Por Azalea Robles
La paz con justicia social es un
anhelo de los pueblos del mundo: sumidos en la miseria, la explotación y la
represión que constituyen una guerra permanente contra el desarrollo social y
la vida digna. El sistema capitalista, cuya lógica es monopolizar las
riquezas en pocas manos en detrimento de las mayorías, constituye en sí mismo
una forma de guerra permamente. El gran capital implementa la guerra contra
los pueblos; una guerra económica que asesina cada día a 57.000 personas por hambre, el 90%
de ellas son niños. Según el PNUD 10 millones de personas mueren cada
año debido al hambre o las enfermedades derivadas de la malnutrición; hay en
el mundo más de 925 millones de personas que pasan hambre; y se produce
comida más que suficiente para todos los seres humanos [1]. Jean
Ziegler expresa la
dimensión de esta guerra contra la humanidad: “cada cinco segundos, un niño de menos de diez años muere
de hambre. 57.000 personas mueren de hambre cada día. 1.000 millones de
personas son gravemente invalidadas o sufren secuelas graves por
desnutrición. La agricultura mundial podría alimentar normalmente con 2.200 calorías
diarias a 12.000 millones de personas, y sólo somos 7.000 millones. No existe
una fatalidad objetiva en el hambre. Un niño que muere de hambre es un niño
asesinado. El problema no es la producción sino el acceso, los precios. El hambre es pura violencia
estructural, un orden caníbal del mundo." [2]
En algunos puntos del planeta esta
guerra económica implementada contra las mayorías despojadas y empobrecidas
alcanza su paroxismo más atroz: son los lugares en que el gran capital
acelera la fase de despojo y saqueo, ejerciendo la piratería más arrolladora,
respaldada por la violencia de estados que le son funcionales, por la
violencia de ejércitos mercenarios, de guerras de ocupación. Este paroxismo
capitalista se plasma en países como Libia, el Congo, Irak o Colombia, por
nombrar algunos. En esta serie de textos trataré de plantear algunas líneas
de fondo para el necesario debate que es camino hacia una paz verdadera, con
justicia social. Parto desde la premisa de que el hambre es guerra; la
justicia social es paz.
1. Breves consideraciones sobre
semántica y cultura de ‘aceptación del saqueo’ disfrazada de ‘cultura de paz’
En momentos en que las
contradicciones entre acumulación de capital y supervivencia de la especie y
del planeta alcanzan niveles ostensiblemente críticos, y en que el complejo
militaro-industrial necesita cada vez más guerras para seguir su crecimiento
perverso -y por ello las fomenta a escala planetaria-, aparece como un
imperativo ético y político el análisis de las guerras de manera medular: no
podemos ya contentarnos con las explicaciones postizas y seudo antropológicas
de“son guerras tribales” o bien “no hay cultura de paz en
esos pueblos”: pronunciamientos cuya naturaleza distila colonialismo y
constituye la argucia para evitar ir al centro del problema. Evidentemente
hay plétora de seudo estudios basados en esas premisas cosméticas e
indolentes a ojos de la cruenta realidad de la guerra que arrastra al
sufrimiento a millones de seres humanos. Aquellos que tienen un altísimo
interés en impedir la comprensión de la realidad, y por consiguiente la
posibilidad concreta de transformación de la misma, financian estos tanques
de pensamiento. Sería digno de aguaceros de risas en una representación de
teatro grotesco la existencia de “Estudios de Preservación del Medio
Ambiente” financiados por la industria farmacéutica o petrolera, o
bien la existencia de “Cátedras de Cultura de Paz” cuya
línea se dedica a esquivar el análisis de la raíz de la guerra. Cátedras
impartidas en Europa o EEUU, en países en los que radican las principales
empresas fabricantes de armas, y las depredadoras energéticas: unas cátedras
que se centran en enseñarles a becados provenientes de
países como el Congo, Afganistán, Colombia, etc, la manera de ser más ‘pacíficos’, de‘resolver
los conflictos desde la civilidad’ y de ‘desarrollar una
cultura de paz’, obviando olímpicamente que la guerra y la paz tienen
raíces económicas y se desarrollan en contextos de desigualdad social, y no
son meros asuntos de‘cultura de paz’. Así los países que dedican
millonarios presupuestos en guerras neocoloniales y cuya supremacía mundial
radica en una historia de prácticas colonialistas y genocidas, muy lejanas de
la cultura de paz que pregonan de fachada, imparten cátedras
de asimilación mental a la cultura de la aceptación del
saqueo más desmedido, a la vez que ‘bombardean humanitariamente’ en
su relance colonial. Así los becarios de países que sufren la voracidad
capitalista de las guerras por el saqueo de los recursos y por el
posicionamiento geoestratégico, son adiestrados en la retórica que sirve para
perder de vista el núcleo del problema; es el zorro enseñándoles a
las gallinas con qué salsa deben ser comidas. Sería digno de risas en una
representación de teatro grotesto, pero en la realidad y para las víctimas,
es algo indignante.
Los apelativos “guerras tribales” y demás expresiones consagradas en el campo semántico destinado a prolongar el estatus quo, encubren guerras por la acumulación de recursos, guerras fomentadas con fines geopolíticos y económicos claramente definidos por los verdaderos ‘señores de la guerra’ que son los fabricantes de armas, los mercaderes de la energía, de la alimentación industrial, y las multinacionales de químicos, todos motores de la maquinaria depredadora del planeta.
Los países concebidos en la lógica
global capitalista como meras ‘bodegas de recursos’, cada día sufrirán
de manera más cruenta la violencia del saqueo y su correlativo
empobrecimiento, que a la vez causa éxodos masivos. Hay una carrera del gran
capital por hacerse cada día más con los recursos planetarios.
2. ¿Por
qué debería interesar el caso colombiano a los pueblos del mundo?
El estudio del caso colombiano arroja
luces indeclinables sobre la realidad mundial: como una muestra en
quintaesencia del capitalismo. Por esta razón hay un constante esfuerzo
mediático en tergiversar la realidad colombiana, en invisibilizarla e impedir
la comprensión de una realidad que es una radiografía de las mestástasis más
atroces del sistema imperante. La resistencia del pueblo colombiano es
asimismo tergiversada e invisibilizada en ese esfuerzo constante de los
monopolios de difusión de realidad virtual de implementar la guerra mediática
contra la comprensión de la realidad, haciéndo ver a las resistencias
populares como “terrorismo”. El estudio a las fuentes de los
sujetos históricos y sociales deviene una verdadera hazaña en medio del
amedrentamiento contra la investigación social y el pensamiento crítico: no
obstante su peligrosidad, ese estudio es indispensable.
La realidad colombiana expresa al
capitalismo en su rostro más desnudo: en ella se plasma el despojo y
reacomodo territorial destinado a escala planetaria a todas las zonas que
presenten un interés económico; una lógica capitalista que no admite
escrúpulos y constituye un ecocidio doblado de un genocidio. Por esta razón
es fundamental su conocimiento y análisis para los pueblos. Por ello también
urge la solidaridad internacional en acompañamiento al pueblo colombiano.
Urge el estudio de la realidad colombiana por motivos que atañen al devenir
de la región, por motivos estratégicos para los pueblos en la lucha por su
supervivencia, y por motivos éticos ante el gravísimo drama humanitario: cada
día crece el crimen de Lesa Humanidad ante el cual el planeta no puede seguir
impasible, legitimando un régimen de terror.
En Colombia
es tangible la fase más descarnada de la acumulación capitalista, y las
estrategias represivas son acicateadas en ese laboratorio del horror. La
experiencia en estas estrategias del terror, alimentada por formadores
estadounidenses e israelíes, e implementada en la carne del pueblo
colombiano, es asimismo exportada como método de control social, sabotaje,
exterminio de la reivindicación social y contrainsurgencia a países de la
región (Honduras, México, Venezuela).
Las cifras
son elocuentes: los niveles de represión estatal se expresan en la existencia
de 9.500 presos políticos [3]; en la eliminación física de todo un
partido político: La Unión Patriótica (más de 5.000 personas asesinadas por
las herramientas paramilitares y oficiales del Estado, consta ante la CIDH
como genocidio político)[4]. El exterminio contra la oposición política se
expresa en que más de la mitad del total de sindicalistas asesinados en el
mundo, son asesinados en Colombia, denuncia la CUT: "En Colombia se cometen el 60% de los asesinatos de
sindicalistas que se presentan en todo el mundo, por una violencia histórica,
estructural, sistemática y selectiva que se convirtió en pauta de
comportamiento del Estado colombiano: un genocidio contra el movimiento
sindical”[5]. En mayo 2012, el Tribunal Sindical
Mundial condenó al estado colombiano: “por
ser responsable de los hechos sistemáticos de violación del principio de
libertad sindical, en calidad de autor directo, coautor, cómplice o
encubridor de homicidios, lesiones, torturas, privaciones ilegítimas de la
libertad, atentados, amenazas, despidos y represalias con motivo del
ejercicio de la actividad sindical”[6].
