sábado, 3 de septiembre de 2016

Por Leandro Albani:Malak Khatib: la juventud encarcelada por Israel


 

Malak Khatib: la juventud encarcelada por Israel

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Por Leandro Albani
Con 16 años, Malak Khatib fue víctima del Estado israelí. Acusada por delitos que no cometió, estuvo encarcelada durante dos meses. La historia de una joven palestina que representa a todo un pueblo.
-¿En qué pensabas cuando estabas encarcelada?
-Pensaba en por qué tratan así a los niños palestinos.
-¿Y por qué crees que los tratan así?
-Porque lo pueden hacer y parece que nadie los puede parar.


Así resume Malak Khatib la situación de los jóvenes y niños palestinos que son prisioneros del Estado de Israel. Cuando habla, Malak pasa de la sonrisa a la seriedad, para después volver a arrugar la cara porque, como todos los días, su sonrisa siempre nace.

Con apenas 14 años, Malak fue encarcelada por el Ejército israelí el 31 de diciembre de 2014 cuando salía de su escuela, en la aldea de Beitin, en las cercanías con Ramalá. Ahora, la joven palestina se encuentra en Argentina junto a una comitiva de ex presas y presos palestinos que visitan el país para contar sus historias y denunciar la ocupación de Palestina que, desde 1948, lleva adelante Israel.

Yo estaba saliendo de mi escuela, los soldados de la ocupación israelí me agarraron y me pegaron. Me ataron las manos, me pegaron en la cabeza y me metieron con fuerza en una camioneta del ejército”, recuerda Malak, mientras a su alrededor decenas de personas participan en un mural colectivo en el ex centro clandestino de detención “El Olimpo”, que la dictadura militar argentina utilizaba como campo de concentración y hoy es un espacio para la memoria.

En Buenos Aires, el frío se apaga un poco cuando el sol asoma entre las nubes de un mediodía tranquilo de sábado. Malak habla con sus compañeros, sonríe cuando la gente la saluda, se encoje un poco por timidez ante tantos abrazos y besos que recibe. En el paredón donde crece el mural, Malak deja trazos de pintura, se divierte y estampa los colores de su bandera: negro, blanco, rojo y verde.

Luego de ser encarcelada, Khatib fue sentenciada a dos meses de prisión. Como sucede de manera permanente en Palestina, la justicia israelí la condenó con mentiras. “Me llevaron a un centro de interrogación y me acusaron por tres delitos: lanzar piedras, tener un cuchillo y cortar la calle –relata-. Me llevaron a la cárcel, de vez en cuando iba a los tribunales y siempre me maltrataban. Me hicieron el juicio y me encarcelaron por dos meses, me cobraron 1500 dólares de multa y por tres años me dijeron que si salía a la calle me podían meter presa”. Durante su estadía en prisión, a la joven se le negó el derecho a seguir estudiando y las autoridades israelíes decidieron no brindarle ropa de abrigo para protegerse del frío.

La historia de Malak no es un hecho aislado o generado por una confusión burocrática. El Estado israelí despliega desde hace décadas una política sistemática de represión, que tiene a los más pequeños como blanco. En la actualidad, en las cárceles hebreas hay 7000 presas y presos políticos palestinos, de los cuales 200 son menores de edad. El año pasado, el ministerio palestino para Asuntos de Prisioneros y Liberados denunció que desde el año 2000, al menos 10.000 menores de edad fueron detenidos por los cuerpos de seguridad israelíes. Las acusaciones para encerrar a los más jóvenes son las mismas que recayeron sobre Malak.

En la prisión los días eran muy difíciles, había muchas dificultades. Me desprendieron de mi escuela, de mis amigos y de mi familia. No me permitieron ver a mis familiares o a un abogado”, dice Malak, recordando otra de las violaciones al derecho internacional que comete Israel, al no permitir que los menores de edad acusados tengan una justa defensa legal.

El sol tibio de Buenos Aires brilla en la piel color aceituna de Malak. Presta atención a las preguntas que le hago, pero al mismo tiempo mira para todos lados, tratando de captar lo que hace la gente que pinta el mural.

