Diego
Olivera: El destino del mundo en manos de EEUU y la ONU
A que agregó Valero que“La República Bolivariana de Venezuela defiende la necesidad de refundar la Organización de Naciones Unidas, pues en la actualidad, esta no responde a las demandas de los pueblos del mundo y está dominada por unas pocas potencias, que desestiman las aspiraciones de los países en desarrollo”
Nos parece importante señalar la existencia de muchas acciones unilaterales por parte del Consejo de Seguridad, donde EEUU logra presionar un consenso para aplicar sus políticas. Ante hechos como estos Valero puntualizó que “Venezuela demanda que la Asamblea General de Naciones Unidas, donde están representados todos los Estados, recupere los fueros que le vienen siendo usurpados por el Consejo de Seguridad”. A lo que agregó “Además, abogamos por la participación directa y universal de todos los países –en plano de igualdad– en la selección del Secretario General de la ONU. Este alto funcionario, según establece la Carta de la ONU, no debe solicitar ni recibir instrucciones de ningún Gobierno. Porque actualmente la elección se rige por el artículo 97 de la Carta de la ONU, que establece que el Secretario General será nombrado por la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad”.
Eliminar el derecho al veto
Pero no solo el poder del veto afecta a las naciones emergentes, están otras estructuras de los países industrializados, donde la plutocracia de la ONU, permite imponer sanciones y acuerdos, alcanzados en otros foros de negociación, como en el G–20 o el G–8, este último integrado por un grupo de países industrializados conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia. Mientras que en el G–20 participan además otros once países recientemente industrializados y la Unión Europea como un bloque, hecho que también refleja la imposición hegemónica de EEUU y los países industrializados.
El mundo indefenso ante las guerras y la destrucción del ecosistema
Por último como podemos hablar de estos enunciados de “paz y armonía” que rezan en la carta de la ONU, cuando se destruye el ecosistema, sin ninguna sancione. Las reuniones alcanzadas para buscar salidas a la crisis ambiental, ha sido también secuestradas, donde el omnipotente presidente Obama, Premio Nóbel de la Paz, se ha mantenido al margen en las reuniones y los conclaves de los países industrializados frente al problema. Estamos ante un mundo dominado por las trasnacionales y por los países industrializados, donde la paz va quedando en el olvido y la impunidad y la guerra imperialista, destruyen la sociedad humana. Por tanto el desafío para los países emergentes, subdesarrollados, en vía de desarrollo, está centrado en la necesidad de reformular y construir un nuevo orden mundial, en un marco de una sociedad pluripolar y un modelo económico sustentable para toda la humanidad.
diegojolivera@gmail.com
Enviado por Barometro
Internacional el martes, 19 agosto, 2014 a las 22:18
Un reclamo mundial para refundar la
Organización de Naciones Unidas
Las
injustas relaciones internacionales desarrolladas por EEUU y los
países industrializados han sido parte de la política de la
Organización de Naciones Unidas ONU desde su fundación a fines de
1945, realizada por 51 países que “se comprometieron a mantener
la paz y la seguridad internacionales, desarrollar relaciones
amistosas entre las naciones y promover el progreso social, mejores
niveles de vida y los derechos humanos”. Pese a estos enunciados
casi humanistas, la realidad el mundo se vio sujeta al libre
albedrio, de la decisión de que cinco naciones, los que
tienen el derecho absolutista de un veto, sin derecho a ser
revocado. Lo que permite que Estados Unidos, Francia, Inglaterra,
hoy Rusia antes URSS y China, considerados
como los vencedores de la
Segunda Guerra Mundial tengan siempre la última palabra. Es en ese
marco discriminatorio que 192 estados se ven maniatados en la
búsqueda de un mundo plural, donde cada nación trata de crear y
desarrollar modelos alternativos.
Tal
vez aquella aseveración de que el “mundo está plagado de buenas
intenciones”, pasara a la historia como la antítesis de la una
falsa propuesta de democracia, plasmada en sus acuerdos, donde
se afirma que “los Estados Miembros de la ONU deben expresar
sus opiniones, a través de la Asamblea General, el Consejo de
Seguridad, el Consejo Económico y Social y otros órganos y
comisiones”. Además la ONU divulga públicamente que “La labor
de las Naciones Unidas llega a todos los rincones del mundo,
buscando la consolidación de la Paz, la prevención de conflictos y
la asistencia humanitaria”.
.
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Por
otra parte nos parece importante que “Otras estructuras de las
Naciones Unidas y su sistema (organismos especializados, fondos y
programas), que afectan a nuestras vidas y (deberían de) hacer del
mundo un lugar mejor”. Pero todos estos acuerdos alcanzados luego
de una guerra imperialista que costó más de 20 millones de
muertos, torturados, cremados en vida, solo quedan en la historia,
aunque aún persisten ante la inoperancia y complicidad de los que
autodefinen como adalides de la “democracia burguesa”.