La planificación de la acumulación de
tierras mediante el despojo violento se expresa en la existencia de 5,4
millones de personas despojadas y desplazadas de sus tierras para beneficio
del gran capital, millones de personas malviviendo en cinturones de miseria o
campos de refugiados [7]. El despojo continúa aceleradamente ya
que el 40% del territorio colombiano está pedido en concesión para
proyectos de la minería multinacional; de las 114 millones de hectáreas que
tiene Colombia, cerca de 45 millones están solicitadas para este fin [8].
El genocidio se
plasma en unos niveles de desaparición forzada alarmantes: El
23 de mayo 2011 el representante del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200
personas han sido desaparecidas en Colombia [9]. El crimen de Estado de
desaparición forzada de la "democracia" en Colombia ha
rebasado las dramáticas cifras de las dictaduras del Cono Sur: sólo en 3 años
el Terrorismo de Estado ha desaparecido a 38.255 personas (Medicina
legal) [10]. Las estimaciones de desaparición forzada son
minimizadas desde el Estado, sin embargo: “Al mes de noviembre de 2010,
las estadísticas oficiales del gobierno de Colombia registran más de 51.000
Desapariciones”[11]. En enero 2011 la Fiscalía publicó un
informe [12]: tiene documentados 173.183 asesinatos y 34.467 desapariciones
forzadas, cometidos por la herramienta paramilitar, en un lapso de tan solo 5
años. Una estimación de Piedad Córdoba, basada en cotejo de informes y el
conocimiento de la sistemática subvaloración de los registros oficiales cifró
en unos 250.000 los desaparecidos en 20 años [13]. A noviembre
2011 el Registro Nacional
de Desaparecidos, reportaba un total de 50.891 casos de personas
desaparecidas[14]. En Mayo
2012, Yaneth Bautista, de la Fundación Nidia Erika Bautista, ‘señaló
que "en lo que va corrido del Gobierno Santos se han registrado
oficialmente 500 desapariciones forzadas en Colombia, especialmente en
Bogotá, Antioquia, Putumayo, Nariño y Valle del Cauca’ [15]. El
observatorio de DDHH de la coordinación Colombia-Europa-EEUU, expresa en mayo
2012 que hay un “continuo aumento de los casos en el país (…) Las
desapariciones forzadas han sido usadas históricamente como un instrumento de
persecución política y de control social basado en el terror, perpetrado por
agentes del Estado y por grupos paramilitares que actúan con su tolerancia,
omisión y aquiescencia y que se benefician de la impunidad en la que
permanecen los crímenes. (…) Las desapariciones forzadas forman parte de una
práctica sistemática de ataques contra la población civil, que han sido
funcionales al sostenimiento de las élites sociales, políticas y económicas
del país”[16]. Hay un esfuerzo estatal para subvalorar y configurar
impunidad para el crimen de estado de la desaparición forzada: “El
subregistro de casos de desaparición forzada, la impunidad que se consolida
con diversos mecanismos legales y sociales y la presencia de los
perpetradores en las comunidades donde viven los familiares de personas
desaparecidas, consolidan un marco que mantiene el trauma psicosocial (…) muchos
casos no se denuncian por la mala administración de justicia, la ineficacia
de los mecanismos de denuncia, el ambiente generalizado de temor e
intimidación que viven los familiares de las víctimas, sus abogados, los
testigos de las desapariciones(…)[17]. A lo anterior se suma la
iniciativa del Gobierno del presidente Santos que está promoviendo un nuevo
marco normativo con preocupantes limitaciones a los derechos de las víctimas
de desapariciones forzadas.” [18]
La represión y exterminio contra la
oposición política se plasma en el hallazgo de la mayor fosa común de
Latinoamérica, detrás del batallón militar en la Macarena, con 2000 cadáveres
de desaparecidos por la Fuerza Omegadel Plan Colombia,
fuerza que goza de estrecha ‘asesoría’ estadounidense [19].
Colombia sufre el ejércíto más enorme de la región:
éste es campeón mundial en recepción de ayuda militar estadounidense, junto
con Israel. La barbarie militar queda retratada en que al menos 3.345 niños y jóvenes civiles han sido
asesinados por los militares para disfrazar sus cadáveres y utilizarlos en
montajes militaro-mediáticos destinados a la guerra sicológica y la inyección
de terror, en los mal llamados ‘falsos positivos’. Estos crímenes de estado,
incentivados desde el ministerio de defensa de Juan Manuel Santos por
mecanismos de recompensas, continúan en la actualidad [20].
La herramienta paramilitar, funcional
al gran capital, sigue su accionar en coordinación con las fuerzas oficiales.
Bajo el gobierno de Santos ha gozado incluso de un rebautizo con la finalidad
de perpetuarla; el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE)
denuncia: “Las acciones del gobierno de Santos para encubrir el
paramilitarismo en su nueva etapa de reingeniería conocida con el
eufemísitico término de bandas criminales (BACRIM). La persistencia de los
Crímenes de Lesa Humanidad se encubre bajo la denominación de Bandas Criminales,
que es parte de la reingeniería paramilitar y la falsedad del espectáculo de
las desmovilizaciones. Persistiendo el poder mafioso, político y empresarial
en las estructuras paramilitares. (…) Continúa la criminalización de la
protesta social, la judicialización de campesinos, estudiantes y defensores
de DDHH, la prolongación de la práctica de la desaparición forzada, la
violencia sexual.”[21]
Es en base al terror que se perpetra
el saqueo de los recursos con su correlativo empobrecimiento. Lo que hoy
sufre el pueblo colombiano es la aplicación de un modelo extractivista minero
energético, un modelo de latifundios para la agricultura industrial
-principalmente destinada a agrocombustibles-, que esteriliza los suelos,
envenena las aguas y extermina poblaciones. Un modelo que se basa en el
despojo, y que por consiguiente genera empobrecimiento y su lógico
descontento social. La concentración de la riqueza es escandalosa:
Colombia es el 3er país con más desigualdad social del mundo [22]. Más de la
mitad de la población colombiana sobrevive en la pobreza e indigencia. Hay 8
millones de indigentes y 20 millones de pobres [23]. Mueren anualmente más de
20 mil niños menores de 5 años por desnutrición [24].
El movimiento de Víctimas de Crímenes
de Estado expresa en 2012: “Ante
la magnitud del despojo de las tierras (más de 10 millones de hectáreas)
usurpadas violentamente por la estrategia estatal, paraestatal y empresarial
a campesinos, comunidades afrodescendientes, indígenas, denunciamos la
continuidad de la política del desplazamiento forzado de más de 5 millones de
personas, como una estrategia de contra-reforma agraria, que establece un
nuevo proceso de acumulación de tierras, consolidando la injusta asimetría
sobre la propiedad de la tierra y con ella profundizando el conflicto social,
político y militar. (…) El 0,4 % de los propietarios poseen más
del 60 % de los predios, mientras el 57% de la gente tiene menos del 2%
de los predios. Pero aún más grave es que el gobierno colombiano haya
concesionado 39 millones de hectáreas a empresas multinacionales
mineras.” [25]
En los siguientes capítulos
ahondaremos en la tenencia de tierras a nivel mundial y la escalada de compra
de tierras por multinacionales, ahondaremos en la ingerencia estadounidense,
con un recuento histórico, y veremos cómo las bases militares se siguen instalando
pese al fallo de la Corte Constitucional, con contratos multimillonarios ya
firmados de adecuación para las instalaciones. Ahondaremos en geoestrategia,
planes de saqueo multinacional, infraestructuras de extracción de recursos
(IRSA); analizaremos la forma en que se le da continuidad a la estrategia de
terrorismo de estado y a la herramienta paramilitar con la finalidad de la
adaptación territorial a los intereses del gran capital. Abordaremos otros
puntos de ‘semántica y cosmética’ claves en la perpetuación del genocidio que
viabiliza el expolio.
_________________________________________
NOTAS :
Guerra y acumulación capitalista: Semántica, cosmética y genocidio
*Este texto es
la Parte I de la serie: “Capitalismo depredador, guerra y paz”
Para acceder a las notas completas, en caso de no encontrarlas en esta publicación: www.azalearobles.blogspot.com
[1] 2010, PNUD: en el mundo 925 millones de personas pasan
hambre. El FMI señaló que la crisis económica mundial ha motivado un
retroceso en el cumplimiento de las MDM. De aquí a 2015 –año en que deberían
cumplirse las MDM– es probable que aumenten en 1.200.000 las muertes de niños
menores de cinco años por falta de alimento. http://www.fao.org/docrep/013/i1683s/i1683s.pdf
[2] 'Destrucción Masiva.
Geopolítica del Hambre' , Jean Ziegler, 2012
“El hambre no
es una fatalidad, es un
asesinato", Jean Ziegler, ex relator especial de Naciones Unidas para el
Derecho a la Alimentación y actual miembro del comité Consultivo de Derechos
Humanos "el hambre es pura violencia estructural, un orden
caníbal del mundo" que se extiende día tras día. Diez
sociedades multinacionales controlan el 85 por ciento del comercio
alimentario del mundo.