Cuando salí fue muy emocionante por cómo me recibió la gente. Estaba muy feliz de poder volver a mi casa con mi familia y ver a mis amigos. Pero la cárcel me dejó un dolor y una tristeza grande, porque miles de prisioneros políticos palestinos todavía están en las prisiones de la ocupación israelí”, sostiene la joven palestina.

Aunque desde que salió de prisión, en febrero de 2015, Malak nunca fue detenida por el Ejército israelí, no descarta que vuelva a suceder. Su vida, ahora con 16 años, tiene nuevamente el ritmo sofocante de cruzar puestos de control, estar rodeada de uniformados, y no saber hasta cuándo su casa va a seguir en pie. “La vida bajo la ocupación no es fácil –afirma-, no podemos hacer lo que deseamos, porque estamos muy limitados, tenemos muchas restricciones para salir y pasear. Yo me limito a ir a la escuela, volver a mi casa, ir a la escuela otra vez, es todo muy limitado. Nosotros optamos por la solidaridad internacional para poder salir de este modo de vida bajo la ocupación. Nosotros queremos vivir en paz con todos los pueblos del mundo”.

Los palestinos tenemos la virtud y la capacidad de poder seguir adelante a pesar de todo –reflexiona Malak-. Tenemos que superar lo que nos pasa, porque si no nos quedamos sólo con la ocupación, pero tenemos que seguir viviendo y decirle a todo el mundo que estamos en nuestra tierra y nadie nos puede sacar”.

Luego de dos meses de prisión, Malak sabe muy bien lo que quiere para su futuro. “Tengo el deseo de ser abogada y poder ejercer esa profesión –finaliza la joven-, para poder ayudar a los niños palestinos y defender los derechos humanos contra la ocupación israelí”.
leandroalbani@gmail.com

viernes, 2 de septiembre de 2016

Por: Jesús Arenas: La amenaza mundial de lo T.T.I.P


T.T.I.P

La amenaza mundial de lo T.T.I.P

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Por: Jesús Arenas

Los ciudadanos europeos están próximos a ser cocinado sin ser justamente gallinas. Diríamos que están en la olla hirviendo ante las ambiciones y el agiotismo económico de las transnacionales. Ese Tratado de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y los Estados Unidos no es más que un simulado golpe de estado económico contra el derecho a la vida de los pueblos. Y el tema es vital porque afecta no solo a los europeos directamente sino a todo el mundo. Es una estrategia de las corporaciones para aumentar sus ya abultadas ganancias. La excusa conlleva a afectar las legislaciones de cada país involucrado.

Situación a la que no se escapan los suscritores, por cuanto, de ¿qué otra manera se van armonizar esas relaciones legales para ajustar sus intereses? Esto evidencia a leguas que es un tratado más político que económico. Innegable, dada la vinculación existente entre los personajes que ejercen el poder, practican la economía y están sujetos a los mandatos de las corporaciones. La conspiración se denota cuando están negociando tras las puertas, a escondidas y en forma muy restringida. Aunque la apariencia refleje que nosotros nos hallamos lejanos de Europa, no es cierta tal afirmación dada la vinculación global existente.

En primer lugar una de las garantías en pico de zamuro es la referente a la soberanía alimentaria. Por cuanto los procesos de importación y exportación van a ser afectados. Agreguemos el peligro de mengua en los derechos sociales y laborales, el medio ambiente y demás ramificaciones de la vida económica mundial. Ya lo dijo en cierta oportunidad el comandante Chávez, que cualquier ruido en Europa se oye en Venezuela porque no estamos ausentes, formamos parte del sistema integral humanitario. Todo lo que las corporaciones secuestran hace temblar las buenas relaciones comerciales de las naciones con recursos menores porque afecta el verdadero espíritu democrático de sus pueblos.

Dentro de las exigencias del tratado, se asoma la posibilidad de un sistema arbitral que deja en manos de abogados privados el arreglo de las controversias. Recordemos el caso de Egipto que al tratar de aumentar el salario mínimo fue atacado por las corporaciones que alegaban supuesta disminución de su ingresos. Tuvo que recular el gobierno por las presuntas demandas corporativas. Esa decisión afincó el poder hegemónico de las corporaciones poderosas y estableció, en forma contundente, un sistema moderno de esclavitud para el trabajador. Ese tratado puede suscitar una tranca para los reclamos ambientales.

