Por Leandro Albani: ?Parte de la sociedad turca responsabiliza a Erdogan por la violencia?
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por Barometro
Internacional el jueves, 22 octubre, 2015 a las 12:25
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Turquía.
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Tayip
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guerra
en
el Kurdistán
Entrevista
a Manuel Martorell:
El
fin de semana pasado, Turquía se estremeció por un doble atentado
ocurrido en su capital Ankara mientras se llevaba adelante una marcha
por la paz convocada por el movimiento kurdo y otros pueblos del
país. Hasta ahora, más de 100 personas murieron. El ataque no fue
un hecho casual: desde las elecciones del 7 de junio pasado, la
administración del presidente Recep Tayip Erdogan y su partido (AKP)
recrudecieron la represión contra el pueblo kurdo.
“Este
nuevo y sangriento ataque contra el pueblo kurdo no se diferencia
mucho de los atentados de Diyarbakir durante las elecciones de junio
o del de Suruc contra los jóvenes socialistas que iban a Kobani para
contribuir a la reconstrucción de la ciudad”, afirma el periodista
español Manuel Martorell en esta entrevista con Resumen Medio
Oriente.
Martorell,
autor de los libros “Los kurdos. Historia de una resistencia” y
“Kurdistán. Viaje al país prohibido”, analiza también la
irrupción en el escenario político turco del HDP, partido impulsado
por el movimiento kurdo junto a otras organizaciones, que obtuvo 80
escaños en la Asamblea Legislativa, un resultado considerado como un
triunfo histórico.
Con
una situación interna crítica, el próximo 1º de noviembre se
desarrollarán en Turquía nuevos comicios, ya que no se pudo
conformar un nuevo gobierno luego de las elecciones de junio.
-¿Cuál
es el objetivo del atentado ocurrido en Ankara?
-El
objetivo del doble atentado de Ankara es hacer el mayor daño posible
al movimiento político kurdo de Turquía, es un acto de venganza por
el protagonismo y la fuerza que las organizaciones próximas al PKK,
como el HDP o el PYD, están adquiriendo tanto en Turquía como en
Siria. Este nuevo y sangriento ataque contra el pueblo kurdo no se
diferencia mucho de los atentados de Diyarbakir durante las
elecciones de junio o del de Suruc contra los jóvenes socialistas
que iban a Kobani para contribuir a la reconstrucción de la ciudad.
No es necesario que el gobierno de Erdogan explique por qué los
yihadistas tienen tantas facilidades para atentar contra los kurdos
mientras la policía y el ejército se concentran en una vasta
operación militar en el Kurdistán. Erdogan lo dejó recientemente
bien claro: para el gobierno turco el principal enemigo es el PKK y
el Estado Islámico queda en segundo lugar. No hace falta ser un
especialista para comprender por qué la policía turca, tan eficaz
en otros casos, no neutraliza a unos militantes yihadistas que tiene
o ha podido tener perfectamente controlados.
-¿Que
significó la irrupción del partido HDP en la política
institucional de Turquía?
-La
entrada del (HDP) en los ayuntamientos y en la Asamblea Nacional
turca era un gran paso adelante en el proceso de paz iniciado el año
2012 entre el PKK y el Gobierno de Tayip Erdogan, puesto que suponía
el reconocimiento por el Estado turco del grave problema kurdo, la
aceptación de un interlocutor válido para llevar a cabo las
reformas políticas que pusieran fin a la guerra en el Kurdistán,
entre ellas una reforma de la Constitución que garantizara el libre
juego democrático y la diversidad cultural y lingüística de
Turquía. La irrupción del HDP en el sistema institucional era, en
definitiva, una gran oportunidad para la paz.
-¿Cuál
es la razón para que el gobierno de Erdogan haya desatado una dura
represión contra la militancia del HDP y el pueblo kurdo del sureste
de Turquía?