Jean Ziegler: “cada cinco segundos, un niño de
menos de diez años muere de hambre. Son 57.000 personas las que mueren de
hambre cada día. Al menos 1.000 millones de personas son gravemente
invalidados o sufren secuelas graves por la desnutrición. Los informes que
dan cifras, localización y edad de las víctimas dicen que la agricultura
mundial podría alimentar normalmente con 2.200 calorías diarias 12.000
millones de personas. Sólo somos 7.000 millones. (…) Ahora no existe una
fatalidad objetiva en el hambre. Un niño que muere de hambre es un niño
asesinado. El problema no es la producción sino el acceso, los precios. En
las barriadas periféricas, en Lima, Sao Paulo, Manila… donde viven 1.600
millones de personas, según el Banco Mundial en estado de extrema pobreza,
las madres deben comprar con muy poco dinero la alimentación. Debido a la
especulación alimentaria de los dos últimos años que hizo explotar los
precios de los alimentos, el maíz aumentó un 63%, la tonelada de arroz de
Filipinas un 94%, y la tonelada de trigo ha duplicado su precio. La
consecuencia son los beneficios astronómicos de los hedge funds que han
migrado de los mercados financieros, tras las inmensas pérdidas de los años
2008 y 2009, a las bolsas de materias primas, especulando descaradamente y
legalmente con el maíz, el trigo, el aceite de palma… Y la otra consecuencia
es la extensión de la miseria en el mundo. La muerte, la desnutrición
progresa muy rápidamente en los barrios más pobres del mundo.” http://www.lavanguardia.com/libros/20120527/54300351384/jean-ziegler-hambre-espana-generacion-debiles.html
Jean
Ziegler. El hambre no es una fatalidad, es un asesinato: http://www.youtube.com/watch?v=vCyHsDMJaVY
[3] 9.500 presos políticos http://www.azalearobles.blogspot.com.es/2012/05/presos-politicos-entre-torturas-e.html
[4]Exterminio física del partido político Unión
Patriótica: más de 5.000 personas asesinadas por las herramientas
paramilitares y oficiales del Estado, el genocidio consta ante la CIDH Plan “Baile Rojo”. Documental http://www.youtube.com/watch?v=QVL54FcZq5E&feature=gv
[5] CUT: "En Colombia se cometen el 60%
de los asesinatos de sindicalistas que se presentan en todo el mundo, por una
violencia histórica, estructural, sistemática y selectiva que se convirtió en
pauta de comportamiento del Estado colombiano: un genocidio contra el
movimiento sindical colombiano.” Informe
CUT, 2011: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=120921
Informe febrero 2012, CUT:"las estadísticas no
dejan de agregar muertos al triste y deshonroso récord que ocupa el país en
la materia de más de 3.000 asesinatos de sindicalistas desde la creación de
la CUT en el año 1986." http://cut.org.co/pdf/subdirectivas/valle/reaccionessindsuizos2012/informeddhh.pdf
Renan Vega Cantor, ¡Sindicalicidio! Un cuento (poco imaginativo) de Terrorismo Laboral, 2012
: http://www.rebelion.org/docs/147552.pdf
Enero 2012, Alberto Vanegas, CUT: “Colombia es el
país más peligroso para el ejercicio sindical. Pero también lo es para los
líderes desplazados que exigen restitución de tierras, para defensores de
derechos humanos y los líderes estudiantiles. Persisten las masacres, el año
anterior se aumentó el 30% la incidencia de masacres en Colombia”. http://www.anthoc.org/index.php?option=com_content&view=article&id=3700&catid=6&Itemid=21
Informe PNUD 2011- 2012: 2.800 sindicalistas han sido
asesinados desde 1984 en Colombia, la Escuela Sindical Mundial advierte que
esta cifra estaría incluso sub-evaluada, y presenta otros datos. http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article34980
Hoja de ruta de asesinatos, gobierno Santos: '1
activista asesinado cada 3 días, los hechos pesan más que las palabras' lista
compilada por Justice For Colombia: http://www.justiceforcolombia.org/downloads/killing-sheet-June-2011.pdf
Encuentro Nacional del Departamento De
Derechos Humanos de la CUT I Semestre de 2012:
Workers Uniting rechaza asesinatos a sindicalistas
colombianos
[6] Mayo 2012: Por homicidios, torturas y otros atentados
graves contra la libertad sindical, El Tribunal Mundial de Libertad
Sindical condena al estado colombiano http://www.parentesiscali.blogspot.com.es/2012/05/sentencia-condena-al-estado-por.html
“El TSM resuelve: Condenar al Estado de la
República de Colombia por ser responsable de los hechos sistemáticos de violación
del principio de Libertad Sindical, en calidad de autor directo, coautor,
cómplice o encubridor de homicidios, lesiones, torturas, privaciones
ilegítimas de la libertad, atentados, amenazas, despidos y represalias con
motivo del ejercicio de la actividad sindical.”
Convocatoria del Tribunal Mundial Sindical y demanda
contra el Estado colombiano: http://www.marchapatriotica.org/index.php?option=com_content&view=article&id=523:tribunal-mundial-de-libertad-sindical-colombia&catid=37:en-la-marcha&Itemid=94
TSM condena al Estado colombiano: La libertad sindical en Colombia, una farsa http://parentesiscali.blogspot.com.es/2012/05/informe-especial-tribunal-mundial.html
[7] Peor que Sudán, Iraq o
Afganistán (VIDEO): Colombia es el país con más desplazados y refugiados
internos. Según CODHES más de 5 millones de colombianos son
desplazados. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=129586&titular=colombia-es-el-pa%EDs-con-m%E1s-desplazados-y-refugiados-internos-
http://www.codhes.org/
"5,195.620 millones de personas (1039.124 hogares) han sido desplazadas a la fuerza en Colombia." En promedio cada año, unas 208.000 personas son desplazadas forzadamente. El 11,42 % de la población colombiana se encuentra desplazada de manera forzada. Más de 280 mil desplazados y 176 asesinatos selectivos en 2010: CODHES, Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (20-06-2011)
[8] El 40% del territorio colombiano
está pedido en concesión para proyectos mineros. De las 114 millones de
hectáreas que tiene Colombia, cerca de 45 millones están solicitadas para
este fin. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=126725&titular=las-venas-abiertas-de-colombia-
[9] El 23 de mayo 2011 el
representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos,
Christian Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200 personas han
sido desaparecidas en Colombia. Estas declaraciones fueron dadas durante la
celebración de la conferencia sobre desapariciones forzadas, en Bogotá. http://www.senadoragloriainesramirez.org/index.php/tag/cifran-en-mas-de-57-mil-las-desapariciones-forzadas-en-colombia/
[10] El crimen de Estado de
desaparición forzada de la "democracia" en Colombia ha rebasado las
dramáticas cifras de la dictadura argentina: sólo en 3 años el Terrorismo de
Estado ha desaparecido a 38.255 personas, informe Medicina Legal:. http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/71765-NN/colombia-registra-mas-de-38-mil-personas-desaparecidas-en-tres-anos/
Tribunal Internacional de
Opinión; “La DESAPARICION FORZADA UN CRIMEN DE ESTADO” Veredicto.
Senado del Congreso de la República. Bogotá 24, 25 y 26 de Abril de
2008: http://www.dhcolombia.info/spip.php?article568
[11] “Al mes de noviembre de
2010, las estadísticas oficiales del gobierno de Colombia registran más de
51.000 Desapariciones” señala un reporte de 2011 de la US
office on Colombia:http://lawg.org/storage/documents/Colombia/RompiendoElSilencio.pdf
[12] Informe Fiscalía, enero
2011: 173.183 asesinatos; 1.597 masacres; 34.467 desapariciones forzadas, y
al menos 74.990 desplazamientos forzados, cometidos entre junio 2005 y el 31
de diciembre 2010 por el paramilitarismo: http://www.fiscalia.gov.co/justiciapaz/Index.htm
[13] Estimación: en 20 años 250.000
personas desaparecidas; Piedad Córdoba, Madrid, mayo 2010 "Hay
250.000 desaparecidos en Colombia en los últimos años": http://www.rebelion.org/noticia.php?id=106344&titular=%22hay-250.000-desaparecidos-en-colombia-en-los-%FAltimos-a%F1os%22-
Desaparición, crimen del Terrorismo
de Estado en Colombia: http://justiciaypazcolombia.com/50-000-personas-desaparecidas-en
[14]. A noviembre de 2011, el Registro
Nacional de Desaparecidos -órgano gubernamental- , reportaba un total de
50.891 casos (24% mujeres y 17% niñas y niños). De ese total, se presume que
al menos 16.907 corresponden a desapariciones forzadas. Los demás casos
inscritos no teniendo aún investigación suficiente. Los medios han manipulado
la información haciendo aparecer que sólo 16.907 casos son desapariciones
forzadas, cuando esa cifra revela los casos para los cuáles ha habido
información concerniente a los perpetradores, los demás casos permaneciendo
en la insuficiencia investigativa. Instituto Nacional de Medicina Legal
y Ciencias Forenses (INMLCF), cifras noviembre 2011. El total del Registro
Nacional de Desaparecidos, reporta 64.564 víctimas, de las cuales se restaron
11.215 personas aparecidas con vida y 2.458 personas aparecidas muertas.
La Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía
General de la Nación reportó a mayo de 2011, un total de 32.000 casos de desapariciones
forzadas cometidas por grupos paramilitares. Fundación Nidia Erika
Bautista (FNEB), Situación de las Desapariciones Forzadas en Colombia: La
desaparición forzada no es un crimen del pasado, Bogotá, mimeo, diciembre,
2011.
[15] En Mayo 2012: Yaneth
Bautista, de la Fundación Nidia Erika Bautista, ‘señaló que "en
lo que va corrido del Gobierno Santos se han registrado oficialmente 500
desapariciones forzadas en Colombia, especialmente en Bogotá, Antioquia,
Putumayo, Nariño y Valle del Cauca”’, según reporta Caracol. http://www.caracol.com.co/noticias/judicial/familiares-de-los-desaparecidos-ya-no-necesitaran-dos-anos-para-adelantar-tramites-legales/20120525/nota/1694613.aspx
[16] Mayo 2012, informe ‘Desapariciones
forzadas en Colombia’, Coordinación Colombia- Europa- Estados Unidos: “Presenta la situación actual de la
desaparición forzada en Colombia, mostrando el continuo aumento de los casos
en el país, así como la persistencia de los patrones de persecución política
y control social que han motivado históricamente las desapariciones forzadas
en el país. (…) En Colombia las desapariciones forzadas han sido usadas
históricamente como un instrumento de persecución política y de control
social basado en el terror, perpetrado por agentes del Estado y por grupos
paramilitares que actúan con su tolerancia, omisión y aquiescencia y que se
benefician de la impunidad en la que permanecen los crímenes. Las
desapariciones se cometen con el doble objetivo de acallar una voz disidente
y, al mismo tiempo, enviar un mensaje claro y aleccionador al resto de la
población para que se abstenga de mantener cualquier tipo de actividad de
oposición o de cuestionar el orden político existente.” http://www.rebelion.org/docs/150986.pdf
[17] Subregistro de la cantidad de
personas desaparecidas en Colombia.Hay un esfuerzo por parte de estado para subvalorar y
configurar impunidad para el crimen de estado de la desaparición forzada: “El
subregistro de casos de desaparición forzada, la impunidad que se consolida
con diversos mecanismos legales y sociales y la presencia de los
perpetradores en las comunidades donde viven los familiares de personas
desaparecidas, consolidan un marco que mantiene el trauma psicosocial (…) muchos
casos no se denuncian por múltiples razones, entre ellas, la mala
administración de justicia, la ineficacia de los canales y mecanismos de
denuncia, el ambiente generalizado de temor e intimidación que viven los
familiares de las víctimas, sus abogados, los testigos de las
desapariciones(…)” http://www.rebelion.org/docs/150986.pdf
El impedimento para conocer la amplitud del
drama de la desaparición forzada en Colombia, tiene obvias causalidades.
Además del temor de los familiares de denunciar a las fuerzas paramilitares o
a la misma Fuerza Pública ante entidades estatales comprometidas con la
estrategia del terror e impunidad, hay una inoperancia sistemática de la
‘justicia’ en estos casos, obstaculizando investigaciones y procesos, hay
fallas repetidas en la recolección de datos, pruebas forenses, inhumaciones,
testimonios… hay temor, desidia, negligencia y obstaculización. “Esas
fallas se hicieron aún más evidentes en mayo de 2011, cuando el Ministro del
Interior dio a conocer los resultados de un estudio realizado por el
Instituto Nacional de Medicina Legal, la Registraduría Nacional del Estado
Civil y ese Ministerio, con el fin de cruzar las huellas dactilares tomadas a
cadáveres de personas no identificadas, con las huellas de los documentos de
identidad del registro nacional del estado civil. Los resultados son tan
impresionantes como tristes. En total, se procesaron 22.689 necrodactilias
(huellas de cadáveres) y se lograron identificar 9.968 personas, que estarían
actualmente inhumadas como personas sin nombre en cementerios de distintas
regiones. De ese total, tan sólo 440 personas figuran en el Registro Nacional
de Desaparecidos. Los resultados fueron remitidos al Instituto de Medicina
Legal, que se encargó de hacer cotejos dactiloscópicos, depurar los listados
y oficiar a las autoridades judiciales con el fin de ubicar expedientes y los
lugares de inhumación de las personas identificadas (…) en los
registros de Medicina Legal sólo pudieron encontrarse 3.779 personas pues, en
un número muy importante de casos, la información es confusa o inexistente, y
hay fallas estructurales en la organización de los cementerios que impiden
ubicar los restos de las personas enterradas sin nombre. En total, de las
9.968 personas identificadas mediante el cruce de huellas, sólo fue posible
ubicar y entregar los restos de 49 personas enterradas en distintos
cementerios del país.”[Ibíd.]
La ley 1448 de 10 de junio de 2011, conocida
como ley de víctimas, excluyó expresamente de la definición de víctima a los
“miembros de los grupos armados organizados al margen de la ley”. Eso
significa que, por ejemplo, los miembros de las guerrillas (reales o
supuestos) que hayan sido víctimas de desaparición forzada, no serían
considerados como tales y sus familias estarían privadas de los derechos a la
reparación y la verdad. (…) La ley 1453 de 2011, conocida como Ley de
Seguridad Ciudadana, establece una serie de previsiones que debilitan los
controles sobre la acción de la Fuerza Pública y que, en la práctica, podrían
facilitar la comisión de desapariciones forzadas.(…)
El Gobierno colombiano se rehúsa a reconocer
su responsabilidad en las graves violaciones de derechos humanos que se
cometen diariamente en el país. Al contrario, mantiene una posición de
injerencia indebida en las decisiones judiciales, particularmente cuando
afectan la responsabilidad de altos mandos militares o de altos funcionarios
gubernamentales.(…)
Preocupan las iniciativas legislativas del
Gobierno que pretenden sustraer de la justicia a los más altos responsables
de las violaciones de derechos humanos en el país, de un lado, mediante la
persistente propuesta gubernamental de reforma a la justicia penal militar y,
de otro lado, mediante el llamado Marco Jurídico para la Paz. (…). Los
fuertes cuestionamientos realizados desde distintas instancias
internacionales en relación con la propuesta[de Fuero Militar] , motivaron que
el Gobierno decidiera retirarla a cambio de una nueva. La actual es aún peor
pues, ya no sólo reforma el fuero militar sino todo el sistema de justicia
penal militar: crea una defensoría técnica militar adscrita al Ministerio de
Defensa, incluyendo un fuero carcelario y la ampliación del fuero militar
para instalar un fuero policial.
[19] La mayor fosa común de
Latinoamérica, ubicada detrás del batallón militar de la fuerza estrella
del Plan Colombia , la Fuerza Omega, en la Macarena,
departamento del Meta. http://www.publico.es/internacional/288773/aparece/colombia/fosa/comun/cadaveres
Los Medios ocultan la mayor fosa
común de América, mientras el Estado colombiano busca alterarla: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=100898
“Denuncian el hallazgo de al menos
1.505 cuerpos más en fosas comunes en Colombia, en el Meta, en la misma
región que la mayor fosa común del continente, con 2.000 cadáveres hallada en
diciembre 2009, y cuyos cadáveres son cuerpos de desaparecidos y asesinados
por el ejército, como quedó evidenciado en las Audiencias públicas a testigos
y familiares de desaparecidos” http://www.rebelion.org/noticia.php?id=119299
[20]‘falsos positivos’: son asesinatos de civiles
perpetrados por el ejército, civiles desaparecidos cuyos cadáveres son
presentados como“guerrilleros abatidos en combate” en montajes
militares. Estos asesinatos son denominados en la jerga militar ‘falsos
positivos’, porque los militares reportan como ‘positivo’ al
cadáver del opositor insurgente, y en estos casos usan a civiles que
previamente secuestran. De esta manera se implementa la guerra sucia y
sicológica contra la población colombiana: a través de la exhibición
incesante de cadáveres en los medios masivos, la mayoría de las veces en
condiciones degradantes (en bolsas negras, alineados en el piso al pie de las
botas). Para que siempre hayan cadáveres a exhibir, la directiva 029 impulsa
a los militares a la presentación de los cadáveres a través de un mecanismo
de recompensa por cadáver presentado. Degradando la humanidad del opositor, y
con la permanente exhibición de cadáveres se busca la ‘disuasión por
el terror’: hay al menos 3.345 casos
documentados de estos asesinatos de civiles a manos de militares; y en la
actualidad se siguen produciendo estos crímenes de estado.