Como la ambición es el objetivo principal de esos empresarios, cualquiera puede continuar quebrando la tierra con la práctica del Fracking u otro medio de explotación contra la naturaleza. La salud y la educación son otros servicios atacados al privatizarse. Las pensiones y demás beneficios sociales se tratan de regular mediante los llamados fondos de inversión privada. Los países más desarrollados en tecnología devorarán mediante la adaptación de barreras arancelarias, y políticas de subsidio desiguales a sus víctimas. El presunto aumento de la productividad en beneficio de los intereses particulares, el consumo de alimentos “hormonicos” acrecentará los problemas de salud y en consecuencia, una recurrencia al negocio de los laboratorios.

Además de violar los derechos a la vida de sus pueblos, también se soslayan tratados ambientales como el acuerdo de Paris. Es otra forma de acabar con la civilización. A pesar de encontrarse las naciones ya amenazadas por tratados agiotistas como el CETA y el NAFTA, esta otra manera de negociados corporativos somete y subyuga a la especie humana. Y repito, esas decisiones nos afectan por lo que debemos protegernos a través de los proyectos humanistas que, el proceso revolucionario en Venezuela estudia y aplica. Tomar con indiferencia esa alevosa arremetida de las transnacionales corporativas es vivir ciego ante la proximidad del desastre. Ya apreciamos como los países neoliberales suramericanos, entre los que se cuentan Argentina, Brasil y Paraguay están arrimando sus brazos para cobijarse en esos tratados sin importarles la disminución de la vida económica de sus connacionales. El primer paso es destruir la unión suramericana que Chávez propuso con Mercosur. Los pueblos cuentan para evitarlo. Esperemos los acontecimientos con los ojos abiertos para salvaguardar los beneficios que el proceso revolucionario venezolano ha logrado con la voluntad de sus actuales gobernantes. Venceremos.
fundapoder@hotmail.com
Publicación Barómetro 08-09-16


Por Leandro Albani:El brillo de un mural por Palestina iluminó Buenos Aires


 

El brillo de un mural por Palestina iluminó Buenos Aires

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Por Leandro Albani
Con un mediodía frío y soleado como telón de fondo, este sábado se realizó un mural sobre la lucha del pueblo palestino en el ex Centro Clandestino de Detención “El Olimpo”, en la ciudad de Buenos Aires.
El lugar, que durante la dictadura militar (1976-1983) funcionó como una de las cárceles para la  tortura y el asesinato, ahora es un centro para la memoria. Hasta ahí se trasladó la delegación de ex presas y presos políticos palestinos que se encuentran de visita en Argentina.

La actividad fue convocada por diferentes organizaciones políticas y sociales, y se desarrolló durante toda la tarde, en la cual mujeres, hombres y niños pintaron el mural, al mismo tiempo que se pudieron escuchar las palabras de los participantes.
La comitiva palestina estuvo integrada Issa Qaraqe (ministro para Asuntos de los Prisioneros Políticos), Qadura Fares (integrante de la Asociación de Prisioneros Palestinos, APP), y los ex prisioneros Abeer Al Wahedi, Fidaa Abulatifa, Malak Khatib, Samer Tayyem.

Durante su intervención, Qadura Fares señaló que “la solidaridad de hoy quiere decir que en poco tiempo podremos ver una Palestina libre” y que “el arte es también una forma de resistencia”.
El líder de la lucha palestina, Yaser Arafat –aseguró el miembro de la APP-, nos enseñó que la resistencia palestina es el arma de un luchador, el lápiz de un escritor y el pincel de un pintor. Por eso, la resistencia puede tomar varias formas”.
Fares destacó que “gracias a ustedes, los prisioneros políticos palestinos pueden ver este apoyo y se van a poner muy contentos y les va a dar muchas esperanzas. Con esta actividad que estamos haciendo nos acercamos a la liberación de todos los presos palestinos”.
Publicación Barómetro -08-09-16