– La
sorprendente victoria del HDP en las pasadas elecciones de junio,
logrando un grupo parlamentario de 80 diputados y, literalmente,
arrasando electoralmente en las principales provincias kurdas, ha
echado por tierra las aspiraciones personales de Erdogan, quien,
desde hace años, ha puesto en marcha una compleja estrategia
política para convertir a Turquía en un sistema presidencial. Tras
ganar el 10 de agosto de 2014 las elecciones presidenciales con casi
el 60 por ciento de los votos, Erdogan estaba convencido de que en
las elecciones generales de junio lograría 400 escaños, más que
suficientes para introducir el presidencialismo en la Constitución
–necesitaba conseguir los dos tercios del total, es decir 366 de
los 550 parlamentarios que componen la Asamblea Nacional Turca-. Tras
esas elecciones, toda su estrategia se ha venido abajo y ahora culpa
de su fracaso político al proceso de paz con el PKK y, más en
concreto, a la tolerancia que ha tenido con el HDP y otras
organizaciones kurdas legales. Ahora pretende destruirlo todo para
que el 1 de noviembre no se repita el fracaso de junio e intenta, a
costa de convertir a Turquía en un baño de sangre, poner fuera del
sistema político al HDP, acusándolo de la reanudación de la guerra
en el Kurdistán. En el fondo, la vasta ofensiva militar que está en
curso en todo el Kurdistán Norte, el clima de guerra y terror y el
retorno a las épocas más duras y tenebrosas de la represión contra
el pueblo kurdo son solo un acto de venganza personal contra el HDP
por haberle roto el sueño de convertirse en el Obama de Turquía.
-Ante
la dificultad de alcanzar alianzas entre los partidos de Turquía,
incluido el HDP, ¿cómo analiza las elecciones de noviembre y lo que
podría suceder?
-El
AKP podía perfectamente haber llegado a un acuerdo de gobierno, o
bien con los ultranacionalistas del MHP o incluso con los
socialdemócratas del CHP, como informaron los principales
responsables políticos de las conversaciones, incluido el primer
ministro turco. Todos dijeron abierta o solapadamente que Erdogan no
quería una coalición gubernamental y que prefería un adelanto
electoral solo cuatro meses después de los comicios celebrados en
junio. Este adelanto electoral es un nuevo capricho personal de
Erdogan con el que una parte de su propio partido no está de
acuerdo. El verdadero problema es que tras las elecciones del 1 de
noviembre nos podemos encontrar con la misma situación o incluso
peor, ya que buena parte de la sociedad turca, aun estando en contra
del PKK, también responsabiliza a Erdogan de la actual escalada de
violencia. Este hecho se ha podido comprobar en varios funerales de
los soldados o policías muertos en combate con el PKK, donde los
familiares y sus allegados han criticado duramente al gobierno y a
las declaraciones de los dirigentes del AKP, incluido el propio
Erdogan, afirmando que si hubiera un sistema presidencial esto no
ocurriría. Todo indica que el 1 de noviembre se pueden repetir los
mismos resultados y que el apoyo electoral del partido islamista que
está en el gobierno puede volver a bajar.
-Ante
un nuevo revés electoral, ¿Erdogan podrían apelar a alguna
estrategia para perpetuarse en el poder?
-Sinceramente
creo que un nuevo revés electoral supondrá el fin político de
Erdogan. Los principales partidos de la oposición turca (el CHP y el
MHP) lo responsabilizan, como ya hace una parte del Ejército y buena
parte de la sociedad turca, de la grave crisis política, humanitaria
y militar por la que está atravesando la República fundada por
Ataturk, siendo uno de los peores periodos de toda su historia. Ni
esos partidos ni otro poderes fácticos, incluido un segmento del
Ejército, le van a permitir que ponga en marcha nuevas maniobras
para perpetuarse en el poder si no alcanza la mayoría parlamentaria
necesaria para gobernar en solitario. Creo que Turquía está abocada
a un acuerdo de gobierno entre varios partidos y ese acuerdo implica
necesariamente el fin de las aspiraciones presidencialistas de
Erdogán.
leandroalbani@gmail.com
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