Más de 3.000 civiles inocentes fueron asesinados
por la Fuerza Pública entre 2002 y 2008. Informe sobre los falsos positivos: La guerra se mide en litros de
sangre, FIDH y Coordinación Colombia Europa Estados
Unidos, 31-05-2012 http://www.rebelion.org/docs/150547.pdf
Documental ‘Falsos positivos-Crímenes
verdaderos’ http://www.youtube.com/watch?v=YJvLVm4l8fc&feature=player_embedded
CINEP, mayo 2011, informe señala que los asesinatos de
civiles a manos de militares han aumentado bajo el gobierno de
Santos. Informe especial Falsos Positivos, El Cinep afirma que
aumentaron las víctimas de asesinatos de civiles a manos de militareshttp://www.rebelion.org/docs/128090.pdf
Mayo 2012, Coordinación Colombia-Europa- Estados
Unidos, ‘Desapariciones forzadas en Colombia’, ‘Falsos positivos’: :http://www.rebelion.org/docs/150986.pdf
“Entre 2002 y 2008, las ejecuciones
extrajudiciales fueron llevadas a cabo a gran escala en todo el territorio
nacional siguiendo un patrón específico de acción. Las víctimas fueron en su
mayoría personas campesinas (…) En la gran mayoría de los casos, las personas
fueron sacadas a la fuerza de sus casas por el Ejército, incluso teniendo
como testigo a los familiares. Siempre que se acercaron a las bases militares
a preguntar por la víctima, el Ejército se negó a entregar información sobre
su paradero. No obstante, el cuerpo de la persona solía aparecer
posteriormente reportado como guerrillero muerto en combate, sin documentos
de identidad y a menudo, en un municipio distinto.(…) La manera coordinada en
que actuaron las fuerzas militares en los casos de falsos positivos, denota
el carácter deliberado de los crímenes cometidos. (…) De acuerdo con los
datos de la Mesa de Trabajo sobre Ejecuciones Extrajudiciales del
Observatorio de la CCEEU, se estima que entre 2002 y 2008, se
cometieron 3.345 ejecuciones extrajudiciales, siguiendo este
patrón. Muchos de estos cuerpos continúan enterrados como N.N. en diferentes
cementerios del país, y en la práctica, se encuentran desaparecidos para sus
familiares.
[21] Movimiento de Víctimas de
Crímenes de Estado (MOVICE) denuncia: “Las acciones del gobierno de
Santos para encubrir el paramilitarismo en su nueva etapa de reingeniería
conocida con el eufemísitico término de bandas criminales (BACRIM).” http://www.polodemocratico.net/index.php?option=com_content&view=article&id=487:movice-anuncia-acciones-contra-encubrimiento-a-reingenieria-paramilitar-&catid=64:nacionales&Itemid=48
[22] Colombia: 3er país con más
desigualdad social del mundo http://www.semana.com/nacion/desigualdad-extrema/153207-3.aspx
[23] 8 millones de indigentes y 20
millones de pobres. El estudio de la Misión para el Empalme de las
Series de Empleo (MESEP), Pobreza y Desigualdad 2009, contabilizó ocho
millones de colombianos en la indigencia y 20 millones de pobres. En las
zonas rurales, de cada 100 hogares 65 son considerados pobres y 33 viven en
la indigencia. http://www.abpnoticias.com/index.php?option=com_content&task=view&id=244...
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/I/informe_sobre_pobreza_e_...
Colombia tiene
20 millones de pobres, el 70% de la población colombiana vive en
condiciones de pobreza y miseriahttp://www.elespectador.com/impreso/temadeldia/articuloimpreso200984-colombia-tiene-20-millones-de-pobres
La nueva perla del Gobierno Nacional: en
Colombia aquel trabajador que gane $190.000 al mes, ya no es pobre por arte
de magia en la nueva medición de la pobreza. El Colectivo de Economía de la
Universidad Nacional, se propone recoger las voces de aquellos afectados directamente
por esta medida. Nuevo Umbral de Pobreza en Colombia: http://www.youtube.com/watch?v=b5dd5fzkJyM
Crece polémica por fórmula para medir la pobreza en
Colombia, septiembre 14 de 2011
‘Con la vieja metodología, el ingreso máximo para ser considerado
pobre era 281.384 pesos mensuales; para ser considerado indigente, era de
120.588 pesos’, ahora, por
arte de magia de la nueva medición los que ganan menos de 281.384 ya no son
considerados pobres, solo quien gana menos de 187.079
mensuales es hoy considerado pobre. ‘Con
la nueva medición el gobierno reduce la cifras oficiales: Los 16,4
millones de colombianos clasificados como pobres tuvieron el año pasado
(2011)un ingreso individual máximo mensual de 187.079 pesos, cifra que se
reduce a 83.581 pesos para los 5,4 millones considerados indigentes. Las
líneas de pobreza se redujeron en aproximadamente la tercera parte con
respecto a las arrojadas en el 2009 con la metodología previa.’
Las nuevas cifras excluyen a millones de colombianos del
registro, invisibilizan sus carencias: ‘Señalan que el año pasado la
pobreza cubrió al 37,2 por ciento de los colombianos y la pobreza extrema, al
12,2 por ciento’, obviamente cifras muy inferiores a las mediciones
con la metodología anterior. "Esa cifra y ese mensaje es una
verdadera ofensa para la gente pobre; y a esos asesores yo estoy dispuesto a
regalarles los 190.000 pesos para que nos vayamos a Corabastos o a cualquier
supermercado para ver si hacemos un mercado para cuatro personas para un
mes", dijo Garzón.
2012 Pobreza en Colombia: Cifras y realidades. Cambiar la medición
de la pobreza para eliminar la pobreza de las estadísticas, mientras crece en
la realidad. Otro 'Falso positivo' del Santismo para mostrar buen gobierno
mientras empobrece al país con la entrega de los recursos a las
multinacionales y continúa el exterminio sindical y contra la oposición
política. ¿Combatir la pobreza. o esconderla? El cambio de metodologías para
la medición de pobreza no soluciona la realidad de los colombianos. http://www.youtube.com/watch?v=7SaExPWWEjA
[24] En Colombia mueren anualmente
más de 20.000 niños menores de 5 años por desnutrición aguda, de cada 100
madres desplazadas gestantes 80 padecen desnutrición crónica, UNICEFhttp://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/D/desnutricion_infantil_que_no_deja_crecer_/desnutricion_infantil_que_no_deja_crecer_.asp
Colombia, pobre entre los pobres: http://alainet.org/active/33960⟨=es
[25] El movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado expresa
en 2012: “Ante la magnitud del despojo de
las tierras (más de 10 millones de hectáreas) usurpadas violentamente por la
estrategia estatal, paraestatal y empresarial a campesinos, comunidades
afrodescendientes, indígenas, denunciamos la continuidad de la política del
desplazamiento forzado de más de 5 millones de personas, como una estrategia
de contra-reforma agraria, que establece un nuevo proceso de acumulación de
tierras, consolidando la injusta asimetría sobre la propiedad de la tierra y
con ella profundizando el conflicto social, político y militar.
(…) El 0,4 % de los propietarios poseen más del 60 % de los predios,
mientras el 57% de la gente tiene menos del 2% de los predios. Pero aún
más grave es que el gobierno colombiano haya concesionado 39 millones
de hectáreas a empresas multinacionales mineras.” http://www.movimientodevictimas.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1184:colombia-territorios-despojado-y-encarcelado&catid=50:6-de-marzo&Itemid=554
_______________
|
ESPACIO PARA EL ENLACE CON PÁGINAS DE EDUCACIÓN UNIVERSITARIA, NOTICIAS, GEOPOLÍTICA, LITERATURA, FILOSOFÍA, HISTORIA Y PSICOLOGÍA PROFUNDA.
Página Principal
- Página principal
- IGOR PANARÍN: EN EEUU ESTALLARÁ UNA GUERRA CIVIL
- El proyecto HAARP: Máquinas para modificar y controlar el tiempo
- Las transnacionales buscan un poder ilimitado
- El día que desaparecieron las reservas internacionales
- Los escenarios posibles de una Tercera Guerra Mundial
- EL LAGO DE VALENCIA. Una cuenca en crisis
sábado, 16 de junio de 2012
Guerra y acumulación capitalista: Semántica, cosmética y genocidio
domingo, 3 de junio de 2012
AUNQUE EL IMPERIALISMO SE VISTA DE SEDA
Luis Britto Garcìa
1
El problema de la ecología no es sólo ecológico. Si algo nos enseña la Teoría General de los Sistemas, es que todos los elementos de un sistema interactúan entre sí. La ecología no es un mero problema de gases, fluidos y especies: es un problema de la acción coercitiva de los cuerpos políticos sobre el medio humano que a su vez opera sobre el medio ambiente. No hay mejora ecológica sin mejora política.
2
La acción humana sobre la Ecología parece regida hasta el presente por una lógica matemática que es a la vez paradigma cultural, el de la Teoría de los Juegos. Una variante de ésta se ocupa de los llamados Juegos Suma Cero, en los cuales la ganancia de una parte se hace a costa de la pérdida de las otras, sistematizados por Oskar Morgenstein y John von Neuman en 1944 en su libro The Theory of Games and Economic Behavior (Heims, Steve J.: J. von Neuman y N. Wiener (1 y 2); Salvat Editores, Barcelona 1986). En el modelo matemático del capitalismo, una de las tres fuerzas productivas, el Capital, se alimenta de la explotación y el desgaste de las restantes: la Naturaleza y el Trabajo, y desplaza hacia éstas todas las consecuencias nefastas del proceso productivo. El capital de las grandes potencias logra tales objetivos en estrecha complicidad con el Estado, al tiempo que pretende que los Estados de los países periféricos se abstengan de toda intervención económica.