.
Ante una ONU inoperante varias naciones apuestan a su refundación
Ante una ONU inoperante varias naciones apuestan a su refundación
Ante
las nuevas agresiones y nuevas guerras, el Siglo XXI vuelve a sufrir
las mismas acciones del colonialismo, de un nuevo reparto del mundo
donde el objetivo es la apropiación de las riquezas de las naciones
y de los pueblos del tercer mundo. En ese sentido retomamos
importantes declaraciones, del Embajador Jorge Valero quien
manifestó que “la ONU no responde a las demandas sociales de los
pueblos del mundo, nuestra posición está en consonancia con la
construcción de un mundo Multipolar, y la vocación profundamente
democrática del proceso político que se vive en nuestro país”.
A que agregó Valero que“La República Bolivariana de Venezuela defiende la necesidad de refundar la Organización de Naciones Unidas, pues en la actualidad, esta no responde a las demandas de los pueblos del mundo y está dominada por unas pocas potencias, que desestiman las aspiraciones de los países en desarrollo”
Nos parece importante señalar la existencia de muchas acciones unilaterales por parte del Consejo de Seguridad, donde EEUU logra presionar un consenso para aplicar sus políticas. Ante hechos como estos Valero puntualizó que “Venezuela demanda que la Asamblea General de Naciones Unidas, donde están representados todos los Estados, recupere los fueros que le vienen siendo usurpados por el Consejo de Seguridad”. A lo que agregó “Además, abogamos por la participación directa y universal de todos los países –en plano de igualdad– en la selección del Secretario General de la ONU. Este alto funcionario, según establece la Carta de la ONU, no debe solicitar ni recibir instrucciones de ningún Gobierno. Porque actualmente la elección se rige por el artículo 97 de la Carta de la ONU, que establece que el Secretario General será nombrado por la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad”.
Eliminar el derecho al veto
Esta
postura de Venezuela nos hace pensar en la necesidad de cambiar la
ONU, para lograr la eliminación de los privilegios antidemocráticos
derivados del derecho al veto, heredados de la Segunda Guerra
Mundial y de la Guerra Fría. En el Consejo de Seguridad de la ONU,
los 5 miembros permanentes tienen derecho a veto, no así los otros
10 países por elección. Si alguno de esos 5 países Estados
Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido vota contra una
propuesta, ésta queda rechazada aunque todas las demás naciones
hayan votado a favor.
Pero no solo el poder del veto afecta a las naciones emergentes, están otras estructuras de los países industrializados, donde la plutocracia de la ONU, permite imponer sanciones y acuerdos, alcanzados en otros foros de negociación, como en el G–20 o el G–8, este último integrado por un grupo de países industrializados conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia. Mientras que en el G–20 participan además otros once países recientemente industrializados y la Unión Europea como un bloque, hecho que también refleja la imposición hegemónica de EEUU y los países industrializados.
El mundo indefenso ante las guerras y la destrucción del ecosistema
El
dominio de los países desarrollados ha dejado a las sociedades del
mundo, al abismo de cualquier sociedad pluripolar. Solo EEUU y otras
7 naciones del mundo, definen el destino de millones de seres
humanos. El veto de los 5 y el G8 deciden entre la guerra, el
bloqueo y las sanciones económicas. Ante esta realidad la ON solo
es una pantalla, un espectáculo de Hollywood, una película de
ciencias ficción, donde Israel asesina a mas de 2 mil palestinos
ante la mirada impávida del Secretario de la ONU Ban Ki–moon,
demostrando su misma pasividad la incapacidad de la ONU. Quienes ni
nos han garantizado un desarrollo mundial sostenido (como solicita
la UNESCO), ni han frenado las invasiones y agresiones de EEUU, y ha
quedado al descubierto la incapacidad los cuerpos de seguridad. de
la misma ONU.
Por último como podemos hablar de estos enunciados de “paz y armonía” que rezan en la carta de la ONU, cuando se destruye el ecosistema, sin ninguna sancione. Las reuniones alcanzadas para buscar salidas a la crisis ambiental, ha sido también secuestradas, donde el omnipotente presidente Obama, Premio Nóbel de la Paz, se ha mantenido al margen en las reuniones y los conclaves de los países industrializados frente al problema. Estamos ante un mundo dominado por las trasnacionales y por los países industrializados, donde la paz va quedando en el olvido y la impunidad y la guerra imperialista, destruyen la sociedad humana. Por tanto el desafío para los países emergentes, subdesarrollados, en vía de desarrollo, está centrado en la necesidad de reformular y construir un nuevo orden mundial, en un marco de una sociedad pluripolar y un modelo económico sustentable para toda la humanidad.
diegojolivera@gmail.com
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