hijos y su esposa. El
rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, en una conversación
telefónica mantenida un día antes con el presidente nigeriano,
Muhammadu Buhari, había condenado de manera implícita a los shiítas
por realizar, según él, acciones terroristas contra el Gobierno.
Pocos días atrás, el 23 de diciembre de 2015, la organización
Human Rights Watch (HRW) denunció la matanza de unas 300 shiitas
pertenecientes al Movimiento Islámico de Nigeria (IMN, por sus
siglas en inglés) y enterradas en tumbas colectivas, luego de atacar
la mezquita Hussainniya Baqiyyatullah, en el barrio de Gyellesu.
Pocos días después, el 27 de diciembre, un atentado terrorista se
cobró la vida de otros 21 shiitas durante una procesión en la
ciudad norteña de Kana, asumido por la organización Boko Haram.
Organizaciones terroristas y el gobierno de Nigeria parecen compartir
objetivos.
Declaraciones
de Naciones Unidas
El
secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Ban
Ki Moon en un comunicado expresó su profunda consternación por la
reciente ejecución de 47 personas en Arabia Saudí, señalando que
fueron condenados en “juicios que levantan serias preocupaciones
sobre la naturaleza de los cargos y la imparcialidad de sus
procesos”. Tanto Ban como el alto comisionado para los Derechos
Humanos, Zeid Raad Al Hussein, reiteraron su desacuerdo con la pena
capital y recordaron que ya habían alertado a Riad sobre el caso de
Nimr, acusado de liderar protestas antigubernamentales en la
Provincia del Este. Ban, que ha reiterado su postura en contra de la
pena de muerte, ha pedido a las autoridades saudíes que escuchen el
“creciente movimiento en la comunidad internacional hacia la
abolición de la pena capital” y conmuten todas las sentencias a
muerte impuestas, según indican en un comunicado difundido este
mismo sábado.
Arabia
Saudí, escalamiento del conflicto y tensión regional
Luego
de que la muerte del clérigo shiita fuera confirmada, en Teherán,
un grupo de manifestantes atacó la sede diplomática de Arabia Saudí
ocasionando un leve incendio en la puerta de ingreso. Los
manifestantes fueron rápidamente dispersados por las fuerzas de
seguridad iraníes, arrestando a 40 manifestantes, indicó el Fiscal
General Público Abbas Jafari Dolatabadi. El vocero del Departamento
de Incendios de Teherán Jalal Maleki declaró que el fuego de
pequeñas dimensiones fue extinguido rápidamente y no hubo heridos.
En declaraciones públicas el vocero del Ministerio de Relaciones
Exteriores de Irán, Hossein Jaber Ansari, indicó que el gobierno de
Teherán actuó cumpliendo con todas sus responsabilidades, controló
a los manifestantes, y que están comprometidos a garantizar la
seguridad de toas las sedes diplomáticas en el país.
Inmediatamente,
Riad rompió relaciones diplomáticas con Irán. El Consejo de
Seguridad de Naciones Unidas llamó a ambos gobiernos a evitar
acciones que puedan exacerbar las tensiones en la región luego de la
ejecución del clérigo shiita en Arabia Saudí. En una declaración,
los 15 integrantes del Consejo de Seguridad llamaron a ambas partes a
“mantener el diálogo y tomar las medidas necesarias para reducir
las tensiones en la región”. Sin embargo, el Consejo no hizo
mención a la ejecución del Nimr.
La
ejecución del Sheij Nimr significa claramente que toda persona que
se oponga al régimen monárquico, que organice la crítica y se
manifieste políticamente será encarcelada e incluso ejecutada, sin
negociación, solo con enfrentamiento violento. Pero también lleva
un mensaje implícito hacia toda comunidad internacional, incluidos
sus aliados, dejando en claro que no se preocuparán por la opinión
pública internacional ni la opinión del mundo islámico, como ha
quedado también expuesto luego de 10 meses de ataques y crímenes
por parte del régimen saudí sobre Yemen, violando todas las
convenciones internacionales y los principios humanos, ocasionados
por los bombardeos a infraestructuras, hospitales, escuelas, y
poblados, para ocultar su apoyo material y moral a los grupos
terroristas takfiríes en Siria e Iraq, y otras regiones del mundo,
en lo que representa una faceta de lo que algunos describen como la
nueva fisonomía de la guerra mundial.
Facundo
Escobar es Antropólogo y docente en Relaciones Internacionales y
Comunicación (cátedra II) de la Facultad de Periodismo y
Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata, Argentina.
facundoesco@yahoo.com.ar