3
Así, el gran capital, mientras se coliga con el poder público del Estado, intenta desplazar la gestión de las restantes fuerzas de producción hacia la esfera de lo privado. Por ello pretende que la defensa del Trabajo esté esencialmente en manos de asociaciones privadas, como los sindicatos; y postula que la gestión de la Naturaleza debe depender también esencialmente de entes privados: las grandes empresas transnacionales, las minorías étnicas, y las Organizaciones No Gubernamentales Ecológicas, con gran frecuencia financiadas por las primeras. La llamada Green Economy, a pesar de algunas de sus postulaciones sensatas, predica que la naturaleza debe ser sometida al juego de un mercado que a su vez está dominado por el gran Capital. Como bien denuncia el “Grupo de articulación internacional de la Cumbre de los Pueblos por Justicia Social y Ambiental” en su manifiesto de 12 de mayo de 2012 en Río de Janeiro: “El fallido modelo económico, ahora disfrazado de verde, pretende someter todos los ciclos vitales de la naturaleza a las reglas del mercado y al dominio de la tecnología, la privatización y mercantilización de la naturaleza y sus funciones, así como de los conocimientos tradicionales, aumentando los mercados financieros especulativos a través de mercados de carbono, de servicios ambientales, de compensaciones por biodiversidad y el mecanismo REDD+ (Reducción de emisiones por deforestación evitada y degradación de bosques)”.
4
Examinemos el comportamiento de esta alianza entre Capital y Estado en el primer actor ecológico del mundo. Estados Unidos cuenta no más del 4% de la población mundial, devora 25% de la energía fósil del planeta y es el mayor emisor de gases contaminantes. El Project New American Century postula que dicho país debe aprovechar sus ventajas acumuladas para continuar siendo la potencia hegemónica del siglo XXI, para lo cual debe seguir un plan de incremento de su poderío militar a fin de no comprometer el nivel de vida de su población (http://www. Newamericancentury). La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos postula el uso sistemático de la fuerza incluso en ataques “preventivos”, con o sin el apoyo de la comunidad internacional (Bush, George: “The National Security Strategy of the United States of America”, Washington, 17-9- 2002, www.whitehouse.gov/nsc//.html). No por casualidad la potencia norteña gasta por sí sola en armamentos más que el conjunto de los otros países. Paralelamente, el Plan de Guerra de Bill Clinton proponía con respecto a América Latina una reconquista política, militar y económica mediante el ALCA, especie de Tratado de Libre Comercio continental que pretendía prohibir medidas proteccionistas del ambiente, y la apropiación de la Amazonia (Dieterich, Heinz: La integración militar del Bloque de Poder Latinoamericano, Instituto Municipal de Publicaciones, Caracas 2004, 49). En orden ejecutiva de 16 de marzo de 2012, el presidente Barack Obama declara materias atinentes a la seguridad nacional lo relativo a la energía, los recursos hídricos, los alimentos, la producción agrícola, el trabajo y todo tipo de tecnologías y suministros, incluidos materiales de construcción; y se atribuye competencias y facultades para mantener la provisión adecuada de ellos para los requerimientos de la Defensa Nacional (www.whitehouse.gov/nsc//.html). La mayor potencia militar del mundo pretende asegurarse la ilimitada disposición de la Naturaleza del planeta mediante el poder estatal y la agresión ilimitada.
5
A partir de estas premisas, se entiende que conductas como la negativa conjunta de Estados Unidos y Canadá a suscribir el protocolo de Kyoto no son decisiones ecológicas, sino políticas. A ambos Estados les importa un comino que el mundo se ahogue en gases de invernadero, mientras sus ciudadanos puedan disfrutar de una sociedad de consumo fundada en el derroche de combustible en automóviles individuales. Igual política anima a las demás potencias que suscriben el Protocolo, pero limitan la reducción de sus emisiones mediante “acuerdos de flexibilización”. Si los principales contaminadores del mundo se niegan a reducir sus emisiones, ¿quién deberá hacerlo? Se impone tal obligación a los países emergentes, a fin de que sus economías no puedan competir con las hegemónicas.
6
Para desplazar la responsabilidad por la pureza de la atmósfera a los países que menos la contaminan, los 190 países reunidos a fin de 2008 en la conferencia sobre el clima en Poznan prometen la creación de un “cofre dorado” de créditos de carbono, para que comunidades rurales pobres reciban subsidios como guardianas de tierras y bosques. En dicha conferencia se acordó asimismo un esquema de pagos por la preservación de bosques, llamado Iniciativa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD, en inglés). Según él, los países más ricos se comprometerían a compensar la contaminación ambiental que generan, pagando por mantener y reforestar selvas tropicales. En dicho fondo se incluyen catorce naciones, cinco de ellas de América Latina: Bolivia, Costa Rica, Guyana, México y Panamá (Kaldrmakis, de Posmas, Sofía: “Mercadeando el carbono”, Panorama de las Américas, Panamá, febrero 2009, 130). Dichos aportes, obviamente, no se entregan sin condiciones: éstas pueden comprender restricciones para el uso por cada país de sus bosques tropicales, o derechos sobre la biodiversidad, los cauces hídricos y otros bienes naturales. Además, harían depender la preservación de los bosques de la eventual fijación de un “precio internacional por las emisiones de carbono”, todavía no acordado, sujeto a fluctuaciones mercantiles y a complejas mediciones. Obsérvese por otra parte que los créditos aparentemente serían otorgados a “comunidades rurales pobres” y no a los Estados que representan la totalidad del país: la responsabilidad por la preservación de los recursos naturales se desplazaría así, no a los Estados del Tercer Mundo, sino a grupos sociales específicos dentro de ellos. Sería preferible que los países que poseen bosques tropicales gerenciaran por sí mismos sus propias políticas de conservación. La protección de los bosques como compensación por las emisiones de gases de efecto invernadero es, por otra parte, una cuestión compleja, que involucra infinidad de aspectos biológicos, sociales, económicos, políticos y culturales, y que no debería depender de un mero sistema de mercado (www.carbonfinance.org). El presidente de Ecuador Rafael Correa rechazó en 2010 un acuerdo de tal naturaleza, por considerar que sus cláusulas eran deprimentes y contrarias a la soberanía de su país.
7
El agua es vida: privatizarla es privatizar la existencia. El Capital avanza una campaña mundial por la apropiación de las aguas y de los servicios de acueductos. Algunas organizaciones no gubernamentales han librado gloriosas batallas por preservar el derecho humano al vital líquido, tales como la Guerra del Agua de Cochabamba. Pero quienes en definitiva han recuperado el control de aguas y acueductos en Venezuela, Bolivia, Argentina, Ecuador y otros países han sido los Estados, al prohibir la privatización de las fuentes de dicho líquido y renacionalizar acueductos.
8
El capital se concentra en un número cada vez menor de manos: los alimentos también. Una docena de transnacionales y 36 filiales interconectadas dominan su producción y mercadeo mundial. Integran el cartel Anglo-Holandés-Suizo: doce de ellas están asociadas al cartel de Windsor, de la casa reinante inglesa; las demás en su mayoría están vinculadas a otras cinco casas reales. Apenas dos, Continental y Cargill, controlan más de la mitad de la producción de granos global. Este colosal oligopolio domina el 95% de la producción alimenticia de Estados Unidos, Europa, los países del Commonwealth y Latinoamérica, especialmente Argentina y Brasil, y de sus cosechas dependen cinco mil millones de personas. En el resto del mundo ha deprimido la producción de alimentos incoando la eliminación de políticas proteccionistas y subsidios, la suspensión de financiamientos y grandes proyectos agrícolas, el dumping y el dominio sobre semillas y fertilizantes (Jerónimo Guerra: “La escasez y el desabastecimiento como armas de destrucción masiva”; Rebelión, 24-02-2008). Este sistema presupone el monocultivo, que a su vez impone el latifundio, la expulsión masiva de campesinos y la producción de alimentos para la exportación y la especulación, y no para satisfacer las necesidades de la población del país donde se produce. También trae consigo el cultivo de especies genéticamente alteradas y estériles, y a veces desvía los vegetales del consumo humano para destinarlos a la producción de biocombustibles y de alimentos para el ganado. Este modelo elimina la diversidad biológica, destruye la base social y en fin agota la tierra. Lo han hecho posible las enormes presiones políticas y financieras sobre los Estados débiles que no aplican su soberanía para la eliminación del latifundio ni para la protección de la agricultura local y de sus ciudadanos. Movimientos como el de los Sin Tierra de Brasil avanzan luchas cotidianas contra estos procesos; pero sin apoyo del Estado difícilmente lograrán la victoria. Sin medidas políticas de restricción del poderío de las transnacionales y de protección de las agriculturas locales y de los campesinos no habrá cambios en esta situación. Sin mejora en la política de la propiedad de la tierra no hay mejoría en el problema del hambre.
