Erdogan recrudece la cacería contra el movimiento kurdo
Por Leandro Albani
La
ecuación utilizada por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan es
simple: todo lo que “molesta” es “terrorismo”. Con más de
una década en el poder, el mandatario y líder del Partido Justicia
y Desarrollo (AKP) no se detiene en su objetivo de perpetuarse en los
altos cielos del gobierno, reprimir toda oposición o disidencia (por
mínima que sea) y escalar los peldaños que sean necesarios para
erigirse como líder regional, apelando a todo lo que tenga a mano,
incluido su respaldo a los terroristas del Estado Islámico.
La
semana pasada Erdogan anotó otro punto en su carrera por concentrar
poder y eliminar a la oposición kurda del Parlamento. El viernes, el
órgano legislativo aprobó una enmienda constitucional enviada por
el Ejecutivo que deja sin inmunidad parlamentaria a un grupo de
diputadas y diputados, de los cuales más de 50 pertenecen al Partido
Democrático de los Pueblos (HDP), agrupación que nuclea al
movimiento kurdo, sectores de la izquierda turca y movimientos
sociales.
La
medida fue aprobada con 373 votos a favor, superando los dos tercios
necesarios, y afecta a 138 parlamentarios, de los cuales 51
pertenecen al Partido Republicano del Pueblo (CHP), 9 del
ultraderechista Partido de Acción Nacionalista (MHP) e incluso 27
del AKP.
Con
la enmienda, el gobierno busca despojar de sus bancas a los
representantes del HDP, acusándolos de diversos delitos, entre el
que se encuentran acusaciones por terrorismo. No es para nada extraño
que el AKP apunte sus cañones contra el HDP, ya que la medida es
parte de un nuevo plan de persecución y exterminio contra el pueblo
kurdo, asentado en el sureste del país. La represión sistemática
ordenada por Erdogan contra los kurdos recrudeció a mediados del año
pasado, en vísperas de las elecciones parlamentarias y tuvo como
objetivo la destrucción de locales del HDP, el encarcelamiento de
2.000 militantes de esa agrupación y la implementación del estado
de sitio en ciudades y poblados kurdos.
Ahora
Erdogan tiene la posibilidad de acusar a los legisladores del HDP de
responder al Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK),
calificado por Ankara de “terrorista”, definición que comparte
Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
La
avanzada contra el movimiento kurdo se suma a la decisión del
gobierno de romper el alto el fuego con el PKK en julio de 2015 -que
regía desde 2012-, acuerdo que intentaba encaminar unos diálogos de
paz que Erdogan siempre rechazó.
La
enmienda constitucional impulsada por el presidente turco no es un
hecho aislado. Se pueden contar por docenas las diputadas y los
diputados, alcaldes y alcaldesas que representan al pueblo kurdo y
que han sido encarcelados o expulsados hacia el exilio debido a las
amenazas recibidas.
Al
mismo tiempo, poblados kurdos como Nusaybin, en la provincia sureña
de Mardin, son bombardeados de manera permanente, como revelaron
videos difundidos por la cadena Russia
Today,
en unas acciones militares de la aviación turca que se repiten sobre
las montañas de Qandil, en el norte de Irak.
Conocida
la votación del Parlamento, los copresidentes del HDP denunciaron
que la supresión de las inmunidades es similar a un golpe de Estado,
con el objetivo de establecer una alianza anti-kurda.
“La
escena final de esta política golpistas se ha jugado en el
Parlamento”, afirmó la copresidenta del HDP Figen Yüksekdağ. La
dirigente expresó que “un golpe ha sido puesto en escena en contra
de la voluntad del pueblo. No se puede esperar ver este proceso como
democrático ni aceptarlo”. “La lucha para nosotros empieza en
este momento. Hemos resistido y debemos convertirnos en la voz de los
que resisten esta práctica a favor del golpe. El poder de la
transformación democrática de nuestro pueblo está de nuestro
lado”, aseveró Yüksekdağ.
Por
su parte, el copresidente del HDP, Selahattin Demirtaş, subrayó que
“ninguno de nuestros colegas aceptará la petición de los fiscales
y los tribunales para ir a declarar. Nadie debe aceptar este golpe de
Estado que imponga una dictadura abierta”.
Demirtaş
explicó que en Turquía nunca habrá un juicio justo mientras el
Parlamento, el Poder Judicial y la prensa sean gobernados desde el
Palacio Presidencial. “Todo el mundo debe saber que no vamos a ser
un instrumento para este juego”, remarcó.
A
su vez, el Consejo Ejecutivo de la Unión de Comunidades de Kurdistán
(KCK) convocó al pueblo kurdo a levantarse contra la eliminación de
la inmunidad de sus representantes en el parlamento. La KCK –que
reúne a todas las agrupaciones del Movimiento de Liberación de
Kurdistán, incluido el PKK- denunció que “este ataque tiene por
objeto precisamente romper la voluntad del pueblo kurdo” y calificó
a los dirigentes del AKP como fascistas que intentan “que el pueblo
kurdo doble las rodillas e incline la cabeza”.
La
Unión de Comunidades de Kurdistán señaló que el Estado turco
busca profundizar el genocidio contra el pueblo kurdo y eliminar al
grupo parlamentario del HDP, algo que es parte de la guerra total
librada desde junio pasado. La KCK también aclaró que las diputadas
y los diputados del HDP nunca tuvieron inmunidad, ya que fueron
objeto de amenazas y ataques de la policía o de las fuerzas
militares.
“El
pueblo kurdo debe ver que este ataque se dirige a su propia
existencia. El fascismo del AKP impone una rendición de los kurdos
al negarse a reconocer sus alcaldes, políticos democráticos y
diputados. A la vista de esta situación, los kurdos deben levantarse
en todas partes”, aseveraron desde la Unión de Comunidades de kurdistán
leandroalbani@gmail.com
Publicación Barómetro 30-05-16
Los contenidos de los análisis publicados por
Barómetro Internacional, son responsabilidad de los autores
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