9
Los ejemplos podrían multiplicarse al infinito. En general, los poderes económicos y políticos de los países hegemónicos propulsan un modelo de gestión que exige: 1) Privatización de la naturaleza 2) Privatización de los recursos, incluidos los del subsuelo 3) Transferencia del poder de decisión de los Estados periféricos sobre sus recursos hacia transnacionales, organizaciones no gubernamentales o minorías étnicas 4) Apropiación monopólica de la tierra cultivable 5) Control sobre la reproducción de la vida a través de semillas y organismos genéticamente modificados, clonación y el registro de patentes sobre seres vivientes 6) Freno del desarrollo en los países emergentes y periféricos, en aras del ilimitado consumo de recursos por los países hegemónicos 7) Desplazamiento o tercerización de los efectos nocivos de la contaminación de los países hegemónicos hacia las periferias. 8) Derecho al uso ilimitado de la fuerza por los imperios para defender sus pretensiones sobre la Naturaleza 9) Maquillaje de todas estas acciones como políticas de defensa de las víctimas y del planeta. Nunca fue más repulsivo el retrato de Dorian Grey que cuando añadió la hipocresía a sus demás perversiones. Ninguna de estas fatales iniciativas puede ser revertida sin acciones políticas. No habrá revolución ecológica sin Revolución.
10
Según señalamos, la lógica de estas operaciones destructivas corresponde a la estrategia de los llamados juegos Suma Cero, en los cuales la ganancia de uno equivale a la pérdida de otro. Su lógica ha permeado toda la cultura, desde la simplificación del evolucionismo al darwinismo social y a la idolatría del libre mercado como supuesta sede de la libre competencia, y a la prédica postmoderna de la muerte de la Ética, de la Política y de la Historia. La conciencia de la finitud del mundo debe llevarnos a aplicar los juegos cooperativos, examinados por John Forbes Nash en 1951 en su artículo "Non-Cooperative Games" (The Annals of Mathematics 54(2):286-295). Si la perpetuación de un juego suma cero lleva al estancamiento o la destrucción mutua, los competidores pueden mejorar su estrategia haciéndolo cooperativo. De hecho, la Sociobiología demuestra que la vida, lejos de ser sólo un juego suma cero de competencia y mutua destrucción, es también un conjunto de juegos cooperativos, que rigen la agregación de células en los seres complejos, la reproducción y el apoyo mutuo en los animales sociales (Wilson, Edward O.: Sociobiology, the new synthesis; The Belknap Press of Harvard University Press, Harvard, 1976). De los juegos cooperativos nacen las sociedades humanas y la civilización. Pero un paradigma cultural no se impone por el mero hecho de ser expuesto. Para implantarlo se requiere una acción social que impulse una decisión política. Las fuerzas de la vida, que componen la Naturaleza y el Trabajo, deben imponerse a la abstracción muerta y la lógica mortífera del Capital. Sin Revolución en la vida no se detendrá la muerte.
El problema de la ecología no es sólo ecológico. Si algo nos enseña la Teoría General de los Sistemas, es que todos los elementos de un sistema interactúan entre sí. La ecología no es un mero problema de gases, fluidos y especies: es un problema de la acción coercitiva de los cuerpos políticos sobre el medio humano que a su vez opera sobre el medio ambiente. No hay mejora ecológica sin mejora política.
2
La acción humana sobre la Ecología parece regida hasta el presente por una lógica matemática que es a la vez paradigma cultural, el de la Teoría de los Juegos. Una variante de ésta se ocupa de los llamados Juegos Suma Cero, en los cuales la ganancia de una parte se hace a costa de la pérdida de las otras, sistematizados por Oskar Morgenstein y John von Neuman en 1944 en su libro The Theory of Games and Economic Behavior (Heims, Steve J.: J. von Neuman y N. Wiener (1 y 2); Salvat Editores, Barcelona 1986). En el modelo matemático del capitalismo, una de las tres fuerzas productivas, el Capital, se alimenta de la explotación y el desgaste de las restantes: la Naturaleza y el Trabajo, y desplaza hacia éstas todas las consecuencias nefastas del proceso productivo. El capital de las grandes potencias logra tales objetivos en estrecha complicidad con el Estado, al tiempo que pretende que los Estados de los países periféricos se abstengan de toda intervención económica.
3
Así, el gran capital, mientras se coliga con el poder público del Estado, intenta desplazar la gestión de las restantes fuerzas de producción hacia la esfera de lo privado. Por ello pretende que la defensa del Trabajo esté esencialmente en manos de asociaciones privadas, como los sindicatos; y postula que la gestión de la Naturaleza debe depender también esencialmente de entes privados: las grandes empresas transnacionales, las minorías étnicas, y las Organizaciones No Gubernamentales Ecológicas, con gran frecuencia financiadas por las primeras. La llamada Green Economy, a pesar de algunas de sus postulaciones sensatas, predica que la naturaleza debe ser sometida al juego de un mercado que a su vez está dominado por el gran Capital. Como bien denuncia el “Grupo de articulación internacional de la Cumbre de los Pueblos por Justicia Social y Ambiental” en su manifiesto de 12 de mayo de 2012 en Río de Janeiro: “El fallido modelo económico, ahora disfrazado de verde, pretende someter todos los ciclos vitales de la naturaleza a las reglas del mercado y al dominio de la tecnología, la privatización y mercantilización de la naturaleza y sus funciones, así como de los conocimientos tradicionales, aumentando los mercados financieros especulativos a través de mercados de carbono, de servicios ambientales, de compensaciones por biodiversidad y el mecanismo REDD+ (Reducción de emisiones por deforestación evitada y degradación de bosques)”.
4
Examinemos el comportamiento de esta alianza entre Capital y Estado en el primer actor ecológico del mundo. Estados Unidos cuenta no más del 4% de la población mundial, devora 25% de la energía fósil del planeta y es el mayor emisor de gases contaminantes. El Project New American Century postula que dicho país debe aprovechar sus ventajas acumuladas para continuar siendo la potencia hegemónica del siglo XXI, para lo cual debe seguir un plan de incremento de su poderío militar a fin de no comprometer el nivel de vida de su población (http://www. Newamericancentury). La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos postula el uso sistemático de la fuerza incluso en ataques “preventivos”, con o sin el apoyo de la comunidad internacional (Bush, George: “The National Security Strategy of the United States of America”, Washington, 17-9- 2002, www.whitehouse.gov/nsc//.html). No por casualidad la potencia norteña gasta por sí sola en armamentos más que el conjunto de los otros países. Paralelamente, el Plan de Guerra de Bill Clinton proponía con respecto a América Latina una reconquista política, militar y económica mediante el ALCA, especie de Tratado de Libre Comercio continental que pretendía prohibir medidas proteccionistas del ambiente, y la apropiación de la Amazonia (Dieterich, Heinz: La integración militar del Bloque de Poder Latinoamericano, Instituto Municipal de Publicaciones, Caracas 2004, 49). En orden ejecutiva de 16 de marzo de 2012, el presidente Barack Obama declara materias atinentes a la seguridad nacional lo relativo a la energía, los recursos hídricos, los alimentos, la producción agrícola, el trabajo y todo tipo de tecnologías y suministros, incluidos materiales de construcción; y se atribuye competencias y facultades para mantener la provisión adecuada de ellos para los requerimientos de la Defensa Nacional (www.whitehouse.gov/nsc//.html). La mayor potencia militar del mundo pretende asegurarse la ilimitada disposición de la Naturaleza del planeta mediante el poder estatal y la agresión ilimitada.
5
A partir de estas premisas, se entiende que conductas como la negativa conjunta de Estados Unidos y Canadá a suscribir el protocolo de Kyoto no son decisiones ecológicas, sino políticas. A ambos Estados les importa un comino que el mundo se ahogue en gases de invernadero, mientras sus ciudadanos puedan disfrutar de una sociedad de consumo fundada en el derroche de combustible en automóviles individuales. Igual política anima a las demás potencias que suscriben el Protocolo, pero limitan la reducción de sus emisiones mediante “acuerdos de flexibilización”. Si los principales contaminadores del mundo se niegan a reducir sus emisiones, ¿quién deberá hacerlo? Se impone tal obligación a los países emergentes, a fin de que sus economías no puedan competir con las hegemónicas.
6
Para desplazar la responsabilidad por la pureza de la atmósfera a los países que menos la contaminan, los 190 países reunidos a fin de 2008 en la conferencia sobre el clima en Poznan prometen la creación de un “cofre dorado” de créditos de carbono, para que comunidades rurales pobres reciban subsidios como guardianas de tierras y bosques. En dicha conferencia se acordó asimismo un esquema de pagos por la preservación de bosques, llamado Iniciativa de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD, en inglés). Según él, los países más ricos se comprometerían a compensar la contaminación ambiental que generan, pagando por mantener y reforestar selvas tropicales. En dicho fondo se incluyen catorce naciones, cinco de ellas de América Latina: Bolivia, Costa Rica, Guyana, México y Panamá (Kaldrmakis, de Posmas, Sofía: “Mercadeando el carbono”, Panorama de las Américas, Panamá, febrero 2009, 130). Dichos aportes, obviamente, no se entregan sin condiciones: éstas pueden comprender restricciones para el uso por cada país de sus bosques tropicales, o derechos sobre la biodiversidad, los cauces hídricos y otros bienes naturales. Además, harían depender la preservación de los bosques de la eventual fijación de un “precio internacional por las emisiones de carbono”, todavía no acordado, sujeto a fluctuaciones mercantiles y a complejas mediciones. Obsérvese por otra parte que los créditos aparentemente serían otorgados a “comunidades rurales pobres” y no a los Estados que representan la totalidad del país: la responsabilidad por la preservación de los recursos naturales se desplazaría así, no a los Estados del Tercer Mundo, sino a grupos sociales específicos dentro de ellos. Sería preferible que los países que poseen bosques tropicales gerenciaran por sí mismos sus propias políticas de conservación. La protección de los bosques como compensación por las emisiones de gases de efecto invernadero es, por otra parte, una cuestión compleja, que involucra infinidad de aspectos biológicos, sociales, económicos, políticos y culturales, y que no debería depender de un mero sistema de mercado (www.carbonfinance.org). El presidente de Ecuador Rafael Correa rechazó en 2010 un acuerdo de tal naturaleza, por considerar que sus cláusulas eran deprimentes y contrarias a la soberanía de su país.
7
El agua es vida: privatizarla es privatizar la existencia. El Capital avanza una campaña mundial por la apropiación de las aguas y de los servicios de acueductos. Algunas organizaciones no gubernamentales han librado gloriosas batallas por preservar el derecho humano al vital líquido, tales como la Guerra del Agua de Cochabamba. Pero quienes en definitiva han recuperado el control de aguas y acueductos en Venezuela, Bolivia, Argentina, Ecuador y otros países han sido los Estados, al prohibir la privatización de las fuentes de dicho líquido y renacionalizar acueductos.
8
El capital se concentra en un número cada vez menor de manos: los alimentos también. Una docena de transnacionales y 36 filiales interconectadas dominan su producción y mercadeo mundial. Integran el cartel Anglo-Holandés-Suizo: doce de ellas están asociadas al cartel de Windsor, de la casa reinante inglesa; las demás en su mayoría están vinculadas a otras cinco casas reales. Apenas dos, Continental y Cargill, controlan más de la mitad de la producción de granos global. Este colosal oligopolio domina el 95% de la producción alimenticia de Estados Unidos, Europa, los países del Commonwealth y Latinoamérica, especialmente Argentina y Brasil, y de sus cosechas dependen cinco mil millones de personas. En el resto del mundo ha deprimido la producción de alimentos incoando la eliminación de políticas proteccionistas y subsidios, la suspensión de financiamientos y grandes proyectos agrícolas, el dumping y el dominio sobre semillas y fertilizantes (Jerónimo Guerra: “La escasez y el desabastecimiento como armas de destrucción masiva”; Rebelión, 24-02-2008). Este sistema presupone el monocultivo, que a su vez impone el latifundio, la expulsión masiva de campesinos y la producción de alimentos para la exportación y la especulación, y no para satisfacer las necesidades de la población del país donde se produce. También trae consigo el cultivo de especies genéticamente alteradas y estériles, y a veces desvía los vegetales del consumo humano para destinarlos a la producción de biocombustibles y de alimentos para el ganado. Este modelo elimina la diversidad biológica, destruye la base social y en fin agota la tierra. Lo han hecho posible las enormes presiones políticas y financieras sobre los Estados débiles que no aplican su soberanía para la eliminación del latifundio ni para la protección de la agricultura local y de sus ciudadanos. Movimientos como el de los Sin Tierra de Brasil avanzan luchas cotidianas contra estos procesos; pero sin apoyo del Estado difícilmente lograrán la victoria. Sin medidas políticas de restricción del poderío de las transnacionales y de protección de las agriculturas locales y de los campesinos no habrá cambios en esta situación. Sin mejora en la política de la propiedad de la tierra no hay mejoría en el problema del hambre.
9
Los ejemplos podrían multiplicarse al infinito. En general, los poderes económicos y políticos de los países hegemónicos propulsan un modelo de gestión que exige: 1) Privatización de la naturaleza 2) Privatización de los recursos, incluidos los del subsuelo 3) Transferencia del poder de decisión de los Estados periféricos sobre sus recursos hacia transnacionales, organizaciones no gubernamentales o minorías étnicas 4) Apropiación monopólica de la tierra cultivable 5) Control sobre la reproducción de la vida a través de semillas y organismos genéticamente modificados, clonación y el registro de patentes sobre seres vivientes 6) Freno del desarrollo en los países emergentes y periféricos, en aras del ilimitado consumo de recursos por los países hegemónicos 7) Desplazamiento o tercerización de los efectos nocivos de la contaminación de los países hegemónicos hacia las periferias. 8) Derecho al uso ilimitado de la fuerza por los imperios para defender sus pretensiones sobre la Naturaleza 9) Maquillaje de todas estas acciones como políticas de defensa de las víctimas y del planeta. Nunca fue más repulsivo el retrato de Dorian Grey que cuando añadió la hipocresía a sus demás perversiones. Ninguna de estas fatales iniciativas puede ser revertida sin acciones políticas. No habrá revolución ecológica sin Revolución.
10
Según señalamos, la lógica de estas operaciones destructivas corresponde a la estrategia de los llamados juegos Suma Cero, en los cuales la ganancia de uno equivale a la pérdida de otro. Su lógica ha permeado toda la cultura, desde la simplificación del evolucionismo al darwinismo social y a la idolatría del libre mercado como supuesta sede de la libre competencia, y a la prédica postmoderna de la muerte de la Ética, de la Política y de la Historia. La conciencia de la finitud del mundo debe llevarnos a aplicar los juegos cooperativos, examinados por John Forbes Nash en 1951 en su artículo "Non-Cooperative Games" (The Annals of Mathematics 54(2):286-295). Si la perpetuación de un juego suma cero lleva al estancamiento o la destrucción mutua, los competidores pueden mejorar su estrategia haciéndolo cooperativo. De hecho, la Sociobiología demuestra que la vida, lejos de ser sólo un juego suma cero de competencia y mutua destrucción, es también un conjunto de juegos cooperativos, que rigen la agregación de células en los seres complejos, la reproducción y el apoyo mutuo en los animales sociales (Wilson, Edward O.: Sociobiology, the new synthesis; The Belknap Press of Harvard University Press, Harvard, 1976). De los juegos cooperativos nacen las sociedades humanas y la civilización. Pero un paradigma cultural no se impone por el mero hecho de ser expuesto. Para implantarlo se requiere una acción social que impulse una decisión política. Las fuerzas de la vida, que componen la Naturaleza y el Trabajo, deben imponerse a la abstracción muerta y la lógica mortífera del Capital. Sin Revolución en la vida no se detendrá la muerte.
miércoles, 7 de marzo de 2012
LA UNIVERSIDAD DE TAL O CUAL COSA
Henry
Tovar.
Hemos leído en el diario Últimas Noticias la respetable y bien
fundada opinión del Dr. Elio Gómez Grillo sobre la recién creada
Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes). Nos parece
razonable su conclusión con relación a que el Instituto Nacional de
Estudios Penitenciarios (Iunep) debiera quedar adscrito a la
Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel). No obstante,
creemos pertinente señalar que la idea la vincular al IUNEP con la
Universidad de la Seguridad, no es absurda, en tanto que la noción
de universidad es contraria al parcelamiento del conocimiento. Si la
UNES pretende ser realmente una universidad, deberá trascender los
modestos límites académicos en los que se ha sustentado, bien
intencionadamente, su ideario fundacional.
El parcelamiento del conocimiento es una práctica
de la sociedad moderna, cuyas bondades han sido rebasadas por la
complejidad de los problemas sociales y humanos. Del conocimiento,
propiamente universitario, se espera que sea interdisciplinario,
pluridisciplinario y transdisciplinario, y no sólo disciplinario.
Valga decir que, requiere de la transferencia de conocimientos entre
disciplinas distintas y del estudio de los problemas de una
disciplina a través del conjunto de otras. Pero requiere además, de
la asociación de los conocimientos con los saberes originados más
allá de la Universidad.
Me permito suponer que el propósito inspirador ha sido trascender el indicado parcelamiento. En consecuencia, la UNES debería afanarse por integrar, dentro su visión universitaria, todos los conocimientos que pudieren contribuir al logro de sus finalidades esenciales, sin enquistarse en ellas. La Universidad de la Seguridad, para ser tal deberá, necesariamente, trascender su modesta concepción inicial a través de Centros de Investigación y Cátedras de Sociología, Psicología Social, Derechos humanos, Educación y de todas aquellas áreas o disciplinas que pudieren contribuir al logro de sus fines ostensibles, pero no únicos. Una universidad, no debería tener como finalidad enseñar tal o cual cosa.
Me permito estas consideraciones con el Dr. Elio, a quien conocí personalmente en 1993 y a quien desde entonces admiro por su condición de humanista, por sus convicciones políticas, por sus abundantes conocimientos y saberes de la literatura, del derecho y de la criminología, de las mujeres, de lo humano y de lo divino. Honrar honra. ¿Verdad amigo Elio?
hrtovar@gmail.com
Suscribirse a:
Entradas (Atom)